Publisher: 1986-01-01 00:00:00
Published Date: January 1, 1986
Source: Book
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Copyright: © 1986 MSIA
¿Cuál es la clave para una vida exitosa: “Así en la tierra como en el cielo”?, ¿Cómo se aplica la espiritualidad en las situaciones de cada día? Esta guía práctica, le muestra a los lectores cómo despertar al Espíritu en sus vidas y cómo utilizarlo cada día. Abarca todo lo que se necesita saber acerca del despertar del Alma, el amar con discernimiento, identificar las influencias psíquicas y el conocimiento de la fuerza de la Luz y cómo usarla. Más de 70 claves para la espiritualidad práctica, fácilmente identificables utilizando el índice temático que le acompaña.
El Camino de Salida
John-Roger
© 1986 MSIA
Introducción
El Camino de salida es una guía práctica para que te vuelvas más consciente de tu espiritualidad. Si la idea de ser espiritual te resulta atractiva y si has sentido el anhelo de saber más acerca de tu Yo y de tu Dios —pero te has desilusionado de las organizaciones religiosas y de los cultos y los ritos extraños— este libro puede ser para ti.
Las ideas y las técnicas que presento en este libro me funcionan. Al compartirlas, durante el último par de décadas, muchos otros han descubierto que estas ideas también les funcionan. La gente vive sus vidas de acuerdo con la ley espiritual, no porque yo o alguien más lo haya dicho, sino porque es una forma que les proporciona salud, abundancia, felicidad, gozo y plenitud en mucha mayor medida.
Las palabras escritas en este libro no te resolverán los problemas. No van a resolver absolutamente nada. Quizá te den una guía o indicación que te ayudará a resolver tus propios problemas. Si algo se requiere es sencillamente que las pongas a prueba tu mismo. Sé tu propio investigador científico y observa qué resultados descubres.
Los temas que se tratan en El camino de salida son diversos y tratan muchos aspectos de la conciencia humana, muchos problemas y muchas situaciones que todos tenemos que enfrentar en nuestras vidas. Presentan ideas para manejar con éxito esas situaciones, siendo la idea primordial que el conocimiento de ti mismo y del Dios dentro de ti es lo que te permitirá enfrentarte exitosamente con todo. Hay muchos senderos hacia ese despertar y hacia ese conocimiento. Si uno funciona para ti y otro no, escoge el que funcione y descarta el que no. No es necesario estar de acuerdo, ni mucho menos creer en todo lo que dice este libro para poder sacar provecho de algunos de sus aspectos. Mi sugerencia es que estés abierto poner a prueba este material y aceptes la posibilidad de que puede ser acertado. Ponlo a prueba, y si es real para ti, hazlo parte de tu experiencia vivencial. Esa es una buena manera de validar esta información y de hacer que funcione para ti.
Antes de comenzar, permíteme darte una breve explicación acerca de algunas de las premisas que son la base del contenido de este libro. Repito, no tienes que creer estas ideas, pero ten en cuenta que son la base de mi Metodología. Conforme vayas leyendo este libro quizás quieras jugar el juego de «¿Qué tal si…?» ¿Qué tal si las ideas presentadas son verdad? ¿Qué tal si los conceptos presentados son acertados? Pruébalos y ve si te sirven.
Hombres y mujeres —todos los hombres y mujeres— somos seres espirituales. Todos somos de Dios. No hay nada ni nadie que no sea de Dios. La chispa de Dios individualmente es el elemento básico de nuestra existencia. El Alma está conectada a Dios por siempre. Esa conexión es perfecta e íntima, es la fuente de la cual derivamos nuestra vida. La naturaleza, la esencia del Alma, es la DICHA. Es dichosa porque es completamente de Dios, está consciente de ello y tiene conocimiento total de ello.
La conciencia humana es un asunto diferente. Hay muchos elementos sumados al Alma que componen la conciencia humana. Estos elementos pueden nublar a veces la claridad de la visión espiritual e interferir con nuestra habilidad para percibir a Dios directamente. Esos elementos son el cuerpo, la imaginación, la mente, las emociones, el subconsciente y el inconsciente.
Los elementos de la conciencia humana son en realidad microcosmos de universos más grandes. Así, hay muchos planos o reinos de existencia mas allá del universo físico que vemos con nuestros ojos. Algunos reinos son de naturaleza positiva y algunos de naturaleza negativa. De la misma manera que en las polaridades positiva y negativa de una batería, es la combinación de positivo y negativo lo que crea movimiento, acción y las dinámicas de la vida tal como las conocemos. La conciencia humana tiene herramientas diferentes para niveles diferentes.
Si quieres ver cómo se separan las cosas dentro de sus propios niveles, piensa en usar tus emociones para mover un árbol fuera de tu camino. No se puede hacer. El árbol es físico, no existe en el nivel emocional. Por consiguiente tus emociones no tienen poder sobre ese árbol. Si deseas moverlo fuera de tu camino debes llegar a una expresión física y moverlo físicamente.
Tenemos un cuerpo físico, que es una herramienta para el nivel físico. Con el cuerpo podemos manipular ese nivel. Podemos movernos a través del espacio. Podemos mover objetos. El cuerpo es nuestro vehículo para nuestra vida aquí en el nivel físico. Tenemos una imaginación, que es nuestra herramienta para el nivel astral de la conciencia. En nuestras imaginaciones podemos ver diferentes escenas.
Podemos simular o crear todo tipo de cosas. Podemos crear escenas agradables; podemos crear pesadillas. Esas creaciones tienen vida y poder en la medida en que se lo proporcionamos en el reino astral. La imaginación es nuestro vehículo en ese nivel.
Las emociones son la herramienta para el nivel causal de la conciencia. Existimos y nos movemos en ese nivel mediante nuestras emociones. Podemos influenciar las emociones de otras personas con nuestras emociones. Son una herramienta muy poderosa.
En el nivel mental de conciencia, la mente es tu herramienta. Puedes crear pensamientos. Puedes reconocer teorías. Puedes usar la lógica, la inducción y la deducción… hay muchos procesos de la mente. La mente es tu vehículo para el reino mental. ¿Has tratado alguna vez de explicar una emoción y encontrar que simplemente continúa existiendo sin importar qué tanto pienses en que debería irse? Estos niveles a menudo se trasladan y entrelazan, aunque en definitiva poseen características diferentes y separadas.
Los niveles inconscientes de tu ser son tu vehículo para el reino etéreo de conciencia. Este es un aspecto difícil de discutir, de percibir o de sujetar porque es inconsciente. Sin embargo hay aspectos que se vuelven conocidos para ti a través de tu experiencia en este nivel. El área del subconsciente ha sido sondeada durante años por siquiatras y sicólogos, y aún siguen siendo un área evasiva. Una de las claves para despertar en este nivel, es saber que no está funcionando como el cuerpo, la imaginación, las emociones y la mente. Así que usualmente es vano intentar identificar los procesos del inconsciente desde esos otros niveles. El conocimiento del inconsciente llega con la experiencia del inconsciente.
El Alma es tu vehículo para los reinos puros y positivos del Espíritu. El Alma conoce al Espíritu y a Dios directamente. De nuevo éste no es un proceso del cuerpo, de la imaginación, de las emociones, de la mente ni del inconsciente, aunque puede usar esos aspectos de la conciencia humana como herramienta. Es una experiencia de lo infinito, y no puede ser percibido por aquello que es finito.
Trabajo con la Luz, enseño a mis estudiantes a trabajar con la Luz. Nosotros usamos la Luz para dirigirnos a nosotros mismos hacia Dios. La Luz es la energía del Espíritu que penetra todos los niveles de la conciencia. Es una energía que es de Dios. Es pura, incorruptible y disponible para nuestro uso. Usamos la Luz para volvernos más conscientes de nosotros mismos y de todos los niveles de nuestro Ser, para dirigirnos a nosotros mismos a través de todos los niveles teniendo siempre en mente que nuestra meta es el despertar del Alma. En tanto dirigimos nuestras vidas hacia la expresión mas alta que conocemos en claridad y en pureza, entonces estamos mas conscientemente despiertos de la Luz. Experimentamos en forma mas directa al Alma y a Dios, que es la fuente de toda Luz. Esa experiencia del Alma rebosa a través de todos los niveles de inconsciencia, mente, emociones, imaginación y cuerpo; y descubrimos que todos esos niveles se pueden usar para acrecentar nuestra experiencia del Alma. Nada está separado, todo es uno. Cada nivel sirve su propósito y puede existir en armonía y equilibrio con todos los demás, creando un ser humano dichoso, equilibrado, integrado y amoroso.
Dentro de cada nivel existen lecciones que hay que aprender. Cada lección apunta hacia un mayor conocimiento de ese nivel y por consiguiente mayor entendimiento y por consiguiente mayor libertad. Si no se aprenden las lecciones habrá otras oportunidades para aprender. Estos ciclos de oportunidades se relacionan con los conceptos de karma y de reencarnación.
Digamos que durante tu vida has acumulado una gran riqueza. Tienes dos alternativas: puedes usar esa riqueza y esa abundancia para enriquecer tu vida y las vidas de aquellos que te rodean, o puedes usar esa riqueza para crear patrones de temor, desconfianza y ansiedad. Puedes usar la riqueza sabiamente manteniendo tu vida en equilibrio con los que te rodean. O puedes atesorar la riqueza, ejercer poder sobre los que te rodean, usarla para chantajear, controlar o subyugar. Un uso es positivo y el otro negativo.
Usar tu riqueza en forma negativa indica que no has descubierto la verdadera naturaleza de tu riqueza, no has aprendido la lección de manejar la riqueza con amor. Y esa lección estará allí para que la aprendas en otro momento. Tal vez en el futuro estés en la condición contraria. Podrías ser pobre y desposeído y estar a merced de uno que sea rico y use esa energía para reprimirte. En esta forma se aprende la lección desde el lado opuesto de la experiencia, y tu anterior abuso de la riqueza puede llegar a equilibrarse. En esencia esa es la ley del karma que funciona aquí en el reino físico.
Si usas tu riqueza de una manera equilibrada, si la usas como una extensión de tu amor, si la usas para elevarte y mejorar tu vida y las de otros, demuestras que conoces la naturaleza de la abundancia. La lección se aprende, el karma se equilibra y estás claro en tu conciencia.
La ley del karma, considerada mas allá del contexto de una sola vida, es la base para la reencarnación. A menudo los desequilibrios que has creado en tu vida a través del abuso y del mal uso de muchos aspectos de tu conciencia no pueden equilibrarse en una sola vida. Entonces la conciencia regresa a este nivel para completar las deudas contraídas y equilibrar la acción. La ley del karma es un sistema justo y perfecto y asegura que aquellos que evolucionan dentro de la conciencia del Alma tengan un conocimiento profundo y verdadero de todos los niveles de conciencia. Este nivel físico es el «laboratorio». Para graduarte, debes demostrar tu conocimiento y tu comprensión de todos los procesos involucrados aquí. «Aprender con un libro» no te hará libre. Tu experiencia es el maestro que te conducirá a la libertad.
No enseño a retirarse de la vida. No enseño a renunciar a la vida. Yo animo a la participación total en la vida porque a través de tu participación total en la vida te descubres a ti mismo, y aprendes las lecciones que son necesarias para tu evolución.
Este libro te ofrece las claves para tu propia vida, de modo que tu experiencia pueda llegar a ser mas valiosa para ti. Te ofrece algunas «reglas para el juego». Esta vida llegó sin instrucciones sobre cómo vivirla. Tal vez imaginaste que era un juego, pero todo parece indicar que alguien escondió el folleto de instrucciones. Cuando las reglas se hacen mas claras, es mucho mas fácil participar y ganar este juego que llamamos «vida».
Capítulo I
Si quieres encontrar el reino de los cielos mira hacia adentro. Si quieres encontrar la paz de Dios, mira hacia adentro. Esas cosas no están separadas de ti.
El Reino reside adentro
¿Cómo recibes un alumbramiento? ¿Cómo sucede? De muchas maneras. ¿Lo consigues a través de ti mismo? Sí. ¿Lo consigues por ti mismo? Siempre. ¿Y qué pasa si no sabes dónde conseguirlo? Aquellos que están alumbrados pueden señalar el camino. Su gran valor reside en que pueden ser guías —no maestros, sino guías.
Puede ser desalentador y perturbador cuando las personas que van hacia el alumbramiento —pero que todavía no están allá— se contagian del «mal del hombre santo»: «Mi alumbramiento es mejor que el tuyo». Y en realidad ¿cómo se puede juzgar eso? ¿Está bien hecho entre 50 y 90? ¿Entre 30 y 40 apenas si llegas? No creo que se pueda medir de esa forma. Si así fuera, algunas personas se sentirían muy seguras pensando que si usan el vocabulario «correcto» podrían tener a Dios en su esquina.»Ahí está Dios» pero no sucede de esa manera en absoluto.
Cuando llegas a la comprensión interior de que necesitas encontrar a Dios, ¿cómo lo haces? Encuentras a Dios a través de ti mismo. Encuentras a Dios tú solo. La gente que sigue a Jesús puede decir «Jesús te salvará» ¿pero quién tiene que dar el primer paso? Tú tienes que dar ese primer paso hacia tu propia salvación. Tú tienes que hacer el compromiso de dejar que Jesús te salve. En principio, eso es salvarte tú mismo. Siempre tienes que asumir la responsabilidad por ti mismo.
La gente dice que sus gurús los van a salvar. Pero ningún gurú, ningún maestro trabajará contigo hacia el alumbramiento a menos que le hagas saber que estás interesado. Así que vas donde un maestro y le dices que estás interesado: le pides que te salve. El puede decir «Muy bien» pero también dirá «Entonces haz estas cosas que te pido». Jesús dijo «Haz estas cosas». Todos los maestros dicen «Haz las cosas» y todos están señalando la unidad que subyace en todas las cosas. Cada uno de ellos te dirá que hay causas y efectos y que tú eres el efecto.
Aquellos que viajan el Surat Shalbd saben que en MSIA tratamos con la Corriente del Sonido de Dios. Ese es nuestro sendero. La Biblia nos dice que el Verbo (que es el Sonido) se hizo carne. Otros lo llaman El Logos. No importa que palabras uses porque estamos trabajando con la esencia de Dios.
También trabajamos con la Luz de Dios en un proceso de amor viviente. Si sigues algún sendero y no encuentras el amor de Dios en ese sendero, entonces déjalo y busca uno que conlleve el amor. Allí debe haber amor de Dios y amor por Dios. Debe haber amor por la conciencia de Luz que llega a través de toda la gente, porque eso es Dios. Si dices que amas a una persona pero a otra no, no puedes decir que amas a Dios. Puedes sentir amor por todos pero preferir a ciertas personas cerca de ti y aún así amar a Dios. Tu responsabilidad es vivir en preferencias y discernimiento.
Cuando descubres tus niveles de preferencias, no estás discriminando al resto. Tampoco es un juego de palabras. Es una realidad. La vida de preferencia es la vida de discernimiento. No puedes establecer preferencias a menos que tengas la habilidad de discernir. Y no puedes discernir claramente a menos que tengas algún conocimiento del tema en cuestión. El cuerpo físico discierne otros cuerpos físicos, y el ser básico discierne a otros seres básicos. Las emociones disciernen emociones y la mente discierne la mente. El alma discierne al alma y todo lo que está por debajo de ella.
¿Cómo alcanzas alguna vez el nivel por encima de ti si el mecanismo y las herramientas que tienes contigo no pueden ver por encima y entonces no pueden llevarte allá? Los portadores de Luz y los guías vienen a mostrarte la visión de alumbramiento, la visión de trascendencia del Alma. Tal vez no puedas decir si son fraudes o engaños, pero de todas maneras puedes trabajar su información y ver si te despierta.
El desafío está presente. Independiente de quién te lo diga, independiente de si lo crees o no, si puedes trabajar la información y mover tu propia conciencia mas alto, te estás moviendo hacia el alumbramiento. Sin embargo, tienes que ir a esos niveles del Espíritu para recibir un despertamiento del Espíritu. Es difícil recurrir a un libro de matemáticas para discernir al Espíritu. (En realidad podrías si entendieras que en todas las ecuaciones estás tratando con el infinito. Si te paras en seco ante ese concepto, te quedas atrapado en números y figuras, y eso no es el Espíritu).
Para discernir al Espíritu debes sintonizarte con el Espíritu y con aquellos que conocen al Espíritu. Es una eterna lucha, porque en este nivel físico tienes cuerpo, emociones, mente, inconsciente y subconsciente todos presionando para atar al Alma a este nivel. El Alma, en este nivel físico es el elemento mas débil, lo cual explica por qué a veces te deshaces. No obstante, eso que es más débil en este nivel perdura mas tiempo. Cuando te elevas hacia el reino del Alma, el Alma se vuelve el elemento más fuerte. Las reglas cambian: el Alma gana. Siempre ganará porque es el Alma la que perdura sobre todas las cosas. El Alma en el reino del Alma es energía positiva en un reino positivo y su fortaleza no puede ser igualada. Pero aquí en la tierra el Alma es energía positiva en un reino negativo y los elementos negativos parecen tener mayor fortaleza.
En tanto creas y le des poder a las ilusiones de este mundo quedarás atrapado en ellas. Eso no es malo, puede ser que la causa y efecto con la que estás tratando te sostenga en el plano terrenal para unas cuantas lecciones más, para unas cuantas experiencias más. Amalas. La clave para liberarte es amarte a ti mismo y amar cada experiencia que llega a ti ya sea que parezca positiva o negativa. Amalas a todas por igual.
Si alguien llega a ti y dice «No creo que seas tan inteligente» ama a esa persona. Ella no puede hacer mucho frente al amor puro. Puede que no ames lo que está haciendo o diciendo, puedes no amar su expresión. Pero en algún lugar dentro de ti, aún puedes amar a esa persona. Puedes amarla alejada de ti. Eso está bien. Tienes derecho a seleccionar a quien tienes cerca. Puedes amar a las personas y no tenerlas a todas en el cuarto de enfrente. Puedes amarlas en sus propios cuartos.
Ser espiritual no significa ser remilgado o débil. El sendero espiritual no es necesariamente un sendero fácil. Puede ser difícil. Por ejemplo, con frecuencia es un «juego abierto» para religiosos, agnosticos, ateos o cualquier otro que tal vez no vea las cosas como tú. Se requiere gran fortaleza para recorrer el sendero espiritual en la verdad y la honestidad de tu propia conciencia.
Con una mayor conciencia espiritual viene una mayor responsabilidad hacia el Espíritu y esto quiere decir hacia el Espíritu en todas partes. Es tu responsabilidad ser verdadero con la esencia espiritual que has descubierto adentro. Está establecido en todas las escrituras —tanto en la Biblia como en las escrituras de las religiones orientales— dejar brillar tu Luz entre los hombres y dejar que tus buenas obras hablen por ti.
Tienes la responsabilidad de ser amoroso. Y a menudo puedes hacerlo en silencio más efectivamente que cuando lo haces verbalmente. Es importante ser amoroso en cualquier situación en la que te encuentres. Ni siquiera los esposos o esposas tienen derecho a herirse unos a otros. No se casaron para eso. Están casados para volverse una fortaleza, posiblemente para tener hijos y para crear un retiro del mundo en donde puedan renovar sus fuerzas. El ambiente familiar puede usarse para obtener la fuerza necesaria para regresar al mundo y aprender a trabajar con energía para romper el condicionamiento del mundo. Si llegas a tu hogar después de un día «infernal» en el trabajo y recibes infierno de tu pareja, eso realmente es el infierno. Luego no quieres regresar a casa para nada. Tu responsabilidad es ser amoroso: no permitiendo que se aprovechen de ti sino siendo amoroso en todas tus relaciones.
El amor es la clave para despertar al Espíritu adentro. A veces ni siquiera sabes cuándo estás dormido, en el sentido espiritual. Se requiere discernimiento para reconocer el nivel de tu alumbramiento y luego buscar a aquéllos que puedan mostrarte el siguiente nivel. Esa parte que está despierta es el Alma. Nunca duerme. Está en un estado constante de conocimiento puro. La mente duerme, las emociones duermen, el cuerpo duerme. Cuando te das cuenta de esto te preguntas si realmente eres tan grandioso como a veces piensas que eres. No eres grandioso en el sentido de tu ego, pero en el Alma eres más grandioso de lo que crees. Los pensamientos no pueden concebir la grandeza del Alma. No puedes encontrar la majestad del Alma en libros de ciencia ni de matemáticas. Ni siquiera eres capaz de mirar conscientemente y encontrar la clave que despierta algo dentro de ti un poco más que antes. Así que todo lo que puedes hacer es dejarlo ir y decir «Está mas allá de mi habilidad mental».
Permanece con aquellas personas que se están elevando hacia el Espíritu. Déjalas compartir contigo, pero date cuenta que el camino de cada persona es especial para esa persona. No compares los niveles de lo que tú llamas espiritualidad. Siéntate y escucha y apoya a cada persona con tu amor y tu gozo por ellas. Luego regresa a tu propia verdad, a tu propio trabajo, a tu propio ser. Dentro de ti está el reino de Dios. Tú tienes la llave. En cuanto despiertes más de lleno a la conciencia de Dios, encontrarás que no hay amor ni amante. Sólo existe el Bienamado.
El alma que despierta
Si encuentras que amas a Dios, estás separado de Dios. Si encuentras que Dios te ama, estás separado. Es cuando encuentras que eres el Bienamado que te conviertes en el sendero. Te vuelves la Luz, la Verdad y el Camino. No hay separación; sólo existe el Bienamado.
Cuando un Alma es incitada a despertar, a moverse hacia su mayor conocimiento, las paradojas de la vida son colocadas delante para ver si en la expresión de esta parte del reino de Dios puedes en realidad expresar Divinidad. Y dado que este nivel físico es un compuesto de todos los niveles (físico, imaginativo, emocional, mental e inconsciente) desde este nivel podemos aclarar las cosas más rápido que desde ningún otro nivel por debajo del Alma. Así el Alma reúne los elementos necesarios para crear una encarnación física. El Alma puede hacerlo, siendo divina el Alma puede hacer cualquier cosa que desee. Encarna en este reino físico porque sabe que puede revelarse a sí misma mas rápido desde aquí que desde ningún otro nivel.
El Alma es una creadora poderosa. Manifiesta aquellas cosas que pide la conciencia, bien sea en esta o en otra vida. Sin embargo, eso que has pedido a menudo no se te puede dar aquí en este nivel físico, así que debes esperar hasta que alcances los otros niveles para obtenerlo. Si has pedido cosas de naturaleza física y dejas este cuerpo antes de obtenerlas, puedes ir al reino astral, el reino más cercano al físico y conseguir aquello que pediste. Y cuando lo consigues allá, puede volverse algo que perturba mucho tu cuerpo astral, de modo que buscas la purificación de eso. Esta purificación tradicionalmente es llamada «infierno» o «purgatorio» lo cual no es un proceso negativo. Es la purificación. Es deshacerse de las últimas ataduras del nivel físico.
Dios en su conciencia perfecta ha manifestado ciertos patrones que cada conciencia individual, cada Alma, debe cumplir. Y todos los humanos cumplirán esos patrones a su propio ritmo. Hay formas más rápidas y menos rápidas. Si en realidad se te puede enseñar, el Alma despertará al nivel físico y disolverá todo lazo kármico. Entonces estarás consciente del Alma en este nivel y en todos los otros niveles. En ese momento te convertirás en lo que llamamos la «libertad viviente». No habrá una sola cosa que hagas que no sea perfecta a los ojos de Dios: ni una. Y no harás nada que no esté en perfecto equilibrio con quien tú eres y donde tu estás. Otras personas pueden mirarte a ti o a tus acciones y condenarte, pero eso qué importa. Están condenando a todo el mundo, no solo a ti. Cuando escucho a la gente decir algo negativo de mí, simplemente los miro, sabiendo que si están hablando de mí, están hablando de todo el mundo. ¿Por qué debería preocuparme de que me escogieran a mi? Sus chismes regresarán a ellos para surtir efecto en otro momento porque ésa es la ley.
Es agradable reconocer que el Alma sigue siendo responsable por todas sus acciones y creaciones. La conciencia puede tratar de «actuar impunemente con algo» o puede tratar de engañarse a si misma o aquietarse hacia patrones de inconsciencia, pero el Alma dice «Yo soy estas cosas. Yo soy responsable por estas cosas. Las completaré ahora mismo hasta el último centavo». El Alma completa todas las cosas dentro de sí misma.
El Alma, la esencia de Dios dentro, es responsable. En última instancia es la autora de todas tus acciones. Así que dale la autoría a quien le pertenece. Jesús dijo «Por mí mismo no puedo hacer nada. El Padre adentro es el que hace todo». El Padre es el Dios dentro o el Alma o cualquier término que quieras usar. A menudo lo llamamos la Luz. Jesús dijo que él era la Luz, y la Verdad y el Camino. Buda dijo que él era la Luz de Asia. La Luz que emana eternamente es la Luz de la cual estamos hablando. Es la energía pura del Espíritu.
Cuando el Alma deja el reino físico y comienza a elevarse, se vuelve muy fácil soltar la imaginación, muy fácil soltar las emociones y muy fácil soltar la mente. Pero cuando llegas al nivel etéreo (el inconsciente) puedes mirar hacia el inconsciente y ver que te refleja las glorias de la tierra. Entonces puedes identificarte con ella y reencarnar. Una manera de atravesar el reino del inconsciente hacia el Alma es trabajando con alguien que tenga las claves, el conocimiento y la habilidad de mostrarte la ilusión del inconsciente y el camino a través de él hacia el Alma. A menudo el inconsciente es tan fuerte en su atracción hacia lo físico, en la remembranza de las emociones y los deseos, que la conciencia no atiende al guía y retrocede hacia la reincorporación.
Cuando te elevas muy alto desde la tierra, la ves como un paraíso, como un jardín del Edén. Creo que uno de los astronautas dijo eso mismo cuando estaba bastante alto sobre la tierra. Cuando te elevas alto en tu conciencia y miras atrás puedes decir «¡Vaya, ese es el paraíso!» e impulsarte de nuevo hacia abajo. Existen muchas razones por las cuales el Alma sigue regresando. De cierta forma, éste es un paraíso pero no como lo son los reinos superiores de Luz y amor. Puedes vivir aquí en el cuerpo físico y residir en el cielo al estar consciente de ambos niveles simultáneamente. ¿Cómo lo haces? Obtienes suficiente experiencia en este nivel; desarrollas un conocimiento de lo que este nivel es. Luego dejas de hacer esto y automáticamente comienzas a hacer lo otro.
Para conocer conscientemente el otro lado, debes cerrar tu boca a este lado. No debes ser el maestro. Debes ser el estudiante. Cuando le expliques algo a alguien, no sientas que tiene que entenderlo, que tiene que captarlo. Eso es reiterar excesivamente y nadie lo va a soportar. Le presentas un punto de vista y dejas que lo vea. Si no se mueve hacia él, tal vez no era para él. Tal vez ya se ha movido hacia él en otra dimensión. Tal vez no está listo para experimentar ese movimiento. La no interferencia es muy importante para permitirle a cada conciencia, a cada Alma, la libertad de evolucionar hacia su propio conocimiento, a su propio ritmo.
Antes de que Mahatma Gandhi fuera liberado de su cuerpo físico, sabía muy bien que su asesinato estaba por llegar. Un detective le dijo «Déjeme protegerlo, déjeme ir con usted». Mahatma Gandhi le preguntó que más llevaría consigo. El dijo «Mi revólver». Gandhi dijo «No traigas tu revólver. Déjalo». El detective dijo «No puedo hacer eso. No podría protegerlo sin mi revólver». Gandhi dijo «Entonces no eres tú quien me protege, es tu revólver». La fuerza no funciona. Pero tan pronto nos paramos al lado de otra persona y la apoyamos con mucho amor y nuestra Luz, eso ayuda. Gandhi no iba a dejar que nadie interfiriera con el orden de las cosas, y menos que alguien fuera abaleado en su nombre. Dentro de su conciencia prefería ser asesinado que ser el asesino. Gandhi fue un gran Alma y conoció su Alma en conciencia.
La misma conciencia del Alma es nuestra para tomarla, pero debemos hacerlo. Debemos manifestar las mismas enseñanzas que han sido enseñadas desde el principio. Es amor. Es no interferir. Es apoyar. Es eso que dice «Mira, puede que yo no entienda todo lo que pasa pero eso no significa que no puedas hacerlo, sólo porque yo no lo entienda». Es Amor, «No conozco las palabras y el vocabulario me parece extraño pero eso no significa que no sea válido ni que no pueda funcionar». La primera vez que escuché el dialecto de un país africano dije «Realmente no entiendo lo que dicen pero la gente que se está comunicando sí entiende». Y a veces escucharás a la gente hablar sobre física o computadores y dirás «No puedo entender ni una palabra de lo que dicen, pero ellos sí». Los que están hablando lo entienden. Tal vez no necesites entender programación de computadores. Tal vez necesites entenderte tú mismo. Y cuando lo haces, descubres qué es hablar con el Bienamado. Dios otorga gracia a cada Alma porque Dios otorga gracia para sí mismo. Y a través de esa gracia Dios está diciendo «Todo está bien».
Descumbriendo la Paz
En la medida en que comienzas tu búsqueda de alumbramiento, del conocimiento de Dios y de la experiencia del Espíritu, puedes mirar en muchos lugares. Y probablemente experimentes muchas molestias mientras busques «allá afuera» tus respuestas. Hace dos mil años Jesús, el Cristo dijo «El reino de los cielos reside adentro». Habló la verdad y nos dió una de las mayores claves para el alumbramiento. Si quieres encontrar el reino de los cielos, mira adentro. Si quieres encontrar la paz de Dios, mira adentro. Esas cosas no están separadas de ti.
Cuando te mueves hacia la fuente de poder de tu ser en el reino interno, encuentras felicidad y gozo. Es un gozo dinámico, una experiencia de felicidad y dentro de esa felicidad está la paz. Puede no ser una felicidad alegre ni fuerte, pero es una felicidad en la cual la calidez de tu propia conciencia está unida con el conocimiento de tu Alma. Y cuando esos dos aspectos son uno, la felicidad es el resultado natural.
Cuando buscas paz o felicidad afuera en el mundo, te mueves hacia patrones de auto negación porque en realidad estás diciendo que la paz no reside naturalmente dentro de ti. De modo que vienes de una conciencia de carencia, y el resultado es carencia. Cuando vas al mundo externo buscando paz, estás buscando una sensación. Por corto tiempo la sensación puede calmar el anhelo de paz. Puede distraerte momentáneamente pero no pasa mucho tiempo antes de que las sensaciones del mundo atonten tus sentidos físicos, y te encuentres automáticamente retirándote de vuelta a ti mismo. Te encuentras anhelando la paz.
Hay mucha gente que vive la «buena vida», tiene negocios exitosos, buena salud, y toda la seguridad que este mundo puede ofrecer… y lo que les gustaría —más que todo eso— sería tener paz en la mente. Dicen «Daría cualquier cosa si mi mente me dejara en paz de modo que pudiera reunir mi fuerza y sentirme bien dentro de mi». Esa paz es tu estado natural, pero si buscas sensación afuera en el mundo, puedes oscurecer esa cualidad pacífica adentro.
Cuando las personas pelean, en realidad están intentando traer armonía y equilibrio a su situación. Están intentando encontrar paz. Por eso pelean. La tradición te ha dicho que si gritas más fuerte que el otro tipo, ganarás, y entonces tendrás paz y contento. ¿Has descubierto que no funciona de esa manera? Tú estableces tu posición. El otro se calla, y luego espera su oportunidad para desquitarse de ti. Y lo hará cuando estés más vulnerable; atacará tu área más débil y destruirá eso que pensaste que era tu paz.
Cuando busques poder en este mundo, siempre habrá gente viniendo de detrás de ti para usurpar ese poder. Tomarán el poder de ti. Si tienes establecida la paz dentro de tu propia conciencia, nadie puede quitarte eso. Ni siquiera serán capaces de encontrarlo y seguramente no serán capaces de desalojarlo.
Cuando te despiertes cada mañana sería lindo si pidieras que la paz de Dios esté contigo y en todo lo que toques ese día. Si eres uno con la conciencia de Dios nadie puede estar en contra tuya. Si pides esta sintonización cada día (y no importa qué palabras uses) cambiará la calidad de tu vida. Puedes encontrarte hablando menos. Para encontrar la paz dentro, con frecuencia es necesario llegar a estar callado verbalmente de modo que puedas escuchar la voz del amor desde dentro que mitiga toda asociación en el otro mundo.
El santuario del corazón es el lugar de la paz. Te mueves hacia el corazón espiritual para descubrir la paz. Dios te habla a través de tu corazón. Dios trae paz a tu vida. Puedes conocer la felicidad y puedes conocer el amor. Nada más es digno de ser conocido. El amor es el único canal para una comunicación clara. Y la paz es el padre del amor.
La sensación es el otro extremo del espectro. Es lo opuesto a la paz. La razón por la que mucha gente se encuentra en una búsqueda sin fin de sensaciones, es porque deben confrontarse a sí mismos si se mueven internamente para encontrar paz. Eso es lo que hace que las cualidades de la paz y el amor sean tan difíciles de encontrar. Tú decides que quieres encontrar paz, comienzas a sintonizarte adentro y encuentras todos tus problemas, todas tus heridas, tu dolor, y tus perturbaciones. Entonces piensas «¡No voy a hacer eso; eso duele!» y regresas afuera al mundo. Vagas por ahí, corres y te das excusas para ir aquí y allá. Luego, cuando finalmente paras, tu irritación todavía está contigo.
A menudo le decimos a la gente que se quede en su sitio y haga algo, a cambio de decirle que se quede en su sitio y no haga nada. Quedarte en tu silla y hacer algo significa que estás mirando adentro para equilibrarte. Cuando la emoción surge en ti y sientes miedo, miras ese miedo. Averigua el origen dentro de ti para encontrar la fuente. Si recuerdas un dolor del pasado, sigues ese dolor y descubres qué fue lo que lo causó. Luego puede ser aclarado en ese nivel. Cuando la Luz de Dios se haga manifiesta en tu conciencia, también experimentarás ilusión. Una va con la otra. Las experimentarás ambas y puede haber gran confusión.
Si la gente te pregunta cómo es China en esta época del año ¿les podrías decir? Tal vez no has estado en China pero has visto fotografías tomadas en esta época del año, así que diles lo que viste en las fotografías. No les hagas creer que lo sabes por tu propia experiencia. O si hablaste con alguien que estuvo allí, podrías decir que alguien te dijo que es lindo en esta época del año …pero de nuevo, no trates de hacerles creer que es tu experiencia. Si has estado en China serás capaz de decirles más precisamente cómo es. Serás capaz de hablarles de experiencias específicas que te serían desconocidas si sólo hubieras visto una película o escuchado la experiencia de un amigo. La experiencia de otra persona es siempre un reflejo. Tu propia experiencia es tu realidad.
El mundo físico siempre es un reflejo. Tu mundo interno es la realidad. El mundo físico está representado por la sensación. El mundo interno está representado por la paz, la felicidad, y el amor. En tanto te sintonizas con ese mundo interno encuentras que comienzas a experimentar paz. Las emociones se aquietan, la mente se vuelve más calmada, y puedes encontrar desde muy adentro de tu ser que te abres a recibir eso que es Dios. Puedes sentir que el Espíritu te toca: puedes escuchar una voz susurrar: «Permanece tranquilo y reconoce que Yo soy Dios» y sabrás que estás despertando más y más a tu ser.
Traer todo al Presente
A veces puedes encontrarte sentado sin pensar en algo específico, en una corriente de conciencia, pasando de un pensamiento a otro, libre y espontáneamente. Tal vez no sientas mucho de nada y seguramente no quieras identificarte con el cuerpo. Tal vez estés entrando en un estado de elevación natural, de euforia, donde comienzas a descubrir el gozo del Espíritu que llega muy cerca a un «estado de ser».
El gozo, moviéndose dinámicamente a través de tu conciencia, cambiando, alternando, poniendo al día, haciendo nuevo todo, es un indicativo de la presencia del Espíritu. El Espíritu es siempre AHORA, siempre presente. Cuando estás más consciente de ello, también estás enteramente presente, uno con el Espíritu adentro. Esos son los momentos en que el Espíritu es más móvil dentro de ti, y eres capaz de identificarte más claramente como una extensión de lo divino.
Si tu conciencia está encerrada en el ayer, el Espíritu es menos móvil dentro de ti. Está encerrado, no es libre de estar en el fluír de este momento, AHORA. Para mantenerlo en el pasado, tienes que presionar contra él y a menudo también tienes que presionar contra otros para recordarles «Ayer dijiste…» o «Recuerdo lo que dijiste la semana pasada». Esa presión causa separación porque mientras estás presionando para sostenerlos en el ayer, también debes presionar contra ti mismo. Y eso puede sacarlos a ambos de equilibrio.
El ayer tiene muy poco que ver con el proceso del AHORA. Cuando más, puede ser un escalón hacia el momento, pero siempre y para siempre, debes dejar que el pasado se vaya y moverte hacia el presente y hacer que este momento te funcione. A menudo la gente viene y me dice «Sabes, hace dos años me dijiste…» y yo los miro y pienso «¿Y? ¿No has atravesado eso todavía?» Les digo que por mi parte no hay necesidad de tratar de aclarar lo que dije hace dos años. Si es necesario, ellos pueden retomar esa información, ponerla al día, y hacerla funcionar en este momento. Pero si todavía están colgados de eso, esperando una «respuesta» desde hace dos años, están viviendo en el pasado. Debes ponerlo al día, hacerlo funcionar ahora mismo, u olvidarlo.
Si tratas de resolver el ayer, la semana pasada o el año pasado desde la posición de AHORA, no puedes hacerlo, y experimentas carencia. Trae todo al presente a este momento. Entonces en este momento puedes trabajarlo o cancelarlo y crear todas las cosas nuevas.
Existen un montón de maneras de descartar el pasado. Una es decir «No sabía lo que estaba pasando entonces». Eso no te disculpa de nada, pero puede ayudar a quitar un poco de presión. Otra manera es recordar que desde donde tú estás en este momento, en este tiempo y espacio, estás haciendo lo mejor que sabes hacer. Si pudieras hacerlo mejor en este momento, lo harías. Si no lo estás haciendo tan bien, algo no te está permitiendo ver completamente tu habilidad de hacerlo mejor. Algo te está bloqueando. Eso tampoco te disculpa, pero podría permitirte ser un poco más suave contigo mismo. No caigas en juicios sobre tu falta de conciencia o la de alguien más. El acto de juzgar demuestra en sí mismo falta de conciencia.
Cuando juzgas, debes rotular y encasillar. Luego estableces el juicio para estar seguro de que se sostendrá todo el tiempo. Para hacer eso, tienes que extenderte más allá de tu campo de energía, más allá de tu «estado de ser» y entonces estás en un estado de desagrado y desequilibrio. Cuando te extiendes más allá de los límites de tu conciencia, te sales de equilibrio y debes buscar regresar a donde estás anclado en este plano.
Cuando naciste en esta tierra, recibiste tu iniciación física. Sólo eso se requirió para establecerte aquí. Aquí estás. Tienes evidencia empírica, tienes un cuerpo, y tienes emociones y una mente. Todos esos son elementos de tierra, elementos de la conciencia física. Esos elementos terrenales siempre son adecuados para el cambio, de modo que te corresponde mantenerte en la conciencia del cambio, en la conciencia del ahora, en la conciencia del Espíritu. Esas cosas que hiciste ayer son del ayer. Hoy es un nuevo día y en la medida en que lo permitas, el Espíritu creará cosas nuevas para ti cada día.
Para lograr vivir en el AHORA, sostienes las emociones en una conciencia «alta», mantienes la mente enfocada en completar el momento presente, y mantienes el cuerpo saludable y capaz de sostener la energía del Espíritu. Cuando puedes hacer esto, la conciencia se expande hacia mayores capacidades. Luego viene la responsabilidad de mantener tus energías en un campo mayor y desde luego, tu premio es la habilidad de hacer más. Entonces tu conciencia puede expandirse hacia una capacidad aún mayor.
Te vuelves muy competente con la habilidad de expandir tu conciencia y con la responsabilidad de mantener esas energías fluyendo en el presente. Luego pasas del estado de ser competente al estado de maestría, que armoniza todos los niveles de comienzo a fin, y aún debes mantener tus energías fluyendo dentro de la conciencia del AHORA que es tanto el comienzo como el final y todos los momentos intermedios.
Puedes programarte tú mismo, sugerirte todas las cosas correctas, necesarias y buenas que quieres manifestar en ti. Puedes hacerlo en este momento, ahora mismo, con lo que tienes presente en la conciencia que estás expresando ahora. Programas lo que es correcto para ti en este momento. Si mañana cambias, entonces cambia para que concuerde. No hay nada deshonroso en el cambio. Es un aspecto de la Tierra. Puedes no saber lo que sucederá mañana o dentro de un año, o dentro de diez. En esta eternidad viviente de tiempo, aprendes a tomar cada decisión basado en el AHORA, y si eso cambia, fluyes con el cambio.
Algunas veces las decisiones parecen difíciles de tomar porque no quieres equivocarte. Esa es una actitud negativa. Todas las decisiones involucran hacer una serie de elecciones para mover eventos alrededor tuyo punto por punto, dentro del tiempo, y en el espacio. Si tomas una decisión para ir por un camino y no funciona, entonces tomas otra decisión para moverte en otra dirección. En última instancia, no hay decisiones buenas ni malas, decidirlo así es una visión de corto alcance. Son experiencias de conciencia.
No existen las catástrofes, sólo lo que parecen ser catástrofes en el ojo del observador. Es la sabiduría de experimentar eso que estás ganando aquí en el plano terrenal y luego transfieres esa sabiduría gradualmente a este mundo. Si otras personas comparten estas experiencias contigo y tú aprendes de ellas, probablemente recortarás el tiempo que tengas que sentarte en el borde del miedo y de la duda y podrás descubrir más rápidamente el centro de tu ser y residir en la presencia y el gozo del Espíritu. Encontrar el «estado de ser» puede traerte una satisfacción y un gozo mayor que cualquier cosa que hayas conocido en esta tierra: trasciende todos los niveles de la mente, las emociones y el cuerpo, y te lleva al reino interno donde reside toda la paz, el gozo y el amor.
