Por: David Sand
Traducción: Clara Beatriz Jaramillo
Es maravilloso estar de vuelta en el país de Jesús. En realidad, todo el hemisferio occidental es el país de Jesús, pero la variedad de América del Sur va directo al corazón, preparada por siglos de devoción, misas, rosarios e historias de santos. La parte norte de nuestro hemisferio es cada vez más rígida y separativa a medida que envejece —aún así, un remanso de paz y creatividad, pero comenzando a habituarse al poder y el confort, distraído por dinero y esfuerzos charlatanes para controlar lo incontrolable. Todo esto tiende a cerrar el corazón y la intuición. Aquí en Colombia tengo la oportunidad de vivir en el futuro, con la gente que pronto recibirá la batuta entregada por los “North Americans”. Tan sólo un par de días en esta cultura joven y ahora entiendo porqué John-Roger nos dijo que aprendiéramos español hace tantos años, lo cual estúpidamente ignoré pues pensé que, al estar en América del Norte, estaba viviendo en la cima del mundo, tanto en sentido literal como figurado, entonces, ¿para qué molestarse?
De lo que no me percaté es que el crecimiento espiritual del planeta, al igual que cualquier progresión en el mundo natural, no se mueve hacia arriba o hacia abajo en una línea recta, sino que hay retrocesos rápidos y facetas de transición en las que todo se voltea de repente, tal y como el giro periódico de los polos magnéticos de la tierra que los geólogos han rastreado, o, a nivel de la escala humana individual, las rápidas vueltas en U del nacimiento, la adolescencia o la muerte. Aquí todo parece como si estuviera en estado de comienzo, aún adormecido, soñador y desordenado, pero también abierto, divertido, cálido y auténtico —y esas son las puertas mediante las cuales el Cristo entra como “ladrón nocturno” y transforma un ser humano o una sociedad. Somos refugiados de L.A.
Viviendo en la Gracia, el retiro de una semana que se hizo aquí en enero, fue como en los viejos tiempos del MSIA —íntimo, sincero, espontáneo, intenso, con el aire lleno de emoción amorosa. Nuestro día de maratón de seminarios de J-R, que culminó con la proyección del documental Viajero Místico, “Vida y Tiempos del Dr. John-Roger”, tuvo la misma calidad.
Nos estamos hospedando en las montañas, pero hicimos el pronunciado descenso hacia Medellín, vislumbrando la ciudad a través del exuberante verdor que con frecuencia está al nivel de los rascacielos citadinos a medida que descendemos. Es el día del gran partido de fútbol entre Colombia y Perú, y a Jsu García (anfitrión de la maratón y codirector del documental de John-Roger) y a mí nos dieron camisetas amarillas del equipo colombiano. Parece que nuestra estancia aquí no es accidental y ha sido perfectamente cronometrada: Los restaurantes están llenos de gente viendo el partido, todo el mundo está emocionado y existe una unidad (hermandad) en el ambiente sobre la cual puede viajar la energía espiritual. Estamos aquí para mucho más que un simple día de vídeos de J-R o por tan sólo las personas en una pequeña habitación. Si algo hemos aprendido de J-R todos estos años es que el nivel físico es un velo, un espejo de feria, y que lo que está sucediendo en los niveles internos es el 90% de la realidad.
Al igual que en tantos otros viajes del MSIA, percibo el vórtice de la energía del Viajero en todas partes, transmutando el karma de la gente, e incluso el karma nacional y racial. Seguimos siendo sacados fuera del cuerpo, pasando mucho tiempo en Ejercicios Espirituales, a veces voluntariamente y a veces siendo empujados dentro y fuera a pesar de nosotros mismos. Por pura diversión, disfrutamos de ver cómo la gente es impactada por la luz, lo mismo que nosotros. Sé que estoy en la conciencia del Viajero porque nada puede hacerme daño. Estoy durmiendo en un colchón en el suelo en medio de una sala de estar y, ¿qué más da? Dios está aquí. Y la energía de amor que ha sido creada por nuestros anfitriones Jorge y Nancy en su acogedor apartamento es en gran parte como Dios entra.
Dios también entra a través de la determinación, a través de no darse por vencido. La muerte de J-R ha sido un asiento de primera fila en el espectáculo de cómo las personas manejan obstáculos. Solíamos presentar la película Viajero Místico en viajes de primera clase con J-R. Ahora nos quedamos en los hogares de las personas. El resultado es que llegamos a ser parte de la comunidad aquí. En la unidad nos volvemos más fuertes.
A medida que la gente va y viene en un día de maratón, la energía se acumula. El “coup de grâce” (golpe de gracia) es la película del Viajero Místico, y al final hay un montón de abrazos, oraciones y un círculo de cierre espontáneo, en una efusión de amor que ha estado llenando a las personas todo el día. La película dura aproximadamente tres (3) horas y media (½), pero al igual que todas las prácticas espirituales, hay una gran recompensa al final: Todo el mundo se funde, llora, sonríe y se miran unos a otros con ojos suaves. Me llega aquella breve toma de conciencia de que lo único que importa en esta vida es el amor. La gente nos sigue dando las gracias por venir, como si el venir hubiera sido algún tipo de sacrificio. Muy gracioso. Al final del día, algunos de nosotros fuimos a cenar al hermoso hogar de Ana María en la selva tropical, y cualquier cosa que se hubiera quedado atascada en nuestras auras durante el día, se despejó mediante grandes carcajadas.
Para un visitante del sur de California, la gente de aquí parece extrañamente normal. Hay menos separación. La gente presta mayor atención a las personas que a las cosas, los niños están por todas partes, hay una cálida sensualidad en el aire (J-R lo llamaba «eros») que es parte de un “continuum” de bebés y de familia, en lugar de la sexualidad insular auto-referencial que ha venido contaminando el norte. Alguien quiere visitar un centro comercial y no quiero ir porque en los EE.UU. son lugares de muertos vivientes, sin embargo, cuando fuimos me pareció que la gente estaba realmente relajada, feliz y viva, andando en pareja o en grupos familiares. Mediante una combinación de ilustrados políticos y un movimiento de base, los infames carteles de la droga de Medellín se han quitado los colmillos, la economía se ha estabilizado, las calles son más seguras que en algunas ciudades de Estados Unidos, y se puede sentir la vitalidad de un pueblo que ha sido liberado y está empezando un camino de expansión. Como dice J-R, las emociones son como un yo-yo, y al igual que todas las personas emocionales, los Latinos parecen necesitar tocar fondo antes de que puedan ascender. Después de la derrota del cartel de la droga, Medellín va en subida. Espero que Venezuela sea el siguiente. Por favor enviar la Luz.
Además de las fotos del día de la maratón y de la película de J-R, se pueden ver fotos de nuestro día libre con nuestros anfitriones Jorge y Nancy, con quienes subimos a la piedra del Peñol en Guatapé, un gran afloramiento de roca oscura que sobresale por encima de la naturaleza, con una grieta en un costado donde han puesto 650 escalones, sin contar los que hay en el pequeño edificio en la cima, donde hay restaurantes y una vista impresionante. Los alrededores de Medellín son un jardín subtropical, verde y montañoso, algo así como una versión seca y más fresca del Hawaii —fértil, joven, virgen, impregnado por la energía de la naturaleza. Estamos cerca del ecuador pero la altitud modera las temperaturas todo el año. Esta zona es llamada «la tierra de la eterna primavera». La papaya y la piña son increíbles.
Muy bien J-R, voy a dedicar más tiempo a aprender español.
