Por Nora Valenzuela
¡Qué gran bendición fue visitar a nuestra familia del MSIA en Venezuela!
No sabemos quien recibió más, si ellos o nosotras.
Hacía varios años ya que Ani Pacheco y yo, y distintas personas, conversábamos sobre la posibilidad de ir a Venezuela a apoyar a nuestra familia, así que cuando la Presidencia del MSIA y John nos dieron el “vamos” a Ani y a mí, fue como si nos hubieran invitado a una fiesta.
Durante la Reunión de Representantes en la Conferencia, John habló sobre la situación de nuestros hermanos allí, y los venezolanos que habían venido a la Conferencia pudieron explicar la situación que atravesaban en el país y cómo se sentían. Eso despertó la solidaridad de toda nuestra familia del MSIA que reaccionó con gran generosidad. Donaciones de todo tipo no se hicieron esperar, así que Ani y yo llenamos nuestras maletas de productos y materiales de estudio y partimos a Venezuela con el corazón abierto.
El apoyo de John, su amor, su sabio consejo: “Fundamentalmente, permanezcan atentas y pásenlo bien”, además de enviarle un mensaje de amor a nuestros hermanos venezolanos, fue todo lo que necesitábamos para irnos confiadas en que llevaríamos la Luz con nosotros, que nos iría abriendo el camino, ya que sabíamos que J-R ya nos estaba esperando allí.
Al llegar, nos esperaba un Santos Gomez (Rep. de Venezuela) con los brazos abiertos y miles de ojos para cuidarnos. A nosotras nos latía el corazón de amor y alegría. La pasada sin problemas por aduanas con cien libras de productos fue una señal de que la Luz estaba con nosotros.
Durante todo el primer día, la gente estuvo llamando por teléfono para darnos la bienvenida. Ya en nuestro destino final, nos recibió Magaly Sanchez, la esposa de Santos en su hogar, abriéndonos su corazón y su hogar para hacer de nuestra estadía, incluso a nivel del ser básico, una delicia. Cabe mencionar aquí las delicias con las que nos consintió todos los días, verdaderos festines de frutas y verduras locales, y las maravillosas arepas con que desayunábamos diariamente.
El programa contemplaba servicios, iniciaciones y ordenaciones, más facilitar un taller público, “1000 Maneras de ser Feliz”. Gaby Grigorescu y Armando Wahrman eran los anfitriones en un programa, demás está decir, muy bien organizado en casa de Magaly y Santos. El primer día, mientras Ani se dedicaba a hacer servicios, fui a una entrevista por radio para promover el taller. Nunca lo había hecho, así que mi corazón latía fuerte en camino a la radio. Por alguna razón, cuando empezó el programa, a mi me invadió una tranquilidad increíble y me escuché contestando preguntas, las cuales incluyeron incluso la situación política, con mucha claridad. Sé que el Viajero estaba conmigo pues yo no habría podido contestar con tanta claridad y con ejemplos tan prácticos de por qué buscar adentro la felicidad, independientemente de las circunstancias externas, era la respuesta. Nos contaron que después de que terminó el programa, mucha gente llamó por teléfono para informarse del taller y del MSIA.
Los días transcurrieron entre servicios e iniciaciones, recibidos por personas que vinieron desde todos los rincones de Venezuela, algunos sólo por el día para recibir los regalos del Espíritu que se les estaban ofreciendo. Tuve la bendición de poder observar los servicios llenos de amor y prolijidad de Ani, en los cuales pude comprobar lo “sedientos” que estaban nuestros hermanos de la Luz y de ser cuidados por el MSIA en los hechos. Sus caritas se iluminaban al recibir y muchos no podían contener las ganas de llorar de agradecimiento. Además, pudimos comprobar cómo la llama de las enseñanzas seguía encendida en los corazones de todos los miembros de nuestra amada familia en Venezuela.
Cabe mencionar dos acontecimientos grandiosos durante esta visita: el taller público “1000 Maneras de Ser Feliz” y la Reunión de Ministros.