Teniendo la experiencia del Espíritu
Eres un hijo de Dios. Eres un hijo de la Luz. El Alma que es tu verdadera identidad, reside naturalmente en el amor y el gozo. Si miras para encontrar al Bienamado en todos los que te rodean, encontrarás al Bienamado dentro de ti. Si ves perturbación allá afuera en el mundo, es sólo un reflejo de la perturbación en ti. Si ves algo que no te gusta en otro hijo de la Luz es porque ese mismo lugar existe dentro de ti y lo reconoces. Todas tus experiencias todas tus relaciones te reflejan a ti mismo para que puedas aprender a conocerte de maneras más y más grandes. Esta vida y todas sus experiencias son tu elevación y para apoyarte en tu regreso a Dios.
Un proceso de reciclaje dentro de cada individuo, permite contínuamente la oportunidad de experimentar todas las leyes del Espíritu. Permanentemente tienes la oportunidad de revisar tu expresión cuando se te devuelve. El Espíritu te retorna todo, como si dijera «¿Estás seguro?» Cuando haces lo mejor con lo que sabes y donde estás, y cuando decides que pase lo que pase continuarás elevándote y utilizando todo como una experiencia de conciencia, lo lograrás. Traspasarás todas las cosas y encontrarás dentro de ti ese «estado de ser» que es la dicha y el conocimiento del Espíritu.
La conciencia del hombre es multidimensional. Lo físico es sólo una pequeña parte de la totalidad. Por lo tanto, no te identifiques exclusivamente con tu cuerpo físico, tus emociones o tus pensamientos. Esas son herramientas, para usar en tu aprendizaje; no son tu ser. Aprendes con esas cosas y sabes que has aprendido cuando ya no repites tus errores.
La gente me pregunta si alguna vez me deprimo. Si yo reuno todo el tiempo y el espacio, entonces la respuesta debe ser «Sí» pero si la pregunta es si me deprimo ahora o si lo he hecho recientemente, o si anticipo tener ese sentimiento en el futuro, la respuesta es «No». La depresión es solo una manera de mirar las cosas que dice que hay carencia o fracaso dentro de la conciencia. Es una demostración de que te has alejado de tu «estado de ser» y te has identificado falsamente con algún nivel menor que el del Espíritu.
Hace tiempo me dije a mi mismo que cuando ese sentimiento de depresión viniera, inmediatamente me movería al gozo. Reprogramé depresión por felicidad . Así que si ese sentimiento comienza a venir comienzo a elevarlo inmediatamente. Nada menor que el «estado de ser» puede ser usado para programarte de vuelta hacia un «estado de ser». Nada que esté fuera de centro puede ser usado para regresarte a tu centro.
En tanto viajas a lo largo del sendero de alumbramiento espiritual, puedes descubrir muchísimas concepciones erróneas respecto a la «persona espiritual». El factor básico de las enseñanzas espirituales es que ya eres espiritual. No hay nada que necesites hacer para llegar a serlo. No hay ritual que debas ejecutar para volverte espiritual. No hay una manera prescrita sobre cómo debas comportarte para ser espiritual. Eres espiritual. Eres un ser del Espíritu. Esa es tu esencia, tu realidad más grande.
No tienes que tratar de volverte espiritual. No tienes que tratar de ser lo que ya eres. El proceso de tratar es como usar una negativa doble. Es una redundancia. En un sentido, tratar de ser espiritual es como una mujer que trata de ser mujer. Ya lo es, no hay necesidad de tratar. Debería «tratar» de aunar su expresión con algún criterio externo o con la opinión de alguien pero es un hecho que ella es mujer. Hombres y mujeres son seres espirituales. No tienen que tratar de llegar a serlo. Expresar esa espiritualidad conscientemente en las actividades cotidianas puede ser un poco diferente. Pueden tener que trabajar para expresar esa cualidad más directamente.
Un maestro espiritual me dijo una vez «Recuerdas un pasaje del gran libro malinterpretado, La Sagrada Biblia, que dice «Quítate los zapatos porque estás pisando terreno sagrado» Dije «Si, recuerdo eso de las tempranas enseñanzas religiosas. ¿Crees que ese pasaje significaba que la montaña específica donde ellos estaban parados era sagrada?». El dijo «En cualquier lugar donde el hombre se pare, es sagrado. Si él sabe y puede reconocer su conciencia espiritual externa, si puede ser consciente de la acción de Cristo y del Espíritu Santo dentro de él, está en realidad caminando en terreno sagrado». Cuando pensé al respecto, me hizo mucho más sentido que pensar simplemente que un lugar era terreno sagrado y todo lo demás era estéril e improductivo. Regresé y revisé la Biblia y encontré que realmente no se refería a un lugar en particular como terreno sagrado, sino que donde quiera que estuvieran los hombres espirituales, individual o colectivamente era terreno sagrado.
¿Qué es un hombre o una mujer espiritual? ¿Qué debería estar haciendo una persona que manifiesta al Espíritu? Hace unos cuantos miles de años, Jesús camino sobre el agua, y eso fue considerado como un acto espiritual. Sin embargo, si hoy día alguien caminara sobre el agua, la gente aplaudiría y preguntaría dónde estaban las rocas, o podrían revisar las cuerdas que los sostenían o decir que no eran realmente aguas profundas y que sólo lo parecían, o podrían decir que la ilusión fue causada por hipnosis colectiva porque todo el mundo sabe que no se puede caminar sobre el agua. A veces los antiguos maestros ascendieron y descendieron sobre columnas de fuego y Luz. Si esto sucediera ahora, la gente probablemente aplaudiría y diría «Muy buen truco ¿qué más puedes hacer?» Aunque para ese momento, esas cosas fueran reconocidas como tener altos atributos espirituales. ¿Y era verdad? Era un fenomeno, eso es indudable.
¿Una persona espiritual realiza rituales? ¿Una persona espiritual camina por ahí roceando agua bendita sobre todo el mundo? No necesariamente, pero podría. Más que nada, esos rituales que tradicionalmente identificamos como indicativos del Espíritu reflejan más precisamente una actitud espiritual. Hay una diferencia entre religioso y espiritual. La gente espiritual rara vez se queda atrapada en dogmas o credos, pero la gente religiosa casi inevitablemente ha creado un proceso dogmático en el cual trabaja. Y eso está bien. Es su expresión, tienen derecho a expresarse de esa forma. Pueden hacer lo que les plazca, todo el mundo puede.
La gente espiritual puede ponerse vestidos color azafrán y recorrer el Tibet y la India con una pequeña vasija de madera, intercambiando servicio por comida. Pueden leer o escribir cartas para la gente como pago por la comida y el alojamiento. Esta clase de intercambio también es un acto espiritual. La persona espiritual «paga» por lo que recibe. Hoy día, en su mayoría, el dinero es el medio espiritualizado de intercambio con el cual trabajamos. Es espiritual. Es una manera conveniente en una sociedad compleja de intercambiar bienes por servicios. Así la persona espiritual puede vivir y trabajar dentro de la moderna sociedad occidental.
La vida espiritual es compatible con la sociedad moderna. Para comprender la verdad de esa declaración, sólo ajusta tu punto de vista para acomodar la comprensión de que el Espíritu se manifiesta de muchísimas maneras; te encontrarás así en muy buen terreno. Si no puedes ampliar tu punto de vista, te encontrarás con frustraciones y «problemas». Tu incapacidad para controlar tus «problemas» puede ocasionarte desespero. Entonces comienzas a deprimirte y sumergirte en tu conciencia en sentimientos de «Nadie me quiere, nadie se ocupa de mi, pobre de mi, no soy bueno». Entras en estas expresiones porque sientes que no puedes controlar lo que está pasando en tu ambiente.
Puedes controlarte tú mismo (tu actitud) dentro de tu ambiente interno; pero no puedes controlar el ambiente externo. El sol va a salir mañana te guste o no. Podrías decir «Lo sé ¿Quién intentaría controlar eso?» Ese es un ejemplo exagerado, si, pero muchas veces es útil llevar las cosas a los extremos de modo que puedas percibir más claramente lo que está cerca. Sería tan útil para mí tratar de controlar la corriente sanguínea en el cuerpo de alguien como tratar de controlar el sol. Puedo decirle que se detenga, pero continuará sucediendo. Podrías pensar que también es un poco extremista, pero de la misma forma, no puedo controlar la mente, las emociones, ni las opiniones de nadie. No puedo lograr que la gente haga algo diciéndole que no debería hacer eso de esa manera, ni que debería hacerlo de esta otra. Si ellos no lo ven a mi manera, seguramente no lo van a hacer a mi manera. Lo van a hacer a su manera y tienen ese derecho y esa libertad.
Muchas veces esperas que la gente haga lo que tú crees que deberían hacer. Luego cuando no lo hacen de esa manera, te disgustas. Los has colocado en un pedestal. Dices «Tienes que hacerlo de esta manera porque yo espero eso de ti». Esa no es una posición envidiable para colocar a nadie ni para ser colocado. Cuando la gente trata de ponerme en un pedestal, me bajo de nuevo porque simplemente no tengo tiempo de tener mis zapatos brillados a su manera. Estoy muy ocupado trabajando. Y cuando estoy trabajando, a veces no tengo tiempo de hacer lo que otra persona quiere o espera de mí.
No trates de controlar a la gente. Déjalos que se desarrollen de la manera como ellos quieran. Es hermoso sentarse con otros y que comiencen a hablarte de sí mismos. El apoyo está en escuchar y oírlos revelarse para ti un poco cada vez mientras permaneces libre de juicios u opiniones preconcebidas respecto a lo que deberían o no deberían ser. Puede ser como leer un libro, es agradable leer página por página y captar la cualidad que encierra. Si eres un lector rápido, lo leerás muy rápido, y aún así puedes captar la cualidad del libro. Algunas personas se revelan ante ti mucho más rápido que otras. Y muchas veces la gente revela mucho más por lo que no dice que por lo que dice. Tienes que aprender a leer entre líneas. Si no puedes es porque tienes prejuicios. Tu mente está pensando que tiene que ser de una cierta manera. No hay «ciertas maneras» en este planeta. Sólo hay maneras que funcionan y maneras que no funcionan. Y cuando la gente se revela ante ti, te hablan de cosas que funcionaron o no funcionaron para ellos.
Escucha bien cuando otras personas compartan contigo. Su información es valiosa. Puedes usar las lecciones y las experiencias de otros para complementar las tuyas. Puedes estar pasando por experiencias similares y ser capaz de aprender de ellos qué camino tomar. O tal vez puedes usar la información que te dan para ayudar a alguien. Cuando menos su información puede señalar áreas en las cuales no deseas entrar. Deja que cada persona sea tu maestro. Sé el mejor estudiante que puedas, y aprende todo lo que puedas de cada situación. Luego selecciona esas cosas que funcionarán para ti y trabájalas. Avanza continuamente en el sendero de tu propio destino divino. Cuando lo hagas, estarás manifestando eso que es espiritual, estarás expresando una cualidad de la persona espiritual.
Lo que determina si estás más o menos consciente espiritualmente es tu propia habilidad individual para sintonizarte con el Espíritu. La responsabilidad siempre regresa a ti como individuo. Hay muchas maneras de obtener logros espirituales y las cosas que llegan con los logros espirituales. Podrías pensar «¿cómo puede ser espiritual José? Es mecánico». O «¿cómo puede ser espiritual Enrique? Se fuma tres paquetes de cigarrillos al día y a veces no se ducha». Esas acciones físicas tal vez tengan muy poco que ver con ser espiritual.
Algunas veces dices «Mira como es de espiritual Susana. Va a la Iglesia todos los domingos». Pero ¿mantiene ella esa «conciencia de domingo» los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábados? Una persona espiritual no necesariamente es un participante en la Iglesia. Puede serlo, pero también está en la «Iglesia» el resto de la semana. Esa es una clave para la conciencia espiritual.
Otra clave es que la persona espiritual está «a la mano» 24 horas al día, 7 días a la semana —a la mano cuando es necesario y a veces a la mano inclusive cuando no es necesario. Si nadie llama, estará bien. Pero la persona espiritual está ahí por si la necesitan. A veces es importante llamar si necesitas algo, es importante comunicarte física y verbalmente con la gente. Cuando la única manera de resolver algo es mediante más comunicación, la persona espiritual está allí para sostener la Luz y ayudar a atravesar los «lugares difíciles». La conciencia que la gente espiritual expresa no es para abusar de ella, pero seguramente es para usarla. A menudo cuando hablas con una persona espiritual puedes sentir su Luz y amor y gozo elevándote, dándote una percepción más clara de tu situación. Tu entusiasmo construye así como tu conciencia eleva y sigues tu camino fresco y recargado.
La persona espiritual no está necesariamente libre de las leyes físicas del planeta. La persona espiritual no interrumpe las leyes espirituales que están siendo reflejadas mediante las leyes físicas del planeta. Es cierto que por la habilidad que te fue dada a través de Dios podrías crear un universo. Ese poder está ahí para ti. ¿Pero dónde pondrías un universo? Es cierto que podrías crear toda clase de cosas en este mundo físico, ¿pero qué harías con ellas? ¿Quieres bien te alineas con lo que está pasando y aprendes a usarlo en su más alto potencial.
Los que manifiestan su conciencia espiritual pueden ser reconocidos por su habilidad para ganar esas cosas hacia las que se mueven. Rara vez se puede bloquear su progreso. Sin embargo, se estarán moviendo hacia esas cosas que son para sus bien mayor, hacia esas cosas que los elevan hacia una conciencia espiritual más grande. Si van contra esa acción, encuentran muchos bloqueos en frente de ellos. Pueden, si así lo deciden, hacer caso omiso de los bloqueos pero se vuelve difícil de manejar. Si te encuentras bloqueado en tu persecución de una meta específica, podrías ser astuto al retroceder, darle otra mirada a tu acción y a tus motivaciones y reevaluar si tu meta es o no para tus más altos fines y para los más altos fines de todas las personas que están cerca de ti.
La persona espiritual actúa sin la expectativa de recompensas, aunque sabe muy bien que una recompensa es magnífica. Las acciones de servicio se completan sin un sentido de recompensa. Y si llega una recompensa se cuida con amor, porque los tesoros han sido acumulados en el cielo. La persona espiritual sabe que todo es correcto y apropiado y que todo realmente está funcionando bien aún cuando no parezca. La persona espiritual no necesariamente está exenta en ningún grado de sentir la negatividad de este planeta, sino que mantiene una conciencia abierta al fluír de la Luz. En tanto abres y dejas que el amor espiritual fluya y dirija tu Luz hacia el mundo, te vuelves un instrumento de la Luz y te elevas hacia una expresión mayor de tu espiritualidad. Recuerda, ya eres espiritual. Puedes aumentar la espiritualidad expresada al traer más amor a tus acciones. Entonces tu expresión comienza a reflejar más y más puramente al ser espiritual que tu eres.
Capítulo II
El progreso espiritual es un proceso continuo de djar atrás los viejos patrones familiares y aventurarse hacia los nuevos. Todo el viaje puede convertirse en una aventura.
El Espíritu es un proceso del ahora.
Existen simultáneamente muchos reinos del ser. La mayoría de las personas están fácilmente conscientes del reino físico y pueden identificarlo muy fácilmente. Es bien evidente: tienes un cuerpo físico y estás existiendo en este reino. Existen otros niveles de los cuales puedes no estar consciente. Por encima del físico está el astral, que se equipara con el proceso emotivo-imaginativo dentro de ti. El «coco», los miedos y las fantasías que creas tienen forma y sustancia en el reino astral. El reino causal se equipara con tus sentimientos y emociones, con el nivel de los sentimientos. El reino mental se equipara con el proceso de tu mente. El reino etéreo se equipara con tus procesos inconscientes. Y el reino del Alma se equipara con el Alma que es tu ser. El Alma es tu realidad más verdadera. Todos los niveles inferiores son ilusorios y transitorios.
Los reinos inferiores (etéreo, mental, causal, astral, físico) están todos creados. Están completos. Simplemente estás despertando a esa creación de formas más completas y totales todo el tiempo. En los reinos superiores la creación es activa, dinámica, continua en el proceso de llegar a ser. En los reinos inferiores la creación parece ser continua porque el proceso de despertar a ella es continuo y lo será por largo tiempo. Pero en 13 o 15 mil millones de años, los niveles inferiores de creación como los conocemos serán atraídos de vuelta hacia Dios, y esto que ahora existe se volverá vacío.
Hay muchas oportunidades para lograr tu conocimiento y descubrir lo que es, liberándote así del ciclo de reencarnación y dándote la libertad de moverte conscientemente hacia los reinos superiores y volverte parte del proceso continuo de creación. Estás en el umbral de tu conocimiento, ahora es sólo asunto de moverte hacia ese conocimiento. Estás ante el umbral de ser, es tu elección decidir cuándo te mueves hacia él. Puedes estar en el umbral por muchísimos años. O puedes moverte hacia tu conocimiento ahora mismo. Es difícil dar ese paso hacia el conocimiento, hacia el ser, a menos que estés dispuesto a comprometerte totalmente contigo, con el Alma que eres TU. Y es difícil comprometerte con ese descubrimiento si divides tu energía en varios objetivos y senderos.
Aquellos que están en el proceso de auto-descubrimiento, de descubrimiento del Alma, encuentran que esas experiencias en los distintos reinos de Luz, se vuelven tan reales como las experiencias del mundo físico. En tanto llegas a confiar en tu propio nivel de experiencia de reinos distintos del físico, comienzas a experimentar la trascedencia del Alma.
El Alma se extiende hacia los reinos inferiores con el fin de experimentar la totalidad de Dios. Su propósito en esencia es experimentar. Para la evolución del Alma las experiencias no necesitan repetirse porque el propósito de cada experiencia se llena al completar esa experiencia. Cuando comienzas a trabajar con la Conciencia del Viajero Místico a menudo encuentras que tu progreso se ha acelerado mucho. Puedes encontrarte moviéndote a través de muchas experiencias y sólo dejándolas ir una vez se completan por sí mismas. Cada vez hay menos necesidad de aferrarte a lo viejo, y cada vez hay más excitación por descubrir lo que sigue.
Si intentas regresar a la experiencia de ayer, aún cuando esa experiencia hubiera sido placentera, puedes encontrar que se ha ido. Y si persistes en tu intento de recuperarla experimentas frustración, y muy a menudo dolor y confusión. A mucha gente le resulta muy difícil intentar vivir en otro lugar distinto del ahora. La dificultad llega si la gente recuerda el pasado y su dulzura y trata de hacerla funcionar para hoy. La dificultad también llega si la gente proyecta hacia el futuro y trata de hacerlo suceder de una manera preconcebida y específica o si prevee con miedo lo que podría ocurrir. Si cortas la aprehensión al futuro y los recuerdos del pasado, estás experimentando el presente. Si olvidas recordar, puedes estar aquí ahora.
El Espíritu es un proceso del ahora. El Espíritu sólo existe ahora. Si tratas de aferrarlo al pasado o al futuro, te quedas pegado y puedes sentir la ausencia del Espíritu porque no puede existir para ti fuera del ahora. Ese proceso de apego al pasado o al futuro puede convertirse en una fijación dentro de tu conciencia.
Si experimentas un disgusto a través del alguna experiencia, ese disgusto existe en el momento de suceder y es válido en ese momento. Pero si te aferras a él y lo dejas que afecte el momento siguiente —y el siguiente y el siguiente— se vuelve una fijación y comienza a controlarte. Déjalo ir y muévete hacia el ahora. En realidad, nada existe antes o después del momento en que sucede. Si tienes una pelea con tu ser amado y esa persona dice algo que te hiere, la herida existe en ese momento y es válida en ese momento. Si dejas que esas palabras coloreen todo lo demás a partir de ese momento, el incidente se vuelve una fijación y te va a apalear como no lo podrás creer. Deja que cada momento se vaya cuando sucede. Ese es el camino hacia la libertad.
Sólo puedes romper una fijación cuando está presente. Tal vez fumas cigarrillo y te gustaría dejarlo. No puedes romper la fijación de fumar cuando no tienes el impulso de fumar. El momento de romper es cuando quieres el próximo cigarrillo. Puedes romper el hábito cuando agarras el cigarrillo y lo vas a encender. Ese es el momento de tirarlo. Si lo prendes, te rindes y todavía estás controlado por tu fijación. Este mismo proceso se aplica a cualquier fijación, sea beber, comer en exceso, la lujuria o lo que sea.
Detienes las fijaciones del pasado al no entrar en ensueños y recuerdos del pasado. Detienes las fijaciones del futuro al no moverte hacia la fantasía y a pensar con el deseo respecto a lo que está llegando. Vives el ahora, enteramente presente y participando en cada momento de tu vida, y tu vida sólo se desarrolla de la manera como es correcta y apropiada para ti. Te encuentras experimentando felicidad en tanto experimentas el flujo espiritual que está presente cada momento.
Una manera de entrar en el momento es moviéndote hacia la meditación o la plegaria y manteniendo tu conciencia muy firme. Eso te capacita para traspasar el dominio de tu fijación hacia la libertad. Tu plegaria podría ser sólo contar hasta cien. Si usas eso como una herramienta para sostener firme tu mente y tu atención, puede que te funcione. Si te sintonizas internamente a tu ser mientras cuentas, puedes descubrir muchos niveles contigo donde puedes atravesar muchas fijaciones.
Una de las fijaciones más difíciles es la expectativa respecto a lo que los demás deberían hacer por ti. Se llama juzgar; a veces se llama prejuicio o prejuzgar. Si te quemas la mano en la estufa y desde ese momento odias todas las estufas, eso es prejuicio. ¿Tonto? Si, pero la gente aplica esa misma lógica a las relaciones interpersonales. El proceso es igualmente válido, independiente de a qué se aplique. Si entras en una evaluación de la situación puedes decidir que poner tu mano en la estufa te permite quemarte. Eso no hace que la estufa sea «mala» ni que esté en «tu contra». Es sólo una evaluación de lo que es, y puedes trabajar con eso. Es fácil. Si te mueves hacia el miedo, la expectativa o la fijación, vas a tener un poco de dificultad.
Vivir el aquí y el ahora es libertad. El espíritu nunca te dará nada que no puedas manejar. Así que puedes estar seguro de que siempre serás capaz de manejar lo que sea. Haces eso permaneciendo presente en el momento y simplemente moviéndote a través de cada experiencia como se presente. Aquellos de ustedes que trabajan con la conciencia del Viajero Místico saben que yo atravieso esas cosas con ustedes. Nunca estás sólo. Estás perfectamente protegido todo el tiempo. Y en tanto te vuelves consciente y confías en este proceso, la vida se vuelve muy gozosa.
Elevarse más allá de los problemas
Es posible para ti subir de tu nivel actual de conciencia hacia otros niveles de conciencia superiores. Sin embargo podría ser desafiante si no habías considerado la posibilidad previamente. A menudo tienes una clave que se te ha dado, una puerta que se ha señalado, el ojo de la cerradura o la perilla que atrae tu atención. Entonces depende de ti actuar. Si no haces nada, entonces te sientas con las llaves, con la información, con el conocimiento y con los requisitos para cambiar tu vida.Pero no sucederá nada a menos que lo hagas. Miremos un poco el factor de «no hacer».
A menudo puedes encontrarte tomando decisiones por omisión. Esto sucede cuando no tomas una decisión «para» o «contra», y luego encuentras que te están imponiendo otra decisión desde afuera. Tal vez no te sientas muy feliz con ese tipo de decisión, pero si no actúas, la acción se te va a imponer. Con mucha frecuencia te vuelves dudoso respecto a tomar una decisión equivocada, si es que alguna decisión puede llamarse «equivocada». En realidad, no hay decisiones equivocadas. A través de toda mi experiencia de trabajar con gente tanto en este como en otros niveles de conciencia, he encontrado que no existe la decisión equivocada, excepto cuando la gente la rotula como «equivocada».
Después de que decides algo, puedes mirar esa decisión, ese movimiento o dirección como una lección, simplemente como una lección, como una técnica para resolver problemas, Si el problema se resuelve, entonces estás contento con la decisión. Si no, entonces tomas otra decisión. Cualquiera que sea la manera como tú decides dirigirte, se trata de una acción positiva porque promueve dirección y movimiento hacia adelante.
Cuando no puedes ver tu salida frente a un problema, cuando no puedes ver un derrotero, cuando no puedes tomar una decisión ahí es cuando te sientes «encajonado» o a la merced de las circunstancias. Y eso te trae frustración y un sentimiento de incapacidad. Mucha gente se estanca en esto y lo rotula como «complejo de inferioridad». Un hombre me dijo «Tengo un complejo de inferioridad». Yo dije «Tal vez no es un complejo». El miró un poco la idea y dijo «Tal vez no es». Yo dije «¿Es posible que en esa área particular seas inferior?» El pensó al respecto y dijo «Sí, creo que sí». Yo dije «¿Entonces por qué no trabajas en un área en la que no seas inferior?». El lo atravesó a fuerza de trabajo durante un tiempo y decidió que le vendría mejor otra área. Se movió hacia esa nueva área y experimentó mucho más éxito. Luego trabajó en el área débil en sus ratos de ocio hasta que también se fortaleció. En otras palabras, evaluó con exactitud cuáles eran sus áreas fuertes, utilizó sus fuerzas en su potencia total y trabajó las áreas débiles para convertirlas en fuertes ya que también podrían usarse para aumentar su expresión.
Muchísimas veces el «problema» es permitir que una situación llegue a ti en tu nivel de debilidad y luego declararla demasiado difícil de manejar. Entonces se convierte en un problema. Sólo es un problema mientras tú lo veas de esa manera; alguien más puede mirarlo y percibir la solución inmediatamente. Muchas veces aquello que estás mirando como un problema, no es en absoluto un problema, sino una expresión. Cuando lo percibes como una expresión y ves que hay muchas maneras alternativas de expresar, tienes un camino por el cual moverte y cambiarlo a otra expresión.
Si miras la vida como una escalera, puedes visualizar cada «problema» como un peldaño de esa escalera. Si te alejas del problema, puedes alejar tu crecimiento potencial. Aprendes de tus experiencias, y a menudo aprendes más de tus experiencias negativas, que de las positivas. Esas experiencias que te golpean y te sacuden con frecuencia son áreas más efectivas de aprendizaje.
Todos ustedes recuerdan los buenos momentos que han vivido. Mira todo el tiempo que gastaste tratando de vivir un buen momento. ¿Y realmente qué conseguiste? ¿No aparecieron espontáneamente los buenos momentos? ¿No aparecieron simplemente en el trascurso de tu vida? Los viviste muy fluída y espontáneamente. ¿Y qué pasó con los malos momentos? ¿Acaso recuerdas quién dijo qué y a quién, y cómo fue toda la situación? ¿Puedes sentir el dolor y la agitación en tu estómago? Sí, porque puedes estar aprendiendo y recordando más mediante el proceso negativo. Pero si puedes usar el proceso negativo como un escalón, entonces ¿ha sido realmente negativo? Lo has girado hacia la acción positiva. Venciste tu negatividad al pararte en las cosas que aparecían como negativas y al usarlas para elevarte más alto. El «problema» todavía está ahí; sólo cambias tu conciencia en relación con eso y comienzas a elevarte y a descubrir que TU eres más grande que cualquier «problema» y que TU tienes las llaves para resolver todos los «problemas».
Tan pronto como reconoces que hay una respuesta para cada problema, se vuelve más fácil encontrar la respuesta. A veces la respuesta es no hacer nada, permanecer firme y tomar la decisión de no moverse. Muchas veces la gente se enreda en la necesidad de acción. Dicen «tengo que hacer algo al respecto» si se les pregunta por qué, podrían decir «¡Porque tengo que hacerlo!» Y esa no es necesariamente una buena respuesta. Podrías preguntar «¿Qué pasa si haces esto?» Dicen «No funciona». Tú dices «Bien, ¿Y esto otro?» Dicen «Eso tampoco funciona». Entonces dices «¿Y qué pasa si sólo te quedas quieto». Tal vez ellos están un poco más receptivos a la idea ahora. Así que se quedan quietos y esa tranquilidad permite que la solución llegue a sus mentes. Ven la dirección y ven que están en el camino. Entonces dicen «Gracias a Dios que no hice nada precipitado. Fue bueno no haber tomado una decisión intempestivamente».
A veces «la decisión por omisión» puede ser una buena actitud y la mayoría de las veces, dado que eres una fuerza directriz y una energía en movimiento, es mejor hacer un movimiento dirigido y consciente. Es tu acción de construír. Es tu crecimiento. Tan pronto como declaras un intento, de una manera o de otra pones tu energía en esa decisión. Luego, si no sientes claridad, puedes echar para atrás tu decisión y dirigir la energía en otra dirección. Si no te diriges a ti mismo, si gastas tu tiempo en una «cuerda floja» usualmente terminas frustrado. A menudo es necesario hacer un movimiento. En tal situación, cualquier decisión que tomes, en cualquier dirección que te muevas, puede ser para tu bien mayor, sin importar lo que sea. Lo importante es que puedes avanzar, moverte y en ese proceso desarrollas muchos planes auto-correctivos. Constantemente puedes evaluar y cambiar tu dirección, tu movimiento y tus decisiones. Una decisión no te encierra. Y mientras te sigas moviendo nada podrá detenerte de mover tu conciencia hacia niveles de conocimiento más y más altos.
Manejando dilemas
Con frecuencia se ha dicho que se requiere mucho valor para ver el rostro de Dios. Y es cierto porque debes ver pasar todas las ilusiones de los niveles inferiores para ver el rostro de Dios. Debes ver pasar los condicionamientos de este mundo y de esta sociedad. Debes ver pasar las ilusiones de tus propios sentidos. Debes ver pasar tus propios dilemas. Dios está presente en todo. Dios está enteramente presente todo el tiempo, tu dilema es tu incomprensión de las cualidades absolutas del aquí y el ahora de la presencia de Dios. Y en tu incomprensión, te rindes ante el poder negativo, ante el dilema.
El problema aparece cuando separas «aquí» y «allá», cuando te percibes como estando «aquí» y a alguien o a algo estando «allá». Entonces quieres a esas otras personas o cosas, y te estiras para tocarlas y encuentras que no puedes. Comienzas a manejar la situación sólo cuando vas más allá del dilema. Si solamente te sientas «aquí» y percibes la situación «allá» crees que es aplastante. Así que «mueres». Ese es el problema. Aunque la parte de ti que se deja aplastar debería morir. Siempre debería ser confrontada. Debería ser presentada con confrontación contínua, pero no con resistencia.
La resistencia es otro problema. Nunca puedes confrontar y ganar con resistencia. Para ganar, confrontas cada situación al expandir lentamente tu campo de energía, tu campo de ego, logrando encontrar y rodear la nueva situación. Si sólo enfrentas cada situación, una a la vez, es muy fácil. Tan pronto como sientas «¡Oh! la estoy embarrando, me está cayendo encima» empujas tu campo de energía hacia atrás y amenazas con devolverlo de nuevo; mantenlo firme. Tal vez lo mantengas firme durante un mes, sólo sosteniendo tu equilibrio, mirando la situación y diciendo «¿Por qué se cree que puede durar más que yo? Mientras esté en estado de cambio, yo puedo estar en un estado espiritual de posesión y de realización y sobrevivir al cambio».
Esa pregunta y esa realización te lanzan directo hacia el centro, hacia el Espíritu y el Alma. Cuando regresas y encuentras el centro, la energía espiritual comienza a irradiar hacia afuera. Pero ahora no irradia como una personalidad o como una expresión de los sentidos físicos, sino desde el centro de iluminación que es tu propia Luz. Irradia hacia afuera y se vuelve el orden de tu universo. Entonces no hay nada que no puedas hacer porque todo adquiere una cualidad igual. Si alguien arrojara una bolsa de joyas preciosas, las recogerías y las devolverías. Si alguien arrojara una carga de estiércol fresco en la carretera, lo palearías para devolverlo. Ambos son lo mismo.
Tu fuerza reside en la conciencia espiritual. Nunca puede residir en una forma fuera de ti. Porque como es física, la forma es siempre corruptible. Por eso es que rara vez tienes tu forma espiritual o la de alguien, develada ante ti. Tú o alguien podría intentar destruírla. Es como el viejo dicho «El que a hierro mata, a hierro muere». Aquellos que viven por la forma, mueren por la forma. Como esa forma destruye, será destruída, no necesariamente con espada o con lanza; sino con alguna forma que complete esa destrucción. Todo el mundo ha escuchado de alguien que mató a otro y vivió sin ninguna repercusión aparente. Pero tal vez ese alguien «murió» de otra forma, como una agonía o un sufrimiento mayor que el que la muerte física le hubiera proporcionado. Tal vez la forma que «mató» a la persona fue la de un joven amante que no tuvo que ver con él. Tal vez fue otra forma que tuvo dentro de ella el potencial para la destrucción.
Si estás en la posición de ser destruído por una forma, por una situación, que te parece imposible de controlar, ése es tu dilema. Si un hombre joven es rechazado por la chica que desea, su primer paso para resolver el dilema podría ser comprender «Vaya. No puedo tenerla. Ese es mi dilema. Ese es mi flujo kármico en este momento. Y como no puedo tenerla, sólo voy a hacer lo que puedo hacer».
Sin embargo, muchas veces, la imagen de esa chica continuará apareciendo en su mente, y será muy difícil para él mantenerse en equilibrio. Si permite que la imagen se quede, si se masturba pensando en ella, si le pone energía a esa imagen, estará creando y perpetuando su dilema. Está poniendo todo en una imagen que no tiene nada que ver con su entorno actual. La manera de cambiar la situación es insertando, en el momento de mayor energía, en el momento del climax, una nueva imagen y mover la energía sexual hacia esa nueva imagen. Muy pronto ya no sentirá deseo por ella. Esa es una manera de manejar el dilema. Ahora la imagen toma la energía y se mueve hacia otro marco de acuerdo con tu comprensión. Mientras más rápido puedas comprender tu dilema, bien sea porque se te diga, por leer, por ser confrontado, por experiencia directa o por otra cosa, más rápido podrás darte vuelta y pasar el aprendizaje, el entrenamiento, y la experiencia a la siguiente persona. Entonces hay un cambio inmediato que es el flujo mayor de energía.
Esos dilemas que creas para ti mismo se pueden cambiar, se pueden comprender y disolver. Pero tienes que estar enteramente vigilante y alerta. No te sientas y simplemente observas la roca caer en tu cabeza. Tienes que ser lo suficientemente sagaz para ver la roca, moverte, y salir de su camino mientras cae, de modo que no haya el dilema de «¿Qué hago con una pierna rota?: Algunas personas esperan que la roca caiga y su expectativa lo crea; cae sobre ellos y dicen ¿por qué a mí? ¿Por qué no? Se sentaron, lo diagramaron, lo crearon y lo atrajeron hacia ellos, y les quebró la pierna. Ese dilema se termina a menos que lo re-creen y dejen que otra roca caiga en la otra pierna. Los esquiadores y conductores que son propensos a accidentes tienen un dilema similar de crear accidentes al tener expectativas al respecto. Si es estrellar el carro, caerse al esquiar, caerse sobre vasos de agua, tropezar o lo que sea, todo es el mismo dilema. Está escondido y encasillado y a veces es tan profundo que la única manera de llegar a ello es a través del proceso sicoanalítico.
Antes de que te involucres en sicoterapia, tienes que atravesar el dilema que te bloquea de ir al siquiatra. La mayoría de los dilemas de la gente están tan poderosamente arraigados que dirán «Un siquiatra no puede ayudarme. Esos tipos necesitan ayuda ellos mismos. ¿Qué tan buenos son los sicólogos y los siquiatras? ¿Cómo van a descubrir lo que está pasando dentro de mí, si yo mismo no tengo manera de conocerme?» Los sicólogos y siquiatras te pueden ayudar simplemente porque no son parte de tu dilema.
Puedes ir a un siquiatra y ver su dilema y pensar «Vamos, él debería estar en su propio diván». Si has ido donde él a criticarlo y juzgarlo, estás perdido. El siquiatra puede ver tu dilema y decir «Bueno, eso tiene raíces en la niñez». Luego comienza el proceso de taladrar los viejos bloqueos y dilemas. Ese proceso puede ser tan doloroso que quieres pararte y salir corriendo, y le dices al siquiatra todas las palabrotas que se te ocurren. El se sienta allí, sabiendo que todo el miedo, las pataletas y las maldiciones son parte de la manifestación del dilema. Dice «Espero que esto suceda en las personas que vienen a mi porque yo soy como el último recurso». Mientras continúa desatando los bloqueos de la conciencia, puede penetrar el meollo y liberar el dilema. Sin embargo, a menos que tengas algo en curso para apoyar el cambio, como una filosofía religiosa, o una manera de vivir, tu dilema crecerá de nuevo.
Al tratar con dilemas, el progreso y la regresión a menudo siguen un patrón típico en sicoanálisis. El primer año realmente te va muy bien, progresas mucho rompiendo los bloqueos y disolviendo los dilemas. El segundo año te va aún mejor, las cosas realmente se aclaran. El tercer año dado que no estás cambiando tus patrones de vida, tu ambiente, tu filosofía o tu actitud, el dilema toma el poder de nuevo y como el siquiatra comienza a volver a esa área para liberarla, tú opones mucha resistencia y dices «¡Qué desperdicio! Tres años de sicoanálisis y no estoy ni cinco mejor que antes». El dilema reaparece más fuerte que nunca, y tú niegas toda ayuda futura, inclusive la de Dios. Y ese es en verdad un problema muy, muy serio.
Cuando entiendas el dilema del corazón, cámbialo, disuélvelo, acláralo y luego revalúa y reconstruye una nueva base donde las cosas nazcan claras. Es cierto que un nuevo dilema o uno parecido surgen casi inmediatamente, pero tú aprendes el proceso de confrontar , disolver y aclarar cada uno y continuamente lo aplicas a cada dilema nuevo que aparece.
Continuamente revalúas y reconstruyes. Reconoces que tu fuerza está en la conciencia espiritual, en la forma espiritual que no puede ser percibida con los sentidos físicos y te mueves hacia eso cada vez más. Colocas tus deseos y tu dirección allí. Entonces ganas tu libertad por sobre los dilemas.
Superando dilemas
Aquello que llamamos la conciencia humana está en un estado constante de cambio y si quieres, de decadencia y de renacimiento. En tanto la conciencia se mueve más y más alto dejas atrás los viejos patrones familiares; los dejas ir y continuamente te mueves hacia nuevas áreas. Esta puede ser una experiencia atemorizante y difícil de manejar si no sabes a dónde vas. Creemos una analogía: Supón que estás en un auto, manejando con ciertos conocidos y no sabes a dónde te llevan. Podrías molestarte, preocuparte o atemorizarte. Si comienzas en una reserva forestal podrías sentir como si te fueran a herir o a hacer daño de alguna manera. Podrías pensar que te van a tirar y dejar allí, o podrías tener miedo de que te maten. Si alguno de tus compañeros te pregunta por qué estás creando esa clase de miedo, podrías decir «Tengo buenas razones para hacerlo, vi este mismo asunto en una película una vez». Tú compañero podría replicar «No hay de qué preocuparse. Sólo permanece atento; cuando lleguemos al final, lo descubrirás por ti mismo». Podrías decir «No, no puedo estar atento. Tengo que saber qué va a pasar». Y tu dilema de «tener que saber» se perpetuará y te bloqueará de experimentar cada momento por si mismo. En la medida en que creas expectativas respecto a la gente o a las situaciones, en la medida en que creas opiniones de lo que debería o no debería suceder contigo y con otros, creas tus dilemas.
Un hombre puede volverse alcohólico porque no puede vivir de acuerdo con sus padres, o su esposa, o sus expectativas de sí mismo ,o lo que él se imagina que serían esas expectativas. Puede beber porque no sucede lo que él pensó que debería suceder. Hay muchas razones y muchas de ellas se originan en el área de las expectativas falsas. Tal vez bebe porque siente que no es reconocido o apreciado de la manera apropiada. El dilema no es la bebida. La bebida le da a la persona la sensación de salir del dilema. La causa detrás del dilema es el dilema implícito.
Parte del dilema de los pistoleros del Viejo Oeste era que mediante sus acciones, creaban una expectativa dentro de las otras personas, de su comportamiento, y luego esa expectativa regresaba a ellos y se perpetuaba. Cuando llegaban a otro pueblo, no estaban seguros de cómo sería la aceptación. Al no saber cómo serían recibidos, llegaban disparando. El mensaje de sus acciones venía y producía más dilema al producir más expectativas de violencia. Lo que los pistoleros querían realmente era ser el alguacil y aniquilar a todos los malos, pero en cambio, se volvían los malos tratando de aniquilar el alguacil. Eran miserables: siempre huyendo, siempre sufriendo, siempre buscando quedar libres de la ley. Aunque la familiaridad del pasado siempre cabalgaba con ellos y les atormentaba. Cuando cabalgaban a otro pueblo, el patrón familiar era robar el banco, violar a las mujeres, matar al alguacil y huír.
Existe un dilema interesante que se crea en situaciones de guerra. Es el dilema de permitir que alguien tome las decisiones por ti con la expectativa de que tú obedecerás, por encima de todo. Hay incidentes documentados y publicados donde un hombre cumple las órdenes de su comandante y más tarde es llevado a corte marcial por esa acción. Al crear la idea de obedecer sin cuestionar, «los poderes que son» de repente esperan desobediencia si se juzga que una orden es mala. Los dos puntos de vista son opuestos. La nueva conciencia de la gente debe ser decir «No, vamos a terminar ese dilema y desafiar cada orden para ver si es correcta o errada, para ver la elevación del dilema y movernos hacia eso». Entonces el dilema envuelto en la obediencia sin cuestionar, puede aliviarse. Pero aquellos para quienes se ha creado el dilema pueden resultar enjuiciados por cometer una atrocidad que antes hubiera sido mirada simplemente como un «acto de guerra».
