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Nuevo Amanecer

Dí Palabras Bondadosas

Article imageExiste una leyenda sobre el Nudo Gordiano, tan intrincado, que nadie podía desatarlo. Dice esta leyenda que un famoso caballero lo cortó con un golpe de su espada.
Los Viajeros arremeten con la espada de la verdad y cortan tu nudo. No van a ser necesariamente populares. Están solamente desenredándolo. La mitad de ese nudo es la mente, la otra mitad es el Alma, Pero están tan entrelazadas que no pueden separarse para verse.
Por consiguiente, cuando van a mirar tu Alma, la mayor parte de ustedes ven únicamente tus pensamientos. Nada más. Así que dicen:
«No hay nada más. Si hubiera algo, yo podría verlo».

No puedes ver la existencia del Alma por que está oculta dentro de tí. Pero tu Alma es la que te mantiene vivo, no tu mente, sin importar cuán fuerte nos parece; algunas veces.
El Alma es el piso sólido. Parece, en ocasiones, que la mente ganara, por que el Alma es el guerrero espiritual. La mente es el guerrero físico, que ejecutará venganza y soltará los perros de la guerra sobre tí y sobre otros.
El guerrero espiritual detiene el golpe, porque sabe que el karma que se está originando los va a golpear suficientemente.
Si la gente trata de enfrentarte para obligarte a golpearles, di:
«Satán, colócate detrás de mí. Si golpeo, caigo».
A muchas personas cubiertas con una armadura que destruirá y hará estragos, les gustaría que yo las golpeara para poder decir:
«Vean».
Y verme caer. Puede ocurrir que si golpeas, caes, pero también hay un Viajero que te levantará.
Imagina que estás descendiendo por un escarpado risco con una cuerda atada a la cintura y que estás allí colgando. Tomas tu cuchillo y tratas de herir a alguien, pero no aciertas el golpe y le das a tu cuerda. Eso es lo que haces contra tí mismo cuando atacas a otros. De modo que no lo hagas. Toma los cuchillos y déjalos caer, por si de pronto te tientan, porque en realidad vas a matarte.

Cuando te golpean repetidamente, limítate a absorber los golpes. Un día se van a cansar de hacerlo. Quizás estés un poco ensangrentado y aporreado, pero sobrevivirás. Y entonces, cuando esas personas pidan ayuda, serás tu, uno de los que acudan a ayudarlas. La razón por la cual pudieron salir de su obscuridad a su propia Luz, es por que mantuviste tu cuerpo en Iinea absorbiendo la negatividad, sin devolver los golpes.
A menudo no encuentras motivo para amar a las personas, pero continúas amándolas, y sigues enfocado en lo que vas a hacer aquí. Tu trabajo espiritual es el de mantenerte constantemente alineado con tu propio destino.
«Ver el rostro de Dios y amarlo en todas las cosas».
Tu trabajo aquí en este nivel, es el de amar, cuidar, compartir; y vivir una vida saludable, holgada y feliz, hasta donde te sea posible. Con ello participas de la prosperidad, de la abundancia y de las riquezas.
Así que, cuando estés con la gente, sólo presenta tu corazón. No lo exhibas, porque hay gente a quien le encantaría vapulearlo. Mantenlo dentro de tí y preséntalo con la totalidad de tu ser. Mira a las personas. No te fijes mucho en ellas. De cuando en cuando, deja que tu mirada se desvíe y permíteles ganar, con cierta frecuencia. Siéntate a comer con ellas y escúchalas, Porque todo el mundo tiene algo hermoso y maravilloso que dar. Y ahí estas tú.
Unete a los grupos. Asiste a las reuniones de los ministros. Concurre, a los ejercicios espirituales de tu propia comunidad. Mantén un buen compañerismo y una buena asociación con quienes van en tu misma dirección, por el bien de tu Alma. Y a quienes van con rumbo diferente, salúdalos como a nobles Almas que necesitaran largo tiempo para descubrir de qué se trata el secreto de la vida. Porque sabes que igual te tocó a ti.
Algunos que ahora estudian en el MSIA, van a retroceder y eso está bien. Pero si lo eliges, el Espíritu te ayudará increíblemente. Porque el Espíritu lo ve todo con la misma indiferencia, así que solamente ámalos, permitiéndote hacer lo que quieras.

Los guerreros espirituales, sólo aman y te dejan a tu albedrío. Mientras, se enfocan en hacer lo que ellos quieren hacer, con tu ayuda o con tu desacuerdo; pero nunca, con la intención de dañar o herir. De modo que, digámonos palabras bondadosas. Especialmente en casa, o donde quiera que estemos. Porque las palabras son las dulces notas musicales del Alma.

Baruch Bashan

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