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Nuevo Amanecer

San Valentín “El Santo del Amor»


Poco se sabe de dónde viene exactamente esta festividad, sólo se tiene claro que se celebra desde el año 500 después de Cristo.

Siempre aparecen en mi vida hechos, situaciones y comportamientos sociales, que llaman mi atención y me llevan a cuestionar y a cuestionarme.

La celebración del día de San Valentín es uno de esos comportamientos humanos que me causa curiosidad, la cual trae aparejada una interrogante:

¿Por qué se celebra este día, como el día del amor?

En esto busco una respuesta más profunda que lo anecdótico, que no va más allá de especulaciones sobre el origen de esta festividad, donde se recuerda a los enamorados que lo están y a los que se olvidaron amar, que ese día y siempre, pueden hacerlo.

Otras preguntas que se me presentan son:

¿De quién o de qué estoy enamorado?

¿Cómo diferencio el estar enamorado del amar?

¿Expreso mi amor al mundo o sólo a mis cercanos?

¿Amo sólo lo que me gusta o lo que no me gusta también?

¿Amo como lo haría el Cristo?

A través de la auto observación, me respondo a mí mismo; no sin dejar de reconocer mi avance a través del tiempo, y la importancia de estar en el camino del viajero por los últimos 28 años, dónde se ha ido moldeando el carácter impulsivo y desafiante que tenía a los 20 años, edad en la que  yo creía conocer la vida, hasta que fui tocado en lo más profundo de mis fibras producto de conocer a J-R, a John y a un grupo de trabajadores de la Luz que le llaman staff, viendo en ellos un ejemplo a seguir para ir hacia donde mi corazón claramente me decía que era el camino.

Sólo puedo responder honestamente al ir a mi interior, buscando claridad sobre estas interrogantes mediante la comunicación con ese ser sabio, que está siempre a mi lado y al cual sólo algunas veces escucho.

¿De quién o de qué estoy enamorado?

– Puedo decir que amo a muchas personas, mi madre, mi mujer, mis amigas y amigos, mis maestros espirituales, lugares, experiencias y mucho más, pero todo esto se resume en que amo con todo mi ser, la vida y la oportunidad que me ha dado el padre de vivir las experiencias de estos mundos materiales.

¿Cómo diferencio el estar enamorado, del amar?

– La diferencia entre amar y estar enamorado, para mi radica en que estar enamorado puede basarse en una ilusión, que como tal, se puede desmoronar fácilmente, y amar es la acción de fluir con la energía matriz de la creación, y con la esencia de quien verdaderamente soy, para compartir desde ahí con el mundo material e inmaterial, y esto definitivamente no está basado en una ilusión por lo que no se puede corromper, sino sólo ir en crecimiento dependiendo de mi capacidad de amar y mi claridad de intención de expresar ese amor.

¿Expreso mi amor al mundo o solo a mis cercanos?

– Expreso fácilmente el amor a los cercanos y no tanto a los que no lo son, pero lo bello es que cada día tengo más cercanos, gracias al aplicar  cada vez más en mi vida, la ley espiritual de la aceptación, lo que me trae mayor paz interior, menos juicios y, por consiguiente, una mejor y más relajada forma de vivir la vida y relacionarme con los demás.

¿Amo sólo lo que me gusta o lo que no me gusta también?

– Amo con entusiasmo lo que me gusta, y lo que no me gusta generalmente lo resisto pero cuando aplico la cooperación, en ocasiones logro amarlo, pero las más de las veces, tan sólo lo acepto, lo que igualmente es un paso cercano al amor, e incluso podría decir que es un nivel de amar.

¿Amo como lo haría el Cristo?

– Esta pregunta remueve todo mi ser, ya que ha sido mi gran desafío y objetivo desde el Viviendo en la Gracia de Colombia en Enero del 2016, aprendiendo día tras día, acerca de la pureza de la energía Crística.

Estoy tomando conciencia de que el verdadero Cristo no es como yo creía, alguien o algo que buscar y encontrar, fuera o dentro de mí, sino más bien es una esencia de amor divino a expresar en el mundo sin expectativa alguna de resultados; para mí desde ese sagrado momento en Viviendo en la Gracia, el Cristo está siendo un fluir en la conciencia de amor, lo cual requiere de mi acción, por lo que es mi responsabilidad estar en un estado de ser que me permita reflejar tan sutil energía y transformarme en un pilar de luz, pudiendo así ser un vehículo del Espíritu para canalizar la energía Crística y ayudar así a hacer su trabajo en este mundo, tal y como lo hizo el maestro Jesús y muchos otros que lo han seguido.

Al preguntarme de que manera expresar este nivel de amor y cómo mantener este estado de paz y pureza de ser, que parece casi imposible para un ser humano común y corriente, recibo una imagen, que la veo en mi interior como un letrero de neón, de esos gigantes que hay en Las Vegas, prendiendo y apagando con tan sólo una palabra:

“Servicio”

Palabra mágica que eleva mi ser con sólo escucharla y potencia mi energía vital llevándome en forma instantánea, a una conexión directa con la ley espiritual del entusiasmo, tomando un sentido aún mayor mi vida.

Servicio es la forma más rápida de conocer a Dios, le escuche a J-R, y como de verdad quiero conocer y vivir en Dios, busco cómo y dónde hacer mi ministerio para elevar mi vibración haciendo el trabajo del Cristo, sirviendo a otros seres humanos, animales, naturaleza o cualquier parte de la creación del Señor, llenándome de ese amor divino, que es el motor del universo.

Cuando entro en esta energía del servicio y la acción que ella requiere, estoy celebrando con gran dicha, el verdadero día del amor.

Nigel Moleker

1 comentario en “San Valentín “El Santo del Amor»”

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