Aún es más interesante que muchas personas para quienes se crea el dilema relacionado con la obediencia sin cuestionar, regresan a casa después de la guerra y entran a formar parte del gobierno local, estatal o nacional. Y llevan el mismo dilema con ellos: hacen lo que les dicen, sin importar qué. El dilema se trasmite en forma de «régimen vs. auto-disciplina» de saber qué hacer, de saber qué elevará y de seguir su propia forma de conocimiento de modo que estén libres dentro de su propia dirección y conciencia.
Aún después de que la conciencia ha reconocido e identificado un dilema, puede ser difícil traspasarlo. Tal vez el área más dura de trabajar en superar un dilema, involucra el nivel de memoria celular porque un dilema que se ha vuelto parte de la memoria celular puede tardar entre siete y once años en cambiar, si no «reincides» o vacilas durante ese tiempo. Tan pronto como vacilas comienzas a sumarle tiempo.
Una manera de romper un hábito es repitiendo un patrón nuevo 32 veces sin fallar. Tan pronto como fallas debes comenzar de nuevo, pero ahora es necesario repetir el nuevo patrón más de 32 veces; pueden ser 47. Se vuelve difícil. En algún punto habrás fallado tanto que dices «¿De todas maneras qué importa? No puedo hacerlo». Así que te rindes y abandonas el asunto. ¡Y el dilema se soluciona! Cuando dejas de poner energía y preocupación allí, el dilema se retira.
Si un dilema es fuerte, se puede transferir él mismo a otra área. Dejas un trabajo por otro, y te sientes realmente bien al respecto. Pero puede ser un entusiasmo artificial, porque el nuevo trabajo es simplemente lo mismo: más juegos, más ilusiones, más palabras. Te alimentas con los mismos asuntos viejos, y los comes porque crees que son nuevos. Los comes tan rápido como puedes para hacerlo aún más familiar, y ése es tu dilema.
Los dilemas son parte del poder negativo del planeta. Son parte del ‘maya’ del planeta. Realmente no necesitamos encanto, ilusión y karma; con el ‘maya’ del planeta es más que suficiente. Pero el hombre corrompió los niveles inferiores colocando delante el encanto, las ilusiones y el karma personal de su propia cosecha, y luego consolidó todo el asunto, por lo tanto la solución no está solamente en el ambiente físico, sino dentro del cuerpo físico, de las emociones, de la mente, del inconsciente y de la sico-espiritualidad. La polución no está en el Alma. El Alma es pura, siempre ha sido pura y siempre lo será. La polución ocurre dentro de los otros niveles y los dilemas ocurren dentro de los niveles inferiores de conciencia.
Cuando tu meta es la visión de libertad, realmente puedes comenzar a irrumpir a través de tus dilemas. Mientras no sepas para dónde vas, puedes romper el asunto inmediato que te causa dolor sin romper el dilema implícito. Tan pronto como rompes el dilema implícito, todos los demás comienzan a derrumbarse. Aún cuando haya un montón de dilemas por venir, serán fáciles de manejar una vez que el primero y más grande esté completamente roto. Realmente todo lo que tienes que hacer es manejar cada uno como va llegando a tu conciencia. Si tratas de apresurarte hacia ellos, podrías crear más dilemas. No los busques. Sólo déjalos llegar naturalmente, si quieren.
Nunca se te da nada que no puedas manejar: esa es una sentencia espiritual. Cuando se presenta un nuevo dilema, tienes la fuerza para manejarlo. Nunca hay una pérdida. Tan pronto como tienes una fuerza que no puedes usar, se vuelve un dilema qué hacer con tu fuerza, tu talento y tu habilidad. Entonces tienes contigo el dilema de la frustración. Tú puedes manejar todas las situaciones y superar tus dilemas moviéndote a tu centro y atrayendo una fuerza universal. Tan pronto como te sales de tu periferia, pierdes conciencia de ese centro y de esa fuerza. Te sientes confundido e inseguro y preguntas «¿Qué debo hacer?» Piensas que tal vez deberías hacer esto, o tal vez hacer aquello… y allí comienza el dilema. No es necesario. Sostén tu centro. Mantente en tu centro. Usa todo lo que te llegue como gracia. De esta forma construirás tu fuerza.
En tanto mantengas tu conciencia centrada, en tanto te mantengas libre de expectativas, de opiniones sobre lo que debería o no debería suceder, y en tanto dejes que tus experiencias fluyan hacia ti, te elevas. En ese punto, no importa con quién estés ni donde estés, estarás avanzando en tu sendero.
Movíendose más allá de los dilemas
La falta de familiaridad ante una situación nueva puede ser la causa de un dilema. Imagínate a un cavernícola en una cocina moderna. Tiene mucha pero mucha sed, de modo que conseguir agua se vuelve un asunto de vida o muerte. En la cocina hay un fregadero con llaves que proveerían agua corriente si él supiera cómo abrirlas. Pero el cavernícola no sabe nada de eso. El sólo sabe que está ante una situación desconocida y extraña, muriendo de sed y que debe conseguir agua.
Un hombre moderno que quisiera ayudar al cavernícola se siente indefenso en medio de la abundancia porque el cavernícola en su miedo, no le dejará estar en la cocina. En el momento que el hombre entra a la cocina, el cavernícola coge su garrote y lo golpea hasta que lo aleja. El hombre no está tras el garrote del cavernícola, sólo quiere ayudar. Así que sale y se viste como cavernícola y regresa a la cocina y gruñe y gime y hace ruidos familiares para que el cavernícola se sienta familiar y un poco más seguro. Entonces lentamente se dirige hacia el fregadero y las llaves, hacia aquellas cosas poco familiares para el cavernícola, y es probable que el cavernícola lo golpee en la cabeza y lo mate, porque no está siguiendo el patrón de conducta que él cree apropiado. Después de todo, el cavernícola piensa que todos los cavernícolas deberían actuar de una cierta manera condicionada.
Si alguien actúa diferente, ese alguien es peligroso y debe morir. Este es un dilema de viejos tiempos que el hombre continuamente perpetúa contra él mismo, individual y colectivamente. Si puedes mantener tu conciencia abierta y fluyendo y consciente de todas las posibilidades y potenciales, si te puedes prevenir de caer en la trampa de pensar que tu manera es la única manera, ciertamente estarás bien adelantado.
Supón que en su búsqueda para encontrar seguridad, el cavernícola encuentra un recipiente de cincuenta galones de agua y sabe que racionando el agua puede subsistir cuatro o cinco meses. Se siente seguro y a salvo. Pero cuatro o cinco meses se pasan rápido y la reserva de agua se convierte en una solución bastante temporal. El se sentía muy seguro cuando el recipiente estaba lleno, y luego comenzó a disminuír. ¿Qué va a hacer cuando haya poca agua? Probablemente comenzará a buscar más agua, otra reserva de agua. Es esa búsqueda repetitiva lo que se vuelve una frustración.
En algún punto, todos reconocemos que hay agua en la llave del agua y que simplemente tenemos que abrirla; nos damos cuenta de que el agua está totalmente presente en cualquier momento y que no tenemos que salir a buscarla. Algunas personas llenarán de todas maneras el recipiente de 50 galones y lo cargarán con ellos sólo porque es una manera familiar y segura de hacerlo. Después de muchos años de mirar a otras personas sacar agua de la llave, podrán darse cuenta de que esa otra manera parece funcionar bastante bien para un montón de gente, así que bajan su carga y también van a sacar agua de la llave y descubren que funciona bastante bien. Entonces sienten que se ha ido una gran presión y sienten una gran sensación de libertad.
Hay una historia de un hombre en el desierto que había estado sin agua por muchos días y se estaba desesperando cuando vió un oasis en la distancia. Caminó hacia él durante muchas horas. Cuando se estaba acercando, otros hombres vinieron hacia él desde otra dirección. El tuvo miedo de que vinieran a robarle «su» agua y empezó a pelear. Cuando se acercaron, le ofrecieron agua de los recipientes que cargaban. Les acusó de ser falsos e impostores y de tratar de adentrarse hacia el oasis para coger «su» agua. Trataron de nuevo de explicarle que sólo estaban ofreciéndole agua, pero cuando se acercaron él comenzó a atacarlos. Finalmente lo persuadieron de voltearse hacia «su» oasis y le preguntaron «Dinos, ¿qué estás defendiendo?» Cuando miró de nuevo, el oasis se había ido; había sido un espejismo, una imagen falsa que había defendido con su vida. A menudo hacemos cosas así. Peleamos y defendemos aquello que es falso, aquello que es irreal, aquello que no es nuestro y nunca lo será.
Los dilemas pueden aparecer dondequiera que la conciencia humana establezca una identificación con algo que es una imagen falsa. Supón que una chica va al cine y observa imágenes de un encuentro romántico. Si ella no mantiene su conciencia neutral en el papel de observadora, puede resultar involucrada en el nivel que la película expresa. Entonces sale del cine y puede querer experimentar un encuentro romántico. Tal vez su estilo de vida en ese momento no incluye esa posibilidad o probabilidad. Así que de repente se encuentra entrando en áreas de conciencia y expresión que son inusuales.
A través de su identificación con la acción de la película, ella crea el dilema de deseo dentro de sí, y saldrá buscando satisfacer ese dilema. Si tiene éxito en encontrar a alguien con quien tener un encuentro romántico, no la satisfará de ninguna manera porque se estará identificando con una imagen falsa que es improbable que se equipare con la realidad. Y si no encuentra a nadie, puede regresar a ver otra película. De cualquier manera, está perpetuando su dilema. Ella puede continuar con este patrón hasta que se dé cuenta de que lo que está cazando por ahí intentando satisfacer, no es su realidad, sino la imagen falsa que alguien creó para sacar provecho. Con esa conciencia puede llegar una mayor libertad.
Una persona puede ir al cine y observar una escena de perversión sexual y de nuevo, en vez de mantener su papel de observador, se identifica con la película tan fuertemente que provoca que abandone su propia conciencia de ser y pierda de vista hacia dónde va y para qué está aquí. Si vas al cine por diversión, por entretenimiento, está bien, pero si te enredas en las películas hasta el punto en que pierdes tu propia identidad, puedes salir con un dilema.
Supón que el compañero que observa la escena relacionada con perversión es casado y tiene un hijo. La película lo perturba tanto que tiene pesadillas de su hijo involucrado en esa clase de perversión. Resulta que piensa en eso durante el día y hay horror en él con sólo pensar. Ese «horror» es una carga de energía que es colocada con el pensamiento. El hijo puede recoger el dilema del padre, puede volverse consciente internamente de los pensamientos y miedos de su padre y de los patrones de energía que están siendo exteriorizados en torno a él. Puede desarrollar un complejo que afectará sus actitudes, su aproximación y su actuación sexual.
El dilema del hijo resulta en el hecho de que va de chica en chica, y el dilema se esconde porque no es suyo aún cuando él sea parte del asunto. Si pudiera tener una experiencia sexual satisfactoria con una mujer y comprender que hay muy poca opción de ser corrompido, podría liberarse, el dilema se disolvería y estaría feliz. Luego, si su padre comenzara a hablar de nuevo sobre perversión sexual, él diría «Papi, ¿alguna vez te corrompiste?» Y cuando el padre dijera «no», el hijo podría decir «Entonces ¿por qué no te olvidas del asunto?». El hijo puede ser capaz de olvidarlo, pero si el padre ha consumado estos pensamientos durante muchos años, tal vez al hijo le resulte difícil olvidarlo. Esta es una manera como la ignorancia —y si quieres, el pecado— se consume en los niños a través de la conciencia de los padres. Es un proceso interesante.
El hecho de que la ignorancia pueda ser consumada de esta manera no significa que debas culpar a tus padres por tus dilemas. En su mayoría, los dilemas son auto-creados. Aún cuando sean instigados por alguien, eres tú quien permite que el dilema tome control de tu conciencia. A través de la conciencia y el entendimiento todos los dilemas se pueden disolver. No hay nada que pueda atarte a menos que tú lo permitas dentro de tu conciencia. Todo el mundo tiene el potencial de libertad dentro de su propia conciencia.
Cuando viajas a través del país en un auto, estás en un estado de cambio constante. No tienes que salirte de equilibrio, molestarte o perturbarte porque el escenario cambie. De igual forma, partes de tu patrón de vida estarán siempre en un estado de cambio. Es sólo la manera como se establece. No tienes que salirte de equilibrio cuando las cosas cambian.
En la medida en que viajas a través del país, puedes modificar tus respuestas al llegar a un territorio nuevo. Cuando llegas a Colorado puedes usar ropa más gruesa porque va a hacer frío. En las alturas no sales y subes la montaña muy rápido. Vas más despacio y te cuidas. Si recuerdas qué tan rápido podías correr en las montañas a los dieciocho años y luego tratas de hacerlo a los cuarenta y cinco, tienes un dilema andando. Este es el dilema de un montón de «atletas» de fin de semana. Recuerdan su habilidad atlética a los 18 y tratan de duplicarla, y terminan con dificultades físicas. Otros hombres de edad madura que fueron buenos atletas cuando jóvenes tratan de vivir de las glorias pasadas, hablando continuamente de sus hazañas pasadas, que tienden a volverse «más grandes» al pasar de los años. Cualquiera de estos criterios puede ser un dilema. La mejor actitud es vivir sencillamente en el ahora, hacer lo mejor que puedas con tus habilidades y talentos actuales y dejar que tus acciones hablen por sí mismas. Eso requiere entendimiento. Requiere conocimiento. También requiere amor y respeto por sí mismo. Con ello viene la libertad, un sentido de auto-valía y una seguridad y una serenidad interna que vale cualquier cosa. La única solución permanente a cualquier dilema es Dios. Y Dios siempre ES.
El progreso espiritual es un proceso continuo de dejar atrás los viejos patrones familiares y aventurarse hacia lo nuevo. Cuando trabajes con un maestro espiritual, sentirás que es como hacer un viaje con un buen amigo en quien confías y quien conoce el camino. Entonces todo el viaje se convierte en una AVENTURA porque sabes a dónde vas y cómo llegar allá. No hay dilemas, excepto cuando los creas. Cuando trabajas con el Viajero Místico podrías preguntarte si colocas tu dilema entre tú y el Viajero Místico y el amor que está presente. Una vez te sintonizas al Viajero Místico y a su amor, todos los dilemas desaparecen y la fuerza está presente.
Capítulo III
Cuando comienzas a explorar el Espíritu interno que permite que cada persona exista como un individuo especial, comienzas a encontrar un cofre que atesora amor.
Descubrir el amor
Como Viajero Místico, el trabajo que hago rara vez se da en el plano físico. Es del nivel espiritual. Mucha gente cuando escucha sobre cosas espirituales malinterpreta la cualidad de una vida espiritual con estar «medio loco» cuando en la verdadera realidad es sólo el asunto natural que es. Cualquier otra cosa podría considerarse del tipo «medio loca». Las únicas cualidades que perduran son las cualidades espirituales. Todas las demás se disuelven y desaparecen.
Cuando comienzas a explorar la conciencia interna, el Espíritu interno que permite que cada persona exista como un individuo especial, comienzas a encontrar un cofre que atesora amor, entendimiento, fe, esperanza, caridad… E ilusiones, superstición, chismes, incitación a la guerra y lujuria. Todas esas áreas son parte del cofre de tesoros. Y todas son preciosas. Todas ellas. Si sacas un diamante de la tierra y lo miras en su forma bruta tal vez haya posibilidades de que no sepas que es un diamante. Sin embargo, si se puliera y se faceteara, serías capaz de decir que era un diamante. Aunque pudieras tirar lejos un diamante como un pedazo sucio de nada, sin embargo adentro seguiría siendo muy bello y valioso.
¿Has pensado alguna vez en el valor de los celos? ¿Has considerado alguna vez que esa cualidad, como la más negativa de las cualidades, podría ser un diamante en bruto? Los celos dicen «En realidad me ocupo de ti. Realmente me ocupo. Me ocupo tanto que me enfermo. Me ocupo tanto que ni siquiera puedo vivir mi propia vida». Cuando alcanzas ese punto de involucramiento espiritual y de invertir en otra persona, llegan los celos. Estás tan enredado con la otra persona que ella tiene que vivir a tu manera o si no tú no puedes soportarlo.
Los celos pueden ser realmente bellos. ¿No te gustaría que Dios bajara y dijera «Estoy tan celoso de ti que te voy a ayudar a vivir tu vida mejor que nunca antes». Podrías preferir vivir tu vida por ti mismo de la manera mejor y más clara que conoces. Podrías decir «¿Señor, te importaría dejarme mi vida a mi? No quiero un Dios celoso. Quiero uno que me deje hacerlo a mi manera». Un Dios celoso podría decir «No, en tu vida lo haces a mi manera. Y si no lo haces, sólo espera a ver lo que te pasa». Dios no hace eso. Dios te presenta continuamente las llaves para descubrir dentro de ti los caminos que funcionan para ti.
No puedes vivir una vida de celos por mucho tiempo, pero puedes usar la cualidad de los celos para elevarte. Hace muchísimo tiempo, estaba trabajando con un Maestro muy bello. Yo no era tan tonto, pero ciertamernte tampoco era el más listo de la clase. Este gran Maestro promovió a alguien y a unos cuantos de nosotros no nos gustó para nada. Pensamos que cualquier Maestro digno de ese nombre sabría que nosotros éramos los «escogidos» o si no él no podía ser Maestro. Cualquier Maestro sabría que aún siendo «tontitos» estábamos avanzando.
La realidad era que estábamos sentados en el borde de la clase, en los linderos de lo que era. En realidad estábamos listos para perder el bote por completo. Estábamos creando nuestro propio viaje de regreso, nuestro propio fracaso. El Maestro nos había hablado de nuestra divinidad pero ¿cómo podíamos confiar en él? ¡Mira a quién había promovido! Quiero decir que los tipos que estaban siguiendo todas las reglas y haciendo todo perfecto, no sabían más que nosotros. Les hicimos preguntas, y fueron muy amables, pero no nos dieron ninguna respuesta. Nos pusimos muy celosos de su éxito y armamos un escándalo.
Dios bendiga a nuestro Maestro. Era tan listo que usó nuestros celos para hacernos volver a la clase a la cual pertenecíamos. Cuando no había nada más pasando entre nosotros, excepto absoluto fanatismo, prejuicios, celos, envidia, odio e inclusive un poco de lujuria, nos llamó a todos y dijo «Si quieren el éxito que tienen otros ¿por qué no trabajan para obtenerlo? Nunca había sucedido que tuviéramos que trabajar para conseguir una posición. Nunca nos había pasado que tuviéramos que ganarnos esas cosas. Dimos por hecho que cuando la clase se graduara, nos graduaríamos. Descubrimos que estábamos tan ocupados quejándonos e involucrándonos en áreas insignificantes que no lográbamos graduarnos. Habíamos estado allí por largo tiempo. Nuevos estudiantes venían y se graduaban, y nosotros seguíamos allí.
Eventualmente algo comenzó a despertar adentro. De repente nos dimos cuenta de que habíamos estado allí por mucho tiempo y todavía no lo obteníamos. El Maestro usó los celos y la envidia para hacernos descender y ahondar. Entonces comenzamos a obtenerlo,. Cuando has retenido y arrastrado tu ancla por mucho tiempo, pensando que estás más seguro en el puerto que perdido en el mar, vas a regresar y experimentarlo de nuevo. Así que tuvimos que regresar y adivina ¿quién fue el Maestro? Uno de los «tontos» que había estado en nuestra clase previamente. Dijo «Me acuerdo de ti. Estuve contigo antes. Estás haciendo la misma rutina que hiciste antes». Algo adentro dijo «Es cierto. Sé que estás en lo cierto. No sé exactamente los detalles pero no voy a repetir los mismos errores». El Maestro dijo «Bien, la manera de romperlo es haciendo estas cosas específicas. Puedes hacerlas a tu manera, pero hazlas. Romperán esos patrones y te liberarán. No será fácil. Si fuera fácil ya lo habrías hecho, y no estarías aquí de vuelta». Dije «Bien, reconozco ser el tonto aquí. Reconozco dónde estoy, y trabajaré desde esa posición».
Con frecuencia expresas tus respuestas desde la conciencia de «sabelotodo» sin darte cuenta de que no es necesario saber la respuesta a cada pregunta. Sólo es necesario saber cómo llegar al cuerpo del Alma, atravesar tus propios reinos internos, luego los reinos externos y establecerte en el reino del Alma. Luego, cuando dejas el cuerpo físico puedes ir directo a casa. Eso es lo único que se necesita. Todo lo demás es juego de habilidad, diversión y juego, y angustia. No me ocupo de jugar en muchas de esas áreas, así que no lo hago. Por eso es que digo que trabajaré contigo a mi manera.
Algunas personas realmente se sorprenden de que tenga una manera que funciona. Funciona, y me encanta compartirla contigo. Pero no lo haré a tu manera. Tú lo harás a tu manera. Yo encuentro la manera que funciona para mí y en tanto me permitas trabajar a mi manera contigo, lo modifico en la conciencia interna de una manera que también funcione para ti. Aquellos que se establecen como mis partidarios, aquellos con quienes trabajo, a menudo ni siquiera están conscientes cuando estoy presente adentro, trabajando. Rara vez perciben que las cosas están cambiando a menos que sea necesario que lo sepan, que establezcan una armonía en sus conciencias. Entonces verán un rayo de color púrpura o una bola púrpura o escucharán un silbido que es terriblemente difícil de pasar por alto. A veces me escucharán reír desde muy profundo adentro y sabrán de mi presencia.
Cualquiera que sea tu manera, hazte un favor y úsala sin importar lo que venga hacia tu conciencia, lo llames maldad o desequilibrio u otra cosa, úsalo para elevarte. Hazlo parte de lo que funciona para ti. ¿Puedes usar la depresión para llegar a la conciencia del Alma? ¿Puedes usar la ira para viajar en el Alma? Si, pero usándola para identificar otra manera que no funciona. Es muy sencillo. En tanto identificas y eliminas lo que no funciona, llegas más y más cerca a lo que funciona.
La gente me pregunta si me deprimo. No me deprimo, pero conozco esa sensación. Lo veo como algo que ocasionalmente se usa, pero que puede quitarse y dejarse a un lado cuando ya no se necesita. No me identifico a mi mismo como depresivo. Puedo quitarme una camisa y usar otra. La depresión funciona igual. Puedes ponértela y usarla, luego te la quitas. Pero si dices que estás deprimido, por tu propia ley espiritual, te encierras en eso. Así que resultas deprimido. Si dices «Estoy pasando por un mal momento» créeme amigo, en realidad pasas por un mal momento o seguramente lo tendrás pronto. Tu propia ley espiritual lo establecerá para ti.
La depresión, la sensación de no ser digno y de no ser capaz de manejar tu vida, se puede volver muy familiar. Aún cuando no te guste, juegas el juego que te atrae porque es un juego familiar. Entonces sigues deprimido pensando «Ahora sé quién soy, no soy nada» una vocecita dentro de ti dice que debes ser algo porque mira cómo puedes criticar. Criticas a la gente desde ti mismo, luego debes ser algo. ¿Así que por qué luego vas por ahí diciendo que no eres nada? Tu respuesta podría ser «Bueno, yo sé que soy algo, pero me siento como si no fuera nada». Eso tiene más sentido. Muchas veces puedes sentirte inadecuado, de acuerdo con una cierta situación. Pero realmente no es necesario permitir que ese sentimiento controle tu vida.
Si sucediera que estás en tierra extraña donde los nativos —que todavía pelean con lanzas— vienen hacia ti y tienes una alfombra mágica que puede sacarte de allí instantáneamente ¿qué harías? Apuesto a que saldrías de allí ¡rápido! Dudo que dijeras «Alfombra mágica, ¿podrías por favor elevarme en el aire?» Pienso que probablemente tendrías la alfombra programada con una palabra «ARRIBA». Sin embargo, las personas entran en «depresiones» y no dicen «arriba» para nada. Se quedan allí y dejan que los nativos les «tiren las lanzas». Luego dicen «¿No es grandioso cómo estoy manejando esto?
Si no te sientes preparado para manejar algo, díselo a la gente. Diles «Sencillamente no puedo manejar esto». Es muy real y muy sencillo. Si tienes problemas en ver cómo funciona, piensa en que tuvieras una uña encarnada y que alguien se parara sobre tu pie. Estoy seguro que dirías «¡OYE, QUITATE DE MI PIE. ME DUELE!» Se quitaría y diría «Lo siento. No me di cuenta. Cuídate». Cuando le dices a la gente honestamente que no estás preparado para manejar lo que ellos están descargando en ti, pueden actuar con cooperación y a menudo con preocupación amorosa.
Cuando ves a otra persona malherida, usualmente ansías ayudarla. Si es necesario la metes al auto y la llevas al hospital. Te expones a que te pongan multas por velocidad. Si la gente se interpone en tu camino, los mueves a un lado y dices «Sal de mi camino. Tengo que llevar a esta persona a que la ayuden. No me preocupo por mí. Regáñame más tarde. Ahora estoy ayudando a esta persona». Lo haces y cuando llegas al otro lado, estás tan fatigado que podrías llorar. Pero hay un sentimiento dentro de ti que dice «Bien hecho». Suspiras «Dios, me siento bien. Estoy rendido. Me voy a casa a derrumbarme» y lo haces. A veces inclusive sueñas con la situación porque todavía estás involucrado en ella. A veces simplemente caes en un sueño muy profundo y te despiertas sintiéndote muy bien porque se te dió la oportunidad de ayudar a otro portador de Luz y lo completaste. Corriste y ayudaste a la persona que era incapaz de ayudarse a sí misma. Sin embargo, en tal situación la respuesta debe ser apropiada a la situación. Si alguien se corta un poco el dedo y tu corres y lo llevas a la sala de urgencias de un hospital, esa podría no ser una respuesta apropiada; tal vez sólo se necesitaba un vendaje.
Cuando sientes que no puedes manejar una situación , con frecuencia es porque tienes miedo de intentarlo. Y a menudo cuando tienes miedo de intentarlo es porque tienes miedo de cometer un error. Inclínate hacia lo que pareciera ser la acción adecuada y mirar a ver qué pasa. Revisa el sentimiento que tienes dentro. Pon la Luz allí. Si te detiene, déjalo ir. Si parecer fluír, fluye con él ,no con lo que crees que debería suceder, a menos que concuerde con lo que esté pasando. Sal de la conciencia de los errores y entra en la conciencia de experimentar.
Dar y Recibir
La vida es una experiencia continua. ¿Alguna vez has hecho algo realmente correcto, y dentro de eso, te has equivocado? Claro, entonces te apuras y aclaras el error de modo que nadie se entere. Eso está bien. Hace muchos años estaba visitando a una muy querida amiga, una mujer anciana. Le pedí que hiciera un pan hecho en casa. Ella lo hizo y cuando estuvo listo, lo corté, le puse mantequilla, probé un poquito y por Dios que estaba horrible. Ella olvidó la sal. ¿Alguna vez has probado pan sin sal? Bueno, ella es ingeniosa así que añadió la sal en ese momento. ¡Le puso sal al pan! No dejó que su «error» la detuviera.
Me quedé uno o dos días más, de modo que la señora decidió hacerme más pan. Fuí a la cocina y le pregunté «¿Le pusiste sal?» Dijo «Si». Dije «¿Qué más le pusiste?» Dijo que había puesto el último ingrediente y que pronto estaría listo. Bien, el pan se hizo perfectamente. Cuando nos sentamos a comer dijo: «Espero por Dios que haya quedado bien porque casi se me olvida poner la levadura. Lo olvidé hasta cuando viniste a la cocina. La puse a última hora y nunca lo había hecho así antes, así que tal vez no esté bueno». Esta vez ella tomaba la perspectiva de haber «cometido un error». No estaba siendo caritativa consigo mismo. Desde mi perspectiva el pan estaba perfecto. Finalmente dije «¿Querrías callarte y dejarme decidir si el pan está bien o no? Si no está bien te lo haré saber. ¡Y si es necesario le espolvorearemos un poco de levadura!»
La caridad realmente comienza por casa. Veo la caridad como ese proceso de cuidar de ti de modo que no seas una carga para tu familia, y de que la familia se cuide a sí misma para que no sea una carga para la sociedad. La caridad hace su trabajo tan bien que la gente a tu alrededor no tiene que ir tras de ti y rehacer lo que tu has hecho. Caridad es manejar tu nivel de acuerdo y tu responsabilidad tan bien que la gente diga «Me alegra que estés aquí. Me alegra que participes en mi vida».
Hay dos acciones que son parte de la caridad: una acción interna y una acción externa. La acción interna es de equilibrio y de flujo de amor adentro. Es terriblemente duro dar cuando estás en un estado de remordimiento, de resentimiento o de ira. De la única manera como puedes realmente dar es cuando estás en un estado de gozo, creatividad y abundancia interna. Ese estado sólo llega cuando ejercitas tus dones espirituales, tus regalos de amor. Cuando inspiras ese amor divino, sientes las corrientes de Dios dentro de tu propio ser, y sientes el gozo y la dicha del Alma. En ese momento probablemente podrías ser desplumado por el estafador de mente más simple en el mundo, y amarlo. Cuando te centras en el amor divino, no hay manera de que puedas ser despojado de tu gozo. Y cuando tienes gozo, puedes dar gozo. Esa es la acción externa de la caridad. Cuando puedes dar gozo puedes, de nuevo, recibir gozo. Es un círculo maravilloso.
La caridad es el proceso tanto de dar como de recibir. ¿Cuál es el valor de dar un regalo si no puede ser recibido? Tomar de otros es extender su caridad de vuelta a ti. Esta conciencia de caridad nunca ha funcionado en una sola dirección. Se requiere de ambos, del que da y del que recibe, para completar la acción. Cuando le das de vuelta al que da (al tomar el regalo) eso hace que ambos se sientan bien.
A algunas personas les cuesta recibir. A menudo se requiere mucha suavidad y tacto para recibir regalos de la gente sin avergonzarlos ni ponerlos en peligro. Hace años, cuando la gente me daba cosas, decía «No, gracias». Pensaba que estaba siendo «espiritual» al rehusar recibir algo de ellos y sólo dar mi gozo y mi amor. Pero cuando trataba de darles amor, no tenían lugar para recibirlo porque se sentían rechazados. Experimentaban una forma de resentimiento porque no les permitía darme. Sentían casi como si no fueran suficientemente dignos de darme. Eso nunca había pasado por mi conciencia, pero así era como lo percibían. Al rehusar sus regalos, yo paraba el flujo y ellos no podían recibir lo que yo iba a dar. Ahora yo acepto todos los regalos. Recibo con un corazón abierto. El flujo está allí y no sólo es fácil para mí devolverles amor sino que también es fácil para ellos recibir mi amor, porque se sienten bien respecto a todo el asunto. Está equilibrado. Entonces vuelve una experiencia más profunda que simplemente dar y recibir. Se vuelve un compartir, una forma de intimidad que es una forma de unidad amorosa.
Cuando das de tu habilidad, de tu gozo, de tus regalos espirituales y de tu creatividad, la gente que viene tras de ti (a quienes tal vez ni siquiera conozcas) es capaz de compartir las bendiciones espirituales que extiendes. Hablamos del Espíritu y de las leyes espirituales de aceptación, cooperación, entendimiento y entusiasmo. Caridad es la clave que nos permite funcionar aquí. Sabes que primero debes aceptarte tú mismo antes de que puedas aceptar a otros. Y primero debes cooperar contigo antes de poder cooperar con otros. Así que también, primero debes darte caridad tú mismo antes de que puedas dársela a otros.
Mira la energía creativa dentro de ti. Es el Espíritu de Dios adentro. Es el impulso primordial de la energía espiritual. Su forma está en sí misma. Es esa esencia del Espíritu de Dios, de amor que está adentro, es eso que activa todas las otras formas. Ves pasar muchas, muchas ilusiones en los mundos inferiores. Ves pasar las ilusiones de las formas físicas, de las emociones, de la mente y de los niveles subconscientes. Tienes caridad hacia todos esos niveles, aunque eres capaz de verlos pasar. No le dices a alguien «Simplemente no puedo mirarte. Sal de mi camino» Te das cuenta que en el sendero que ellos recorren, pueden valorar tu entendimiento y necesitan tu amor.
A veces parece fácil dar amor en forma general, por ejemplo, a un grupo grande. Puede ser más difícil compartir amor en una relación uno-a-uno con tu pareja, tu jefe o tus hijos. Entonces vienen los juicios y las tribulaciones de «¿Doy amor o doy enemistad y resentimiento? ¿Estoy demasiado cansado para poner energía en esta relación por más tiempo? ¿Por qué no me aman más?» El amor tiene poco valor si no tienes caridad. Das. Das. Das. Y luego das más. Generalmente la naturaleza del hombre no es dar, pero lo es de los jiu-manos, de los hombres-Dioses. La naturaleza del hombre espiritual es dar.
En el proceso de caridad deja que tu propio amor sea tu guía. Deja que la Luz guiadora de tu propio corazón te muestre el camino. Tu mente no va a ser capaz de hacerlo. Tus emociones no serán capaces de hacerlo. Tu cuerpo no será capaz de hacerlo. No encontrarás caridad como la esencia de la mente, las emociones o el cuerpo. La caridad es del Espíritu. Puedes dar del Espíritu de muchas formas. Puedes frotar una espada, dar un masaje, lavar los platos, o tomar un día libre para pasarlo con los niños. Cualquier cosa que des, dala libremente, sin esperar nada a cambio. Da cien por ciento de modo que si alguien no da de vuelta, has dado suficiente por ambos. Entonces está completo. Eso es lo que lo hace funcionar. Este concepto de caridad no choca con tu responsabilidad de cuidarte tú mismo. Si no te cuidas, pronto no tendrás ninguna reserva desde la cual dar. Hace muchos años escuché a una señora decir «Ah, si yo pudiera tomar los dolores y molestias de mi familia, gustosa lo haría». Pregunté «¿Por qué?» Dijo «Porque los amo mucho». Pregunté :¿Qué vas a hacer con todos esos dolores y molestias? Ellos pueden manejar por sí mismos lo que tienen, pero si tú tomas el dolor de todos los siete ¿quién crees que va a estar en el hospital? ¿Quién va a cuidar los niños mientras tu esposo trabaja? ¿Y quién se va a estar preocupando respecto a todo el tiempo que él trata de trabajar?» Ella se dió cuenta de que podía expresar el más grande amor por su familia permitiéndoles experimentar las cosas que tenían que experimentar y manteniéndose equilibrada y amorosa. Así pudo apoyarlos cuando fue necesario.
Tú te cuidas y puede ser necesario que dejes a otros tener la experiencia de su dolor y su tensión de modo que puedan entender qué son esas cosas y estar preparados para cosas más grandes que pueden venir más adelante. Tienen que aprender cómo manejar las dificultades y descubrir sus propias soluciones o sus dificultades. Todo el mundo crece en este proceso. Cuando tomas las cosas de la gente, les niegas su propia conciencia de Dios. No te preocupes. Ellos encontrarán la solución. Descubrirán sus propios senderos. Si señalas el camino hacia la Luz, encontrarán sus propios caminos. Hay un viejo dicho, «Si le das un pescado a un hombre, lo alimentas un día. Si le enseñas a pescar, lo alimentas por toda la vida». Si le enseñas a la gente a pescar, se alimentarán por sí mismos. Son libres y tú eres libre. En la libertad, el amor puede ser perfecto. Descubre dónde puedes apoyar, más que interferir. El apoyo es una forma muy bella de amar.
Hay algo trascendental en el proceso de dar amor. Es tu verdadero ser el que habla cuando tú estás amando. La caridad refleja el amor que es la verdadera esencia detrás de toda creación. No hay lugar donde no sea así. Su verdadera forma es la de dar y no pide nada a cambio. Dios nunca se ha aproximado a ti para decir «Dame eso». Pero Dios dispuso ejemplos y pautas que llamamos disciplinas, las disciplinas que te llevan hacia mayor fuerza y te hacen libre.
La caridad es multidimensional. La forma externa de la caridad es muy sencilla. Es sólo expresar tu gozo externamente. Esa expresión externa puede venir de la mente como buenos pensamientos, de las emociones como felicidad, o del nivel físico como apoyo económico o buena salud. Para expresarlo externamente puedes necesitar ejercitar la creatividad. Requiere gran sensibilidad y gran gentileza dar hacia el corazón de otros sin abusar de ellos ni hacerlos sentir menos que la forma de amor espiritual que son.
Muchas veces la gente se queda corta en un montón de áreas del diario vivir. Pueden decir «Si sólo tuviera otro galón de gasolina» o «si sólo tuviera un millón de dólares». Bien, la caridad es distinta para distinta gente. Las necesidades de la gente son diferentes, y sus expresiones son diferentes. Cuando alguien comparte contigo o te da justo lo que necesitas, en ese momento sientes el amor y el agradecimiento fluír a través de ti. Y a menudo quieres hacer algo a cambio. Si no es posible devolverle una bendición a aquél que te la dió, dásela a alguien más. Otra forma de caridad puede ser el proceso de compartir con alguien lo que te ha sido dado.
La caridad puede ser dar a un extraño, sólo porque la persona lo pide. Si alguien viene y te pide para el pasaje del bus, puedes ayudar, no preguntando cuánto es, sino dando más que suficiente y diciendo solo «Dios te bendiga». Ambos se sentirán bien. Cuando permites al amor fluír libremente y expresarse a través de ti en caridad hacia ti mismo y hacia todos los demás, llegas más y más cerca de esa esencia pura del Espíritu dentro de ti. En tanto preparas el planeta para tus hijos, para los hijos de tus hijos e inclusive para aquellos que estarán aquí dentro de trescientos o cuatrocientos años, estás ejercitando una forma de caridad aún mayor.
La caridad nunca puede ser otra cosa que dar porque sólo existe Dios y Dios da sólo para Sí Mismo. Cuando entras en la conciencia del Viajero Místico, comienzas a ver esa esencia en cada ser que encuentras. Aunque se manifieste de diferente manera para cada uno, percibes la unidad que sostiene las grandes diferencias. Esa unidad es caridad, es amor, es la esencia de Dios. Es tu propio ser verdadero. Y el día que despiertes a esa realización del ser será uno de los días más gloriosos que hayas experimentado.
Todo regresa a las preguntas «¿Quién eres tú dentro de ti mismo y con quién te estás relacionando dentro de la otra persona?» Si te relacionas con la misma fuerza de energía que está dentro de ti, aquella llamada Dios, encontrarás muy fácil compartir y extender el amor, no el amor personal ni el amor celoso que dice «Hazlo a mi manera o si no …» sino el amor espiritual que dice «Te amo, independiente de todo».
Amar con discernimiento
A menudo mantenemos en reserva aquellas cosas que más valoramos. Podemos hacer esto con la cualidad que identificamos incorrectamente como amor. Decimos «Tú me amas, entonces, te voy a amar». La otra persona dice «Tú me amas y entonces yo te voy a amar». Es mantenerse alejado. Luego dices «Bien, te amaré un poquito más y veré cómo me devuelves mi amor». Cuando haces esto, sea que el amor retorne o no, te encuentras sintiéndote escaso en recibir. Piensas que das bastante, pero estás justo tan escaso en dar como en recibir. Entonces piensas que no hay ninguna justicia. En realidad, sólo puedes recibir lo que eres capaz de dar.
En este punto es importante ver que debes seguir adelante, independiente de tu actitud. Puedes ir llorando, o puedes ir riendo. Si tienes la opción (y la tienes) podrías sencillamente ir riendo. Es más gozoso. El Espíritu es gozoso. La naturaleza del Alma es gozosa. La personalidad no siempre es gozosa, pero es parte de las ilusiones del nivel físico.
Tu pruebas a la gente, la pruebas todo el tiempo. Los esposos prueban a las esposas, las esposas prueban a los esposos. Los niños prueban a los padres y viceversa. Con frecuencia es un asunto de «¿Me amas o no?» A menudo ése es el resultado final, aunque podría tomar una forma diferente, tal como la siguiente conversación:
—Te amo.
—¿Entonces por qué hiciste algo tan terrible?
—Porque no te amo a tu manera. Te amo a mi manera.
—Pues bien, tu manera no es muy buena.
—Te amaré a tu manera si me muestras cómo es.
—No estoy muy seguro de saber…
El hecho es que con frecuencia no sabemos si queremos dar amor. Así que a veces damos un poquito cada vez. Se llama «cortejar». Cortejamos a la gente de muchas maneras, a veces la cortejamos por amor, a veces por un trabajo, a veces por una oportunidad. Pero una vez se consigue la meta, tendemos a olvidarnos del proceso de cortejar y ése es el gran error. Por ejemplo, después de estar casadas, algunas parejas olvidan cortejarse uno al otro. Pero es el proceso de cortejar lo que te lleva a tu meta —tu esposa, el ascenso, ese trabajo— y es el proceso de cortejar lo que lo va a mantener. Es ese proceso galante de conciencia, de cuidar y de dar, el que te ayudará a traerte mayor éxito espiritual.
El amor puede ser expresado de muchas maneras. Un esposo llega a casa y le pregunta a su esposa: «¿Me amas?» La esposa dice «Hice tu comida». Luego un poco más tarde ella pregunta «¿Me amas?» El dice «Te di mi cheque de pago». Todas esas son formas de amar. En una película el esposo le preguntaba a su mujer «¿Me amas?» Ella contestaba algo como «Yo creo. Después de veinte años, es probable que te ame. No hay nadie más por aquí, así que debe ser a ti a quien amo». Esa es una expresión de amor, pero no la única manera de construír verdaderamente una conciencia de amor y de Luz. Es importante ser capaz de decirle a tus seres amados que los amas, y es importante demostrar ese amor a través de la acción.
Cuando hablamos de amor desde el punto de vista científico, hablamos de una posición relativa entre objetos que se mantienen juntos por su interacción. Pero cuando miramos más de cerca este proceso, descubrimos tanto una atracción como una repulsión inherentes en el proceso. Aquello que atrae generalmente lo llamamos amor. Aquello que repele generalmente lo llamamos odio. En el odio residimos fuera de nuestra conciencia de unidad con todas las cosas. Si residimos demasiado tiempo afuera, nos volvemos impositivos en nuestra naturaleza.
