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Nuevo Amanecer

Poema: Un Maestro, un Discípulo

Un Maestro, un Discípulo. Por Nigel Moleker


El día que encontré a mi maestro,  él cambió mi perspectiva.

Con infinito amor dio a mi ser, una nueva directiva.

 

Aunque nunca bien lo supe, dentro de mí yo le añoraba.

Lo que antes no veía, ahora claro él me mostraba.

 

Cambió mucho mi persona, e intervino mi conciencia.

Me orientó hacia la Luz, y me bendijo con paciencia.

 

Cinco leyes del Espíritu, mi maestro me ha enseñado.

Trabajaré la vida entera, con esto que él me ha dado.

 

Aceptación fue la primera ley, que yo tuve que aplicar.

Soltar el control y no juzgar, casi me hacen abdicar.

 

Cooperación fue lo siguiente, que venía a mi camino.

Tan solo Fluir  y confiarle, al Padre mi destino.

 

Entusiasmo fue para mí, clave de este nuevo sentimiento.

Donde la energía fluye de Dios, y me mantiene en movimiento.

 

Entendimiento fue toda una prueba, que enfrenté en mi interior.

Reconocer que mi mente poco sabe, más sabe mi ser superior.

 

Amar las leyes espirituales, parecía la más simple de vivir.

Aprendizaje constante ha sido, mi corazón abierto compartir.

 

Luego de años de estudio aprendí, algo que parece fuera ridículo.

Que la maestría  espiritual se logra, solo siendo un eterno discípulo.

 

Nigel Moleker

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