Cuando tu poder es positivo, cuando eres un “faro” de Luz, ese positivismo se derrama sobre la gente.

Cuando esa Luz fluye a través de ti, bendices a toda persona que pase por tu lado en el transcurso del día.

Cuando pasas al lado de alguien y dices ya sea en voz alta o en silencio: “Que Dios te bendiga”, el poder de la mente enviará energía positiva a esa persona.

Le he dicho a jóvenes, cuyos padres pelean constantemente:

“Cuando tus padres estén peleando, siéntate o párate cerca de ellos y repite una y otra vez en tu mente: ‘Que Dios los bendiga’”. Algunos de los jóvenes que lo practicaron me contaron que, a pesar de que sus padres estaban peleando y actuaban realmente molestos, al poco rato se acallaron y cada uno se fue por su lado.

Luego, empezaron a bromear un poco, hasta que todo volvió a la normalidad.

Hay otras palabras mágicas que también crean positivismo.

Por ejemplo, pronunciar en silencio:

“Que Dios te bendiga”, puede de hecho cambiar a la gente; ahora, si de verdad quieres verlos cambiar rápidamente, di en silencio: “Te amo”, y puede que se pongan absolutamente felices.

La negatividad desaparece y la energía positiva toma su lugar. El amor es un poder aglutinante que hace que todas las cosas se unan. El amor tiene la capacidad de convertirlo

todo en una acción positiva y en una corriente positiva del Espíritu.

Estas palabras mágicas pueden crear milagros.