A veces vemos a una persona promoviendo la imposición sobre otros, en una «tiranía de debilidad». Por ejemplo, un esposo podría decir «Estoy enfermo y creo que voy a morir». Eso asusta a su esposa y ella dice «¡Por Dios no te mueras, no te mueras!» Luego él piensa «Ahora si la tengo de mi lado». La próxima vez dice «Cariño, estoy realmente enfermo. Creo que me estoy muriendo», ella dice «No te mueras. ¿Qué puedo hacer?» Dice «¿Me ayudarías a dar lustre a mis zapatos? No puedo inclinarme; me duele mucho. Y hazme algo especial para la comida». La debilidad puede ser tiranía.
A menudo a los niños se les anima desde tierna edad para volverse tiranos a través de la debilidad. Si se van a enfrentar a un examen próximamente, pueden decir «Estoy enfermo, mamá ¿Me puedo quedar en casa?» Ella dice «De acuerdo». Luego justo después de que el examen pasa, dicen «Me siento mucho mejor ahora. ¿Puedo mirar televisión» y la mamá dice «Bueno, de acuerdo». Ella sigue con la acción porque su amor es un amor emocional, no el amor divino de hacer lo que sea mejor para el niño. Ella no quiere herir al niño y quiere ser correcta, de modo que lo retiene y deja que el niño se ponga en marcha con estas cosas aún cuando podría no ser la mejor acción para el niño. Sin embargo, si eso es lo peor que nos pasa cuando niños, Dios ciertamente nos ama mucho.
¿El amor puede ser perturbador? No. ¿La expresión de amor puede ser perturbadora? Sí. Por ejemplo, si alguien entra «contando los tantos» puede ser muy perturbador. «He dado más de lo que tu das. Lo he medido: 34 unidades de amor contra 22. Me debes 12 antes de que yo haga algo más por ti». Ese es en realidad un amor condicional. ¿Sabes lo que es el amor incondicional? Sólo camina al lado de un bebé y echa un vistazo. Ese bebé te tocará con su amor y dirá «Alzame». Y tu lo amas tanto que quieres cogerlo y correr… hasta que piensas en todos los pañales sucios. Entonces correrías a devolvérselo a su madre. Siempre hay una realidad funcionando, y eso también es espiritual: espiritualidad práctica. Cualquier otra clase de espiritualidad funciona de vez en cuando.
A menudo dos personas se conocen, se enamoran y se casan porque cada uno piensa que el amor es fantástico. Entonces casi inmediatamente, alguno de los dos —o ambos— empieza a cambiar al otro en una dirección que concuerde más de cerca con su ideal. No pasa mucho tiempo antes de que se digan «Separémonos. Eres aburrido. Ya no te amo. No eres el mismo con el que me casé». Y el otro dice «No. No soy. Has estado tratando de cambiarme desde el día que no casamos. Si abro la boca me dices que me calle. No quieres que haga las cosas que me encantaba hacer. No quieres que esté por ahí con mis viejos amigos. No sé lo que quieres». Es importante dejar que la gente respire su propio aire, que digiera su propia comida y que se exprese de la manera que es natural para ellos. Si intentas cambiar la expresión de alguien, probablemente encontrarás frustración y aflicción.
La expresión sexual es una forma de amor y una gran creatividad. En una relación sexual hay un gran potencial para usar esa expresión sexual, para aumentar y elevarte hacia tu mayor expresión. Dado que esa área es tan poderosa, también hay un tremendo potencial para la negatividad si no se usa de una manera elevadora.
La creatividad del centro sexual y la creatividad del centro espiritual están localizadas en la misma área del cuerpo. Esta área circunda el cuerpo como una banda que comienza justo debajo del ombligo y se extiende hasta los muslos entre doce y quince centímetros debajo de los glúteos. Tanto la creatividad sexual como la creatividad espiritual están localizadas en esa área. Cuando la gente siente una pulsación del Espíritu a menudo la transladan al impulso sexual. Así que liberan ese impulso en un encuentro sexual y se dan cuenta de que no siempre da satisfacción. Particularmente, no da satisfacción cuando no está acompañado de amor, de compartir y cuidar espiritual con un compañero que sea parte de una relación de amor total.
Muchas veces, al no saber que el nivel de expresión sexual y de expresión creativa están localizados muy cerca en el cuerpo físico, te confundes en tus sentimientos. Un nivel dentro de ti parece urgir por expresión sexual, cuando en realidad puede ser un impulso hacia la expresión creativa. Parecería estar diciendo «Vamos, hagamos el amor», porque ésa es la experiencia a la cual te has condicionado. Pero en realidad puede estar diciendo «Crea: trae algo nuevo de tu propio ser». Si es así el sentido de satisfacción por el intercambio sexual tendrá muy corta vida. Tu satisfacción y tu realización durará mucho más si te elevas en una expresión creativa del Espíritu.
Hay muchas maneras distintas de expresar la sexualidad. Ninguna es necesariamente buena ni mala. No hay moralidad, y la moralidad del hombre determina quién es un «pervertido sexual». Personalmente no uso las palabras «pervertido» o «desviado» porque eso lleva a actitudes de correcto y errado, y no hay correctos ni errados intrínsecos. Sin embargo existen amplias variaciones de la expresión sexual de modo que prefiero el término «variante sexual». Hay maneras que traen gozo y maneras que no. Hay maneras que traen contento amoroso, y hay maneras que traen soledad y desespero. Es elección de cada uno expresarse de la manera como se sienta cómodo. La gente usualmente descubre por sí misma las maneras que traen culminación y gozo.
Cuando llegas bastante alto sobre los niveles negativos de conciencia del cuerpo, puedes experimentar liberación espiritual. Entonces puedes disfrutar los niveles inferiores con menos opción de quedar atrapado en las ilusiones de esos niveles. Sin embargo, eso no te da ninguna licencia para abusar o maltratar esos niveles. Es importante ser juicioso respecto a tus actividades, selectivo en tus experiencias y sabio en tu actitud.
Diferentes expresiones sexuales producen diferentes resultados, y algunas son más fáciles de manejar que otras. Un resultado de mucha expresión sexual poco selectiva, puede ser un desarreglo en el cuerpo, como una enfermedad venérea. Otro resultado puede ser la dispersión de un montón de energía creativa que podría ser canalizada hacia otras áreas de dirección y realización positiva. Otro resultado podría ser confusión y pérdida de identidad por mezclar muchas frecuencias diferentes en el cuerpo. Cuando no estás consciente de algunos de estos resultados, tal vez no notes que están sucediendo. Las personas que han tenido muchas experiencias sexuales desde muy jóvenes tal vez no tengan otros puntos de referencia, de modo que pueden no notarlo. Sin embargo, el cuerpo parece sufrir de debilitamiento de energía y extraños desarreglos.
En la medida en que te vuelves más consciente espiritualmente, descubres un sentido más solido de tu propia energía. En tanto haces ejercicios espirituales y te involucras en meditación y contemplación, comienzas a descubrir tu propia identidad. Entonces si sales y te involucras en un encuentro sexual casual, la sensación de confusión y de mezclar energía puede resultar muy notoria y puede convertirse en una elección que evites.
El intercambio sexual es una manera muy rápida de mezclar las frecuencias de tu propio ser con las de tu compañero. Así, cuando el intercambio sexual se hace indiscriminadamente, ésa puede ser una manera rápida de perder tu propia identidad. Al confundirte respecto a quién eres realmente, puedes perder tu dirección consciente. También puedes perder tu impulso positivo de energía y sentirte extremadamente agotado y drenado. Si tienes una relación sexual con alguien que mantiene encuentros sexuales con otros, no sólo puedes recibir las frecuencias de tu compañero, sino que también puedes recibir las frecuencias de aquellos con quienes tu compañero ha tenido relaciones sexuales. Puedes volverte el «recolector de basura» y eso puede ser un infierno. El resultado es que te vuelves tan inseguro de tu propia identidad y de tu auto-dignidad que entregas la dignidad de tu conciencia y permites que los patrones inferiores de deseo de tu naturaleza gobiernen tu vida.
Los encuentros sexuales promiscuos pueden confundirte en muchos niveles. Dado que la creatividad sexual y la creatividad espiritual están ubicadas tan cerca, la actividad sexual puede afectar adversamente tu creatividad espiritual, dejándote más abierto aún a recoger la energía de la última persona con quien te involucraste en intercambio sexual. Cuando entras en este tipo de confusión, encuentras que afecta muchas áreas de tu vida.
Si vas a tener una relación sexual, hazte un favor, tenla con la persona más iluminada que puedas encontrar, y ten una relación exclusiva con esa persona. Si tu compañero no está interesado en una relación sexual exclusiva, la elección de cómo manejarla siempre depende de ti. Sólo sé consciente de que puedes estar abriéndote a gran discordancia y confusión. No hay correctos ni equivocados, sin embargo hay resultados diferentes para acciones diferentes.
Dios reside en esencia dentro de cada persona. Mantén eso presente en una relación sexual y ama a esa persona como amarías al Dios que reside dentro de ella. Expresarse sexualmente es una manera como el Alma hace el amor en el nivel físico. Cuando amas a tu compañero desde los niveles físico, emocional, mental y espiritual simultáneamente, puede ser un bello intercambio de toda clase de energías. Puedes experimentar un equilibrio y una fusión que es verdaderamente satisfactoria y culminadora no sólo en el nivel sexual, sino en todos los otros niveles de tu ser.
Cuando dos personas se aman, no necesariamente se miran uno al otro para realizarse. Más bien, se encuentran a sí mismos mirando en la misma dirección para su realización. Esa es la clave: mirar al Espíritu para tu realización. Cuando dos personas hacen esto, voltean a mirarse una a la otra y ven la plenitud que ambos expresan, y el amor de los dos aumenta y amplifica su plenitud. Entonces no parece haber nada mal. Todo lo que hacen se vuelve espiritualmente correcto y perfecto. Y el amor sexual es entonces un aspecto de la relación de amor total.
Amar desde la fuerza
A menudo la gente coloca mucho de su sentido de identidad en el cuerpo. Es ilusorio. Eres mucho más que tu cuerpo. Un hombre me dijo una vez «Mi esposa dice que no puede vivir sin mí, pero no le puedo hablar de las cosas que realmente significan mucho para mí. Ella no se ocupa de escuchar y compartir en ese nivel. Aparentemente ella sólo quiere mi cuerpo. Entonces, lo voy a llenar de alcohol y se lo voy a dar». Esa es la manera como él resolvió el problema de la necesidad de ella por su cuerpo. Pero él no estaba contento con esa solución ni ella tampoco. No estaban compartiendo. No era amoroso. Hablé con ellos y les expliqué respecto a los distintos niveles de conciencia y cómo en amorosidad, ese amor puede expresarse en cada nivel. Vieron que su amorosidad estaba fragmentada e incompleta. Trabajaron en llevarla hacia una expresión en cada nivel, y su matrimonio se volvió mejor y mejor.
La Luz de tu propia conciencia te mostrará dónde no estás completando la verdad de tu ser dentro de ti. La verdad dentro de ti está completa, aunque a menudo esté velada por la ilusión, de modo que no sabes ni percibes claramente. La gran cuestión de la naturaleza humana es buscar la verdad que lo circundará todo, la verdad dentro de la cual todo caerá y dentro de la cual todo puede ser explicado, medido y manejado. La creencia es que cuando esto se complete, la paz, la seguridad y la felicidad se encontrarán porque habrá un lugar para todo. La cuestión en sí misma es una ilusión. De la única manera como la cuestión puede ser completada es conociendo a Dios. Dios es la única verdad que circunda todo lo demás.
En el sentido físico, Dios es más bien intangible, y nuestro condicionamiento nos enseña a ir tras cosas tangibles: más dinero, un mejor trabajo, una casa grande, un carro nuevo, un esposo, un buen físico, una figura linda, ropa nueva, etc. En tanto persigas estas metas, muchas cosas pueden suceder. Puedes usar a otras personas para conseguir las cosas que quieres, y otros pueden usarte para conseguir las cosas que quieren. Pero en este nivel, todo el mundo usa a todo el mundo. Eso está muy bien. Es parte del juego. Abusar o maltratar no son parte del juego. Pero el uso, claro que sí. Usas a la gente, la gente te usa. Es un intercambio. Nadie puede explotarte ni maltratarte a menos que tú lo permitas, lo promuevas, o lo crees activamente. Puedes hacer las tres cosas. Pero sin tu permiso en algún nivel, no pueden abusar de ti.
Todos conseguimos lo que pedimos. A veces pedimos cosas inconscientemente, sabiendo lo que estamos haciendo; a veces pedimos cosas de una manera no tan-consciente pero aún así las pedimos. Las mujeres que usan blusas descotadas o faldas muy cortas o pantalones muy apretados están pidiendo la atención que obtienen. Piden una posible explotación y cuando los hombres las explotan, se sienten maltratadas y utilizadas. Tal vez sea así, pero ellas lo crearon de manera bastante específica.
¿Y qué pasa con el hombre que le compra espléndidos regalos a su mujer? Muy a menudo intenta comprar amor, afecto y aprecio de aquellos para quienes está comprando los regalos. Y cuando se llevan los regalos y lo dejan, se siente maltratado y siente que sacaron partido de él. Tal vez sea así, y si es así, fue él quien lo estableció de esa manera.
Sé sabio en tu actitud. Observa tu propio comportamiento y usa tu inteligencia para que te diga cuál será el resultado. Realmente no es muy difícil, si el resultado está bien para ti. La acción está bien. Y si no te gusta el resultado que tu comportamiento te da, dirige tu comportamiento de la manera como te brinde resultados más confortables. Esas cosas no son grandes misterios cuando las miras claramente.
Una mujer divorciada vino a verme para consejería. Todavía estaba experimentando cierta dificultad en relación con su divorcio, y me contó cómo había sucedido su divorcio. Estaba haciendo el amor con su esposo y la televisión estaba prendida en «El gran premio de los $64.000» Ellos estaban muy involucrados en lo que estaban haciendo y él particularmente estaba en lo que estaba. En un momento hicieron la pregunta de los $32.000 y como un disparo inesperado ella la respondió. Bien, instantáneamente todo se terminó. El se levantó, se duchó, se vistió, empacó una maleta y dijo «¿Te gustaría intentar con la de $64.000?». y salió por la puerta. Esa fue la última vez que lo vió; su abogado se encargó de todos los procedimientos del divorcio. Ella me dijo «A veces tienes que ser muy cuidadoso con las preguntas que respondes». La oportunidad es importante. A veces es sabio dilatar las cosas hasta cuando el tiempo sea más apropiado.
Si el amor que expresas no es el amor de elevación espiritual, te encuentras enredado en áreas de carencia y dolor emocional. Si estás en una relación con alguien, déjale saber qué tan lejos puedes llegar en el momento, y si no sabes, sólo dí «No sé». Hay una gran seguridad en esa declaración porque la honestidad es evidente. Tal vez no lo sepas debido a la manera como tu pareja preguntó, o tal vez haya otras razones. Pero hay una seguridad en saber que no vas a dar información deshonesta ni dejar que tu amado camine torpemente en confusión. No hay nada de malo en decir simplemente «No se».
Si trabajas con la gente amándola y apoyándola sin interferir, te estás volviendo un trabajador de la Luz en acción. Entonces comienzas a sintonizarte con la Luz dentro de cada persona, la cualidad que se conoce como el Cristo. Cada persona tiene una Luz dentro de ella. Tu trabajo es simplemente volverte consciente de ello. Cuando lo haces, puedes activarlo hacia una conciencia más y más grande, hasta que llegas al Alma que es la conciencia de Dios, de Luz y de Amor. El Alma está bien protegida. Está guardada por los mejores guardianes que podrías encontrar. Algunos de esos guardianes son «Pobre de mí». «Nadie me ama». «Estoy hecho un desastre». «Estoy arruinado». «Estoy verde de la ira». «Te quiero». «Quiero controlarte». «Odio tu barriga». Una clave para desviar todo esto es sólo decir «Muy bien» y seguir con tu vida. Ninguno de esos estados durará mucho.
La conciencia que es el Alma prevalece sobre todo. No pelees ni resistas la negatividad porque esa resistencia te encerrará en la negatividad. Sólo déjala ser lo que es y déjala fluír a través de ti y que salga. Déjala ir. Y dirige tu acción de una manera positiva, usando todo lo que llega a tu camino como un escalón hacia donde vas.
A menudo es importante cortar las distracciones del mundo físico y girar hacia la esencia del Espíritu. Puedes querer alejarte solo, o escalar las montañas, lo cual puede simbolizar tu conciencia superior. Allí puedes ser capaz de verte tu mismo y de ver a Dios más claramente. Cuando estás abajo en el valle, hay más sombras; de igual forma, en cada conciencia hay picos y valles. A menudo subes a un pico en tu conciencia y te sientes muy bien, pero luego empiezas a bordear el otro lado hacia el valle de sombras. En vez de bordear hacia esos lugares sería prudente sentarse en la cima de la montaña por un rato y disfrutar la altura que has alcanzado. Es mucho más fácil trabajar desde una posición de conocimiento y de fuerza que desde una de debilidad e insuficiencia.
Los sentimientos de desaliento y desapego llegan cuando no te das cuenta de quién eres realmente. No te sientes Dios dentro de ti. No sientes el Alma, ni el Espíritu ni la dicha de tu conciencia interna. Así que puedes hacer cualquier cosa con el fin de sentir algo. Podrías inclusive causarte pena tu mismo con el fin de sentir algo. Podrías golpear fuerte a otras personas de modo que te devolvieron el golpe y así sentirte bien. Podrías saciarte con comida, bebida o usando drogas y cuanto hay, todo para conseguir una sensación, de modo que puedas decir «Tal vez ése soy yo». Puedo garantizarte que ése no eres tú. No eres tus sentimientos. Lo que estás tratando de definir en términos de esos niveles no reside allí. Si así fuera lo habrías encontrado desde hace tiempo. El gozo, la dicha y el amor que brotan dentro de ti como una gran fuente son de Dios, del Dios que reside tanto dentro como fuera de ti.
Puedes pedir la Luz del Cristo para activar tu propia conciencia Crística. Si te has puesto en una posición de recibir, puedes experimentar un rayo de conocimiento, de conciencia, de realización. Cuando estás trabajando en áreas síquicas, las realizaciones con frecuencia pueden ser atemorizantes porque llegan muy rápido, con muy poca preparación. Cuando trabajes bajo la protección de la conciencia del Viajero Místico, estarás preparado para tu despertar. El Viajero traerá la realización a tu conciencia más gradualmente. El velo que te aleja de ti mismo será recogido gradualmente y te revelarás a ti mismo en un progreso gradual. Llegarás a saber que eres uno con el Padre, que es uno con toda Su creación. Entonces puedes mirar todas las cosas y expresar tu unidad con la simple declaración «Esto es lo que Soy».
Capítulo IV
Aún después de confrontar tu karma, tus hábitos negativos intentarán llevarte de vuelta hacia los viejos patrones familiares.
Karma se deletrea E.S.T.U.P.I.D.E.Z.
Con un sentido más puro, el karma puede ser definido como «acción». Y el karma negativo se puede definir como inhabilidad para actuar. A menudo es tu karma negativo el que está sobre ti cuando no sabes hacia dónde voltear ni hacia dónde ir. Tú dices «¿Para dónde voy? ¿Voy para acá o para allá? ¿Escojo esto o eso? ¡No se qué hacer!». Ese es tu karma. Sientes que te gustaría moverte de una manera pero algo adentro dice «No, no puedo». Y no sabes qué hacer ni en qué dirección ir. No puedes ni siquiera «retractarte» y hacer una decisión por omisión, tu karma te amarra completamente. Estás atrapado. A veces ni siquiera sabes y es ahí cuando la ignorancia puede lucir como una bendición.
Cuando tienes karma y no lo sabes, vas caminando pesadamente sin cesar, encontrando una cosa kármica tras otra, hasta que te sientes como una gran rueda haciendo círculos. Ese sentimiento puede ser acertado. A veces sigues dándole vueltas una y otra vez a la misma situación kármica hasta que un día te levantas y dices «¿No he hecho esto antes? Recuerdo la última vez. No me gustó mucho entonces, y ahora parece que sucede de nuevo». Pon cuidado esta vez. Enfócate en lo que está sucediendo. Disciplínate en la acción. Si puedes enfocarte y volverte consciente, puedes actuar «No tengo que seguir haciendo eso. Haré esto a cambio». Y en ese momento de acción positiva, tu karma negativo es confrontado y disuelto por tu inteligencia, al ver lo que es y al hacer una elección.
Aún después de confrontar tu karma, tus hábitos negativos intentarán llevarte de vuelta a los viejos patrones familiares. Permitir que eso suceda, se deletrea E.S.T.U.P.I.D.E.Z. Esos hábitos negativos pueden ser tan fuertes dentro de ti que cuando el intelecto dice «¡Cuidado!» dicen «Pero yo ya pasé por eso. Está bien». Algunos de esos patrones kármicos son como el arsénico. Puedes tomar un poquito, y no te mata, y puedes tomar un poquito más y no te mata. Pero un día tomas un poco más y te mueres. Se acumula en el sistema, y no puedes deshacerte de él. Ni siquiera tienes que tomarlo durante días consecutivos. Puedes espaciarlo dentro de un período largo, y aún así se acumula y eventualmente te mata.
La ignorancia y la inhabilidad para actuar, matan. Pero primero torturan. La estupidez también tortura. Te metes en el mismo enredo una y otra vez. Tal vez sea la misma escena con tus padres. Tal vez sea la misma aventura con diferentes mujeres. Tal vez sea la misma rendición ante el alcohol. Sea cual sea la forma que tome, es la inhabilidad de cambiar, lo que te atrapa en un patrón. Y dices «Sigo haciéndome lo mismo. No se por qué. Parece que no puedo salir de esto. Me duele». Te estás golpeando en la cabeza y por supuesto que duele. Detén eso, y tal vez tu dolor de cabeza se aclare. Y si tienes una inhabilidad para detenerte, encuentra a alguien que te ayude a hacerlo. Consigue a alguien que detenga tu mano o amárratela. Claro, es un punto de vista ridículo pero a veces se requiere un cambio drástico para forzarte hacia una nueva dirección, hacia una acción positiva.
La gente adicta al juego es un ejemplo de los patrones negativos en acción. Un jugador sigue sacando su dinero y sigue perdiendo. El tipo está sentado allí jugando y es como si otros tipos vinieran con un bate de baseball y le golpearan la cabeza. El jugador dice «¡Vaya! Alguien me golpeó la cabeza con un bate de baseball». Y sigue jugando. Muy pronto, el tipo con el bate regresa y el jugador dice «Mira el tipo con el bate de baseball, me va a golpear en la cabeza de nuevo». Lo hace, y el jugador dice «¿Viste lo que hizo? Me golpeó la cabeza con el bate de baseball». Y regresa a jugar. El tipo regresa y lo golpea de nuevo. Y el jugador dice «¿Puedes creerlo? Me golpeó de nuevo». Y regresa a jugar. La próxima vez que vuelva el tipo y lo golpee en la cabeza, dirá, «¡Creo que debería salir de aquí!» Y se irá.
Verlo venir no es suficiente. Seguramente eres un buen profeta, tus profecías son acertadas. ¡Aquí viene! ¡Paf! ¡Justo en la cabeza! Saber que viene no lo hace más agradable. Y tampoco hace que el dolor sea menor. Después del primer golpe, podrías levantarte y evacuar la silla, prepararte para agachar la cabeza o hacer alguna negociación. Cuando llegue un campo kármico a tu camino, levántate y muévete. A menudo ese campo kármico llega a ti para hacer que te mueva, para levantarte de la silla y moverte hacia cosas nuevas que serán para tu beneficio. El cambio es una parte necesaria en la vida. Con frecuencia, resistir el cambio trae dolor.
Algunas personas son estupendas en resistir el cambio. Dicen «He estado sentado en este lugar durante 20 años y no me voy a mover por ninguna cosa kármica que me golpée en la cabeza». Muy bien, golpéate en la cabeza. «No no quiero ser golpeado en la cabeza». Entonces, muévete. No, no me muevo» ¡Aquí viene! «Diablos, justo en la cabeza ¡Duele! Pero no dejaré que me alcance. No me voy a mover. «¿Por qué?» Porque soy orgulloso». Tu cabeza comienza a lucir como un bulto de papas. ¡Mejor sería que te deshicieras de ese orgullo rápido! «No Señor, me voy a sentar en este lugar hasta que llegue el reino». Aquí viene de nuevo «¡Vaya! ¡Justo en la cabeza!».
Cuántas veces tienes que ser golpeado en la cabeza y derribado antes de decir «¡Esto no está funcionando!». A veces, antes de que alcances ese punto, comienzas a sentirte aturdido. Te golpea en la cabeza y piensas «No dolió tanto». Tal vez tu cuero cabelludo está amoratado y llenó de costras. Tal vez estás tan acostumbrado al dolor que piensas que está mejorando. ¡Aquí viene de nuevo! «Ese no fue tan fuerte». Tal vez no, pero esta vez tu maxilar se dislocó… Está comenzando a afectarlo todo.
La repercusión de una acción kármica va a través del cuerpo y de la conciencia, y afecta muchas áreas. Por ejemplo, el patrón de obstinación y resistencia en una mujer puede causar desarreglo en el sistema reproductivo y hacer que necesite una histerectomía. Esos bates de baseball kármicos llegan. Te golpean. Si resistes el dolor al ponerte cada vez más severo y empujas la energía negativa hacia el área reproductiva del cuerpo, esa energía bloquea el flujo y eventualmente puede manifestarse como un desarreglo. Es un bloqueo de energía. Este patrón en los hombres causa impotencia o una hernia. En verdad la causa inmediata de la hernia puede ser levantar algo muy pesado, pero un patrón de resistencia y obstinación creó la debilidad que hizo posible la lesión.
Si eres realmente honesto contigo y vives en la verdad, puedes escribir en un pedazo de papel todo lo que te ha sucedido y cómo lo has causado. Es realmente interesante descubrir que no sólo lo creaste sino que lo permitiste e inclusive a veces lo promoviste. Entonces quieres culpar a alguien por tu creación «¡Oh, no! Aquí viene de nuevo. ¡Me golpeó en la cabeza de nuevo! ¿Cuándo va a parar esto?». Sal del camino. Sentarte allí lo promueve. «No, no es así. Sólo estoy sentado aquí pensando en mis propios asuntos». Muy bien, pero el tipo con el bate corre en una pista y pasa por aquí cada dos horas. ¿Por qué te sientas en la pista? «No sabía que era la pista porque estaba oscuro cuando me senté». Ahora hay luz, y en unos cuantos minutos él va a venir de nuevo. ¡Levántate! ¡Muévete! «No señor, no me voy a mover». Están construyendo otra pista va a haber dos tipos con bates, uno a cada lado. «No creo que pueda soportar eso. Me voy a mover. Pero no es mi culpa. No debería tener que moverme». Si, tienes que moverte. La primera vez que te golpeó el bate, la primera vez que lo viste venir, la primera vez que lo oíste aproximarse, ése era el momento de moverse. No esperes a que te golpee quince veces, No te aferres a los viejos patrones. Déjalos ir. Suéltalos y muévete a lo que sigue. Se llama inteligencia.
He escuchado a mucha gente hablar de su sufrimiento, pero cuando miro a través del planeta, veo la Luz perfecta en su equilibrio y en su manifestación. Veo gente resolviendo, equilibrando y acelerando sus situaciones kármicas. Veo gente creciendo, progresando, aprendiendo, llegando a posiciones de conciencia más y más grandes. Y eso es no sufrir. El sufrimiento ocurre cuando el hombre se separa de Dios. Todo lo que se llama sufrimiento es sólo un síntoma de esta separación de Dios.
Cuando no ves la perfección de la acción de la Luz y tu sendero en este planeta, la acción de la Luz a veces parece ser circunstancial y puede producir una forma de sufrimiento. Por ejemplo, una semana puedes invocar la Luz y encontrar que realmente te funciona y que todo en tu vida sucede de una manera hermosa. Una semana más tarde puedes invocar la Luz y encontrar que nada parece suceder como debería. Dices «NO funcionó» sientes el sufrimiento. ¿Alguna vez consideraste que el tiempo difícil que estás teniendo podría ser sólo lo que necesitas para ayudarte a crecer, para ayudarte a elevarte hacia el siguiente nivel de conciencia? La Luz siempre funciona para tu bien mayor aunque no siempre sea notorio cuál es tu bien mayor.
A veces en tu vida puedes sentir que has mezclado varias cosas y de repente transmutaste un «plomo» en un «oro» tan precioso y bello que está por encima de las palabras. Entonces olvidas qué cosas mezclaste, en qué proporciones y que puedes hacerlo de nuevo. Eso puede producir la forma de sufrimiento que llega con la inhabilidad de recrear lo bello que sucedió una vez. Aunque esa belleza fuera para ese momento, la conciencia humana siempre se mueve hacia adelante, hacia un eterno AHORA. Por ello es importante vivir en el momento y crear de nuevo en cada momento el «oro» de tu ser. Nunca podrías hacerlo usando la fórmula de ayer. Se hace nuevo todo el tiempo.
A menudo mi trabajo consiste en aliviar el dolor dentro de mí mismo y de otros. Dentro de mí es muy fácil. Sólo me muevo hacia la conciencia superior y resido allí hasta que veo las cosas en una perspectiva más grande. Puedo estar experimentando muchas cosas en este nivel las cuales pueden no ser vistas como positivas o amorosas, pero si yo reconozco que Dios está en todas partes y veo evidencias de Dios en existencia total, mi «sufrimiento» llega también en perspectiva y veo y entiendo la perfección de la gran acción.
Cuando sientas que estás en una posición de sufrimiento casi podrías apostar que has creado ese sufrimiento para ti mismo. Te puedes encontrar diciendo «Necesito ayuda, necesito consejo, pasó esto y tengo que encontrar una manera de resolverlo». Lo que realmente estás diciendo es «Hice esto y esto y esto y ahora todo está regresando, y duele». Cuando sucede eso tienes dos opciones: puedes reír o llorar —pero tienes que manejarlo. Puedes estar en el sentimiento de miseria y desespero y llorar por lo que ha pasado. O puedes comenzar a elevarte y decir «Bueno, claro que duele cuando río, pero reiré de todas maneras». Te sentirás mucho mejor con la segunda opción. Puede que no aleje el sufrimiento, pero podría hacerlo más fácil de atravesar.
Cuando te has causado pena e incomodidad mediante tus acciones puedes adoptar una actitud de quietud y serenidad. Esa actitud puede sostenerte a través de casi todo. Enfócate en el momento sin mirar hacia la semana entrante hacia el mes entrante o hacia el año entrante. Sólo mantente presente en el ahora —en cada momento— y trata cualquier cosa que se te presente en el momento. Usualmente la vida no es tan difícil de esa manera. Parece que la mayor parte del sufrimiento tiene lugar cuando miras atrás hacia el ayer, o adelante hacia el mañana.
Cuando Dios creó el mundo, miró Su creación y dijo «Está bien», aunque hay muchas religiones que dicen que el hombre nació para sufrir y que el hombre debe sufrir por sus pecados. Así que lo que sea que es el pecado, debe estar adentro, no afuera en el mundo. Se ha dicho que el pecado es ignorancia y es cierto que mucho sufrimiento llega porque no sabemos lo que está pasando. La ignorancia es oscuridad y en la oscuridad a veces caes. Se podría decir que de esa forma pecas contra tu propia conciencia Crística, contra la Luz de tu propio Ser.
Vivir exitosamente
La humanidad ha desarrollado un concepto de la oscuridad, la ignorancia y la falta de entendimiento, que es el castigo. Practicar el castigo ha producido mucho sufrimiento en el mundo. La idea del castigo parece ser universal, con aspectos muy diversos. Un tipo de castigo es la reacción de una persona hacia alguien diferente de sí mismo «Te castigo porque no eres como yo y porque no estás haciendo las cosas de la manera como quiero que las hagas». Si esta idea se les presenta a los que hacen el castigo, podrían decir «Entonces tal vez sientas como si tuvieras derecho a castigarme. ¿Qué derecho es ese?» Si dicen «Porque soy tu padre» puedes decir «Muy bien». Pero los niños con frecuencia añaden «Entonces cuando yo sea grande e independiente y no esté bajo tu control, podré castigarte». Eso te da otro aspecto del castigo que es la venganza. Es la vieja ley de Moisés «Ojo por ojo y diente por diente». En los niveles inferiores a menudo éste es un punto de vista acertado. Pero la Biblia también dice que la venganza será del Señor. El Dios supremo proporciona absoluto equilibrio y eso no es castigo. El hombre castiga. Dios ama. Dios ama por igual a los hombres que castigan y a los que reciben el castigo.
Puedes involucrarte en proporcionar castigo cuando sientes que estás siendo limitado, cuando encuentras a alguien apiñándose a tu alrededor, cuando alguien usurpa tu autoridad sobre tu propio dominio «¿Qué derecho tienes a mirar en mis libros?» «¿Qué derecho tienes para preguntar cuánto dinero tengo?». Cuando has establecido tu divinidad soberana sobre las cosas que dices que son tuyas, realmente te sientes acertado y justificado al castigar a quien quiera que entre en esa área. Pero cuando te esfuerzas para castigar a otro, en realidad te estás castigando tú mismo; en realidad estás diciendo «Simplemente no puedo manejarlo de ninguna otra manera».
Me gustaría contarte una experiencia personal como ejemplo de cómo el castigo es auto-destructivo. Tengo dos perros en casa que pueden ser más listos que cualquiera en la casa. Cuando todavía estaban muy jóvenes estábamos poniendo una barrera de modo que ellos estuvieran en un parte de la casa y nosotros pudiéramos usar el resto, como una especie de trato. Pero los perros querían la parte de la casa donde yo estaba. Se gastaron muchas horas planeando una manera de mantenerlos confinados en una pequeña área de la casa. Poníamos la barrera, los dejábamos al otro lado y los llamábamos con un silbato, para ver si ellos encontraban una manera de sobrepasar cualquier obstáculo que colocáramos frente a ellos. Tratamos de muchas formas, sin mucho éxito. Finalmente los que trabajaban en el asunto pensaron que realmente habían dado con una barrera a «prueba de tontos». Así que los pusimos al otro lado, nos sentamos y observamos cómo la atravesaban. Un perro pasó a través de un espacio que tenía apenas unos 12 centímetros de ancho, un espacio en el que objetivamente nunca hubiera podido pasar. Yo estaba mirando las auras de mis compañeros en el cuarto, y algunos reflejaban el impulso de agarrar al perro y «meterlo» de vuelta a través del hueco, con amor, naturalmente. Y algunas auras reflejaban el impulso de golpearlo con algo de modo que no lo intentara de nuevo. Al ver eso pensé que les demostraría este tipo de acción. Cogí un pedazo de papel y lo golpeé fuerte contra el piso frente al perro, y el perro retrocedió ante ese principio. Pero encontró su camino por otro lado después de un rato. El no iba a dejar que nada lo detuviera. Ambos perros eran astutos. Aprendieron a pasar a través de esa «restricción» y les construímos otra que también aprendieron a atravesar. Nos tomó cierto tiempo antes de que encontráramos una manera de mantenerlos dentro de cierta área. Hubiéramos podido castigarlos y ellos hubieran dejado de atravesar la barrera. Hubiéramos podido golpearlos tan fuerte que se habrían vuelto temerosos. Pero en el momento en que hubiéramos hecho eso los habríamos perdido. El castigo es una propuesta para perder. Algunas personas aprenden con castigo, aunque aprenden mucho más efectivamente mediante el reforzamiento positivo y el amor.
La mayoría de la gente ha sido muy castigada en sus vidas, y a veces el castigo consiste en no permitirles pensar por sí mismas. La gente no le permite a los niños que piensen: piensan por ellos. «Haz lo que se te dice y no repliques. Y no te atrevas a preguntarme». A los niños les encanta preguntar «¿Por qué?». Los amas, entonces les explicas más y dicen «¿Por qué?» así que les explicas más y crees que ya entendieron y dicen «¿Por qué?» Y para ese momento los castigas bien sea con una palmada o dándoles alguna declaración sin sentido que ellos saben que no es verdad. Y justo allí creas una brecha en la comunicación que puede afectar los próximos cuarenta años, y sabrás que lo hiciste al castigar al niño que preguntó «¿Por qué?».
Tal vez el niño no quiera saber por qué. Posiblemente quiera saber cómo funciona. Cuando un niño pregunta «¿Por qué?» puede estar preguntando cómo funciona algo o cómo puede accionarlo. Así que a eso es a lo que tú respondes. Una vez estaba con unos amigos y su hijo estaba preguntando respecto a lavar con jabón, y los padres le explicaron cómo el jabón lavaba los platos y la ropa. El siguió preguntando «por qué» hasta que le dijeron unas cuantas palabras que estoy seguro no querían decir realmente. Cuando ellos terminaron, cogí al niño, lo puse en el fregadero, abrí el agua, puse jabón en sus manos y comencé a frotarlo de modo que tuvimos montones de espuma y burbujas. Dije «¿Ahora entiendes por qué?» El dijo «Si». Vió lo que pasaba con el jabón. No necesitaba tener ninguna otra información. La información no era su nivel. Su nivel era «¿Cómo esta cosa hace eso?» Las palabras no le satisfacían porque él no entendía las palabras cuando se las decían. Pero él entendió cómo funcionaba. Entendió la experiencia.
Si alguien te pregunta algo y tu tienes que castigarlo, es porque has fallado en mostrarle cómo funciona o en explicarle cómo hacerlo. La gente usualmente está tras la experiencia de algo, más que tras la información. Si puedes darle a una persona una experiencia que le muestre una manera de expandir el rango de su creatividad, te estás comunicando con éxito.
Los Maestros de todos los tiempos han presentado pautas, pautas para vivir tu vida en la Luz del Cristo, en la Luz de tu propia conciencia, libre de sufrimiento. Estas pautas te ayudan a manejarte en este mundo.
El hecho de no manejar este mundo muy bien no detiene tu crecimiento espiritual, pero serías más feliz si lo manejaras mejor. Así que si quieres ser más feliz, es tu responsabilidad aprender aquellas cosas que hacen más fácil vivir con éxito, elevando la vida aquí.
Dado que es tu responsabilidad manejar este nivel, realmente nadie puede decirte qué hacer, y tu no puedes culpar a nadie por lo que te sucede en esta vida. En la medida en que las opciones se te presentan a veces entras en confusión, duda y perplejidad. Entonces el mañana se carga de miedo y se vuelve una forma de sufrimiento. De nuevo, debes traerte al AHORA y vivir en este momento. Es más fácil ser feliz en el momento.
A veces el sufrimiento llega cuando le das mucho valor e importancia al mundo físico y te quedas atrapado en el encanto de este mundo y en todas las cosas que existen aquí. No debes olvidar que este mundo físico es sólo el diez por ciento de toda tu existencia y que el noventa por ciento de tu existencia en los mundos espirituales es el lugar donde tu enfoque y tu atención podrían funcionar.
Cuando confundes tu espiritualidad con la materialidad de este mundo, estás pidiendo grandes problemas. Cuando buscas cosas materiales y miras el mundo por realización, puedes encontrar un sentido temporal de contento y satisfacción, pero no encontrarás realización. La trampa está en confundir el sentimiento de satisfacción con el de verdadera realización y creer que lo has logrado. En ese punto el asunto, persona o trabajo sobre el cual basas tu satisfacción se va y te quedas sin «nada». Eso es sufrimiento.
Mientras estés en el mundo, debes tratar con el mundo. Pero es importante mantener este mundo y las cosas de este mundo en su debida perspectiva. A un gran Maestro hindú le preguntaron cómo hacía para trascender el pensamiento y residir en el intelecto puro. Su respuesta fue «No lo sé», con la cual no fue muy bien «visto». Pero piensa un poco en la pregunta. Desde un estado que trascienda el pensamiento, no hay manera de contestar una pregunta que viene del pensamiento y requiere del pensamiento para responder. No hay respuesta para esa pregunta. Desde un estado más allá del pensamiento, no puede haber descripción de ese estado de palabras.
Es posible llegar a un estado de dicha, de unidad, de gozo, que está más allá del pensamiento y más allá de las palabras. Y en esos momentos, ves la perfección y la belleza del plan de Dios para cada persona así como para la humanidad. En esos momentos sabes que no hay sufrimiento y que todo es perfecto. Cuando haces ejercicios espirituales y te enfocas en el Espíritu y en los nombres sagrados de Dios, alcanzas con más frecuencia ese estado de conocimiento y encuentras menos y menos preocupaciones con las cosas del mundo. Trasciendes la barrera que causa sufrimiento y caminas libre en tu conciencia de Dios.
Capítulo V
Cuando estásen un estado de cooperación, tu actitud es de gozo, de entusiasmo y de abundancia.
Todo el mundo gana
En tanto comienzas a moverte en la dirección de tu propia conciencia espiritual interna, puedes comenzar a trabajar con ratas vibratorias de energía más altas que aquellas de las que la gente está consciente. Voy a explicar unos cuantos aspectos de este trabajo tan científicamente como pueda. El Espíritu es la esencia más pura en toda la creación incluyendo los mundos del plano físico y los mundos de los planos más altos. Dado que es esencia pura, nada que se manifieste debe manifestarse desde el Espíritu.
Los científicos han trazado los elementos de creación hasta las partículas subatómicas, pero no saben qué hay más allá. Las partículas sub-atómicas son manifestaciones del Espíritu. Pueden ser creadas o atraídas por el poder de la mente. Dado que la mente tiene una cantidad enorme de poder, es importante ser muy cuidadoso en su uso.
Se pueden construír electrones trayendo fuerzas de poder mental en una formación circular, en un movimiento, en un estado que no es estático. Cuando traemos un electrón, lo traemos hacia la cohesión y muy pronto podemos formar un átomo. Luego traemos más electrones y formamos más átomos. Y al hacer esto, comenzamos a formar patrones de energía y materia.
Cuando alcanzas un punto de maestría de creación, puedes manifestar desde los éteres cualquier cosa que quieras. Hay un Maestro en la India que puede hacer este tipo de cosas. Es tan Maestro en esa acción que no tiene que sentarse y reunir la energía a través del método que acabo de describir. Simplemente lo ordena mentalmente y trae lo que desee crear en la existencia física. El diría, se manifestó en la realidad física. En MSIA usamos esta energía para elevarnos
nosotros mismos y a otros, hacia un estado superior de conciencia al irradiar esa energía a través de la conciencia e incrementar el nivel de energía del cuerpo.
