Tienda
LANGUAGE

Nuevo Amanecer

Cultivando Líderes – Pasando la batuta


Encuentro que a medida que me adentro más y más en un rol de liderazgo, el amor incondicional, la aceptación, la cooperación y el humor son buenas claves para abrir mi corazón y dejar que el amor me guíe. A menudo, la palabra “líder” me asustaba debido a lo que asociaba con ella y cómo despertaba mi karma de superioridad o inferioridad. En mi mente veía a un dictador demandando que se hiciese lo debido, no necesariamente para el bien mayor.

Y luego, consideré lo que podría suceder si mi corazón fuera el que está guiando. Tal vez, tuviera lugar una convergencia natural, y el que lidera sería simplemente un instrumento para que use el Espíritu.

Cuando comencé mi ministerio como personal de PTS en septiembre de 2010, tenía que aprender mucho acerca de todo. Y como J-R es un amigo amoroso, el universo me dio una abundancia de apoyo en forma de Ministros e Iniciados unos cuantos años mayores que yo, con muchísima sabiduría y experiencia para ayudarme a navegar el universo multidimensional que acababa de descubrir. Me dije a mí misma, ¡qué afortunada que soy! A menudo pienso que me he topado con una de las más grandes historias de amor que están desarrollándose.

Debo haber planeado, en algún momento, encontrarme con todas estas hermosas personas, porque la manera en que encienden mi espíritu es mágica. Me conecto con seres queridos que tal vez no he visto durante siglos, y no sé si hubiera podido lograrlo sola, o siquiera si hubiera deseado hacerlo. Disfruto profundamente que estemos juntos en esta red espiritual unidos por el Amor.

Una vez, hice un proceso durante una clase de DSS en el que me quejaba a J-R por sentirme dejada de lado, no tener apoyo, y… ¡bla, bla, bla! Entonces, de repente, lo escuché reírse dentro de mí. Él procedió a mostrarme todos estos maravillosos amigos guiados por el Espíritu que me rodeaban, me enseñaban y me demostraban maneras de ser amorosa. Comencé a reírme a las carcajadas durante este proceso, y las lágrimas me corrían por las mejillas, porque había llegado a la gratitud y recordado mi corazón. En ese momento, reconocí el valor que había estado recibiendo de tantísimos “amantes” que he tenido a través de los tiempos, madrinas, padres, hermanos, hermanas, amantes y amigos. Claramente fue una gran oportunidad para estar a la altura de las circunstancias. Así que desde allí en adelante, hice lo posible para enfocarme en el Amor, como un ingrediente clave para el liderazgo.

Cuando aprendo cosas nuevas, he hallado que soy vulnerable por estar al lado de grandes maestros que son expertos en lo que estoy buscando aprender. A menudo tengo la intención de estar abierta y aceptar dónde estoy, para poder recibir los regalos que deseo compartir. Usualmente tiene lugar una danza y aprendo a seguir lenta y, con frecuencia, silenciosamente, hasta que mi interior me impulsa a hablar, para añadir algo que valga la pena. En estas delicadas fases de aprendizaje, escucho y observo intensamente, y recibo activamente cada precioso momento.

He aprendido que el estudiante y el maestro comparten una intimidad muy especial; una unidad que es multidimensional y multifacética. Se vuelve un arte, comunicar lo que tengo en el corazón y dejarlo ir libremente para que otro lo use. Hubo momentos en que mis maestros estaban descubriendo sus dones cuando los compartían conmigo. Me asombraba ver las maneras excepcionales en que el Espíritu nos usa a todos y cada uno. Frecuentemente hubo también ocasiones en que los roles se revirtieron y yo me volví en la maestra, al tiempo que mi maestro se convertía en el estudiante. Dios se divierte mezclando las cosas y manteniéndonos en el tiempo presente.

Me encanta cuando durante el proceso de aprendizaje están presentes la ecuanimidad y un alto nivel de cooperación. Mis maestros a menudo han visto algo en mí que aún yo no había reconocido en mí misma, y esto es una de las mayores bendiciones que alguna vez haya recibido. Adentrarme en su visión me permite conocer partes más profundas de mi ser que tal vez hayan estado en mi inconsciente.

Recuerdo momentos en que he sentido como si estuviera escalando una montaña y apenas sosteniéndome, y mis mentores me urgían a seguir adelante. Sé que se requirió mucha paciencia, voluntad y presencia de su parte, estar conmigo hasta que pudiera andar sola en bicicleta.

Estar en un rol de liderazgo es una experiencia vulnerable, porque es esencial para mi corazón estar presente, para que mi Alma esté sentada en el centro de la consciencia y que mi servicio esté guiado por el Espíritu. Mis madrinas, padres, hermanas, hermanos, amigos y amantes son una parte fundamental de este proceso, porque muchos de ellos ya están establecidos en esta área y lo demuestran con una gracia sorprendente. Los sigo de cerca, y estoy agradecida de que me lleven de paseo.

Algunas veces damos por sentado lo que sabemos y el valor del viaje que el Espíritu nos ha dado a cada uno de nosotros, ya sea como individuos o como familia espiritual. Es posible que nunca estemos conscientes de nuestras muchas bendiciones porque nuestros regalos tienen envoltorios comunes y corrientes.

¿Qué sucedería si cada uno de nosotros compartiéramos un don, un talento o una habilidad concedida por Dios con alguien que se beneficiara de ello; para que ellos también algún día puedan hacer lo mismo por otros? Hasta ahora, he adoptado varios miembros de la familia y compartimos nuestros dones regularmente. He hallado que el ingrediente clave es el amor incondicional. En verdad no me importa lo que esté haciendo con estas personas. Sólo disfruto de quiénes son y de quién soy yo cuando estoy con ellos; y muchas veces aprendo cosas geniales a lo largo del camino.

Estas son algunas maneras en las que puedes hacer servicio:

1) Escribe un artículo sobre la manera en que has sido mentor u otros hayan sido tus mentores; o acerca de miembros de la familia que hayas adoptado y que te motivó a hacerlo.

2) Encuentra maneras creativas para compartir tus dones, talentos y habilidades con alguien que amas.

3) Si no has adoptado un amigo en Dios, madrina, padrino, hermana, hermano, o incluso un amante en Dios; podría ser una gran oportunidad para que descubras un regalo.

1 comentario en “Cultivando Líderes – Pasando la batuta”

  1. Jorge Villa Yepes

    Hermoso mensaje que me recuerda que se facilita la vida de los demás, cuando facilito primero la mía. Sabiduría, alegría, cooperación y entrega.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2014 Movimiento del Sendero Interno del Alma