El Sábado en la tarde, Ani y yo facilitamos este taller para 52 personas, 23 de las cuales asistían por primera vez a un evento de PTS/MSIA. Cuando llegamos al salón, el amor estaba presente y la Luz del Espíritu se sentía por todas partes. Gaby Grigorescu, Rainner Lopez (a cargo de sonido), Xiomara Barrios, Eucaris Wills y un equipo maravilloso de asistentes habían preparado un salón hermoso, una mesa llena de los libros y materiales que Ani y yo habíamos traído para ellos, una mesa de inscripciones con sonrientes asistentes, y un mesón de tortas y delicias, té y café, para recibir a los participantes.
Nuestro MC fue Nidal Jaouhari, facilitador de Insight, quien inmediatamente le imprimió nuestro sello y dinámica al taller, hablando sobre su propia experiencia en el camino espiritual y cómo eso era la fuente de su felicidad. Ani y yo nos dividimos el taller en secciones y fuimos avanzando por él, culminando con un ejercicio en parejas en que los compañeros compartieron formas para ser más felices, y ver el entusiasmo de las personas al compartir como se proponían ser felices. Los compartires fueron bellísimos y cada uno dijo alguna cosa por la cual se sentía agradecido. Al final del taller, muchísimas personas quisieron saber más acerca de las Disertaciones y del MSIA.
La Reunión de Ministros al día siguiente, presidida por Xiomara Barrios, comenzó con dos ordenaciones maravillosas, y continuó con una hermosa reunión a la que asistieron 19 ministros. Fue la guinda sobre la torta hacer ejercicios espirituales en ese sagrado silencio con nuestros hermanos, quienes más que nada compartieron su agradecimiento por nuestra visita, por el MSIA y todas las donaciones que habían recibido. Los ministros que habían estado en la Conferencia compartieron su experiencia y el apoyo que habían sentido de todos al recibir sus palabras y donaciones durante su estadía allí. Yo los había visto en Conferencia eligiendo los productos que querían, gracias a las generosas donaciones que estaban recibiendo de la comunidad, y los vi también buscando algunos regalos para las personas que conformaban el consejo ministerial como muestra de agradecimiento por la labor incesante que realizaban.
Al final de la reunión, Ani repartió las bolsas con productos (víveres, pasta de dientes, jabones, vitaminas, medicinas, y mucho más) que ella había adquirido tanto durante su estadía en EE.UU. y luego en Bogota, todo organizado por Heartfelt y nuestra bienamada Skyler Patton, y David Jaramillo en el Depto. de Productos. La gente no cabía en sí de la alegría que sentían al ir a recoger sus paquetes que con tanto amor habían preparado Ani, Magaly, Armando y Gaby en los días previos.
Esa noche salimos a cenar para agradecerles al grupo organizativo su maravillosa labor al organizar esta hermosa visita, contando con tan limitados recursos. Sin embargo, la generosidad de muchos, aportando servicio, alimentos (¡gracias Armando por esas deliciosas caraotas negras para el pabellón!), dinero y toda su Luz, nos hizo olvidar que estábamos en un país con una situación económica muy difícil.
El entusiasmo por no dejar que la llama que la visita había encendido, se hizo presente. Nidal y Gaby nos contaron sobre sus futuros proyectos para mantener activo el MSIA en Venezuela, contando como siempre con todo el apoyo de Santos. Los proyectos futuros que mencionaron son: los PAT’s (Rinaldo Porcile ofreció ir a facilitarlos usando sus millas), un taller sobre ejercicios espirituales que Ani Pacheco irá a facilitar en Octubre (poniendo a disposición sus pasajes de Avianca) y un taller para ministros.
No tenemos cómo agradecer tanto amor, tanta Luz, tanto agradecimiento y bendiciones a todo nivel que nos entregó nuestra familia en Venezuela. Nos fuimos rebosantes de amor y agradecidas a Dios, al Viajero John Morton, a J-R que nos acompañó todo el tiempo, y a la Presidencia del MSIA por hacer esta visita posible. Gracias a Angel y Vincent por su precioso apoyo con la logística. Gracias también por todas las donaciones de nuestros hermanos en el MSIA que hicieron que esta visita fuera un regalo completo para nuestros hermanos venezolanos y todos nosotros.
Con amor, Luz y agradecimiento eterno,
Nora Valenzuela