Veamos cómo funciona este nivel de energía en la conciencia. Cuando nuestra mente comienza a crear, puede crear desde un punto de vista emocional. En otras palabras podemos crear tanto positiva como negativamente. Podemos crear positivamente al traer nuestra rata vibratoria hacia un sentido de creación perfecta, hacia un sentido de culminación satisfactoria, y hacia un sentido de orden divino, sabiendo que lo que traemos a la existencia será perfecto, que no sólo puede ser perfecto sino que será perfecto. En tanto nos volvemos positivos, nos volvemos creadores. Podemos comenzar a crear nuestro equilibrio a nuestro alrededor.
En la medida en que vemos cosas en perfección dentro de nuestras mentes podemos crear esa perfección a nuestro alrededor. De modo que si vemos a alguien como imperfecto, no estamos ayudando a esa persona a su perfección. Pero si usamos la expresión imperfecta de alguien como una pauta para dirigir a esa persona a elevarse más alto, eso no es creación negativa, es dirección. En otras palabras, si señalamos cómo una función negativa puede conducir hacia una función positiva, eso es útil como dirección. Es muy importante mantener la idea de crear de la negatividad y dirigir de la negatividad, separadas, porque son procesos separados diseñados para traer cosas diferentes hacia el campo de fuerza al rededor tuyo.
Miremos la creación negativa y así podremos ver más claramente la creación positiva. Existe una amplia evidencia de creación negativa. Si alguna vez has estado en una casa o en área donde hay gran negatividad hacia el Alma en un cuerpo humano, entenderás lo que quiero decir. Enormes expresiones de negatividad atraen un cierto campo de fuerza que continuará creando más negatividad, atrayendo más de esa misma fuerza.
Déjame darte un ejemplo de mi experiencia personal de este tipo de creación negativa. Mientras estaba en Nassau en las Bahamas, fui a las catacumbas y las mazmorras donde hace mucho tiempo la gente fue torturada hasta morir, y sus cuerpos fueron despedazados mediante diversos métodos. Caminando por las catacumbas, me sintonicé inmediatamente con toda la energía negativa que se había creado allí. Esta enorme energía era tan fuerte que tuve la sensación de no poder respirar. Llené mi cuerpo con la Luz y entonces fui capaz de mantener alejada la negatividad.
La negatividad de las catacumbas aún era muy opresiva, así que pensé «¿Qué es esto? ¿Estoy sintiendo claustrofobia?» Pero no soy propenso a esa experiencia así que tuve que descubrir más respecto a mi sensación. Comencé a sintonizarme más de cerca al ambiente, y entonces pude ver formas de fantasmas que empezaban a aparecer. Probablemente habían estado allí todo el tiempo, pero tuve que sintonizarme con ellas para ver exactamente lo que eran. Pude sentir la agonía que esta gente había atravesado en sus conciencias. Desde la agonía que expresaron construyeron grandes formas de energía negativa de odio, desespero, agonía, venganza y muerte en torno a sus cuerpos. Era extremadamente opresivo.
Este tipo de muerte que involucra tortura y mutilación probablemente había estado allí por muchos, muchos años. Las víctimas habían comprometido hacia el odio y la venganza, la energía que habían creado mediante su agonía, desespero y malestar emocional, y la colocaron en esa área. El aire estaba tan cargado por todos esos años con este tipo de actividad que nada había logrado romperlo, lo cual explica la condición opresiva.
Creí que yo era el «Llanero Solitario» en mis sensaciones, que yo era el único que estaba sientiendo todo esto, pero cuando íbamos saliendo, pude escuchar a la gente decir «Vaya, difícilmente podía esperar a salir de ese sitio. Era tan opresivo. Podía sentir cosas en mi cuello y mis hombros. No podía respirar». Comencé a escuchar y a darme cuenta de que la gente se sintonizaba con eso, independiente de que lo supieran o no. Esas personas no sabían lo que estaban sintiendo, pero se habían sintonizado con la negatividad, con la depresión y con el temor. Otros dijeron «Podías oler la muerte allí ¿no es así?» Yo no pude olerla, pero seguro que pude sentirla y verla.
Esta experiencia señala el hecho de que puedes crear esta negatividad a tu alrededor mediante la agonía, el desespero y el temor de tu propia depresión. Haces lo mismo cuando estás deprimido y negativo dentro de tu propia conciencia durante el día. Te sales de equilibrio dentro de ti, pierdes control y creas un campo de negatividad a tu alrededor que atrae mayor negatividad aún. Comienzas a atraer negatividad hacia ti tan rápido que te preguntas cómo demonios podrás manejarla, y ese día realmente puede ser un mal día para ti. Puedes estar tan cargado dentro de tu corazón, tu estómago, tu cuello, tus hombros y tus ojos que te preguntas cómo puedes atravesar todo eso. Puedes tratar de mandar lejos esos sentimientos y encontrar que no puedes. Todo lo que puedes hacer es crear más y más negatividad y aprisionarla contra ti hasta que se vuelva opresiva para tu cuerpo.
Sin embargo, Dios en Su amor y en Su gran inteligencia nos permite soltar nuestros cuerpos y dejarlos en la noche. Entonces podemos llegar a diferentes reinos y recargarnos con energía positiva para traerla al cuerpo a la mañana siguiente. Eso es lo que la mayoría de la gente hace, pero la gente que ha estado trajinando con la creación negativa día tras día tal vez no salga del cuerpo por la noche. La negatividad los reprime y los detiene, y se levantan al día siguiente tan cansados, tan hambrientos y tan irritables como lo estaban el día anterior. Estos sentimientos aparecen en el primer momento que abren sus ojos en la mañana «¡Oh, un día más!» y prenden en el cerebro sus patrones automáticos de reacción y comienza a pasar una «película» en sus mentes de cómo va a ser el día.
Esa «película» con frecuencia es una película de horror retratando lo mal que van a salir las cosas el día entero. Entonces el día comienza a ir justo como en su «película». Dicen «Sabía que sería un mal día, cuando me levanté esta mañana. Sabía que esto iba a pasar cuando viniera a trabajar. Sabía que esto iba a pasar cuando llegara a casa». Estaban en lo cierto. Crearon el campo de energía negativa y ese campo fue delante de ellos y trajo a la manifestación física las cosas que crearon en sus mentes.
Esta fuerza creativa es muy impersonal. No importa que sea positiva o negativa. Cualquier cosa que crees con ella es lo que obtienes. Todos vemos personas que crean cosas negativas dentro de sus cuerpos de modo que su aura física manifiesta un campo muy negativo. Podrías mirarlos y decir «No me gusta su aura». Podrías decir «No me gusta tocarlos. No me gustan los sentimientos que me llegan cuando estoy cerca de ellos. Me siento realmente extraño interiormente». Y comienzas a retroceder y a enjaularte tratando de protegerte de entrar en saber siquiera lo que están haciendo.
El uso inadecuado del intelecto por la razón humana tras todos los siglos de creación negativa es algo bien interesante de observar. La gente todavía no sabe que la mente ha sido puesta en el cuerpo para ayudar al Alma a discernir qué está pasando en el reino físico. De modo que la mente tiene que ser un dinamo maestro para suplir esa función. Y lo es. Como creadores, ustedes tienen un desafío real por delante —crear responsablemente. Jesús dijo una vez que eres lo que piensas. El no salió a decir «Tú diseñas campos de energía para ti y los cargas con negatividad». Usó las palabras que eran apropiadas en el tiempo y el lugar donde vivió.
En relación con la creación de esos campos de energía, nos referimos a la energía creativa universal del Espíritu, no necesariamente al Espíritu Santo puro, pero sí a la energía creativa de los reinos inferiores que es positiva y negativa en su equilibrio. Si lo negativo no es equilibrado por lo positivo en estos reinos inferiores, nos inclinamos hacia el desequilibrio a nuestro alrededor. Así que a menudo somos nuestros peores enemigos, aunque nuestras mentes sean tan poderosas que podamos —con un poquito de positivismo— crear algo para compensar la negatividad.
Sabes que la tierra es más positiva que negativa. Mira alrededor en el mundo y lo verás. Toda la negatividad esparcida, toda la destrucción, es una trampa, que te hace perder el rastro de la naturaleza positiva del Alma, la naturaleza positiva de tu propio Ser divino y de tu Espíritu. Es importante mantener la imagen de tu propia divinidad y de la perfección de tu propia Alma. Estos aspectos positivos de ti mismo son las partes que duran y prevalecen.
Hace años, hubo una serie de peleas raciales en los Estados Unidos y pudimos ver un proceso negativo construído a partir de un incidente de negatividad muy leve. Las emociones de la gente involucrada se sumaron a ello y comenzaron a crear patrones más grandes de negatividad. Otra gente empezó a sintonizarse con esta expresión y rápidamente creció hacia un campo de fuerza masivo que sencillamente arrastró a la gente, involucrando toda clase de odio y destrucción. También ha habido situaciones de extrema negatividad en muchos de nuestros mundos universitarios, dentro de los gobiernos nacionales y entre las naciones. Muchas de esas acciones se pueden ver como el resultado de campos de fuerza negativa que son creados y a los cuales se les permite funcionar sin ninguna dirección ni control positivo efectivo.
Tu primera posición de defensa en una situación de negatividad es el uso positivo de tu mente creativa. Debes pararte como un faro de energía positiva si vas a irrumpir libre de controles negativos y moverte hacia una expresión de Luz más alta. Puedes hacer esto tanto en una acción individual como de grupo.
A veces puedes levantarte en la mañana y estar tan positivo en tu mente y tan dinámico en tus emociones que sientes que podrías completar cualquier cosa ese día. Más tarde, en la noche, puedes irte a la cama sintiendo que fuiste jalado hacia un agujero. Dices «¿Cómo podré levantarme mañana si me siento muerto de cansancio ahora? ¿Y cómo puedo sentirme tan cansado siendo que me levanté tan bien esta mañana?». Es porque estás entregando tu Luz. Pero también encontrarás que puedes recargarte rápidamente.
Cuando eres un poder positivo, un «faro», ese positivismo llegará a la gente. Bendices a cada persona con quien te cruzas durante el día cuando esa energía de Luz está fluyendo a través de ti. Cuando te cruzas con alguien y ya sea en voz alta o en silencio, dices «Dios te bendiga», el poder de la mente enviará energía positiva a esa persona.
Le he dicho a muchos jóvenes cuyos padres pelean mucho «Cuando tus padres estén peleando, sólo siéntate o párate cerca y di una y otra vez «Dios los bendiga». Algunos jóvenes lo han hecho y me contaron que aunque sus padres estaban peleando, realmente se calmaron y se alejaron. Y más tarde comenzaron a bromear un poquito y todo estuvo bien de nuevo.
Existen otras palabras mágicas además de «Dios te bendiga» que crean positivismo. Decir silenciosamente «Dios te bendiga» puede de verdad cambiar a la gente, pero si realmente quieres ver cambiar a alguien muy rápido di silenciosamente «te amo». ¡Se vuelven absolutamente jubilosos! La negatividad se va, y la energía positiva surge. El amor es el poder cohesivo que mantiene todo unido. El amor tiene el potencial de cambiarlo todo hacia la acción positiva y hacia el flujo positivo del Espíritu.
Cooperando con lo que sea
Una de las claves más grandes que alguien podría darte para crear tu propia felicidad y bienestar es la clave de la cooperación incondicional. Eso significa cooperar con todo lo que sucede. Si la gente se expresa de una manera inculta que no te gusta, ten presente que ellos no son ni mejores ni peores que tú sólo porque no hablan de la manera como tú lo haces. Y si otros tienen un lenguaje bastante florido y son bien educados y cultos, eso tampoco significa que sean ni mejores ni peores que tú. La aceptación entonces, es una parte importante de la cooperación —aceptar a la gente por lo que es y ver pasar la expresión del momento hacia el mensaje que ellos envían desde sus corazones.
A la gente no le gusta admitir que no está cooperando. Estoy seguro de que podrías decir «Estoy cooperando. Quiero decir, me levanto cada mañana y voy a trabajar. Llego a tiempo. Salgo a tiempo. Mantengo la boca cerrada y permanezco lejos de los problemas. Estoy cooperando». Esa podría ser una cooperación mínima y podría traer un mínimo de resultados. ¿Pero qué pasa con las cosas grandiosas y mejores que te gustaría crear en tu vida? ¿Qué pasa con el trabajo más creativo, más dinero y mayor felicidad? ¿Cómo estás bloqueando la cooperación con el mundo que te brindaría esas cosas grandiosas?
La actitud es una clave. Cuando estás en un estado de cooperación, tu actitud es de gozo, de entusiasmo y abundancia. Cuando se te pide que hagas algo, dejas que el que lo pidió sepa que tu cooperación se extiende mucho más allá de lo que se te pidió que hicieras. Lo haces mucho más total y completamente de lo que ellos hubieran podido sugerir. Puedes encontrar que cuando estás realmente en un estado de cooperación, no sólo haces lo que se te pide, sino que ves más allá del próximo proyecto y comienzas a prepararte para eso inmediatamente. Tu enfoque está más allá de ti y de tu trabajo inmediato. Estás ejercitando tu creatividad y manifestando tu gozo. Es una actitud gozosa.
En una actitud de cooperación no miras las nuevas tareas como «Diablos, acabo de terminar una cosa y me van a encargar de otra». Más bien tu actitud es «¿Qué puedo hacer para ayudarte? Tal vez haya una manera de ayudarte más allá de lo que consideraste». Sabes, vas a ser un día más viejo independientemente de que hagas algo o dejas de hacerlo. Y si escoges hacer algo, puedes hacerlo tanto sonriendo como maldiciendo. Pero vas a estar mucho más feliz si sonríes ¡Puedo garantizártelo! Si alguien está realmente en un estado de cooperación, puedes pedirle que cierre la puerta para mantener el cuarto caliente, y correrá y cerrará todas las puertas, subirá la calefacción, revisará las ventanas y hará todo lo que pueda para asegurarse de que estés cómodo. Esa puede ser una cooperación exagerada, pero es la disposición de ir un kilómetro más lejos, lo que crea una actitud de cooperación.
Cuando vives fuera de cooperación, la vida puede ser bastante miserable. Puedes gastar un montón de tiempo sencillamente sentado en un estado de inquietud, preocupación o ansiedad. Los médicos lo llaman úlcera o acidez. También podría llamarse angustia, desespero, agonía y soledad. Bloqueas el flujo de energía que está presente para ser usado en actuar, en HACER. Cuando bloqueas la acción, cuando no cooperas con lo que necesita hacerse, la energía se revierte y se vuelve negativa, y te mueves hacia sentimientos depresivos. A veces maldices y culpas a Dios por tus problemas. Probablemente Dios no tuvo nada que ver con eso. Lo hiciste tú mismo. Y puedes salir de la depresión HACIENDO, moviéndote hacia el flujo positivo de la acción, cooperando con lo que está presente en tu vida.
A veces la gente siente que la vida es injusta, y que no merecen lo que les pasa. Pero justamente no es así. Cuando gritas «¿Por qué a mí Señor?» la respuesta podría muy bien ser «Porque tú lo provocaste, te está llegando, y te amo tanto que te permitiré experimentar y aprender desde tu propia creación». Siempre obtienes las cosas en las cuales trabajaste para crearlas. Y eso se aplica igualmente a las cosas positivas y a las negativas. Obtienes de vuelta en proporción al esfuerzo que exteriorizaste: física, emocional, mental y espiritualmente. Somos creadores, y somos adeptos a ello. De modo que cuando sucede algo en tu vida, bien sea que te guste o te disguste, dale una mirada a lo que hiciste para atraerlo hacia ti.
Hay unas cuantas maneras rápidas de saber cuándo no estás en estado de cooperación. Una es la actitud de «¡Estoy en lo cierto!» Esa actitud crea separación porque coloca un juicio sobre alguien o sobre algo. Otra clave para saber que no estás cooperando es la actitud de «¡Estás equivocado!» Tan pronto como te escuches a ti mismo decir eso, consigue que alguien te patee realmente duro donde te duela, para despertarte y llevarte a mirar tu actitud. Otra manera de saber que no estás cooperando es cuando te escuchas decir «Si, pero…» La manera de cooperar con la gente que está expresando estas actitudes negativas es dejándolas ganar, dejándolas tener su propio camino. Es fácil. Cuando han ganado puedes continuar en tu propia dirección positiva sin verte envuelto en sus puntos de vista en absoluto.
Nos estamos moviendo hacia la Nueva Era, hacia la Era Dorada, una era donde la conciencia del Espíritu está presente de una manera más completa que nunca antes. La gente está aprendiendo y creciendo a un ritmo muy rápido. Te verás enfrentado continuamente con oportunidades de cooperación. Puedes estar consciente y ser capaz de moverte hacia algunas de ellas y puedes dejar pasar otras. Pero más tarde, si tu energía decáe y comienzas a sentir la sensación de depresión, puedes darte cuenta de que perdiste una oportunidad de auto-cooperación. Usa esos momentos para enseñarte. Mira esos situaciones y evalúa dónde te alejaste de la cooperación, yéndote hacia el punto de vista personal de «Estoy en lo cierto». Luego mira la próxima oportunidad para cooperar y para practicar la actitud positiva.
La gente que funciona en niveles de falsa expectativa, a menudo encuentra difícil funcionar en un grado alto de cooperación. Cuando entras en la expectativa de que alguien se comportará de una cierta manera o de que una situación se desarrollará de una cierta manera o de que obtendrás un cierto resultado de tu acción, a menudo te encontrarás expresando disgusto, infelicidad, desespero o depresión… dependiendo de tu inversión emocional en el resultado. La expectativa es un área de la cual es bueno mantenerse alejado. Cuando sencillamente dejas a otros ser y cooperar con lo que es, encuentras tu vida fluyendo mucho más suave y feliz.
Mucha gente espera que yo sea distinto de lo que soy. Tienen una imagen mía en sus mentes y cuando me ven por primera vez a menudo dicen «Esperaba que fueras un hombre con cabello largo y barba, pero no eres así para nada». Yo digo «Estás en lo cierto». Es como si aunque pensaron que yo debería defender el hecho de no encajar en sus expectativas, también debería satisfacer sus falsas expectativas.
Cuando la gente tiene falsas expectativas no hay nada que puedas hacer por ellos. Tienen que manejarlas ellos mismos. Si tratas de hacer enmiendas y cerrar la brecha entre sus falsas expectativas y la realidad de lo que es, te encontrarás a ti mismo atrapado en algo desagradable. Déjame darte un ejemplo. Vas al cine, lo disfrutas y le cuentas a tus amigos al respecto. Luego ellos van al cine y su nivel de expectativas —basado en tu descripción— es tan alto que la película les resulta decepcionante. Así que vienen y te dicen, «¿Me recomendaste esa película?» Tu dices «Sí, claro ¿No te pareció estupenda?» Dicen «No, nos pareció mala». Dices «Pero no te gusto la parte cuando…?» e inmediatamente comienzas a defender tu opinión.
Si la gente se desilusiona como resultado de una falsa expectativa, el sentimiento es de ellos, para que lo manejen. Si hablas de la Luz o del MSIA y la gente crea ilusiones y desilusiones al respecto, no estás atado a defender tu posición. No tienes que defender nada porque eres libre de ir y venir, y ése es el único nivel de honestidad en el cual puedes trabajar. Si tratas de defenderte de sus ilusiones ¿puedes ver el problema que tendrás? Puedes tener que llegar al punto en el que suenes grosero al decir «Haz lo que quieras». Si llegan a una actitud de cooperación y están dispuestos a escuchar tu punto de vista, entonces puedes continuar la relación. En otras palabras si ellos sueltan sus expectativas y te permiten hacer lo que puedes hacer, eres libre de relacionarte con ellos. Si elevan la conciencia, ambos pueden estar gozosos. Y si ellos no se elevan, ambos pueden estar claros en conciencia. De cualquier manera estás en muy buen terreno.
Si quieres vivir una vida más equilibrada y feliz, acepta el siguiente reto. Si alguien dice «Vaya, pienso que hubiera podido hacerse mejor» sólo di «Ese es un punto de vista interesante» y sigue con tus asuntos. Cuando sientas que tienes que «venderles algo», no lo hagas, sólo sigue con tus asuntos. La gente se vende a sí misma. Sin embargo, puedes darles la oportunidad de hacerlo. Presenta tu idea o servicio específico y explica lo que esa idea podría hacer por ellos si la usaran de la manera como está diseñada para usarse. Si la usan de otra manera y no funciona, no eres responsable.
Es mejor permanecer claro y libre en tu conciencia, para saber dónde estás, qué estás haciendo y cuál es tu criterio. Entonces si la gente comienza a interpretar lo que haces llevándolo en otra dirección, sencillamente puedes decirles «Haz lo que quieras» y aléjate en tu propia dirección. Cuando les permites la libertad de seguirse a sí mismos y seguir en su dirección y cuando dejas en claro que vas a continuar trabajando de la manera como lo estás haciendo, se convierte en una gran seguridad para todos.
Cuando dices «No te permitiré que interfieras en lo que estoy haciendo y no voy a interferir con lo que estás haciendo» encontrarás que te llega gran respeto, no necesariamente admiración ni glorificación, sino respeto.
Moviéndose hacia la unidad
La espiritualidad es una manera muy sencilla de vivir. No es complicada en absoluto. La simplicidad de la conciencia de la gente espiritualmente alerta hace muy fácil para ellos ir hacia la conciencia primordial del Espíritu y les permite ser. La complejidad es la expectativa que la gente pone en ella y los niveles de ilusión que la gente proyecta hacia ella. Como la forma espiritual es tan simple y pura, es maleable y puede ser moldeada en cualquier forma. Se permite a sí misma ser moldeada hacia varios niveles de conciencia.
De una manera muy sencilla puedes entrar en contacto con la conciencia espiritual con sólo decir «Aquí estoy, Padre. Seguiré cualquier dirección que tú indiques». Sencillamente dejas a la Luz y al Espíritu fluír, ésa es la manera más sencilla. También es la manera más directa y la más completa. Para algunos puede ser una manera muy difícil y frustrante porque no mucha gente la va a soltar y dejar que llegue cualquier otra cosa. Van a estirarse y tratar de arrancarlo, o intentar controlar y crear toda clase de cosas y luego forzar a otras personas dentro de su molde. Aunque tú sabes que cuando otra gente intenta forzarte hacia sus moldes y cuando creen que han ganado, tú entablas divorcio o dejas tu trabajo porque no encajas en sus moldes.
En el nivel mental, a menudo estableces toda clase de juegos, intentando defenderte a ti y a tu posición. Pero no tienes un vocabulario suficientemente apropiado para defender una ilusión. Es mucho más fácil admitir un error que decir «Pero si la persona en la calle se hubiera levantado cinco minutos antes…» Puedes usar toda suerte de excusas, exponer el asunto y defender tu posición para quedar bien, pero adentro todavía te sentirás miserable porque no estás en un estado mental equilibrado.
Le hablo a mucha gente, y a menudo cuando les sugiero algo, inmediatamente se ponen en una posición de defensa mental: «No perturbes mi mente. Ya me he hecho a una idea. No me des ninguna información nueva que pueda perturbarme. ¡Estoy claro!» Puedes hacer cualquier cosa que quieras con tu mente si quieres usarla incorrectamente, pero si estás ocupado defendiendo tu posición, realmente no serás capaz de hacer nada muy útil con ello. Está bien, si sientes que necesitas el nivel de defensa, úsalo hasta que puedas pasarlo. Pero no te quedes en él.
En la medida en que trates de separarte de otras personas, tendrás dificultad. Esto no significa que tengas que esforzarte y unirte a ellos. Ya estás unido. Esa unidad ya está allí. No tienes que hacer nada, y eso es lo bello. La dificultad viene cuando tratas de separarte de las otras personas diciendo «¿Quién te necesita?». Una vocecita dentro dice «Yo», entonces piensas «Bueno, puedo aguantar más tiempo que ellos». Entonces retrocedes, luego ellos retroceden y es terrible porque tu no querías que ellos retrocedieran. Querías que ellos dieran vueltas por ahí y dijeran «Oh, lo siento» y se acercaran e imploraran perdón. Pero ellos esperaban que tú hicieras lo mismo, de modo que es un empate. Parece como si nadie se fuera a mover.
Puedes decir «No veo que te acerques y digas que fue culpa tuya». Ellos pueden decir «No, porque en realidad fue culpa tuya». Así que se produce mayor separación. Es más fácil decir «Si crees que fue culpa mía tal vez podrías mostrarme cómo corregirlo. De la manera como tú lo ves ¿qué se supone que yo debería hacer?» Ese punto de vista puede resultar muy elevador. Y si eres realmente astuto, podrías añadir «Probablemente fue culpa mía». Esa simple declaración tal vez corrija el desequilibrio. El hecho de decir que lo sientes, no necesariamente reestablece la comunicación, pero detiene el empuje externo que está intentando separar. Y en el fondo, todavía está unido.
Aún cuando tengamos cuerpos físicos individuales, no obstante hay una unidad entre esos cuerpos. No obstante estamos conectados. Podrías preguntarte cómo puede ser. Puedes entrar en un cuarto donde alguien tiene dolor de cabeza sentarte al lado y comenzar a experimentar su dolor de cabeza. Podrías darte vuelta y preguntar «¿Tienes dolor de cabeza?» Responde «Si». Dices «Yo también». Hay una conexión entre los cuerpos físicos.
Parece que estamos muy conectados en nuestras emociones. Yo comprendí cabalmente este hecho una noche cuando vi una película que mostraba masacres de indios: hombres, mujeres y niños. Para expresar su pena y su dolor, ellos tiraban basura al aire. Yo pensé «Nosotros no tiramos basura al aire físicamente, pero lo hacemos de otras maneras». Hay algo muy real y cierto respecto a expresar el dolor emocional de esta manera, respecto a meterte en la basura donde puedes liberar las frustraciones y comenzar a mover tu cuerpo. A veces parece que no somos así de astutos en esta época. Podríamos golpear a alguien en la nariz en vez de volver a uno de esos viejos rituales que son ideas universales practicables. Bajar al nivel de basura y arrojar las cosas en ese nivel, libera las emociones sin proporcionarle dolor a nadie.
A veces cuando en realidad golpeas fuerte a alguien y crees que no lo hieres, lo golpeas más fuerte aún para lograrlo. A menudo llegas bastante lejos y zapateas demasiado fuerte y la otra persona está haciendo todo lo posible para alejarse de ti. La persona puede estar retrocediendo tan rápido emocionalmente que experimentas aún mayor dolor. Cuando la gente te golpea muy duro emocionalmente, sólo diles «Entiendo lo que está pasando. Puedo sentir lo que estás atravesando. No tienes que zapatear más, puedo sentirlo. No tienes que gritar, puedo escucharte. Lo hiciste. Ahora calmémonos y resolvamos el problema».
Se requiere bastante sabiduría para decirle a una persona «Estás metido en el nivel de mi dolor. Estás en un área que me va a hacer daño y me voy a alejar de ti». Eso podría significar «Me voy a encerrar, y a menos que lo haga, me voy a comunicar con otra persona». Si no dejas fluír las emociones en alguna dirección, puedes encerrarte. Si alguien no puede entenderte intelectualmente, encuentra gente con quien relacionarte a nivel mental. Si estás en un nivel emocional, encuentra gente que pueda relacionarse contigo emocionalmente. Puedes fluír con estos distintos niveles de modo que puedas trabajar, relacionarte y crecer.
La mayoría de nosotros hemos tenido demasiada separación y dolor, así que nos estamos moviendo hacia el último nivel de conocimiento espiritual consciente. Fluímos hacia esa gente buscando lo mismo, de modo que no nos aislamos del resto del mundo. En la medida en que progresamos en nuestra conciencia de nosotros mismos podemos ayudarnos unos a otros a movernos a través de niveles de dolor y desespero, hacia el gozo de la culminación. Comenzamos a tener el coraje y la habilidad de hablar muy cuidadosamente y decirle a otras personas cuáles son nuestras responsabilidades y cuáles no lo son.
Estar espiritualmente consciente no necesariamente es ser «idiota». La gente consciente espiritualmente tiene esperanza, caridad y gentileza, que a veces se malinterpreta como debilidad. Pero la gente consciente espiritualmente es fuerte, porque se requiere mucha fuerza para alejarte de la gente que te atraería hacia el estiércol y el fango donde ellos están. Tendrías que decir «Te amo, y nunca pensé que podría existir sin ti, pero no voy a hacer eso». Si dicen «Debe estar sucediendo algo terrible, te estás alejando de mi», puedes decir «No me estoy alejando de ti, tú me estás empujando lejos».
Puedes venir junto con otro ser humano y decir «Podemos caminar juntos y compartir lo que podemos compartir. Si podemos hablar sobre hierbas como un área de encuentro común, ése es el nivel desde el cual compartiremos». Puede ser que haya amores especiales con quienes quieres compartir en más niveles con el fin de moverte hacia una mayor unidad y un amor espiritual mayor. Puedes convertirte en un «dinamo» en tanto le permitas a la gran energía del Espíritu ser transformada hacia abajo a través de tu conciencia y afuera hacia el resto del mundo en todos los otros niveles.
El Espíritu Santo te usará cuando te aclares para permitirte fluír hacia tu conciencia y afuera hacia los otros niveles. Muchas veces cuando no estás seguro de qué hacer en una determinada situación, puedes sencillamente pedir la Luz «para el bien mayor de todos los involucrados» y entonces el Espíritu Santo puede fluír a través de ti de cualquier manera que sea clara. Luego caminas en una conciencia divina que dice «Cualquier cosa que suceda estará bien».
Si sacudes a la gente, es posible que sea lo que se necesita para ellos en ese momento y que tú seas el que está trayendo el Espíritu que les permitirá crecer hacia una conciencia más alta, para aclarar lo que sea que los ha estado bloqueando. Si algo que ves o escuchas te sacude, sea físico, emocional o mental, ésa es el área que debes ver porque puede estar bloqueándote de llegar a tu Ser. Ve a ella con gran devoción y fervor. No te rindas hasta que puedas manejar la situación en una conciencia neutral, no sólo en una conciencia capaz o competente sino en una conciencia maestra. Luego será fácil manejar la segunda y la tercera área porque ya estarán en línea para ser superadas. Dominar esa primera área puede ser realmente duro. Después de eso todo es fácil.
Las verdades son todas universales. «Busca primero el reino de Dios» es realmente el mensaje más profundo que puedo manifestarte. Busca primero el reino de Dios. El reino de Dios está adentro. El Padre reside en Su cielo. Tú eres ese ser espiritual por el que has estado esperando. Tú eres el Prometido. Ese Espíritu que eres se extiende hacia el mundo para hacer que las cosas funcionen. Es por eso que cuando alcanzas a la otra gente o a los maestros, tienes un momento difícil para lograr que tu vida funcione. Tú, tú mismo, eres el Prometido. No es externo a ti. No reside en nadie externo a ti. Tienes que contactarte dentro de ti, para hacer que tu vida funcione.
En esta Nueva Era, tienes infinidad de oportunidades para moverte hacia las cualidades superiores. Mantén el entusiasmo presente en todas tus actividades. Anticipa el gozo en cada momento. Y mantén siempre un sentido de gratitud por todas tus bendiciones. Ser agradecido significa mantener la conciencia de que Dios está enteramente presente en cada momento de tu vida y que no tienes que ir a ningún lado para experimentar la gloria de la presencia de Dios. Cuando estás en ese tipo de conciencia y cooperación, todo fluye y experimentas un sentido de elevación y de paz. El gozo radica en que puedes girar en la dirección positiva en cualquier momento, y el gozo estará enteramente presente para ti.
Cuando el gozo del Espíritu está presente, no puedes hacer suficientes trabajos buenos, tu cooperación está llena. Tu amor se manifiesta. Tu Luz brilla hacia el mundo. Te vuelves de servicio para todos los que conoces. Derramas la conciencia de Luz donde quiera que vas. Tu sola presencia trae equilibrio y gozo a la gente. Y no tienes ni siquiera que decir una palabra. La Luz se moverá a través tuyo hacia otros y les dará lo que es necesario y benéfico. Vivir en gracia y mantener tu conciencia del Espíritu adentro es un bello servicio. Con sólo hacer eso, eres una Luz para este mundo.
Capítulo VI
En la medida en que te elevas conscientemente hacia el nivel del Alma, te mueves hacia una expresión de responsabilidad más clara.
Tú eres tu responsabilidad
Tú eres mucho más —como dijo una vez un amigo— que una «bolsa de huesos» que llevas contigo. La conciencia residente de Dios, a través del Alma, usa el cuerpo físico para su expresión en este planeta. Y eso hace del ser humano algo muy especial. La conciencia de Dios está presente con todos. El Espíritu está presente con todos. El Espíritu fluye aunque de manera diferente a través de los fumadores de cigarrillo, los fumadores de marihuana, los alcohólicos, los que beben cocacola, los que beben leche, los que comen carne, los vegetarianos, los que comen frutas y la gente que sencillamente ayuna por largos períodos de tiempo. Sin embargo, el mismo Espíritu está presente en todos. Y la conciencia de Dios se desborda a través de cada uno. Si pudieras poner un pensamiento en tu mente y mantenerlo allí continuamente, te encontrarías contemplando el rostro de Dios, y ese pensamiento sería: Dios es.
Todo lo que existe es parte de Dios. Todo tiene vida y movimiento. En algunas partes de Dios hay más conciencia de ese Ser Dios que en otras. Un gato tiene más conciencia que una roca; un hombre, más que un gato. Pero cuando se percibe a través de instrumentos científicos muy modernos aún aquellas cosas que aparecían inanimadas, se sabe que están hechas de partículas en movimiento.
A veces una «sensación» que no puedes percibir fácilmente con los sentidos físicos, la rotulas como «sin sentido», y la descartas por no ser digna de atención. Mucha de tu responsabilidad en este planeta es escuchar lo que se te dice, poner atención a quién lo dice, y luego trabajar la información que se te ha dado. Si te funciona, úsala. Hazla parte de tu forma de vida. Si no te funciona, déjala ir. O déjala a un lado hasta más tarde cuando te pueda ser útil. Cuando escuchas algo que te parece sin sentido, no tienes que rotularlo como sin sentido, ni malo, ni malvado, ni nada por el estilo. Sencillamente date cuenta de que no es relevante para tu nivel en ese momento. Y te mantienes abierto a la posibilidad de que la persona que te dió esa información tal vez esté viendo la vida desde una perspectiva muy distinta a la tuya. No tiene que definirse como normal ni anormal, corriente, ni extraño ni de ninguna forma.
A menudo tratas de lograr que las otras personas sean exactamente como tú. Rotulas, categorizas y encasillas de modo que hábilmente puedas tener tu universo bajo control y hacer con él lo que quieres. La gente «normal» a veces permite que esto suceda. La gente anormal puede decir «Oye, no puedo respirar tu aire y digerir tu comida. Tienes que hacerlo tú mismo. Y yo respiraré y digeriré de la manera como sienta que debo hacerlo» Ahora bien, eso es anormal. ¿O es normal?
Más gente está aprendiendo a tener responsabilidad por sus propios actos. Se vuelve más y más difícil dejar tus problemas en la puerta de alguien y decir «Mi miseria es culpa tuya». No. Tu miseria es sólo tu elección. Tu gozo también es tu elección. Esas elecciones y todas las posibilidades intermedias están disponibles para ti en cualquier momento. Con mucha frecuencia permites que el estado de sentimiento temporal del cuerpo desfigure quién eres internamente. Si tienes dolor de cabeza podrías lucir como si fueras un poco estricto y de mal genio. Si tienes una molestia estomacal, podrías lucir como malhumorado y gruñón. Y si no duermes ocho horas diariamente, al día siguiente tal vez estés irritable y de mal genio. El mismo cuerpo cuando ha descansado y se siente bien, puede ser muy amoroso, tierno, cuidadoso y abierto al mundo. ¿Cuál eres tú? ¿Cuál es el real? ¿Podría ser posible hacer caso omiso de los estados temporales de desequilibrio en el cuerpo o las emociones, y continuar expresando el ser amoroso que tú eres?
Si fueras a ver tu vida y su expresión desde una conciencia elevada, verías que no hay necesidad de juzgar. Mueve tu percepción fuera de la imaginación. Tu vida no es lo que imaginas que es. Mueve tu percepción fuera de tus emociones. Tu vida no es lo que tú sientes que es. Sabes eso porque tal vez te estás sintiendo mal y recibes una llamada de tu mejor amigo y te sientes de maravilla, todo en el transcurso de unos cuantos minutos. Así que tu vida no son tus emociones. Mueve tu percepción por encima del nivel mental. Tu vida no son tus pensamientos. Piensas toda clase de cosas. Si tu vida fuera cada pensamiento, probablemente estarías en un estado de confusión. Mueve tu percepción a través del reino etéreo inconsciente. En tanto llevas tu percepción suficientemente alto, ves las cosas justo como son.
Tu vida es lo que es. Cualquiera que sea tu expresión es correcta, porque es una expresión de tu conciencia. Si fumas, eso no significa que seas malo. Significa que esa expresión está satisfaciendo algo dentro de ti en algún nivel. Cuando encuentres una manera diferente de completar y llenar ese algo, podrías dejar de fumar. No tienes que juzgarte por lo que parece ser una expresión negativa. Y puedes poner atención y buscar expresiones que manifiesten de manera más cómoda y cercana al ser interno que sabes que eres.
Nunca te das vuelta completamente de la Luz a la oscuridad. Puedes girarte a un grado menor de Luz, a una expresión menor de aquella que es posible para ti. Y cuando lo haces puedes ver un montón de sombras y tal vez sea un poco oscuro y sombrío. Sin embargo, hay Luz en todas las extensiones de Dios en todos los universos. La mente, el cuerpo, las palabras, y las emociones están tan lejos de ser perfectas que a veces es una maravilla que nos levantemos de la cama en las mañanas y regresemos a salvo en la noche. Si eso no requiere una forma de conciencia de Dios, no sé qué lo requeriría.
Tantas veces has dicho «Por Dios, nunca podré atravesar esto. No puedo manejarlo. Nunca saldré de esto» pero lo haces. Te mentiste tu mismo porque estás aquí. Podrías también confesar el hecho de que vas a mantenerte centrado en vivir tu vida como sea que la crees para ti. Vas a continuar expresando la conciencia de Dios que eres, moviéndote hacia una expresión más y más perfecta del Dios interno. Así es como es.
Verificándolo
Sabes la diferencia entre un optimista y un pesimista? El cuento dice que dos niños fueron llevados a dos cuartos llenos de estiércol. Un par de horas más tarde alguien vino a revisar. Uno estaba llorando y quejándose respecto al olor y la vista del estiércol y su «terrible» destino de estar encerrado en el cuarto. El otro niño estaba sonriendo con gran gozo y paleando el estiércol tan rápido como podía. Cuando le preguntaron por qué estaba tan contento dijo «Con todo este estiércol tiene que haber un poni en algún lugar cerca de aquí».
Los optimistas reconocen que la próxima cosa buena ya está llegando a su camino. Si quieres ser optimista, si quieres que tus energías se eleven, si quieres reconocer tus más alto potencial de gozo y realización, entonces tienes que convencerte tú mismo de que, desde este momento, te volverás más y más consciente de lo que estás haciendo ahora.
Cuando vives en el ahora, puedes llevarte hacia la conciencia completa del momento. Te llevas a la conciencia de tu cuerpo. ¿Deberías estar colgando tu ropa? Si es así, mueve tu cuerpo físico para colgarla ahora. Si no, una hora más tarde todavía estarás ahí, esperando que se haga ahora.
Tal vez hayas rezado por un trabajo mejor. Tal vez no puedes tenerlo porque tu descuido te está bloqueando. Si no puedes manejar adecuadamente tus responsabilidades ahora ¿cómo puedes esperar manejar mayores reponsabilidades? Entonces sé consciente de las responsabilidades que tienes físicamente y complétalas. Prepárate físicamente para completar lo que dices que vas a completar.
En tanto incrementas tu conciencia del ahora, mira el nivel de tus emociones. No tienes responsabilidad por sentimientos pasados o por posibles sentimientos futuros. Tu responsabilidad es con el ahora. Todo lo que necesitas hacer es aceptar tus emociones en el momento, trabajar dentro de esa estructura presente , dejar ir todo continuamente y avanzar libre hacia el momento siguiente. Este método maneja automáticamente sentimientos pasados, al tiempo que te mantiene siempre al día. Todo está en el ahora. Ningún momento de conciencia está fuera del ahora.
El próximo nivel en el cual enfocas tu conciencia es el nivel de la mente. ¿Qué pensamientos estás teniendo ahora? ¿A dónde te están conduciendo?
Para llevar a cabo una acción que sea satisfactoria y que te conduzca al gozo, necesitas una concordancia en pensamientos, sentimientos y en respuesta física. Cuando esas tres áreas concuerdan, actúas y el resultado es el éxito. Las fallas a menudo resultan si intentas actuar cuando las tres no están en armonía. Por ejemplo, en tu diálogo interno tu mente puede decir, «Esto parece correcto». Pero si actúas basado sobre el sólo pensamiento, puedes encontrarte aislado en tu torre de marfil en algún lugar, reteniendo las cosas que no quieres manejar, haciendo declaraciones intelectuales para justificar tu posición, mientras te sientes muy inseguro respecto a la validez de esa posición.
Un pensamiento sin sentimiento está medio vivo. Por ejemplo, si te llega un pensamiento: «Sería una buena idea regresar a la universidad y obtener mi grado», revisa el nivel del sentimiento. Debes tener un sentimiento para medir ese pensamiento. Si estás feliz con tu trabajo y tu actual estilo de vida, puedes encontrar que el pensamiento de regresar a la universidad crea sentimientos extraños, tal vez un poco de duda, tal vez muchas «mariposas» en tu estómago. Podrías cambiar el pensamiento un poco, «Sería una buena idea tomar una licencia en mi trabajo por seis meses y regresar a la universidad». Mira a ver cómo se siente. «¡Eso se siente mejor!». En seis meses revisas con tu jefe respecto a la licencia, revisas el nivel de sentimiento presente y puedes encontrar que ahora te sientes muy bien respecto a regresar a la universidad. Así que tienes un pensamiento y un sentimiento que concuerdan. Luego revisas el nivel físico. El cuerpo dice «Puedo manejar ese cambio en mi estilo de vida, en efecto, podría ser divertido». Ahora hay una concordancia de pensamiento, sentimiento y de respuesta física. Y la acción seguramente será clara. También tienes que considerar al Espíritu, y si todos los otros niveles dicen «claro» generalmente estará claro para el Espíritu.
Cuando revisas todos tus niveles, encuentras que están «claros» y luego mueves tu decisión, aunque puede haber gente diciendo «Tú estúpido idiota, ¿te das cuenta de lo que hiciste?» Y tu respuesta puede muy claramente ser «Sí, sé lo que hice. Pensé respecto a eso durante seis meses, lo sentí, lo sentí durante cuatro meses, me moví físicamente, completé el nuevo patrón y estoy claro con la acción». Si dicen «¿Sabes que le estás produciendo preocupación a un montón de gente?» Tu respuesta podría ser «No, no lo sabía, pero si la gente se preocupa, manejaré eso como se me presente». De esa manera permaneces fiel a ti mismo y a tu acción y sigues siendo responsable por ti mismo.
Una vez que actúas cuidadosamente en todo, tu conciencia está más clara. Y si hay repercusiones, tomas responsabilidad por ellas y te mueves. Eso es todo lo que puedes hacer. No hay razón para sentirte incómodo o culpable respecto a cualquier acción que emprendas si la has revisado antes y te has movido hacia ella de manera consciente. Haces lo que puedes hacer, basado en lo que sabes, basado en lo que sientes, basado en lo que eres. Y luego, lo dejas ir y te vas de allí.
Vivir en el ahora significa que estás involucrado en un proceso continuo de recibir e integrar nueva información, de reconocer estados emocionales nuevos y cambiantes, de cambiar estados físicos y de tomar nuevas decisiones basadas en las nuevas respuestas. Trabajas la nueva sabiduría. Modificas tu comportamiento. Llevas adelante tu experiencia, la pones en marcha y adelantas en tu éxito.
Puedes encontrarte dejando ir lo que ha sido. Te enfocas en lo que es. No puedes tener tu mente allá atrás en pensamientos de fracaso. No puedes tener tu mente allá atrás en pensamientos de éxito. De cualquiera de las dos maneras, si estás allá atrás tratando de vivir en el pasado, estás manifestando tu falta de conciencia del momento presente.
Cuando estás construyendo tu sueño, ladrillo por ladrillo, pones cada ladrillo y vas a conseguir otro. No te quedas parado por 24 horas mirando el último ladrillo que asentaste. En 24 horas ya podrías haber construído el muro entero.
El proceso del ahora es el proceso del Espíritu, el proceso del Alma. Aquellos que están recorriendo el Sendero Espiritual como lo enseña el Viajero Místico, a través de MSIA, están yendo hacia el Alma, hacia lo que es más alto y más alto, hacia lo que es más digno, más ético.
La gente más elevada se mueve con el flujo espiritual, mientras se vuelve más ética en su relación consigo misma y con los demás. Se produce integridad y la integración es muy satisfactoria. A veces la gente puede confundir la ética de una persona espiritual con la debilidad y piensan «Puedo seguir adelante y hacer lo que quiera porque sencillamente puedo zapatear sobre ti. «Ellos pueden descubrir que patearon una bomba atómica. Entonces van por el mundo confundidos, heridos, fuera de equilibrio sicológico con ellos mismos, fuera de equilibrio social con los demás y fuera de equilibrio personal con sus familias.
Cuando sientas que regañas a alguien, revisa todos tus niveles. ¿Es la respuesta emocional? Si lo es, revisa para ver si detrás de todo hay un intelecto, una razón lógica y válida para tu molestia, no una razón inventada para justificar las emociones. Si hay una respuesta emocional y una razón válida, revisa los resultados de una respuesta física. Si eso también se lee «claro», presenta tu punto de vista con la conciencia de que serás responsable por el resultado. Si haces todo eso, estarás claro.
Si entregas tu conciencia del ahora, si actúas sin tener un acuerdo entre tus pensamientos, tus emociones y tus acciones físicas, puedes impulsarte tú mismo hacia una gran perturbación. Si regañaste a otra persona cuando hubieras podido estar calmado y sosteniendo la conciencia de Luz para ella, trajiste perturbación para ti.
Cuando no mantienes tu conciencia y tu responsabilidad en el ahora, en el momento presente, te separas de tu realidad. Y en esa separación puedes crear tu propio infierno. Entonces conoces tu Alma sólo por el reflejo de aquéllos que conocen al Alma, más que por tu propia experiencia directa del Alma.
La conciencia puede entrar en patrones de extrema irresponsabilidad que la separan de su propia realidad, de su conocimiento de Dios y crean un infierno viviente. El abuso de cualquier patrón negativo puede producir separación.
Educando a tu Yo
Hace años estaba trabajando con un estudiante, familiarizándolo con la idea de que sucede mucho más de lo que se puede percibir desde el nivel físico. De una manera, estaba un poco consciente de otros niveles, porque él mismo había tomado drogas uno o dos años antes.
Una mañana después de tomar un viaje de ácido, vino a verme. Vi que había recogido una entidad, una forma elemental de conciencia poseedora de inteligencia pero que carecía de un cuerpo a través del cual expresarse. El dijo «Anoche viajé». Dije «Sí, sé que lo hiciste». El dijo «Hombre, realmente me disparé». Dije «¿Qué hiciste? ¿Tomaste ácido?». Dijo «Sí. Realmente alto, hombre, muy alto». Dije «¿Y?» Dijo «No he vuelto». Dije «Sé que no has vuelto y lo que es más, tienes compañía». Dijo «Lo sabía. Tengo algo conmigo, ¿no es así?» Dije «Sí». Esto era un asunto atemorizante para un chico que apenas si podía deletrear su nombre. Dijo «Nunca pensé que me pudiera pasar esto». Eso es lo que todo el mundo dice.
Lo que pasaba era que él había entregado sus responsabilidades con su propio cuerpo. Lo estaba maltratando, no lo cuidaba. Hacia estos viajes medio inducidos, más o menos regularmente. Su conciencia se había retirado hacia otros reinos y había dejado el cuerpo abierto a lo que llegara.
El chico preguntó «¿Qué voy a hacer ahora?» Dije «Bueno, pueden pasar varias cosas. Una es que esta entidad se puede ir. Pero está ahí, ha venido, así que realmente no está muy ansiosa por irse. De modo que otra acción probable es que se quede justo donde está. Y la tercera posibilidad es que puede acabar contigo. Puede poseerte y entonces estarás bajo su control y no bajo tu propio control».
Podrías preguntarte cómo pudo suceder una cosa así, bajo la voluntad de Dios y de la Ley Divina. Pudo suceder porque el chico entregó su responsabilidad y su derecho a ese cuerpo. El cuerpo también es parte de la voluntad de Dios y de la ley divina. Tú eres tu responsabilidad, justo en el nivel de tu cuerpo físico. Se ha dicho «Sé leal a ti mismo». Esta idea es importante. No puedes entregar tu responsabilidad a ningún agente externo. Los agentes externos en este caso fueron ácido, marihuana, píldoras y otras drogas.
Así que el chico preguntó «¿Qué me va a pasar?» Dije «La forma que está contigo seguramente reducirá su presión. Retrocederá de modo que no será obvia para ti, así que no sabrás si está ahí. Entonces te empujará hacia el patrón de deseo para tomar ácido otra vez. Creará el sentimiento de «Vaya fue sólo una de esas cosas. Ahora estás bien, no te preocupes por eso». Y continuará impulsándote a involucrarte con drogas lo cual producirá que sueltes la dirección de tu conciencia. Continuará moviéndose un poco más hasta que se vuelva el patrón afirmativo, y luego sencillamente hará todo lo posible para deshacerse de ti».
En esta acción en la cual una entidad entra y toma un cuerpo, la conciencia original puede ser expulsada. En tal caso, la conciencia del chico hubiera podido ser separada de su cuerpo; su conciencia hubiera podido ser expulsarla del cuerpo, Dado que tenía karma con ese cuerpo, si separaba su conciencia prematuramente, no hubiera sido capaz de ir a ningún otro cuerpo ni a ninguna otra dimensión. Hubiera seguido atado a la tierra. No hubiera sido capaz de hacer nada, sino vagar cerca del cuerpo y gritar tristemente hacia la oscuridad. No sería capaz de progresar en un desarrollo natural de su conciencia y su Espíritu. Luego, en el momento de morir, su conciencia estaría libre para viajar al reino que tuviera que alcanzar para completar su karma. Y eso, por supuesto, estaría bien. En últimas, de cualquier forma estaba bien. Una manera requiere más tiempo que la otra y puede ser más difícil de manejar para la conciencia.
Hablamos de su responsabilidad consigo mismo, y dijo «Muy bien, entiendo. No tomaré más ácido. Sé lo que está pasando. Lo entiendo». Dije «En realidad aún no sabes lo que está pasando, porque dijiste lo mismo hace un tiempo. Se te sugirió antes que te mantuvieras alejado de las drogas por la posibilidad de perder el control». El escuchó las palabras, pero todavía no lo había comprendido.
Hubiera podido ser despojado de la entidad, ser forzado muy rápidamente con la Luz y con el poder del Espíritu, pero a menos que educara su conciencia, la brecha reaparecería, y entraría en el mismo patrón o en patrones similares una y otra vez. Por eso es que la Biblia dice que cuando quitas una entidad, siete más pueden ocupar su lugar. La conciencia tiene que cambiar de modo que pueda sostener su dirección y no permitir que la entidad tome control
El chico supo cuándo entró la entidad. Dijo «¡Me asusté mucho!» y luego usó algunas palabras bastante profanas que no utilizaba usualmente. Luego dijo «¡Ves. Así, así!» solamente lo miré. Otras personas vinieron y escucharon su irreverencia. Ellos lo miraron y dijeron «Oye ¿qué te pasa?» Estaban conscientes de que la Luz no estaba muy fuerte con él, de que algo estaba mal, de que algo estaba distinto. Pude ver la entidad que estaba con él, ellos sintieron que algo estaba distinto.
Es importante reconocer que la entidad que entró, sintió internamente el derecho a tomar este cuerpo, para completar alguna cosa necesaria para su evolución, porque el chico, por sus actos y por su irresponsabilidad, estaba cediendo su cuerpo. La entidad había visto el patrón de drogas, al interceptar la conciencia y luego, cuando la conciencia estuvo lejos, cuando dejó el cuerpo desprotegido, la entidad entró.
Trabajé con el chico un poco esa mañana, trayendo la Luz muy calmadamente, sólo para estabilizarlo, pero no para sacar la entidad. Tal como se le explicaron las cosas, se asustó mucho y resolvió no volver a experimentar con drogas nunca más. Pero regresó después de almuerzo y dijo «Oye, la entidad se ha ido». Dije «¿Cómo así?» El dijo «No la siento ahí. Se fue». Dije «No se fue». El dijo «Sabía que no estaba. Me está engañando. Pensé que se había ido y fuí a fumar marihuana. Pensé que podría hacerlo y alejarla de todas maneras. Puedo ¿no es así?» Yo dije «Haz lo que quieras. Tu sabes cuál es la intención de la entidad. Se te explicó. Nada ha cambiado. Sólo porque tú cambies de opinión no significa que ella haya cambiado la suya. Está ahí, se va a quedar ahí. Tienes que vigilarla».
Se le dijo que desde ese momento, no podría hacer nada que cediera parte de su conciencia, de su dirección consciente, a nada externo, ni fumar un cigarrillo, ni beber una cerveza, ni nada. Yo dije «No puedes ni siquiera permitirle a tus amigos que te conduzcan hacia una decisión. Si tomas una decisión errónea, por lo menos es tuya. Debes ratificar tu derecho a decidir, bien o mal. Si dicen «No vayamos a clase» y lo haces, es lo mismo que ceder con el ácido, porque estás entregando tu control». Así que ese día fue a clases. Más tarde dijo «Sabía que era directo al meollo del asunto y tenía que hacer algo». Sabía que este proceso de rendirse era parte de lo que tenía que superar en su patrón de vida.
Esa noche, pasé un tiempo proyectando la Luz en su camino, enviándola para su bien mayor. A la mañana siguiente llegó luciendo mucho mejor. La entidad había sido empujada, pero todavía rondaba por ahí. El me dijo «Anoche estuve pensando en ti y en lo que me dijiste. Me puse realmente furioso porque sabía que tú hubieras podido alejar la entidad, y no lo hiciste. Pero de repente, sólo me senté como me dijiste que hiciera, me concentré en ti y pensé «Sé que puedes retirar esa cosa así que sencillamente hazlo» y algo llegó a todo el cuarto y alrededor mío y comencé a sentirme mucho mejor». Dije «Esa era la Luz siendo enviada a tu camino». El no estaba muy seguro de qué hacer en seguida así que sólo le dije «Sigue inhalando y exhalando». El estuvo de acuerdo en hacerlo.
Era importante educar su conciencia, explicarle qué estaba pasando, dejarle saber las cosas que podía hacer para prevenir que sucediera algo parecido. Era importante explicarle los patrones de hábito que había establecido dentro de sí y a dónde lo estaban conduciendo. Y en ese momento era importante no remover la entidad de él, sino mostrarle cómo podía remover la entidad educándose a sí mismo, asumiendo la responsabilidad por sí mismo y por sus acciones y cuidándose. Es fácil rendirse, es fácil entregar tus derechos y tu conciencia. Pero más tarde, tienes que volver y mirar los niveles de responsabilidad y hacer algo al respecto. Cuando puedes asumir la responsabilidad de ti mismo y superar las pruebas que llegan a tu camino, cuando puedes aprender de las experiencias que se te presentan, puedes ser elevado muy alto en tu conciencia y aumentar enormemente tu crecimiento espiritual.
Evaluando tu información
La irresponsabilidad puede manifestarse como abuso de cualquier patrón negativo. Beber en exceso lleva a entregar el control consciente de tu vida y a evitar la responsabilidad de ti mismo. La sobre-dependencia con otro ser humano —pareja, amante, hijo, padre— puede crear una tendencia a entregar la responsabilidad de ti mismo. El ejemplo del abuso de drogas es uno muy obvio. A menudo tratas con niveles de irresponsabilidad que son muy sutiles. Mantener el control de tu vida, de tus elecciones y de tus decisiones es una actitud sabia. En última instancia tú eres el único que puede decidir el curso de tu vida y tú eres el único responsable. No intentes conseguir que alguien tome las decisiones por ti. Tienes que aprender a leer las señales que tu universo te da. Aprende a observar y a seleccionar. Se llama discernimiento.
A veces te puedes sentir incapaz de seleccionar entre todos los datos que te llegan, para tomar una buena decisión. Pero ¿cuál es tu elección? ¿Tu elección es cederle tu responsabilidad a alguien? Es como ir a una enorme empresa de computadores y hacer una pregunta al computador, tras el debido lapso de tiempo, tal vez treinta segundos, sale un tarjeta perforada que tiene la respuesta. El experto en computadores te la entrega y dice «Ahí está tu respuesta». La miras y dices «¡Bravo! Agujeros perforados en una tarjeta» porque eso es todo lo que puedes percibir. Esa es tu visión física.
Si consigues a alguien entrenado para leer la tarjeta podría decir «Dice esto y esto». La miras y dices «¿Cómo puedes obtener esa información de unos cuantos agujeros perforados en una tarjeta?» El experto puede ofrecerse a enseñarte a leerla y te muestra unos códigos sencillos.
Al día siguiente regresas y le haces otra pregunta al computador. Te entrega otra tarjeta. Tratas de leerla y dices «Los agujeros están en lugares distintos. No puedo leer esta tarjeta, pero puedo leer la tarjeta de ayer». Entonces tu profesor de computador dice «Muy bien, lee la que leiste ayer». Así que lees ésa muy bien, pero cometes unos cuantos errores. El profesor corrige tus errores y te dice cuál es el significado correcto. Dices «Cierto. Lo olvidé. No tomé buenas notas mentales y no las miré antes de ir a casa. En realidad no hice mi tarea, así que no estoy muy seguro respecto a las respuestas. Sonó tan sencillo cuando me lo dijiste ayer». El profesor dice «Déjame mostrarte cómo leer la segunda tarjeta» y te la explica. Dices «Ah, ya veo. Veo cómo encaja con la primera. Tiene sentido».
Al día siguiente regresas con otra pregunta; treinta segundos después sale otra tarjeta con más agujeros y de nuevo son agujeros distintos. Pero ahora tal vez estás comenzando a ver el patrón. Dices «Este agujero es como el otro. Esa es la letra F. ¿Cierto?» y tu profesor puede decir «Cierto». Dices «¡Bravo! Estoy creciendo porque pude identificar una F entre todas las letras». Y tu profesor te explica qué está pasando, cómo puedes llevarte tus tarjetas a casa y estudiar el código de modo que cuando salga la siguiente tarjeta puedas llevarla a casa y tras un arduo trabajo, decodificar los agujeros en esa tarjeta. Pronto serías capaz de leer las tarjetas tu solo, sin ayuda. Eso es ser responsable por tu propio crecimiento.
En la búsqueda espiritual existe el mismo proceso. Debes volverte responsable por tu crecimiento espiritual. Antes de ese momento, te estás confiando en alguien. Puedes sentirte muy disgustado y decir «¿Por qué no puedo leer los agujeros en la tarjeta? ¿Por qué no puedo hacerlo?» Tu profesor puede decir «Si siguiéramos pasando varias veces la misma tarjeta, podrías leerla, pero cada vez tenemos que hacer modificaciones para ocuparnos de ciertas progresiones que el computador está haciendo». Esto en realidad se refiere a los patrones de reencarnación que cada persona atraviesa. Si regresas suficientes veces a esa tarjeta, a esa conciencia, aprenderás a leerla muy bien y dices «¡Bravo! Puedo leer este patrón ¡Puedo manejarlo!». Después de que has trabajado suficientes patrones, tienes muchas, muchísimas más respuestas que la persona que ni siquiera sabe que los computadores existen, sin mencionar que el computador está arrojando otras tarjetas continuamente.
Puedes recoger una tarjeta del computador y decir «No sé lo que dice aquí». Así que le preguntas a alguien qué dice, y la persona responde «Dice tal, y tal». Te la entrega y dices «Muy bien. Si dices que es así, así debe ser». Entonces llegan otros que preguntan por el significado de sus tarjetas y esta misma persona responde en forma similar, y de repente te das cuenta de que esa nueva persona tiene su propio «código de lectura» donde todas las tarjetas se leen de la misma manera. Así es como muchas de las religiones ortodoxas comienzan a entrar en nuestras vidas. Sin importar dónde estén los agujeros, son leídos de la misma manera.
Más tarde sucede que estás con alguien que trabaja con computadores y dice «Tienes las primeras catorce letras bien, absolutamente correctas; pero las otras cuarenta y cinco fueron leídas incorrectamente. Te están dando información imprecisa». Entonces el programador puede decir «Te daré una tarjeta, y la perforaremos en esta máquina de modo que puedas ver cómo se perfora. Ahora tienes la información precisa. Llévasela a la persona que te ha leído las tarjetas y pídele que te lea esta otra. Sabes cómo está perforada, así que puedes saber qué tan acertadamente la lee. Serás capaz de revaluar qué tan acertada es su observación total».
Este proceso de revaluación es lo que está sucediendo en muchas religiones alrededor del mundo. Es tiempo de revaluar. Cuando realmente comienzas a leer la tarjeta tú mismo, estás descubriendo que cosas que te habían dicho una y otra vez, no habían sido leídas con suficiente precisión para ti. Cuando eres responsable por ti, confías en tu propio conocimiento, en tu propia experiencia, comienzas a leer las tarjetas para ti. Si, puedes leer algunas incorrectamente, pero continúas avanzando y aprendiendo y aumentando tu habilidad.
El hecho de que la información sea imprecisa no es error de los que leen las tarjetas para ti. No es una falla de las religiones ni de los hombres religiosos. La falla, si es que la hay, está en que no lees las tarjetas tu mismo, esa es tu responsabilidad. Es tan fácil trasladar la responsabilidad a otros y decir «Bueno, es falla de él». Recuerda, no importa qué tanto señales a alguien, tres dedos te estarán señalando de vuelta. Así que tienes que ser muy cuidadoso respecto a tratar de culpar o juzgar. En últimas, eres responsable de ti.
En la medida en que creces hacia niveles mayores de responsabilidad, percibes una cualidad de madurez dentro de ti. En la medida en que confías en ti y no miras «allá afuera» buscando aprobación y validación total, descubres un sentido creciente de «ser» dentro de ti. Ese es el leve movimiento del Alma despertando a su propia y más grande naturaleza. En tanto te elevas conscientemente hacia el nivel del Alma, te mueves hacia una expresión más clara de responsabilidad, ves más de la Luz, te resulta más fácil llegar más allá de los niveles de la mente, el cuerpo y las emociones y te conoces a ti más clara y puramente.
Cuando estás en el Alma, puedes ver más claramente las trampas y los obstáculos de tu vida en esos niveles inferiores. Puedes experimentar un amor y una unidad con otras personas que va más allá de cualquier cosa que hayas experimentado antes. La manera de saber respecto al Alma es estar abierto a la posibilidad de que existe, aceptar la posibilidad de que eres más que tu cuerpo, que tus pensamientos y que tus sentimientos. No tienes que creerlo. No tienes que tener fe. Sólo permanece abierto a la posibilidad de que existe. Pronto comenzará a llegarte más información. Podrías traer el recuerdo de un sueño, contárselo a alguien y descubrir que esa persona tuvo el mismo sueño. Podrías tener dificultad en tomar una decisión, y en un momento de tranquila contemplación, ver la decisión tomada e inclusive experimentar el resultado de tu elección, y regresar sabiendo hacia dónde moverte. De repente podrías encontrarte en dos lugares simultáneamente y saber que estás experimentando la trascendencia del Alma.
Esto podría representar sólo el comienzo de tu experiencia del Alma. Hay mucho allí para ti una vez que te abres a ello y te colocas en este sendero de desarrollo. Es magnífico. Y todo es una manifestación de amor. El amor es la matriz que hace que todo sea posible; es la energía del Espíritu que es la esencia. Y es a través del amor por ti mismo que encuentras el Alma y aprendes que su expresión es tu realidad.
Sólo existe un Alma, y es Dios. Sólo existe un amor y es Dios. Sólo existe un intelecto y es Dios. Sólo existe uno y es Dios. Nosotros somos manifestaciones de Dios en cualquier nivel que escojamos expresarnos.
Me llamo el Viajero Místico pero respondo a cualquier nombre y a cualquier forma. El Viajero es una forma que no puedes restringir. Es totalmente libre y totalmente del momento. Y como es libre y del momento, crea salud, riqueza y felicidad en el mundo físico. El Viajero Místico es eso y no necesita más de lo que es. El Viajero comparte todo eso contigo, libremente, desde el Espíritu. El Viajero te da las llaves para abrir tu propia salud, riqueza y felicidad. Debes recibir las llaves cada momento, porque son distintas cada momento.
La presencia de Dios está dentro de ti, manifestándose nueva cada momento. No son tus emociones, ni tu mente ni tu cuerpo físico. Es el Espíritu manifestándose a través de esos niveles, pero siempre es más que eso. Te sientas justo en el borde de la conciencia del Alma. Está tan cerca. Está allí cada momento. Cada momento te da una nueva oportunidad para descubrir esa conciencia.
Cuando vives en el momento y vives libre, estás viviendo en el Alma. Deja ir cada momento a medida que pasa. Desapégate de esta tierra, de los recuerdos del pasado, de las expectativas del futuro. Haz aquellas cosas que te traen salud, riqueza y felicidad en un estado desapegado y deja que todo lo demás se vaya.
Capítulo VII
Si caminas entre tus compañeros en equilibrio y gracia, te conviertes en una fuerza elevadora para todos los que encuentres
Cuidar de tí mismo
Te gustaría hablar un poco sobre la «ecología espiritual». Es la ecología de mantenerte tú primero —y luego al mundo alrededor tuyo. Espiritualmente tienes la responsabilidad de mantener lo que tienes y todo lo que tocas. Es tu tarea mantenerlo, porque todo es Espíritu. El Espíritu está en todas partes, siempre ha estado y siempre estará.
Ecología espiritual significa mantenerte limpio en todos los niveles: físico, emocional, mental y espiritual. Vigilas dónde colocas tu mente de modo que no exteriorices pensamientos severos hacia nadie. Vigilas dónde pones tus emociones para no enredarte con nadie. Y vigilas dónde pones tus palabras para no efectuar inadvertidamente «cirugía bucal» en nadie. Vigilas todos tus niveles internos primero y luego vigilas tu ambiente exterior. Puede haber cosas como mantener los zapatos ordenados en el closet y la cama tendida, mantener tu carro encerado y los ceniceros limpios. Las cosas pequeñas pueden ser muy importantes.
Eres un universo dentro de ti mismo, y eres responsable por ti. ¿Qué estás haciendo con tu universo, con tu ser interno? Si el Dios del mundo externo te tratara como tú tratas a tu propio ser interior podría haber más terremotos y cataclismos de lo que podrías imaginar.
Por las cosas que has creado podrías verte inundado con tanto material tóxico que en verdad te sentirías enfermo dentro de tu cuerpo. Y sucede por la manera como te tratas a ti mismo, bien sea abusando del cuerpo físicamente, deprimiéndote emocionalmente, confundiéndote mentalmente o muriendo de hambre espiritualmente. Trátate mejor. Dios reside dentro de ti en la esencia de su Espíritu. Y tienes la responsabilidad, como cocreador con el Dios interno, de mantener limpio tu propio universo.
Es fácil ver polución en el mundo externo. Miras alrededor y allí está. Yo no soy de los que enfatiza en el mundo físico, pero realmente es hora de que los portadores de Luz del planeta, los guías del camino, comiencen a derramar la Luz de razón y lógica donde quiera que vayan. Podemos dejar la tierra física en una frecuencia más agradable de la que tenía cuando llegamos. Estas áreas de responsabilidad se aplican a todo el mundo. Una de las razones por las cuales el mundo se encuentra en las condiciones actuales es porque mucha gente «saca el cuerpo» y dice «Eso no es conmigo». La ecología espiritual se aplica a todo el mundo —sin excepciones.
Todo el mundo, de cualquier idioma, de cualquier raza, está clamando por la unidad del ser, llamada «Dios». También ha sido llamada «Cristo» y «Buda» y «Luz» y de muchas otras formas. No hace falta quedarse enredado en las palabras porque todos somos Uno. Y cuando la gente conozca esta Unidad, la gloria de este mundo se manifestará.
Es responsabilidad de todos nosotros cuidar de lo que tenemos, mantenerlo bien reparado y atractivo. Y cuando algo ya no sea útil, puede cambiar hacia una forma que sea útil. En realidad es muy sencillo. Es de sentido común. Y se aplica igualmente al nivel individual y al nivel mundial. La polución es contaminación.
Si cada uno de nosotros, a nivel de la raíz de la hierba —y ése es el nivel en el que estamos— colocáramos nuestras energías en la preservación y el mantenimiento de lo que tenemos aquí, podríamos movernos hacia la gloria que hubo una vez hace mucho tiempo en este planeta Tierra. Nosotros que estamos ahora aquí tal vez seamos incapaces de disfrutar la fructificación total de nuestra labor pero conoceremos el bien por el cual estamos trabajando y preparando. Y por supuesto, en tanto pongamos nuestra conciencia en la Era Dorada, podremos estar allí ahora mismo. Somos el puente en conciencia y eso significa que a veces tenemos que meternos en el fango y trabajar para sacar este mundo hacia la conciencia de gloria.
¿Todo el mundo será capaz de ver la gloria cuando llegue? Espiritualmente puedes percibir cualquier cosa en la que coloques tu conciencia. Las restricciones existen sólo mental, emocional y físicamente. Las restricciones aparecen como una nueva aflicción, o un dolor o una arruga. Tal vez pierdas un poco de cabello, te equivoques en un examen o pierdas tu pareja o un hijo, entonces el clamor y el grito cruzando la tierra será «Pobre de mí». La gente grita internamente cuando cree que está sola en su experiencia.
Todos somos Uno a través del Espíritu. Cuando verdaderamente te das cuenta de la Unidad, conoces el amor para ti y para todos. Luego cuando ves algo negativo sucediendo, como una falta de comprensión o un dardo, en vez de echarle leña al fuego diciendo «¡Si! ¡Estás en lo cierto! ¡Debiste haberle golpeado en la cabeza!». Tienes la responsabilidad de colocar amor y comprensión allí. Aún cuando alguien esté peleando y gritando a otro, en realidad está diciendo «Por favor entiéndeme. Yo mismo no puedo hacerlo. Por favor escucha. Necesito tu ayuda».
Es fácil escuchar a la gente gritar porque usualmente nos dejan saber de su dolor, ya sea verbalmente o por sus acciones. Es más difícil escuchar a la naturaleza gritar. Y aún así la naturaleza se manifiesta a través de todos nosotros. Somos parte de ella igual como somos parte del Espíritu. Somos parte de todas las cosas. Y ahora estamos experimentando un renacimiento que es conocido como «volver a la tierra». Es una acción positiva, es aumentar nuestra conciencia del regalo de nuestra tierra y de la responsabilidad que tenemos en su protección y preservación.
La tierra es la «Madre-Dios» y el Padre en el Cielo es el «Padre-Dios». Por eso oramos al Padre-Madre-Dios para que nos dé la Luz amorosa que necesitamos y que podemos repartir a todo lo que nos rodea, para los más altos fines de todos los involucrados.
Y aún así, es necesario mantener presente que la perfección no se consigue en el nivel físico; con el cuerpo físico nadie es perfecto. En la expresión del Alma ya eres perfecto, todo el mundo lo es. En la conciencia del cuerpo, de las emociones y de la mente, estás trabajando para traerte al equilibrio de modo que puedas ver más fácilmente la perfección del Alma. La mente es una avenida que el Alma usa para verse a sí misma. También es la avenida que ve el mundo para el Alma. Esta conciencia es el vehículo a través del cual el Alma se expresa en este nivel.
En la medida en que aprendes a mantener equilibrado el nivel físico, puedes salirte de las áreas de dogma y opinión y moverte hacia un estado de ser. En ese estado, estarás consciente de lo que pasa, pero no necesariamente tendrás que entrar allí. No tendrás que meterte en el «estiércol y el fango» de la expresión negativa. Sencillamente te mantendrás equilibrado y claro dentro de tu propia conciencia, independiente de lo que pase a tu alrededor. Entonces desde ese sitio estable y equilibrado, serás capaz de apoyar a otras personas de una manera mucho más efectiva.
Puedes hacer mucho más por un bebé que está aprendiendo a caminar al ayudarle estando tú de pie, que estando tendido en el piso y tratar de levantarlo desde allí. Puedes no ser muy útil desde el nivel del piso. Así que te paras por encima de la situación y ayudas cuando eres necesario. ¿Pero alguna vez viste un bebé agarrado de la mano y dando un manotazo en el aire? ¿Qué hizo el bebé? Gritó y chilló y se asustó, claro. Pero si tú sencillamente pones tu mano abajo, el bebé puede agarrarse de tus dedos, y sólo te aseguras de que lo sostienes, mostrándole cómo envolver su mano alrededor de tus dedos y colgar de ti. Y te levantas muy lentamente dejándole hacer casi todo el trabajo. Levantas al bebé y luego lo bajas y comenzará a esforzarse para subir.
Ahora bien, ese desplazamiento puede requerir un montón de esfuerzo por parte del niño. Y al no ser capaz de controlar su intestino muy bien, puede sufrir un «accidente». Entonces tienes una situación desordenada que podría ser considerada desequilibrada y negativa. ¿Pero dejarías de ayudar al niño? No, continuarás ayudándolo y entrenándolo; y un día cuando el niño aprenda a pararse por sí solo, también habrá aprendido a controlar los otros movimientos del cuerpo. Todo es parte del entrenamiento para crecer y desarrollarse.
En tanto el chico crece descubres que tienes que agacharte menos y menos porque comienza a enderezarse y estirarse más. Y un día el chico se para agarrándose de algún mueble. Luego hace pinitos de un mueble a otro. Tu te paras allí y vigilas, y te sientes orgulloso. Puedes felicitar al chico y decir «Lo estás haciendo muy bien ¡Qué buen chico eres!» Expandirás su conciencia por él y le darás una nueva imagen de si mismo. El niño aceptará esa nueva imagen y comenzará a caminar más y más con mayor independiencia.
Este ejemplo de entrenar niños muestra un paralelo de muchas maneras con el crecimiento espiritual. Se compara con lo que llamamos manejar «la expresión negativa». A veces las situaciones que creamos para nosotros mismos no son realmente las más lindas del mundo, pero aún así las enfrentamos. Siempre las enfrentamos.
Soy afortunado al tener amigos con niños pequeños y ser considerado «familia» por parte de ellos. Un día que estaba visitando a uno de estos amigos, comencé a alzar al bebé y el papá dijo:
—Cuidado al levantarlo.
—¿Qué pasa? — dije
—Pañales sucios— respondió..
—Muy bien — asentí, más para no hacer sentir incómodo al padre, que por preocupación de mi parte. Pero muy pronto el bebé comenzó a inquietarse. Y el padre se irritó con él porque esos pañales sucios lo estaban «golpeando» justo en la cara.
—¿Quieres que le cambie los pañales? pregunté.
—Esa no es tu labor — me replicó.
—¿Es labor de quién?— le pregunté.
—Mía.
—Entonces cámbialo.
Cambió los pañales y trajo de nuevo al niño y dijo:
—Sabes, este es uno de los niños más dulces que has visto en tu vida. Y huele tan bien.
Ahora él podía amar más al bebé porque estaba realmente lindo y limpio.
—¿Quieres decirme que no amabas al bebé con los pañales sucios? — indagué.
—Solamente no me quería involucrar en esa situación.
—Es tu hijo. Estás involucrado.
El padre tiene ahora dos hijos y dice que esas cosas son mucho más fáciles con el segundo porque al menos sabe qué hacer. Se ocupa y maneja la situación de la manera apropiada. Entonces no tiene que sentarse por ahí y preguntarse cuándo lo va a manejar. Maneja las cosas rápidamente de modo que la preocupación no aumenta. Antes, estaba negando lo que pasaba y sólo permanecía así y parecía ponerse peor. Al reconocer la situación, al sacar su conciencia hacia esa área y manejarla, limpiándola, ahora crea situaciones equilibradas.
¿Es eso tan distinto de lo que hacemos como adultos en nuestro crecimiento espiritual? ¿Es tan distinto de nuestras vidas cuando tenemos que limpiar nuestras propias situaciones sucias? La manera de superar una situación sucia es moviéndote hacia ella tan rápidamente como puedas y manejándola. Continuamente puedes mantener las cosas tan equilibradas como sea posible de modo que no tengas que involucrarte en muchos procesos de limpieza. Trata de no hacer desorden alrededor de la casa si no te gusta limpiar. Yo trabajo para mantener las cosas alineadas, todo el tiempo. Pero algo se desalinea de vez en cuando, todos estamos en cuerpos humanos. Entonces cuando algo se salga de equilibrio, vé y alinéalo tan rápido como sea posible. O consigue a alguien que te ayude a alinearlo si es necesario.
La mayor parte de mi trabajo es ayudar a la gente a alinear las cosas, a mostrarles cómo pueden hacerlo. Les muestro cómo dejar de hacer las cosas que están ocultando su expresión mayor y les ayudo a expandir su conciencia: «Ahora eres un hombre grande. Ahora eres una mujer grande. Ahora te disparas hacia reinos más altos de Luz. Estaré allá contigo. En la medida en que viajes de un nivel de Luz a otro, estaré allá. Te apoyaré. Si comienzas a caer, te levantaré. No te vas a golpear la cabeza. No te harás daño».
Tú no eres el desequilibrio de una situación. No eres el golpe en la cabeza. No eres el desacuerdo. No eres esa explosión de ira. Esos son sólo puntos de referencia en tu progreso. Estás atravesando esas cosas. Continuamente estás cambiando los pañales hasta que el bebé crece. Lo haces porque es tu elección. O puedes tenderte en la pila de la basura por un largo tiempo, pero tienes que levantarte y salir de allí en algún momento. Aunque vengan y muevan la basura debajo de ti, te vas a hartar con la manera como están las cosas y te moverás por ti mismo. Puedes salirte de la basura mucho más rápido despertando a lo que está pasando.
Este despertar es el sendero interno del Alma, percibiendo lo que es la realidad y moviéndose continuamente hacia una acción positiva y directa. El Movimiento del Sendero Interno del Alma no te retira de la vida, te mueve hacia la vida, enseñándote cómo manejar este nivel más efectivamente y manteniéndote equilibrado. Entonces te muestra un camino hacia los niveles superiores de conciencia del Alma.
Identificando influencias síquicas
En el nivel físico, las energías síquicas están siempre presentes del mismo modo que las energías espirituales están siempre presentes. Estas energías no funcionan en ninguna línea de tiempo. Sencillamente están presentes aquí y ahora, siempre, en la eternidad. El «tiempo» que fue hace diez mil años y el «tiempo» de ahora son lo mismo. Las energías están siempre aquí y ahora. Cuando sientes energías síquicas viniendo hacia ti, te das cuenta de que pueden o no relacionarse con eventos recientes; podrían venir de acciones muy lejanas en términos de tiempo, pero enteramente presentes en términos de energía síquica. Estamos hablando de eternidad. Podrías decir «Pero no me acuerdo…» Desde luego que no. No se te está exigiendo que recuerdes. Ese «velo de olvido» es parte del proceso.
A veces las energías síquicas pueden intentar manipular tu mente, tus emociones y tu cuerpo, y a menudo pueden ser muy efectivas en hacer justo eso. Si vas a algún lugar que no esté bajo la influencia de energías síquicas, algún lugar positivo y elevador, esas energías negativas pueden ir contigo y crear duda y miedo en tu conciencia respecto a esa experiencia positiva. Esa negatividad puede bloquearte de buscar y experimentar una dirección positiva en tu patrón de vida. Esas energías pueden programarte para evadir a la gente que puede ayudarte. Pueden traerte pensamientos de «Son malos. Son malvados. Me harán daño. Están tras mi dinero. Están tras mis hijos» etc.
Cuando vives desde tu propio centro, el que te influyan por energías síquicas suena realmente tirado de los pelos y altamente improbable. Pero si te involucras en reuniones síquicas donde estás sometido a influencias síquicas, puede suceder. La gente que trata con energía síquica puede arengar y hostigarte con declaraciones cargadas emocionalmente. Por ejemplo, pueden decirte que algún grupo o alguien es malvado, malo, perverso y estarás listo a ir a cazarlo. Algo dentro de ti realmente se sacude, te encuentras atrapado en la energía del grupo y piensas «¡Estás en lo cierto!».
Hace años cuando tuvieron lugar los disturbios en Los Angeles, estaba sucediendo un proceso como este. La energía síquica estaba dispersa y estaba manipulando a la gente de formas increíbles. Personas que probablemente nunca se comportaban violentamente dentro de su propia expresión de vida se estaban amotinando, peleando y saqueando. Una energía síquica estaba tomando el mando y siguiendo su curso. Esto sólo explica lo que estaba pasando, no excusa la acción.
Una vez, cuando había acabado de suceder un motín en el área de Boston yo estaba viajando por allí. Podía sentir dónde habían peleado, dónde la energía estaba cercana a la energía que mata. La fuerza de la energía de violencia era palpable. Sin embargo, físicamente era un día bello, claro, fresco. Parte de mi trabajo, cuando soy consciente de esos «ataques síquicos», es aclarar esa energía, alterarla, transmutarla o cambiarla de la influencia pesada de la negatividad a la influencia positiva de energía espiritual. Se puede cambiar. Pero eso significa reconocer la naturaleza del ataque síquico, manteniendo la integridad de tu comportamiento a pesar de las energías síquicas y luego traer la esencia espiritual hacia ese espacio.
La gente se queda atrapada en la influencia de las energías síquicas porque algo dentro de ellas busca poder o busca ser reconocido como «Dios». Esa afirmación del poder individual causa que uno abandone la gracia y deje a la persona abierta para que el poder síquico ataque. El ataque llega a esa área que es más débil, más vulnerable, más abierta a influencias.
El área sexual, tal vez más que las otras áreas está muy abierta a la manipulación de las energías síquicas, porque la energía sexual por sí misma es tan intensa que crea un canal listo para que el poder síquico entre. En ese sentido, la simbología de la historia de Adán y Eva tiene gran validez. Adán y Eva caminaban desnudos entre ellos y en su propia pureza no necesitaban vestidos. Sin embargo, cuando el poder síquico, las energías negativas entraron en su expresión, las áreas sexuales se corrompieron y ellos mismos se cubrieron. Cuando el poder síquico entra con el poder sexual, esa energía puede volverse como una entidad y el proceso se vuelve obsesivo y destructivo. En las sociedades en las cuales ha habido una actividad sexual excesiva (en el sentido de promiscuidad o prostitución, más que en un sentido de amor) la sociedad se destruye no por la actividad sexual en sí misma sino a través del poder síquico que se manifiesta mediante la actividad sexual.
La gente me pregunta si importa que sientan lujuria por alguien. Si, importa. Y lo que haces con esa lujuria importa más. A menudo el sentimiento que identificas como lujuria viene a ti a través de influencias síquicas más que a través de tu propia conciencia. Puedes pensar «¡Vaya! ¿De dónde vino ese pensamiento? No estaba ni siquiera interesado y de repente sencillamente tenía que tener a esa mujer (o a ese hombre)». Y a menudo, si eso sucede, puede no ser tu pensamiento para nada.
Muchos pensamientos e influencias síquicas están rondando y es fácil que se te «peguen» Sucede. Ten presente que no tienes que actuar con cada pensamiento que recoges. Si llega la lujuria, puedes levantarte y salir de esa área. Manejarla. Puedes manejarla alejándote de ella así como acercándote a ella. El ejercicio físico ayuda a dispersar la energía síquica. Trotar, correr, jugar tenis, basketbol, construír…. cualquier cosa que utilice energía física de manera dinámica y vigorosa, dispersará y aclarará las energías síquicas que golpean. Sentarse y acoger cosas en tu mente tiende a incrementarlas.
Nuestro actual sistema de prisiones es un ejemplo de una respuesta muy pobre al problema de energías síquicas. Antes de ser encarcelados, muchos prisioneros ya están altamente influidos por el poder síquico. Y en nuestro sistema actual tienen muy poca —o ninguna— oportunidad de escapar a esa influencia. Se sientan y construyen sus fantasías sexuales, proyectan gran energía en ellas y luego comienzan a proyectar esa energía a través de la prisión y en el vecindario alrededor de la prisión. Esto no es necesariamente un proceso consciente, puede ser inconsciente. Toda la región puede comenzar a experimentar dificultad y ser incapaz de dilucidar la causa. Si los prisioneros estuvieran en ambientes donde pudieran ser activos y trabajar de manera constructiva, donde pudieran experimentar programas recreativos, saludables y programas de terapia activa, tendríamos más rehabilitación.
Muchas veces te tratas a ti mismo como un prisionero. Creas bajo la influencia de las energías síquicas y te permites ser sostenido por ese poder. Y si te colocas en situaciones y ambientes donde puedes ser activo, trabajar constructivamente y participar en programas recreativos saludables, verás rehabilitación dentro de tu propia conciencia.
No tienes que permitir que las influencias síquicas te manipulen, ni te controlen. Tienes una elección. Puedes dirigir tu vida hacia cualquier patrón que desees. Si has estado bajo la influencia y la identidad de energías síquicas, puedes recuperar la identidad espiritual de quien tú eres —quien realmente eres. Cuando encuentras ese centro y puedes mantenerlo, puedes apoyar a otros desde esa base sólida. Puedes demostrar libertad, amor espiritual y la Luz del Espíritu.
En la medida en que te diriges a ti mismo desde ese lugar positivo dentro de ti, puedes comenzar a elevar a todos los que te rodean hacia el mismo foco positivo. Puedes contener y absorber las influencias síquicas que llegan a ti mientras continúas dirigiéndote de una manera positiva, elevándote hacia más y más conciencia del Espíritu adentro. Todo es tu elección. El Espíritu siempre está presente. Sólo necesitas girarte hacia él y abrirte a su guía y dirección, y serás libre.
Para nosotros hay una manera natural de progresar y luego está la manera de intentar controlar y manipular la vida. Podemos mirarlo en términos de polaridades masculina y femenina. Lo masculino intenta controlar y dirigir su «imperio», siempre se esfuerza por estar en una posición superior, la conciencia del «macho». Lo femenino no tiene que hacer nada de eso porque está fluyendo en una armonía más natural con todo lo que la rodea, entonces no hay necesidad de reglas ni regulaciones ni usurpación de poder.
Lo que necesitamos hacer es mezclar las polaridades negativa y positiva para entrar en el equilibrio de una conciencia neutral, donde podamos mantener y sostener el poder de nuestro ser, mientras fluye muy naturalmente con todas las cosas alrededor. Tomamos lo mejor de las conciencias masculina y femenina y las mezclamos. Si, es el ideal; y si, es posible.
La naturaleza progresa de manera tan natural que no excluye la evolución del hombre. Algunas personas preguntan «¿Y el eslabón perdido?» No hay ningún eslabón perdido. Hay puentes entre una raza y otra y después de que se establece una nueva raza, no hay necesidad del «puente». Estamos en una raza «puente» ahora mismo en este planeta. En algún momento futuro, muchos tipos de gentes que están ahora en el planeta, se habrán dio. No habrá rastro de ellos, ese nivel se alejará. No habrá nada que indique que estuvo presente, pero la nueva raza estará presente. No lo mal entiendas: no estamos tratando con conceptos de tiempo de dos o tres días; estamos tratando con conceptos de miles y miles de años.
Desde luego, se tendrán registros de todo esto, de modo que haya indicadores del progreso evolutivo del hombre en términos de ir adentro para conocer todos los niveles involucrados mientras se está en el cuerpo físico: primero, el físico; luego, la imaginación, las emociones, la mente, el inconsciente y el Alma. Cuando has establecido esa conciencia adentro, entonces puedes moverte a los niveles externos y encontrar que el mundo espiritual externo se alinea directamente con el reino interno. Y en ese punto, entiendes de qué se trata todo esto. La comprensión sobrepasa todo y trae con ella paz y tranquilidad. Puedes no estar consciente de eso cuando te enfocas en el cuerpo físico, dado que el cuerpo físico usualmente está en un estado de excitación. Está aquí para moverse. Los individuos que se sientan en posiciones de yoga hasta que sus piernas se vuelven inútiles, han violado las leyes del nivel físico. Muchos de los llamados grandes maestros espirituales han muerto de cáncer y desnutrición porque violaron la premisa del nivel físico que es conocer el nivel físico.
Algunas ramas de la ciencia como la medicina o las artes de sanación están diseñadas para conocer este cuerpo físico. Las ciencias sicológicas fueron diseñadas para conocer la siquis o el Alma, pero se han convertido más bien en estudio de los comportamientos del cuerpo. La sociología es el estudio de la interacción de esos cuerpos. Y los siquiatras está tratando de vérselas con la interacción de la mente, las emociones y el cuerpo. Eso deja a aquellos que están en un sendero espiritual para integrarlo todo desde la premisa de salud espiritual, permitiendo que la energía espiritual fluya a través de todos los niveles, trayendo la elevación total de la conciencia del hombre.
Es realmente muy bello estar cerca de gente involucrada con las artes de la sanación física, porque cosas como los masajes y el cuidado tierno y amoroso ciertamente alivian el dolor y la incomodidad. A veces ir al doctor y descubrir que te cuida, te hace sentir mucho mejor. El simple hecho de saber que alguien cuida, puede ayudar a deshacerse de enfermedades casi de inmediato. Es muy importante tener cuidado amoroso y el cuidado amoroso es la acción espiritual.
Cada persona es responsable por su ser total. Esto no significa que no nos apoyemos unos a otros rascándonos la espalda o alcanzándole a un amigo un vaso de agua, o llevándolo en auto al centro. Significa que hacemos todas estas cosas —mientras sea parte de su flujo de elevación espiritual. Así que tal vez a veces no les alcanzas el agua. A cambio dices «Ahí está la botella, y el vaso. Sírvela tú mismo». Eso puede hacerlos sentir menos dependientes y más seguros de sus propias habilidades y de su propio nivel de confianza. A menudo hacemos esto con los jóvenes para que ganen experiencias y aumenten su confianza.
Con mucha frecuencia, cuando ganas un poquito de conocimiento espiritual, quieres agarrar a la gente y elevarla bastante rápido. Pero lo que sucede cuando los agarras es que viajan y caen. Y luego se vuelven temerosos de tu actitud hacia la vida. La vida es muy natural, muy sencilla. La vuelves compleja al liberar energías dentro de ti mediante formas de simbología, de mentalización y de actitudes erróneas. Y entonces sucede una batalla en tu interior y como no quieres la batalla, la rechazas hacia el inconsciente. Allí batalla y luego se manifiesta como enfermedad o desarreglo que los científicos actuales no pueden manejar ni aclarar. Te puedes encontrar con muchos problemas físicos. ¿Cómo puedes manejarlo? Puedes practicar técnicas espirituales. Hay muchas técnicas diseñadas para contactar y aclarar muchos niveles de conciencia: meditaciones de distintas clases, ejercicios espirituales; técnicas de oración; formas de contemplación; cantar mantras y tonos. Estas técnicas enfocarán y elevarán las energías para que fluyan en una línea recta en vez de un vaivén adentro y afuera.
En la medida en que practicas ejercicios espirituales te vuelves más y más familiar con el flujo de patrones de energía que se manifiestan dentro de tu conciencia. En tanto te vuelves más familiar con los distintos niveles de tu conciencia, te sientes más cómodo contigo mismo y con otros en relación contigo. Al trabajar continuamente con las energías dentro de ti, aprendes a reconocer cuál es su propósito, su función y su dirección. Te relajas más y más con tu propio ser, trayendo una mayor integración de todos los niveles de tu ser. En la medida en que sucede esto ya no estás más a merced de tus patrones de hábito físico, tus adicciones emocionales, tus juegos mentales o tus impulsos inconscientes. Eres capaz de dirigirte exitosamente hacia patrones de comportamiento y expresión más positiva.
Existen distintas técnicas y puntos de vista respecto a cómo llegar a Dios, pero sólo hay una manera, y es a través de tu propia conciencia y habilidad espiritual para ejemplificar una conciencia espiritual. A menudo escuchamos sobre filosofías orientales, religiones orientales y el modo de vista oriental. Escuchamos respecto al sistema de vida oriental comparado con el sistema de vida occidental. La gente dice que los occidentales son impacientes en su búsqueda de Dios, mientras que los hindúes o los orientales son muy pacientes. Y la gente habla sobre estas dos maneras diferentes. En realidad, sólo hay una manera. Si piensas que hay muchas maneras de elevarse hacia los reinos superiores de conciencia, entonces tal vez deberías intentar con algunas de ellas para ver si funcionan para ti.
Encontrarás que cuando vas directo al meollo de la vida, nadie va a cuidar de ti, excepto tú mismo. Se te colocó en el planeta con todo lo que necesitas dentro de ti. Todo ya está ahí. No puedes disgustarte a menos que lo permitas. No puedes ser controlado a menos que lo permitas. No puedes enloquecerte y perder tu mente por una entidad desencarnada a menos que lo permitas. Eso te coloca en una posición única. Eres un creador. Puedes crear armonía o discordia, felicidad o desespero, gozo o depresión, productividad o carencia.
La Creación excisiva y sus resultados
En nuestro mundo occidental, estamos enfrentados a la situación de haber creado en exceso en muchas áreas de nuestras vidas; hemos creado demasiado, demasiadas cosas. Muchos seguidores de las filosofías orientales enfatizan la idea de crear lo menos posible. Miramos su cultura y decimos «Están atrasados. No me gustaría vivir allá. Viven en la inmundicia, corren el riesgo de contagiarse. No hay sistema moderno de alcantarillado» y podemos sentirnos muy virtuosos con este punto de vista, bastante seguros de que sabemos dónde estamos en la vida. Después de todo, tenemos una bella casa, un cuarto para cada niño, dos carros en el garaje, bellos vestidos, finas joyas, numerosos aparatos de televisión. Y trabajamos duro por todo esto. De muchas maneras, tenemos una bella cultura: una cultura que prueba que hemos creado en exceso físicamente. Tenemos toda suerte de contaminación, mostrándonos que hemos creado en exceso, que tenemos demasiadas cosas. Esta puede ser la señal más significativa de los tiempos en el mundo occidental. Podemos ser muy cultos y llamarlo exceso de producción, pero realmente es contaminación: aire contaminado, agua contaminada, plantas contaminadas, etc. Esos son reflejos externos de la sobre-creación, pero de muchas formas también hemos contaminado nuestras propias conciencias.
Físicamente, los EE.UU. es una nación muy bien alimentada. Pero tenemos hambres ocultas que no están satisfechas. Puedes imaginar que la manera de superar las hambres ocultas es llenándote de comida hasta que quedes saciado y ya no clames por necesidad. Y entonces piensas, «Ahora me siento mejor». Cuando te sientes mejor piensas «Realmente debería hacer algo para regresar a Dios». Podrías no pensar al respecto justo en esos términos, podría ser más bien «ahora que me siento mejor, quiero hacer algo. Me siento frustrado. Me gustaría poder hacer algo más». Al estar satisfecho en un nivel, quieres hacer algo para satisfacer otro nivel. Tal vez decidas ir a lavar y encerar el auto. Esto ayuda a liberar la energía física. Mientras lo estás haciendo, tu mente dice «Realmente me gustaría leer ese libro que comencé anoche» así que tu mente va delante de ti con el libro, y terminas con el auto bastante rápido porque has perdido el interés por eso. Entonces vas a leer el libro y mientras estás leyendo piensas «No estoy haciendo suficiente ejercicio. Paso mucho tiempo sentado». Pero ahora ya es hora de comer otra vez y tu hambre escondida grita «¡Aliméntame!» y te comes una galletita, unas papas fritas o una soda, cualquier cosa que sacie el cuerpo de nuevo y te fortifique contra el hambre escondida ¿Qué tal si tu hambre no es de comida? ¿Qué tal si estás sintiendo una falta de realización, una falta de unidad? Cuando no estás en armonía contigo mismo constantemente buscas algo que te haga uno, que te haga entero, completo, unido.
Puedes estar sólo y sin embargo estar completo y unido, pero es difícil estar completo y unido cuando dices «Me siento solo». La soledad es parte de tu hambre encubierta como lo es la depresión, la ansiedad y la enemistad. El hambre encubierta quiere caer. Es una fuerza que dice «Quiero tener relaciones sexuales. Quiero manejar un auto a gran velocidad. Quiero nadar por horas. Quiero hacer un vestido. Creo que cuidaré al niño para variar. Creo que volveré a la escuela a estudiar. No sé qué quiero hacer». Esta energía desenfocada es sólo una manifestación de la falta de unidad contigo mismo.
Cuando te estás dirigiendo y expresando a ti mismo de cualquier manera, puede ser que a veces estés tratando de demostrar a los demás que eres una persona valiosa. Por ejemplo, puedes querer ir al colegio para conseguir buenas notas, para sacar la calificación más alta. Esta calificación es el fruto de tu creación y demuestra que eres una persona valiosa. Es algo que la gente puede apreciar y decir «Sí, eres valioso». Así que vas al colegio y sacas la máxima calificación. La gente te alaba y tú estás de acuerdo «Sí, soy valioso». Pero un mes después algo te carcome de nuevo. Algo sigue presionando.
Algunas veces cuando no sabes qué es lo que te carcome, tratas de pensar en qué podría ser. Piensas y piensas y piensas. Así creas en exceso en tu pensamiento, en el área mental. Las personas que sobrecrean mentalmente pueden volverse gigantes en distintas áreas del comportamiento. Pero te das cuenta que buena parte del tiempo estás haciendo círculos en tu pensamiento. Llegas a un punto en el que dices «Ya estuve en esto antes. Ya lo hice antes. Ya dije esto antes. Ya escuché esto antes. Estoy cansado y enfermo de escucharme hablar». Así que dices «Me voy a quedar callado un rato». Tal vez eso funcione, o tal vez cuando alguien te diga algo vas a resultar cantaleteando y sobrecreando verbalmente, entonces decides que te vas a ocupar y hacer algo físicamente. Decides levantar pesas o correr 2 kilómetros diariamente para estar en forma. Puedes crear en exceso físicamente. Entonces cuando te canses de eso tal vez te muevas al área de las emociones. Es tan fácil crear en exceso esta área que quizá hiperreacciones cuando alguien diga «Quiero aprender a consultar el directorio telefónico» y comiences a llorar debido a esta tremenda y excesiva creación emocional. De nuevo estás fuera de equilibrio.
En este punto podrías decir «Intenté con lo físico, intenté con lo emocional, e intenté con lo mental. No queda sino intentar con lo espiritual». Así que vas a la iglesia semana tras semana hasta que realmente te cansas de tratar de ser espiritual. Las iglesias pueden ser lugares hermosos, y tal vez puedas aprender a sintonizarte con el Espíritu allí, aunque mucha gente religiosa parece haber creado en exceso en las áreas mental y emocional. Y ciertamente muchas iglesias han creado en exceso físicamente al construír estructuras físicas inmensas. O tal vez la religión ha creado en exceso en el área ritual y así tu crees que te tienes que sentar de cierta manera, o pagar una cierta cantidad de dinero o repetir muchas letanías, o usar cierta ropa o comer cierta comida. Cuando te permites involucrarte en la clase de creación en que la gente te dice que su manera es la única manera, no eres leal a tu propia creatividad, a tu propia unidad. Entonces puedes mirar a otra persona y decir «¡Mira qué bien lo estas haciendo!» Así, tu propia ambición, tu propia codicia, y tu propia lujuria entran cautelosamente y de repente quieres hacer lo que ella está haciendo a cambio de lo que tú estabas haciendo.
He visto mucha gente llegar al MSIA. Algunas de ellos contactan la conciencia espiritual muy rápido y experimentan muchas cosas que podrían llamarse «trascendentales». Otros dicen «He estado aquí durante un año y no he experimentado eso. ¿Por qué no me pasa lo que les pasa a ellos?». La respuesta es, ellos estaban listos para esa experiencia, y tú no. Ellos vinieron, se sintonizaron e hicieron la conexión. Eso no significa que sus experiencias sean mejores que las tuyas. Las experiencias son diferentes. A menudo, las personas que parecen ser capaces de venir y entrar en la conciencia espiritual muy fácilmente, son las mismas que se alejan tras un par de meses. Los que trabajan y trabajan en ello, desarrollan tal fortaleza que cuando finalmente reciben la gloria de su propia conciencia espiritual, nada puede ser difícil de creer. Su alumbramiento viene del conocimiento, del trabajo y de la experiencia y nadie se los puede quitar.
Podría ser valioso considerar la idea de la creación excesiva. Crear en exceso en lo que sea causará que pierdas el equilibrio contigo mismo y con los que te rodean. Puedes aprender a mantener tu equilibrio mediante la creación en el área de tus necesidades, no en el área de tus deseos. Cuando te mantienes en tus necesidades encuentras que no sobre-creas, y que comienzas a establecer una mejor comunicación contigo mismo, que te guiará hacia una mayor felicidad y realización.
Percibiendo la Gracia
Tu mente subconsciente es una fuerza muy podero sa dentro de tu conciencia. Alguna gente trata de negar su expresión, otros se rinden, e inclusive hay otros que sencillamente ignoran la mente subconsciente y su acción. Cuando puedes aprender a trabajar en armonía y cooperación con tu subconsciente, más fácilmente puedes llevar tu expresión hacia un mayor equilibrio.
El poder del subconsciente es tan grande que muy pocas cosas pueden estar contra él, una vez se echa a andar. Tiene una sabiduría y un conocimiento y una bella habilidad para encontrar su camino a través de todos los obstáculos colocados frente a él, evitando las adversidades y avanzando con ímpetu hacia las oportunidades.
Cuando tu vida entra en contacto con las vidas de otros, a menudo hay comunicación e interacción entre las mentes subconscientes. Puedes hacer intentos inconscientes para controlar a la otra persona, y ella puede intentar controlarte. Y la decepción puede funcionar dentro de estas áreas de control.
¿Qué clases de decepción podemos expresar como individuos? Podemos expresar decepción de emoción cuando alguien pregunta «¿Me amas?» y tu dices «Si» aún cuando pudieras no amarlo en ese momento particular. Eso es decepción. Tal vez te preguntes «¿No sería mejor decir ‘No, ahora mismo no te amo’ sabiendo que le disgustará, que decir ‘si, te amo’ sabiendo que le amarás más tarde?» Hay una gran posibilidad de que si no lo amas, aún cuando digas que si, él sepa que no lo amas. Te podrían respetar más si dijeras «No, ahora mismo no te amo. Creo que eres el canalla más grande del mundo. Pero dame veinte minutos porque lo estoy trabajando. Te amaba antes de esto, y estoy seguro de que una vez me pase la irritación, te amaré de nuevo». Eso es ser honesto.
Existe la decepción del intelecto. La gente puede decir que tiene una cierta habilidad con el fin de conseguir un trabajo. Si no tiene dicha habilidad entrará en decepción. Y la decepción se pondrá al día con ellos. Luego está la decepción de la mente subconsciente. Es como decepcionarte a ti mismo. Dices «Si, disfruté pasar la tarde contigo» y el subconsciente dice «No fue así. ¡Y pasará mucho tiempo antes de que salga de nuevo contigo!». El subconsciente puede tener una «mente propia». Debes aprender a cooperar con ella y trabajar con ella y educarla, si estás decepcionando a tu mente subconsciente, podrías encontrarte comenzando un sendero de esfuerzo, luego retrocediendo rápidamente porque no sientes apoyo de tu subconsciente.
Si la mente consciente tiene el hábito de comenzar un proyecto y abandonarlo antes de completarlo, luego comenzar otro y abandonarlo a medio completar, luego comenzar algo más, etc., tal vez el subconsciente todavía esté intentando completar cada proyecto incompleto para terminar aquello que comenzó. Pero sin la cooperación del ser consciente, el subconsciente tal vez no pueda completarlo, no pueda realizarlo, y se sentirá traicionado y decepcionado. Es importante que no tengas muchos «asuntos entre manos». El subconsciente no puede manejar eso. Completa los proyectos que comienzas, llena los acuerdos que has hecho, mantente fiel a tus promesas: entonces tanto tu ser consciente como tu subconsciente podrán tener éxito, lo cual te llevará a un sentimiento de auto-realización, valoración y unidad.
Cuando puedas ser verdadero contigo, tu mente subconsciente también puede ser verdadera. Tu ser consciente, como ama de cada uno contactará al subconsciente y lo elevará; entonces el consciente y el subconsciente podrán moverse hacia una expresión mayor y funcionar juntos como una unidad para un equilibrio y culminación aún mayor.
El hombre va a tener gozo eterno, pero también va a ser responsable por todas sus acciones. Con esto en mente, alguna gente dice «Sólo me sentaré y no haré nada». Esa es una decisión por omisión porque las decisiones serán tomadas por ti a menos que tú mismo las tomes. Y a menos que tomes la decisión de aprender de lo que estás haciendo, no puedes esperar recibir la gran acción del Espíritu tal como llega. Grandes bendiciones se presentan en la tierra diariamente, cada momento, cada segundo. Puedes decir «Claro, sólo estoy esperando el momento justo para aparecer». El momento justo apareció tan pronto como dijiste esas palabras, pero tú mismo te decepcionaste. Tienes que cruzar el umbral de la cooperación y aprender a trabajar contigo, de llevarte hacia mayores habilidades, mayores realizaciones y mayor alumbramiento.
¿En última instancia a quién decepcionas? Sólo a ti mismo. Puedes decepcionar a otra persona temporalmente pero lo descubrirás suficientemente pronto. Supongo que puedes perdonar las decepciones de las emociones, porque hay muchas razones por las cuales fueron traídas. También podemos olvidar las decepciones entre las mentes subconsciente y consciente ¿Pero podemos olvidar las decepciones entre un corazón y otro? ¿Cuando has comprometido la totalidad de tu ser con otra persona, puedes dar marcha atrás? Realmente debería ser «a toda marcha» porque muchas de las cosas que estás trabajando ahora que parecían ser desorden, desesperación y aflicción, pueden ser tu alegría y felicidad mañana. La profundidad en la cual sientes tu desespero y tu agonía es la profundidad con la cual sentirás tu gozo y tu armonía. Cuando el gozo llega a tu puerta, el desespero también está allí. A veces le preguntamos a la tristeza de partir, pero la tristeza dice que tuvimos un tiempo tan bello juntos que extrañaremos los buenos tiempos.
Todo parece tener dos caras. Si somos como un «sube y baja» en nuestras vidas, puede ser que estemos desplazándonos hacia el equilibrio. Deseamos muchas cosas en la vida; pero tan pronto como podemos mantener una posición equilibrada entre lo que puede denigrarnos y lo que puede mantenernos unidos, tenemos la mayor defensa en tiempo de desespero. Así que a menudo tomamos las peores decisiones en nuestra mente de lo que podrían ser jamás en la realidad. Y a menudo nos preguntamos «Oh Dios ¿cómo voy a pasar por esto?» ¿Por esto? ¿Qué es esto? Estás aquí, lo cual significa que colocaste mucha más importancia en tus «catástrofes» de lo que realmente eran.
Dios no permite que llegue una cosa a sus niños en la Tierra que ellos no puedan manejar, ni una sola. Hemos intentado con todo nuestro ser ver si podemos sostenernos, ver si podemos cargar una conciencia más grande para otros. Nos probarán de muchísimas maneras. Nos probarán nuestros enemigos quienes pueden vencer con facilidad porque sabemos quiénes son ellos y estar seguros de que ellos no tienen la munición para dispararnos. Tenemos que ser más cuidadosos con nuestros amigos porque colocamos una profunda y querida verdad en ellos; están en posición para probarnos. Pero son nuestros seres amados —esposos, esposas, hijos, padres— quienes realmente nos prueban en una mayor medida de nuestro ser. Ellos conocen todos nuestros puntos débiles, saben dónde somos más indefensos y vulnerables. Tienen la munición para hacer daño.
Si decepcionas a tus seres queridos, la desarmonía que traes a ti puede ser mayor de la que puedes manejar. No será mayor de la que puedes portar. Puedes portarla porque Dios ha dicho que ningún Alma se perderá, ninguna. Puede pasar un largo, largo tiempo antes de que regreses a Dios en conocimiento consciente. Pero si reunes tus propios niveles de conciencia —la mente subconsciente, la mente consciente, el yo superior— juntos en cooperación, si cambias tu expresión y actúas hacia tu propia perfección, si haces lo que el Alma necesita que se haga, rápidamente puedes aclarar desequilibrios pasados.
Por nuestras obras nos conocerán. Si caminas entre tus compañeros hombres en equilibrio y gracia, te conviertes en una fuerza elevadora para todos los que conoces. Elevas a todos los hombres. Puedes elevarlos de maneras que no parecen brillantes ni enormes; a excepción de cuando calculas la medida final, a menudo encuentras que fue algo pequeño lo que marcó la diferencia. La diferencia pudo haber sido una patada en el trasero o alguien diciendo «Todo estará bien» Puede haber sido sólo una sonrisa o alguien que parecía un poco lento. O pudo haber sido, decir lo que yo llamo «palabras mágicas» a alguien. Existen seis palabras mágicas . Las tres primeras son «Yo te amo» y las otras tres son «Dios te bendiga». Pueden producir milagros.
Capítulo VIII
El nombre del juego es completar y, siendo así, también puedes hacerlo ahora
El sentido común es sentido espiritual
El Movimiento del Sendero Interno del Alma no enseña disciplina. La Conciencia del Viajero Místico no enseña disciplina. A veces le trae a la gente una situación reclamando un alto grado de selectividad donde deben discriminar lo que su acción va a producir, antes de actuar. Cuando una persona se mueve hacia este tipo de selectividad, la disciplina llega como un proceso automático. Te mueves de «Lo hago a mi manera» a «Esta es la manera como mejor funciona», sin embargo, no se coloca ninguna disciplina porque ése no es el estilo del Espíritu. El Espíritu ofrece oportunidades. Ofrece muchas opciones. Hace tiempo estaba viajando del Medio Oriente a Europa con algunas personas que trabajan conscientemente en la conciencia de Luz. Las oportunidades llegaban permitiéndole a estas personas moverse más allá del punto de selectividad y disciplina hacia el área de desinterés, no del tipo en que dices «Sé que si hago algo lindo, regresará a mi,» eso puede en realidad ser egoísta. Y el egoísmo no te traerá lo que estás buscando. Desinterés es no saber ni siquiera el premio por lo que haces, y si lo sabes, no lo haces por esa razón.
Viajábamos en un avión y venían en el avión nueve huérfanos vietnamitas que iban de Vietnam a París para ser adoptados; los cuidaba una joven mujer que estaba muy cansada. El avión había permanecido quince horas en Bombay por reparaciones y por supuesto, se le dió hospedaje en el hotel a la mayoría de los pasajeros, pero el gobierno no permitió que los niños entraran al país. Así que tuvieron que dormir en el piso en la recepción húmeda y caliente del aeropuerto durante quince horas. Luego fueron regresados al avión, enfermos y deshidratados. Habían comido muy poco y tenían vómito y diarrea. Era desgarrador verlos. Un par de ellos parecía que no podrían resistirlo.
Los trabajadores de la Luz parecían todos sentirse atraídos hacia la parte posterior del avión donde estaban los niños; lo único que estaba sucediendo —en lo que a ellos concernía —era la oportunidad de ser de servicio en apoyar a estos niños poco afortunados. Mientras la enfermera bañó los niños como que los entregaba y todos estaban ocupados vistiéndolos, alimentándolos y amándolos y ayudándoles en estabilizar la Luz en sus conciencias. Uno de los niños, de seis o siete meses de edad, parecía que iba a morir. Miré su aura, y estaba muy agotada. Estaba muy cerca de la muerte. De modo que la acción fue puesta dentro de la conciencia del Viajero Místico. Dado que la enfermera había dicho «Si, necesito ayuda» y los otros trabajadores de la Luz dijeron «Queremos servir» entonces fue posible que el Viajero viniera, transmutara y cambiara el sendero probable. Parecía que este pequeñito necesitaba mucha energía y fuerza si es que iba a vivir. Se lo di a uno de los portadores de Luz y ese jovencito que no había comido más que una onzas de comida en 24 horas, se tomó dos botellas de leche en corto tiempo y se mantuvo. Estaba volviendo a ser fuerte. Consumió también mucha Luz y amor. Ese pequeñito probablemente los sobrevivirá a todos.
Cuando ya estábamos listos a dejar el avión en París, fui y lo alcé (era mi favorito porque era la «mascota») le dije «Vas a vivir ahora; estarás bien». El sólo se volteó hacia mi y sonrió. En ese momento sencillamente como que me deshice en el amor que sentí por ese niño. Sentí tanto gozo y felicidad de que se me permitiera servir, de que se me permitiera extender el amor y la Luz del Espíritu a ese niño, dándole la oportunidad de cumplir más completamente su destino en este planeta. Y mi corazón estaba agradecido con todos mis compañeros de trabajo que habían trabajado conmigo paso a paso. Nadie falló.
El gozo y la felicidad son atributos de Dios y del Espíritu. Los buenos sentimientos son tu trabajo manifiesto. Cuando haces tu trabajo en el mundo físico, tienes un sentimiento de gozo porque tu trabajo es tu amor manifestado hacia otras personas. Algunas personas dicen «Odio mi trabajo». Si ese es tu sentimiento, ciertamente tienes un reto que es hacer lo que más te atemoriza. Como aquello que más temes vendrá hacia ti, es mejor mover tu conciencia del odio a la de completar el trabajo de la mejor manera que puedas. En el sentido de completar, puedes soltar el trabajo porque será terminado. Si trabajas con una sensación de odio y desespero, nunca lo completarás porque siempre mantendrás esa sensación contigo. Te darás cuenta de que no puedes alejarte del trabajo. Lo llevarás a casa contigo y se lo tirarás en la cara a tus seres queridos. Si esto es lo que está sucediendo en tu patrón diario, sería sabio de tu parte conseguir otro trabajo. Pero nunca es sabio dejar un trabajo hasta que no tengas otro encarrilado. Parece haber una ley que dice «Si no tienes un trabajo, es difícil que consigas otro». Si tienes un trabajo, es bastante fácil que consigas otro: si sacas de tu conciencia que quieres otro trabajo.
Con frecuencia las cosas pueden llegarte muy rápido cuando sacas la necesidad de tu conciencia. Una niña me dijo un día que quería una lira pero que no sabía dónde conseguirla. Le sugerí que manifestara verbalmente su pedido en un seminario del MSIA. Lo hizo. Dije «Más alto». Ella lo pidió de nuevo. Y antes de que terminara su pedido alguien dijo «Hablaré contigo al final. Sé dónde puedes conseguir una». Tenerlo resuelto rápidamente en lo físico, es muy rápido. A menudo en mi trabajo con la gente, escucho necesidades que se manifiestan en silencio y si es posible, satisfago las necesidades tan rápido como puedo. A veces una «necesidad» puede ser satisfecha elevando a la persona por encima de la necesidad hacia un estado de conciencia más alto, y la necesidad deja de existir. Tal vez no era una necesidad. Tal vez era un deseo, una querencia o tal vez era un «hambre oculta» que una conciencia más grande podía satisfacer, de modo que ya no fuera percibida como angustiante.
Te angustias. Te reprimes. Te profanas. Nadie te puede hacer eso a menos que lo permitas. Lo permites cuando trabajas desde un punto de debilidad, un punto de inseguridad, un punto de «No soy bueno». He escuchado a mucha gente decir que no vale mucho, que no es mucho, y esto y lo otro, y lamentan su fe y preguntan por qué no les suceden cosas mejores. ¿Quién te va a dar algo cuando tu no eres mucho, ni vales mucho?
El polo opuesto es decir «Soy grandioso. No hay nadie más grande». Eso expresa la implicación de «… por lo tanto no puedes hacer nada por mi». En cualquier extremo la gente encuentra difícil relacionarse contigo, interactuar contigo. La gente quiere ser libre y ser capaz de relacionarse contigo con libertad. Tal vez una relación entre dos personas comience desde la posición de «relacionémonos verbalmente, veamos si nuestras filosofías coinciden». Si coinciden tal vez se muevan más cerca para ver si sus emociones se equilibran. Si ese nivel se equilibra podrían ver si juntos son armoniosos físicamente. Si ese nivel armoniza, podrían decidir seguir con el nivel sexual; y antes de hacer eso, mejor sería que revisaras para ver si están trabajando desde el mismo punto de referencia espiritual. Si esa compatibilidad entra en una acción creativa sólo te arruinará y cosecharás un torbellino. No manifestarás conciencia de Luz. No manifestarás amor. Te volverás un destructor e intentarás destruírte tu mismo y a los que te rodean. Eso es ser muy tonto; no está dentro de ti para destruírte a ti ni a nadie cerca. Sencillamente podrías pensar lo que haces. Podrías decir «Puedo extinguir mi inteligencia». Recuerdas que dijiste «MI inteligencia» lo que significa que eres más. El cuerpo va a morir tarde o temprano, pero eso que tú eres, no puede ser destruído. Seguirás porque eres eterno. Ahora mismo estás en medio de la vida eterna. Estás viviendo en la eternidad porque la eternidad es ahora.
Cuando vives en el ahora puedes completar mucho más que cuando tratas de vivir en el pasado o en el futuro. Al completar más, puedes vivir a través de una franja más amplia de tiempo, y las cosas que una vez te parecieron formidables ahora entran en tu campo de cumplimiento. Sencillamente haces lo que necesita hacerse. Eso es vivir la eternidad en este momento. Y nada puede ser más hermoso.
Para vivir la eternidad, debes estar sintonizado con la fuerza universal. Sintonizarte con esa fuerza significa que tu Espíritu dentro, la fuerza de Dios que reside dentro de ti, debe sintonizarse con la fuerza de Dios que está fuera de ti, ésa que es omnipresente y todopoderosa. En tanto te sintonizas con esa energía dinámica y poderosa, sentirás la Luz moverse hacia ti. Puedes sentir un calor enorme llegar a ti. Puedes sentir como si alguien sencillamente te abrazara y te acariciara. Puedes experimentar la Luz como una sensación de ser «supermán»: todo poderoso y tremendamente vivo. Podrías sentirte tonto-feliz como si estuvieras un poco más alto. Si has estado poniendo mucha presión sobre ti, corriendo mucho por ahí, involucrándote en un montón de cosas, podrías experimentar la Luz como una energía calmante. Su energía puede venir a ti de una manera muy sosegada. Puedes experimentar la Luz, la fuerza que llamamos el Espíritu de muchas maneras distintas.
Cuando te sintonizas con la fuerza guiadora que es el Espíritu, ella hace por ti lo que eres incapaz de hacer por ti mismo. Cuando te giras hacia esa guianza superior, comienzas a abordar la vida un poco distinto. Y como abordarás la vida distinto, la gente a tu alrededor comenzará a abordarte distinto. Eso tiene un efecto de dominó, y todo a tu alrededor parece cambiar. Por ejemplo, digamos que estás sosteniendo un balde de agua. Si alguien se tropieza contigo y te empuja, el agua se derrama encima de ti. Pero ahora estás sosteniendo el mismo balde hacia él de modo que su puño da contra el agua. Salpica un poco de agua sobre él, pero no sobre ti. Y cuando él saca la mano no puedes ni siquiera decirle que la mano estaba allí. No queda rastro. Después de unas cuantas «peleas» de este tipo, la persona probablemente dejará de empujarte porque no va a funcionar; todo lo que consigue es terminar mojado.
Tú sigues volteando el balde hacia la no-resistencia y la gente que te empujaba puede descubrir que sólo estaban haciendo una impresión. Cuando saquen su puño del agua, lo que queda representa su influencia sobre ti. Cuando no te están influenciando mucho, te conviertes más en ti mismo. Y cuando te conviertes más en ti mismo (y menos en lo que otros quieren) te vuelves menos tenso. Cuando te vuelves menos tenso liberas presión de tu campo de fuerza aúrico y permites al Espíritu que entre en ti más y más. Construyes el poder de la energía de Luz alrededor de tu cuerpo.
Sintonización con la Luz Superior
Dios reside dentro de ti. No puedes encontrar a Dios afuera. Debes mirar adentro para encontrar a Dios. Cuando se creó la tierra, los astutos y viejos sabios preguntaron «¿Dónde colocaremos este enorme poder y energía y Luz que es el Espíritu de Dios en el hombre?» Uno dijo «Pongámoslo en las montañas más altas». La respuesta fue «No, porque el hombre explorará cada cima de las montañas y lo encontrará». Otro dijo «Coloquémoslo en la profundidad del océano» y la respuesta fue «No, el hombre explorará allá también, y lo encontrará». ¿Dónde podrían colocar el Espíritu donde estuviera protegido y sólo los sabios y los fuertes lo encontraran? Decidieron ponerlo dentro del hombre, donde simultáneamente sería fácil y difícil de encontrar. Aquellos que lo encontraran dentro tendrían también la sabiduría de usarlo correctamente, de usarlo con amor.
Jesús dijo que el reino del Cielo está adentro. También dijo que el Padre reside en el Cielo. Por lo tanto Dios reside dentro de ti. En un sentido, Dios nos necesita tanto como nosotros lo necesitamos a él porque somos manifestaciones de Dios en este nivel. Dios vive a través de toda la humanidad y a través de todas las cosas en la Tierra. Eres un niño de Dios, un hijo de Dios, una hija de Dios.
En la medida en que manifiestas mayor Luz y amor en este mundo, te vuelves ese hijo de Dios de maneras más completas. Comienzas a sintonizarte con ese Espíritu dentro, esa Luz, y la usas para elevarte y traer gozo para ti y para otros. Te sintonizas con el amor dentro de ti, con ese amor que Dios tiene por ti. Y usas eso para dar amor a todos los que encuentras. En realidad es muy sencillo. Es tan sencillo que se te escapa la mayor parte del tiempo.
Jesús manifestó de maneras fantásticas el poder del Espíritu al cual estaba sintonizado. Manifestó que era, en verdad el Hijo de Dios. Demostró la Luz y el amor que había dentro. Y miró lo que pasaba. Es cierto que cuando comienzas a hacer el trabajo de Dios, aquellos que están en una conciencia más oscura tratarán de detenerte. Harán todo lo posible para bloquearte. Cuando estás expresando el amor y la Luz dentro de ti y alguien comienza a golpearte, siéntate, pide la Luz, pide que el poder del Espíritu te rodee para tu protección y tu guía. Estará allí para ti. Y el asunto es que esas personas que están en la oscuridad, tan pronto como enciendas la Luz, estarán en la Luz. Aquellos que tienen enorme poder en la oscuridad, si les llevas la Luz, tendrán ese mismo poder en la Luz.
De la única manera como la oscuridad tendrá poder sobre ti es si tu te rindes a esa fuerza. Si miras hacia la oscuridad y ves tu propia intolerancia, tu fanatismo, tus prejuicios, tu irritación, depresión, odio, disgusto, etc., la oscuridad podría tener el poder de derribarte. Pero si sabes que todas esas cosas que ves son sólo tu imagen falsa, no la imagen de tu propio ser verdadero, entonces no tendrá poder sobre ti. Puedes reconocer la imagen falsa sin rendirte ante ella. No te rindas ante la confusión. No te rindas a la duda. Cuando esas cualidades lleguen a ti, pide la Luz. Pide ver la verdadera imagen de ti mismo. Pide ser consciente del amor y de la Luz y de la energía del Espíritu dentro. Te elevará y encontrarás que el poder de la Luz es más grande que el poder de la oscuridad.
No siempre es fácil sintonizarse con la Luz. Este es un planeta negativo; parece que estamos acostumbrados a expresarnos negativamente. Si estás conduciendo y alguien golpea tu auto, sales y estás listo para «matar» a esa persona. Estás dispuesto a destruír la más grande creación de Dios por algo que de todas maneras va a ser desechado en un par de años. Podrías tomarte un momento para comprender que la otra persona probablemente está tan asustada como tú, que ella no quería golpear tu carro ni producir dolor ni confusión en ustedes dos. Ella no quería arruinar tu auto ni su auto. Cuando te mueves hacia ese tipo de comprensión, la comunicación realmente puede comenzar a fluír entre tú y esa otra persona que también es un hijo de Dios. Y ese intercambio de amor es más importante que esa cosa mecánica que llamas tu auto.
En caso de que todavía no lo sepas, es increíble pedir la Luz para que rodee y proteja tu auto cuando estás conduciendo. Si tomas esa energía del Espíritu y la visualizas alrededor de todo tu auto, encontrarás que sencillamente no tienes accidentes. Puedes estar cerca, pero te libras. Puedes descubrir que estás más alerta, estando consciente de toda clase de cosas que ordinariamente no notabas. Podrías darte cuenta de que el amigo en el auto de adelante está teniendo una pelea con su esposa …e intuitivamente sabes que seguir a un hombre que está peleando con su esposa no es muy seguro y resultarás alejándote de él. Es la Luz trabajando para ti. Podrías estar apurado y oprimir el acelerador por encima del límite de velocidad, y luego de repente encontrarte conduciendo dentro del límite, justo cuando una patrulla pasa por tu lado. La Luz trabaja de muchas maneras. Puede que la Luz no trabaje en milagros grandes y obvios, pero te puedes descubrir haciendo los movimientos precisos en el tiempo justo, permitiendo que tu vida fluya fácilmente hacia situaciones gozosas.
Cuando trabajas con la Luz, caminas dentro de la más absoluta protección que existe. Es tan perfecta y tan absoluta que puede que ni siquiera sepas que estás siendo guiado fuera de áreas potencialmente desastrosas para ti. Tal vez te quedes atascado en el tráfico o te retrases de otra manera, y más tarde descubras que hubieras podido involucrarte en una tremenda estrellada en tu camino, si hubieras estado sobre el tiempo. Has escuchado historias de personas que perdieron un vuelo por toda suerte de extrañas razones y ese avión se estrelló, muriendo todos los ocupantes. La Luz en acción. Cuando te retrasas o te quedas atrapado en algún suceso inesperado, nunca podrás ser consciente de si eso sucedió para protegerte de un desastre. Así que no juzgues tu experiencia apresuradamente. Lo que ves como una irritación puede ser tu mayor protección, la mayor manifestación del Espíritu trabajando en tu vida.
Podrías pensar que usando la Luz como protección, deberías ser capaz de transitar por un callejón oscuro en medio de la noche, seguro de cualquier daño. Pero si la Luz está realmente trabajando para ti de la manera más alta, podría no tenerte transitando por un callejón oscuro en medio de la noche. Estarás en algún otro sitio, protegido del daño. Usar la Luz no significa que seas irresponsable en tus acciones.
La Luz funciona de la manera como funciona. No siempre funciona de la manera como tú crees que debería funcionar, o de la manera como te gustaría que funcionara. Es la fuerza más poderosa en el planeta y la fuerza más poderosa en tu vida. Si estás abierto a ella y desarrollas tu conciencia de ella y aprendes a fluír con ella, encuentras tu vida desarrollándose de la manera más bella, dinámica, creativa y amorosa que puedas imaginar.
Ejercitar la conciencia espiritual
Mucha gente, cuando comienza a trabajar con la Luz y con su propio desarrollo espiritual, se involucra en un proceso de meditación o ejercicios espirituales. Estos procesos están diseñados para elevarte hacia un estado más claro, un lugar donde estés menos atrapado con las preocupaciones del mundo y menos envuelto en los numerosos vericuetos de las inter-relaciones humanas. Los ejercicios espirituales están diseñados para darte la oportunidad de percibir la realidad de tu situación más claramente y llegar a algunas elecciones sensatas.
Sin embargo puede haber algunos tropiezos. Con frecuencia la gente escucha o siente una instrucción durante sus ejercicios espirituales. Y a menudo me preguntan «¿Y qué con la instrucción que escuché internamente? A veces escucho una voz diciéndome que haga algo y yo pienso que si llega durante mis ejercicios espirituales, eso significa que es clara. ¿No es así?» Y la respuesta es «No, no necesariamente».
Yo le aconsejo a la gente no estar demasiado ansiosa de seguir las instrucciones que sienten durante la meditación o los ejercicios espirituales. Hay muchísimos niveles y procesos que se activan durante los ejercicios espirituales en la medida en que te mueves más profundo hacia tu propia conciencia. Y ciertamente no todos reflejan una comunicación clara y positiva.
Se cuenta la historia de un hombre que escuchó una voz durante su meditación indicándole ir a Las Vegas: «Vayamos a Las Vegas, conseguiremos mucho dinero» . Así que puso todo su dinero y sus valores juntos y se fue para Las Vegas. Fue a la mesa de ruleta, sacó 20 dólares y esperó. La voz adentro dijo «14 rojo» así que el dijo «14 rojo». La rueda giró y la bola paró en el 14 rojo. Pensó «Es fantástico». Tomó sus ganancias, esperó y la voz dijo «Doble cero», así que movió todas las fichas al doble cero; la rueda giró y la bola paró en el doble cero. Pensó «Esto es absolutamente increíble». Tenía fichas desparramadas sobre el borde de la mesa. Así que tomó la escritura de su casa, la tarjeta de propiedad de su auto, todos los certificados de su portafolios y los puso todos juntos y esperó. La voz dijo «Treinta y tres». Entonces puso todo en el treinta y tres. La rueda giró y se detuvo en el veintidós. El gritó «¿¡¡¿VEINTIDOS?!!?» y la voz adentro dijo «¡Santo Cielo!».
Esta historia es indicadora de la confiabilidad de muchas de esas voces que oyes internamente. Pueden ser realmente locuaces hasta que pasa lago malo. Entonces usualmente ni siquiera escuchas el «¡Cielos!». No escuchas nada. De repente todo se queda silencioso. Y te quedas con la responsabilidad de corregir el error.
¿Realmente crees que la voz adentro que es tu verdadera dirección te diría alguna vez «Toma todo tu dinero y ve a Las Vegas»? Puede decir «Ve y revisa ese asunto con tu pareja». Mejor sería que fueras donde alguien que te diga si ésta es una acción inteligente y práctica para ti. Tal vez deberías jugar con la lotería diariamente en el periódico durante los próximos dos años, sin sacar ningún dinero y ver cómo te funciona. Dices «¿Dos años? ¡No puedo esperar tanto!» ¿No puedes? Entonces ve hoy y piérdelo todo, luego ¿puedes esperar dos años? Si sientes como que tienes que moverte hacia algo ahora, puede muy bien ser que tu codicia esté sobre ti. Y entonces fallas aún cuando temporalmente ganes. Si funcionas con codicia, aún tus ganancias serán una maldición sobre ti, y la primera vez que pierdas, te sumergirás en esa acción de nuevo, pensando que tal vez podrías volver a ganar. ¿La codicia tiene algún límite? ¿Alguna vez será suficiente?
Cuando escuchas dentro de ti lo que parece ser una indicación interna, una guía interna, revísala. Sé inteligente en ese nivel. Sé práctico. Usa tu sentido común. Puedes ser astuto al desatender cerca del 99% de lo que escuchas. Cuestiona en detalle la mitad del 1% restante. Y el 0.5% que queda, revísalo también con gran detalle para ver cómo funciona para ti. Si haces esto, estarás en un terreno muy seguro y sonoro. Y no sentirás que te engañaste mediante la meditación falsa.
Sé selectivo. Intenta discernir al Espíritu que sientes comunicándose contigo. Revisa tus niveles cuidadosamente para ver si puedes detectar de dónde viene esa comunicación ¿Salió del pasado programado por tu padres o por tu escuela? ¿Salió del ser (yo) básico tratando de completar algún patrón pasado? ¿Salió del nivel del miedo no queriendo enfrentar la realidad? Existen muchas posibilidades.
A veces la gente escucha una indicación durante la meditación. Luego toma eso y lo amplifica, lo dramatiza y confía en ello hasta que se vuelve un proyecto «enorme» que sienten que se les indicó que hicieran. Ese proyecto puede ser sólo una interpretación del mensaje original, y puede ser una interpretación tan desatinada que no tiene relación con el original. La persona que escuchó el mensaje puede estar trabajando muy duro, pensando que es un proceso de alumbramiento proveniente de Dios, pero puede ser una «doctrina falsa». La gente ha matado porque pensó que Dios la conducía en esa dirección e inclusive muchos pueden mirar racionalmente la acción y decir «De ninguna manera. Dios nunca llevaría a nadie a salir y matar a otro». Pero el asesino pudo haber pensado que era una gran idea. Estoy seguro de que Hitler creyó que tenía una gran idea, como lo hizo Maquiavelo. Esos son ejemplos grandes, pero el proceso puede suceder de una manera muy sutil así como de la manera más obvia.
Pon a prueba al Espíritu. Verifícalo. Mira las consecuencias por el camino y el resultado de cualquier acción que decidas llevar a cabo. La retrospección con frecuencia es una visión 20/20. Mira por el camino y vé si puedes activar la retrospección antes de la acción. Usa tu sentido común. Usa las reglas espirituales que dicen «Cuídate tu mismo y cuida de los demás. No te hagas daño ni se lo hagas a otros». Esas son dos reglas espirituales sobre las cuales basas tu vida, dos reglas que nunca te meterán en problemas. Son enseñanzas del Espíritu. Cualquier cosa que vaya contra esas enseñanzas, no es del Espíritu.
Cuidarte a ti mismo primero y luego cuidar a otros te conducirá a la objetividad en tu conciencia. No hacerte daño ni hacérselo a otros te conducirá a la objetividad. La objetividad es vigilar, es positiva, es amorosidad. Cuando eres objetivo, te amas primero a ti. Primero te cuidas tú mismo. El punto de vista objetivo no es frío ni calculador. Es el punto de vista libre y amoroso.
El punto de vista cruel y frío viene de esas personas que te manipulan contra ti mismo. Cuando completan su fin, te abandonan. En tanto tomes lo que ellos proclaman, continúan su acción. Los abrazas y ellos te usan y te manipulan hasta que te someten. Cuando te someten, comienzan a dejarte solo; entonces te sientes mejor respecto a ellos y comienzas a amarlos. Te patean en el trasero, te hacen sentir bien, te dan aprobación y te premian, y tú, en tu pensamiento negligente, imaginas que tu bondad y tu amor los salvaron. Y desde el principio te manipularon, consiguiendo someterte y que les dieras exactamente lo que querían. Tú piensas que salvaste sus Almas y que los cambiaste. Perdiste, te abandonaron a tu suerte cuando acabaron contigo.
No te vendas barato, cuídate. Mantén tu dignidad y tu respeto propio. Mantén tu objetividad. Si estabas haciendo el papel de tonto, admítelo. Di «Sí, lo hice». Eso es ser objetivo y responsable al mismo tiempo.
También es ser objetivo expresarle sencillamente a la gente la verdad de lo que sea que esté presente para ti. Si te dicen algo que concuerde con tu experiencia, está bien decir «Si, lo veo. Lo entiendo». Si te dicen algo que no concuerda esta bien decir «Eso puede ser cierto para ti, pero no puedo verlo así. Y como no puedo verlo así no me voy a someter a ello. No voy a entrar en ese proceso». Eso es ser verdadero con tu propia conciencia. Te permite funcionar con tu propia objetividad amorosa.
La gente a menudo trata de conseguir que les sigas la corriente. A menudo creen que escucharon esa «indicación interna» más claramente que tú , creen que su idea es mejor que la tuya. Pero la de ellos puede ser una «doctrina falsa» de comienzo a fin. Por eso es que debes revisar a todo el mundo. Debes revisarme. Debes revisar mis enseñanzas. Nunca le he dicho a nadie que me crea o que confíe en mi. Sería insensato. Sería tentarte para tu ruina.
Mi enseñanza es y siempre ha sido que debes revisar todas las cosas por ti mismo. Eres libre de usar lo que sea que te funcione. Eres libre de ignorar lo que sea que no funcione. No me importa ni lo uno ni lo otro, y tampoco a ti debería importarte. La objetividad debería ser presentada de las dos maneras. Y si ambas personas son objetivas, es sorprenderte cómo la confianza aparece. Luego, al dar, se te regresa. Y al yo dar, se me regresa.
Mi amor está basado en mi amor, no en lo que nadie hace. Siempre es el amor el que eleva. Es el amor el que puede trascender todos los demás niveles. Pero tienes que tener la astucia para verlo. Tienes que tener el coraje para participar. Tienes que tener la persistencia para regresar siempre al amor a través de todas las cosas.
No tengas miedo de mirarte. Si algo está mal, descúbrelo ahora. Aún cuando hayas pasado 30 años expresándote de una manera específica, si está mal, está mal. Quítalo. Si eres listo, lo dejarás ir tan rápido que todo el mundo se preguntará qué pasó.
Si te estás cuidando, haces esas cosas que son buenas para ti. Haces esas cosas que son para tu salud y tu bienestar. Y haces lo que sea necesario para conducirte hacia el equilibrio y hacia el amor que es tu Espíritu.
Cuando estás cuidando a otros, estás objetivamente involucrado en sus vidas y los elevas y los apoyas amorosamente cada momento. Estás ahí en el momento en que te necesitan, y ves claramente con qué ayudarlos. Completas y satisfaces lo que ellos han creado. Sostienes por ellos mientras ellos crecen. Y cuando pueden aceptar tu amor y tu Luz, estás ahí para ellos. Sé objetivo en tu vivir y deja que el amor llegue.
Moviéndose más allá de la línea del tiempo
Puedes bloquear tu objetividad, tu habilidad de percibirte a ti y a otros de una manera clara y objetiva, al entrar en comparaciones «El medita más tiempo que yo»; »Esas personas son más devotas a Dios que yo»; «Esas personas no son tan buenas. Mira lo que hacen» etc. Cuando haces esto, comienzas a ver a cada persona como alguien con quien compararte, para ver dónde encajas. No encajarás en ninguna parte mientras estés en un proceso de comparación. No hay lugar para ti. Estás sentado en una línea de tiempo que se extiende hacia atrás y hacia adelante desde hoy. Mañana, ayer, mañana, ayer, mañana, ayer: entonces parece que nunca llegas aquí.
Para estar aquí y ahora, ignoras la línea de tiempo. Para lograrlo, primero aléjate de otras personas inclusive poniéndote tapones en los oídos y una venda sobre los ojos; haz lo que sea necesario para deshacerte de todas las distracciones, las perturbaciones atractivas alrededor, que te bloquean del conocimiento de tu ser. Mantén tu conciencia fluyendo en una corriente de energía positiva y directa. Luego, si quieres puedes recostarte y mirar hacia el espacio.
En la medida en que te sintonizas con tu Ser interno, puedes encontrar que comienzas a calmarte, luego puedes comenzar a sentirte uno contigo mismo, y puedes comenzar a volverte dichoso. Resiste el impulso de saltar y correr a contarle a alguien tu experiencia. Si tienes nieve por toda la cara y los ojos, puede resultar difícil de explicar que has estado suspendido en el espacio. Si hay agua escurriendo de tus pestañas, puedes no sonar muy lógico cuando digas que estuviste mirando arrobadoramente hacia la lluvia. ¿Realmente puedes contarle a la gente sobre estos niveles? Puedes, desde luego, pero tal vez sea difícil de entender para ellos.
¿Alguna vez has visto a alguien «quedarse en blanco» mientras conducía en una tormenta, encontrando realmente difícil mantener la concentración necesaria para conducir de manera segura? ¿Alguna vez te has «perdido» mirando el fuego? ¿Alguna vez te has sentado frente al océano, mirando las olas y escuchando el sonido hasta que te quedaste atrapado en ese momento? Estas experiencias anulan por un momento la línea de tiempo. El tiempo en el sentido convencional, el tiempo medido comparativamente, cesa de existir en esos momentos. Algunas personas catalogan este tipo de fenómenos como trance hipnótico. Y por inferencia, lo catalogan como «malo». Por esa misma inferencia, sería mejor estar sentado y preocupado respecto a ayer, mañana, ayer, mañana, etc. ¿Se está sintiendo más elevado el que se preocupa o el que se suspende en el espacio donde no hay tiempo, sólo un arrobamiento? Es bastante dudoso. Nunca se ha sabido que la preocupación lleve a grandes soluciones ni a grandes situaciones. Pero moverse hacia un lugar «sin tiempo» puede aclarar efectivamente la mente, dejando espacio para que el intelecto creativo resuelva mucho.
En un estado «sin tiempo» no estás inconsciente. Puedes más bien estar en un estado alterado de conciencia, un estado muy alto de conocimiento. No te preocupes por lo que vas a comenzar a hacer cuando comiences a regresar. Sólo vé tras ese sentimiento de arrobamiento. Vas a ser capaz de manejar el regreso cuando regreses …si es que regresas. Hay una gran posibilidad de que ese alto grado con el que comenzaste sea tu nuevo grado bajo, así tienes que establecer nuevos altos más altos. Tal vez lo sientas extraño o peculiar al comienzo. Y puedes encontrar que la gente te dice muchas cosas en un intento por separarte a ti y a tu experiencia. Si quieres dar «peso» a esas palabras, regresa y entra en su línea de tiempo, mira los progresos que no hiciste el año pasado, o el mes pasado o el fracaso que podría ocurrir en las próximas tres semanas. Involúcrate con ellos, se llaman la carrera delatora.
Como con la mayoría de las cosas, este proceso de salirte de la línea del tiempo puede usarse positiva o negativamente. En este mundo no siempre es apropiado estar «suspendido» en un espacio «sin tiempo». En última instancia, ese espacio donde no hay tiempo y donde puedes tener un claro conocimiento de tu Ser, es más real que ningún otro. Y mientras estás viviendo en el nivel físico, también puedes tratar con la realidad física. Así que debes aprender a moverte dentro y fuera de la línea del tiempo, para usar ambos lugares para tu conveniencia.
Cuando enseñaba en un colegio hace muchos años, noté que muchos jóvenes pasaban mucho tiempo soñando despiertos en vez de poner atención al material académico que se les presentaba. Soñar despierto te saca de la línea de tiempo hacia un espacio sin tiempo, pero tal vez no te sintonice contigo mismo ni te eleve a un estado alterado de conciencia.
Recuerdo a un hombre joven en mi clase que había robado 32 autos sin que nadie sospechara siquiera que el podía robar autos. El era «tonto» en muchos niveles, pero seguro que era bueno robando autos. Los condujo a un alto riesgo y luego los despeñó, para observarlos rebotar. Yo no estaba consciente de esto pero un día cuando estaba hablando con él vi que intempestivamente se «salió» de su conciencia. Como yo tenía la habilidad de seguir los patrones de pensamiento, decidíque daría un vistazo al proceso en el cual él estaba involucrado. El joven comenzó a desplegar un escenario en su mente, y vi el proceso que involucraba los autos robados, y luego su preocupación por ser atrapado por la policía. En sus fantasías él estaba fuera de la línea del tiempo. Pero en la realidad objetiva de lo físico, estaba establecido en una línea de tiempo que eventualmente le atraparía, y sería detenido por robar.
Finalmente le pregunté:
–¿Por qué estás tan preocupado?
–Porque es posible que me atrapen con el próximo auto que robe– admitió él.
–¿Cómo vas a manejarlo? –le pregunté.
–Creo que soñaré despierto como siempre –dijo, encogiéndose de hombros al mismo tiempo.
–Seguro — le dije — ¿por qué no haces eso? Pero mientras tanto te apuesto que me sé más partes de un auto que tú. Eso atrajo su atención, lo movió hacia la línea de tiempo de lo físico y lo alejó de su patrón negativo de soñar despierto.
–¡A ver! — me retó.
–Traigo papel y lápiz y te escribo las palabras. Nombra tantas partes de un auto como puedas, y cuando termines, te diré la que te falta.
A él le encantó el reto y en el momento, pudo enumerar muchas partes de un auto que yo ni siquiera sabía que existían. Hubiera podido derrotarme cien veces, pero él no lo sabía y yo sí. Llenó páginas de papel con nombres. Finalmente terminó de nombrarlas. Yo pensé que él había nombrado todas las parte que había: excepto el vidrio panorámico, o parabrisas. Y por supuesto ¡gané! Su omisión era un indicativo de su estado de conciencia.
Ese reto fue el terreno común entre este joven y yo. A partir de entonces fuí capaz de enseñarle a deletrear, a escribir, a escuchar, a leer y muchas otras cosas. Y ese día, pude haber dicho que estaba enseñando «vidrios panorámicos o parabrisas». Puede que no tuviera mucho sentido para un observador externo, pero era un proceso supremamente válido.
En los sueños despiertos no hay tiempo: ni ayer, ni hoy, ni mañana. A veces la meditación no es más que un glorioso sueño despierto. Piensas «Si fuera justo así…» y tú moldeas el «ideal». Por un ratito te sales del río de la vida, puedes mirar hacia ti mientras pescas en el río. Desde la posición elevada, puedes ver que lo vas a hacer bien, y en realidad puedes planear de antemano un desvío para desastres potenciales. El peligro de soñar despierto es que te puedes quedar tan atrapado en soñar que se vuelve una evasión: nunca sales de ello el tiempo suficiente para completar en el mundo físico, en la realidad objetiva.
Hay un tiempo y un lugar para ambas cosas funcionando en la línea de tiempo y fuera de la línea de tiempo. Idealmente hay un equilibrio. Salir de la línea de tiempo te permite elevarte naturalmente hacia un estado alterado de conciencia desde el cual puedes tener una perspectiva diferente de tu vida y tus relaciones. Pero quedarte en la línea del tiempo podría causarte ineficiencia en tu patrón de vida y en casos extremos, podría hacer que te rindieras sintiéndote incapaz de llevar una vida productiva y normal. Por otro lado, mantener siempre esa línea de tiempo rígida puede volverse destructiva al no permitirte nunca un espacio para ser «tú», tiendes a perder contacto con la esencia interna de ti mismo. Tiendes a quedarte atrapado con puntos de referencia externos y con expectativas exteriores.
Al alejarte de tu cuerpo físico, al elevarte suficiente en conciencia, encuentras que todo está aquí y ahora. Cuando vas suficientemente alto no tienes que suspenderte en el espacio ni mirar el fuego, no tienes que soñar despierto ni usar tu imaginación. Estás fuera del tiempo desde una conciencia elevada. No miras las huellas de atrás ni de adelante; miras directamente, no a modo de alucinación, ilusión, ensoñación ni un impulso de tu sistema reproductivo. Desde la conciencia superior, no vas a estar atrapado en esas áreas inferiores. Vas a estar suficientemente alto para ver claramente.
El gran reto se vuelve entonces regresar suavemente hacia la conciencia física, hacia la corriente de vida, moviéndose a través de todos sus rápidos y corrientes en completo conocimiento. Aprendes cómo moverte fuera de la línea del tiempo y luego regresas hacia la línea del tiempo mediante práctica, práctica y más práctica.
La corriente de vida está andando, y es difícil, si no imposible, salir de ella. Debe completarse. Es la lección y no se puede evitar. Los que piensan que tienen éxito en la evasión, encontrarán más tarde que reencarnaron en otra vida para recoger el mismo nivel de conciencia y continuar donde lo dejaron. Si son afortunados, continuarán y lo harán.
El nombre del juego es completar y siendo así, podrías muy bien hacerlo ahora. Manejar tu vida ahora mismo significa que no tienes que ir al ayer ni al mañana. Comienzas a elevarte hacia una conciencia más alta. En tanto lo haces, encuentras que sólo hay una conciencia. Cuando estás fluyendo en esa conciencia importa muy poco lo que hace tu cuerpo físico.
La conciencia que es una con todo, se encuentra yendo adentro. El Espíritu está adentro. El Reino del Cielo está adentro. La fuente de poder está adentro. El Padre está en el Cielo. Si no me crees, piensa en lo que sucede cuando alguien muere. ¿Desaparece el cuerpo? No, se queda por ahí, se puede observar. Pero no se mueve. Esa fuente de poder se ha ido: es algo interno. Entonces decimos que la energía que le da poder al cuerpo reside adentro. Puede llamársele Alma, energía cósmica, electricidad, energía pránica, llámala como quieras, pero date cuenta de que existe. Esta energía espiritual fluye de adentro hacia afuera. Así que el proceso de ir adentro —ya sea que lo llames ejercicios espirituales, meditación, contemplación, soñar despierto o pescar— puede ser un proceso difícil de mantener porque en tu intento de moverte hacia adentro en realidad te estás moviendo contra la corriente de energía. Es como nadar contra la corriente.
En tanto te mueves hacia la meditación en un estado pasivo de conciencia, a menudo te quedas atrapado en los sentidos. La mente se retira, las emociones se retiran, el estómago gruñe «¡tengo hambre!» y ya estás fuera de la meditación, fuera hacia el mundo de nuevo. La energía te ha forzado de regreso. Esa sintonización interna puede volverse muy, muy difícil de sostener.
En última instancia no se te puede impedir llegar a eso que estás buscando. Lo encontrarás en algún momento. Todo el mundo encontrará el reino adentro. La herencia y la promesa les pertenece a todos. Moisés abrió el Mar Rojo, y Jesús caminó sobre las aguas, probando que se puede hacer. Sus acciones pusieron ese potencial adentro de cada Espíritu humano. En esta época el reto es encontrar el corazón espiritual, el amor viviente, el Bienamado adentro. Ya no miramos los milagros externos tanto como los milagros internos de amor, de verdad y de hermandad. Abandona el ego y déjalo ser. Deja morir las cosas viejas, y luego recoje vida de nuevo. Debes morir a la vieja línea del tiempo y acoger la nueva. Tiras el viejo programa y te programas a las nuevas cosas que quieres. La responsabilidad por este cambio yace dentro de cada persona. Nadie lo hará por ti. Debe hacerse individualmente desde el corazón interno. Las formas externas de ritos o de patrones de comportamiento no necesariamente ayudarán. Individualmente te retiras de la línea de tiempo de las masas; individualizas tu propia conciencia espiritual y luego la elevas. Hay técnicas que pueden ayudarte. Las técnicas no lo harán por ti. Una técnica sólo funciona mientras trabajes con ella. Cuando ya no las trabajas pueden volverse vacías y sin sentido. Al reprogramarte y recondicionarte puedes usar muchas técnicas. Algunas pueden funcionar apenas por un corto tiempo, pero lo suficiente para que consigas una técnica mejor.
Usa todo lo que funcione. Usalo mientras funcione. Luego encuentra la siguiente cosa que funciona. La idea es siempre seguir moviéndote hacia cada nueva experiencia …porque eso te conducirá hacia tu propio corazón espiritual y hacia el conocimiento de Dios.
Capítulo IX
Puedes residir en los reinos celestiales, mientras tu cuerpo fisico camina a través de estos reinos aclarando y resolviendo todas las deudas kármicas
Existe mucho más de lo que los ojos puedan ver
La mente de un ser humano es como una grabadora. Graba lo que sucede y luego pasas tiempo aislando y catalogando la información para uso posterior. Esta actitud ante la vida puede llevarte a distintos niveles de aflicción porque mucha de la información que recibes no puede ser catalogada ni se le puede dar ningún punto de referencia distinto de «sólo información». Si tratas de vivir las fuentes de «sólo información» puedes llegar a recibir mucha angustia. Sólo puedes vivir tu experiencia. Sólo puedes conocer la validez de tu propia experiencia y cómo hacerla funcionar para ti.
Es importante darse cuenta de que la esencia de la experiencia es estar involucrado en el tiempo y el espacio en esta dimensión, y que todo lo que estás atrayendo para ti es para tu desarrollo. También es importante recordar que no hay separación entre tú y tu Espíritu. Cuando hablo de cosas espirituales no estoy hablando de una acción invisible como opuesta a la acción física, estoy hablando de la totalidad de ser. Si te separas del Espíritu al decir «Soy físico, y el Espíritu es invisible» tal vez te estés ubicando en un juicio dentro de tu conciencia. Y podrías lamentarlo más tarde.
Mucha gente se comunica con el mundo a través de la mente intentando establecer una identidad sobre la cual basar su conciencia. Esto puede ser tonto. Probablemente puedas mirar hacia atrás en tu vida para reconocer la verdad. Tan pronto como estableces tu conciencia en algún área específica, muy pronto te sientes un poco aburrido o insatisfecho con eso, entonces vas a otras cosas para establecer tu conciencia. Pero cuando alcanzas esa nueva cosa, de nuevo puedes sentirte insatisfecho. Tal vez estás satisfecho por un ratito, pero la satisfacción es de corta duración, así que descansas muy poco antes de salir corriendo de nuevo hacia el mundo físico.
Cuando cesas la carrera física y mental aquí y allá, cuando dejas de leer cada libro de «información» que pasa por tus manos, cuando dejas de programar la grabadora de tu mente, entonces puedes saber qué es la paz y dejar que la esencia —que es divina— surja, moviendo tu conciencia hacia lo que es el Espíritu. Cuando haces esto, estás en un estado de ser. La mente se aquieta. Las emociones se aquietan. La actividad física se equilibra. Y tienes el potencial de entrar en un estado de dicha.
El estado de dicha está guardado y protegido y poca gente llega allá. Lo que lo guarda y lo protege es un espacio vacío. Cuando las personas encuentran ese vacío, dan un traspié; tambalean y entran en contacto de nuevo con el mundo de ilusión y atraen la «información» hacia ellos, intentando establecer su identidad en el mundo. Sería lindo si eso funcionara, pero la mayor parte del tiempo no funciona. De la única manera como veo que podría funcionar sería si tuvieras una provisión infinita de bienes materiales para usar y abusar hasta el extremo que quisieras. Luego, si tuvieras la garantía de vivir por varios miles de años para atravesarlo todo, completarías esa experiencia. Habiendo pasado por todas las cosas en el mundo físico, podrías dejarlo todo. El otro camino es ir directamente hasta la esencia del Espíritu divino, residir allí y tener todas las cosas en conciencia espiritual. Este camino puede ser más rápido, en caso de que quisieras ser un poco menos codicioso e impaciente.
Cuando te sientas por unos minutos y miras hacia adentro, en meditación o en ejercicios espirituales, a menudo tambaleas sobre tu grabadora y aprietas el botón de reproducción. Y reproduces el miasma de las cosas que has atravesado. En verdad puedes sentir que estás vomitando internamente. Puede no ser muy agradable. Este proceso puede sacudirte, y esa sacudida puede ser una forma de terapia si te suelta de aquello que está corrompiendo tu conciencia. Cuando el Espíritu Santo, la Luz, la conciencia del Viajero se vuelve una fuerza vital en tu vida, si tienes algo escondido, puedes apostar que va a ser expuesto para que lo mires. Y alguna gente parece que no puede enfrentarlo. Los que pueden enfrentarlo consiguen hacer la elección de ser libres. Y esa libertad es conocida por sus resultados, no sólo por creer que eres libre.
Si miras tu conciencia como un iceberg plantado en el océano, sabes que lo que puedes ver es sólo el 10% del total. El 90% está por debajo del nivel de visión. Si sentiste que tenías que astillar o disolver tu iceberg, podrías comenzar trabajando en la cima donde podías ver los extremos protuberantes. Los puntos dentados podrían ser atacados rápidamente. Podrías mirarlos y darte cuenta de que las áreas más débiles son ésas que sobresalen y no están apoyadas por un buen cimiento sólido. En tanto atacas esas áreas que son inseguras, podrías escuchar un sonido resonando y sentir que todo el iceberg se estremece en tanto esas partes caen. Y mientras más atacas esas áreas inseguras y fuera de equilibrio, más afloran partes del iceberg que anteriormente no eran visibles para ti. Luego, puedes trabajar también en esas áreas. Pueden estar tan fuera de equilibrio bajo el nivel de «visión» como las de arriba. Con mucha frecuencia tienes muchas situaciones profundas, fuera de equilibrio, camufladas con palabras lindas e ingeniosas, procesos mentales agudos y bellas imágenes ilusorias. Todo eso te permite no mirar hacia el lugar donde, en última instancia, tienes que mirar.
Tratas con muchos niveles de conciencia, seas o no consciente de ellos. Es para tu beneficio saber lo que más puedas sobre esos niveles de tu ser, porque luego serás capaz de tomar decisiones y elecciones más inteligentes y conscientes, y estar menos a merced de las circunstancias.
Trabajando con el yo básico
El nivel con el que usualmente nos comunicamos con los demás es el nivel del ser consciente — somos conscientes de él. Pero descubrimos que somos mucho más que ese ser consciente, y que hay otros niveles dentro de nuestra estructura. A veces «metes la pata» o te sorprendes recogiendo algo que no necesitas y poniéndolo en tu bolsillo. ¿Por qué dijiste eso de la manera como lo dijiste? ¿Por qué tomaste eso que no necesitas? Sabes que ahí hay otro nivel que difícilmente puedes explicar, aunque realmente a veces puedas involucrarte con él. Puedes perder la calma y «explotar» y luego preguntar «¿Por qué diablos hice eso?». Muchas situaciones surgen de un nivel por debajo del nivel consciente, del cual probablemente estás poco consciente —aunque sólo sea por evidencia empírica. Y ese nivel lo llamamos el ser básico o el ser inferior. Puedes relacionarlo con el instinto animal, o con áreas de recuerdos, de hábitos o de emociones. Es todo eso y mucho más.
El ser superior expresa sentimientos de gran inspiración e ideas elevadas y brillantes; crea el deseo de alzar a la humanidad en tus brazos y salvarlos a todos. La mayoría de las veces, esos momentos en los cuales ves que todo es correcto y perfecto, son del ser superior. A menudo se le llama inspiración. Puedes llamarlo conciencia de Dios, conciencia Universal o conciencia de Cristo, pero para no quedarnos enredados en un asunto de términos, sencillamente lo llamamos un ser superior, una conciencia superior. De modo que cada persona tiene adentro un ser (yo) superior (inspiración), un ser (yo) consciente (aspiración) y un ser (yo) básico (transpiración): las tres partes que componen el “yo”.
A todos nos gustaría expresar ese ser superior más a menudo porque puede hacer magia. Puedes saber que existe porque a veces tú haces magia —de la manera como sientes, puedes amar a tu pareja, sacrificarte por tus hijos o trabajar durante horas para ayudar a un amigo; puedes expresar la inspiración del ser superior de muchas maneras. En un nivel consciente puede parecer como si buena parte del tiempo estuvieras en un dilema. El ser consciente es responsable por hacer las elecciones y determinar la dirección que tomas.
El ser consciente y el ser superior pueden trabajar juntos y dirigirse a sí mismos más fácilmente porque el ser superior es espiritual y escogerá una dirección espiritual, y el ser consciente se está purificando para volverse espiritual y también aspira a la dirección. Al decir Trascendencia del Alma, estamos hablando de mover la conciencia hacia el Alma, de activar el Alma de modo que pueda moverse más hacia el Espíritu puro. Cuando te diriges hacia la Trascendencia del Alma a menudo encuentras al ser consciente diciendo «Sí, quiero hacer eso» pero algún otro nivel añade «Sin embargo yo no» y esos «sin embargos» son a los que me gustaría referirme. Esos son los bloqueos que el ser básico coloca en el sendero de la Trascendencia del Alma.
Miremos al ser básico como si fueras tú de cuatro o cinco años, dentro de ti, que parece tener su propia voluntad, la cual aparentemente usa mucho. Los niñitos de cuatro o cinco años hieren sus sentimientos muy fácilmente. Parte de su expresión es «No me quieres, te odio». Otra parte es «Palos y piedras romperán tus huesos». Entran en pataletas y rabietas «¿Quién te crees que eres? ¡Me estás haciendo enfadar! ¿Por qué diablos interfieres conmigo?». Parte de su expresión es deseo. Eso no es malo, si está en el lugar apropiado. Pero si ésa fuera la fuerza total con la que estamos trabajando aquí, si se le hubiera dado completa soberanía, todos seríamos un rebaño de animales corriendo por ahí haciendo cualquier cosa a cualquiera, y tratando de salir libres. El ser consciente es llevado a equilibrar y dirigir al ser inferior y trabajar como mediador entre el ser inferior y el ser superior.
Cuando el ser básico se perturba y no puede manejar una situación, quiere tener algo que hacer para liberar sus sentimientos de incomodidad y a menudo ése es el nivel de su transpiración. De este modo muchas veces quiere que comas mucho. Mientras tienes comida en tu estómago, el ser básico está trabajando para digerir la comida, así que se siente mejor porque está llevando a cabo su trabajo. O quiere que bebas o fumes mucho porque le das algo que hacer y eso lo tranquiliza. O a veces el ser básico sencillamente dará palmadas o zangoloteará un pie o se morderá las uñas para estar haciendo algo.
La mayor parte de las veces el ser básico quiere completar todas las cosas que has dejado incompletas. Esa es gran parte de su acción. Así que su trabajo es recortado por ti. Tu completas esas áreas físicas que son el área de incumbencia del ser básico. Hacer la cama, limpiar la casa, escribir esas cartas, lavar los platos, etc. Cuando completas lo que tienes que hacer, deja de empujarte de modo que puedes estar callado y conocer a Dios. Hasta que las áreas físicas se manejen adecuadamente, es muy difícil moverse hacia los niveles superiores.
Cuando te ocupas de las cosas en el nivel físico y comienzas a moverte hacia los niveles superiores, el ser básico estará funcionando bien también, dice «Me gustas» y por primera vez puedes estar diciendo «Realmente me amo, estoy muy contento. Estoy disfrutando las cosas. Este es un hermoso lugar». Este puede ser un gran adelanto. Y cuando puedes reconocer que este es un «hermoso» lugar y que no te preocupa vivir aquí, realmente te estás preparando para manejar los reinos internos de Luz. Mientras digas «Las larvas y gusanos pueden tomarse este lugar. Lo odio», estarás regresando una y otra vez.
Eso que temes (odias) vendrá hacia ti. Eso que es tu debilidad estará impulsándose sobre ti de modo que puedas aprender a manejarlo. Si tienes miedo del Departamento de Impuestos, te van a auditar. Deja que lo hagan. La segunda vez no será tan malo. La tercera vez sabrás qué hacer, la cuarta vez ya serás experto en el asunto y entonces tal vez no haya una quinta vez. De todas maneras estarás libre porque para ese momento, no habrá ninguna diferencia entre una u otra forma. Las pruebas no necesariamente son tribulaciones. Son áreas de revelación. Las pruebas son para revelarte a ti mismo dónde tienes que trabajar y qué tienes que hacer. Puedes decir «Esto está nítido» e ir hacia ello y aclararlo. No puedes alejarte de ello, de modo que podrías sencillamente ir hacia ello y aclararlo. O, si no puede aclararse inmediatamente, tal vez vas a aprender paciencia o a experimentar un cierto nivel para aprender compasión. Hay muchas posibilidades. Y todo lo que tienes que hacer en cualquier situación es usarla para dirigirte hacia una conciencia positiva.
Debes trabajar con tu ser básico con cooperación y amor si quieres su apoyo. Si comienzas a regañar a tu ser básico, puedes producir artritis, reumatismo, cáncer, tuberculosis o muchas otras enfermedades. Es mucho más lindo decirle a tu ser básico «Hiciste un buen trabajo hoy, y mañana lo vas hacer aún mejor». Si le has dicho cosas poco sensatas dile «Nuestra impetuosidad nos puso en aprietos de nuevo. Debería vigilarte más de cerca» y entonces, la próxima vez, afirma tu control consciente y mantén la boca cerrada.
Tienes que dejarle saber al ser básico que lo que estás haciendo es hacer las cosas más livianas y fáciles, y más totales y completas: «Esto es bueno para nosotros. Estamos haciendo esto para estar juntos». Cuando la gente habla consigo misma, la mayoría de las veces está hablando con su ser básico. «Les diré esto. Debería haberles dicho eso. La próxima vez diré esto». Sé cuidadoso con lo que programas porque el ser básico tiene una gran memoria y sostendrá esos patrones que han sido programados. Sin embargo, estoy seguro de que muchos de ustedes que leyeron lo anterior estarán protestando y diciendo «No, yo le estaba hablando a mi ser superior».
Viviendo tu propia experiencia
Existe otra área de la conciencia humana a la cual nos referimos como el «inconsciente». Es un área que puede influenciar grandemente tus acciones y tu comportamiento, sin estar siquiera consciente de ello.
A la mayoría de nosotros, en la sociedad occidental, se nos ha enseñado que leer es una actividad digna y valiosa para nosotros. Y como una manera de acumular información, eso puede ser así. Leer también puede afectar muchísimo nuestros niveles inconsciente y subconsciente. El peligro radica en que, en la medida en que lees un montón de libros, puedes comenzar a hacer de la experiencia del autor tu propia experiencia. Comienzas a reproducirla como tu propia experiencia de vida. Antes de que te des cuenta, estarás en problemas con tu propio ser porque estarás atribuyendo a tu propia experiencia lo que alguien escribió en un libro. Sus experiencias no son las tuyas. Esa experiencia sobre la que leíste es una copia, no es el asunto real.
Cuando lees mucho material de gente que afirma estar en un sendero espiritual, puedes tener la experiencia sobre la que escribieron y encontrar algún lugar en ti que parece relacionarse con esa experiencia. Entonces usas la experiencia de ellos para ampliar la tuya. Y en verdad tu experiencia puede no ser la misma en absoluto. Estás tratando con una copia que puede meterte en problemas, en poco tiempo no sabrás cuál es el flujo de energía espiritual con el que estás trabajando y cuál es el duplicado, el facsímil, la simulación y la falsificación. Esa confusión puede hacer extremadamente difícil para la gente progresar en su propio sendero, a su propio ritmo. Puede bloquearlos de la Trascendencia del Alma porque están demasiado involucrados en las maquinaciones mentales de la palabra escrita. Sencillamente no pueden ir más allá del bloqueo.
Podrían bloquearse al pensar «Este libro está escrito de una manera tan clara. Me encantan las frases, están tan bien estructuradas. Todo es tan bello. Su experiencia es magnífica, la mía no se puede comparar». Están perdidos… y el autor a lo mejor no tuvo siquiera la experiencia sobre la cual escribe. Puede ser una amalgama de diferentes fuentes. De modo que el autor pudo haber amalgamado un facsímil, producirlo como realidad y pasarlo como su propia experiencia. Además, esas fuentes de las cuales el autor obtuvo su información tal vez también fueron facsímiles. No sabes qué tan lejos hacia atrás puede llegar ese proceso. Pero el resultado es que estás viviendo un facsímil a cambio de tu experiencia real. Puedes decir «Pero en un lugar dentro de mi, siento que es verdadero y correcto» ¡El criterio de evaluación espiritual no es sólo una sensación! ¡Es una realización! La realización produce cambios a través de la incitación. No excitación, eso indicaría un proceso externo. La incitación es interna. Cambia las moléculas y las células.
Si el material específico que has leído te trae autorrealización, esa autorrealización produce tal cambio dentro de ti que nunca regresarás a la posición original que estabas experimentando antes de leer el material. Entonces ese material ha sido una experiencia para ti y es válido. Pero si te encuentras de regreso en el mismo proceso de investigar y buscar como antes de que leyeras el material, entonces sólo has participado en un juego; no has aumentado tu experiencia.
La idea de no leer choca contra la verdadera naturaleza de nuestra sociedad y contra nuestro sistema de educación que dice «Consigue un buen libro y lee». Lees un libro para emocionarte o tener otro tipo de entrenamiento… Pero eso tal vez no produzca autorrealización. Ciertamente produce una forma de repetición inteligente que la sociedad ha rotulado como ser culto. «Leí Alicia en el País de las Maravillas y el Sombrerero Loco decía siempre: «Me voy, me voy, se me ha hecho tarde hoy…» y se te califica de culto. Ser capaz de repetir cosas que salieron de un libro no es educación, o cultura. La verdadera educación es la autorrealización. La habilidad de repetir lo que has leído es memoria. Es una habilidad mecánica. Repite bastante y serás realmente bueno en eso. Les sorprenderá a todos lo «inteligente» que eres. Puede no ser inteligencia. Puede ser memoria de repetición. No es autorrealización.
Este proceso de crear un facsímil no se aplica a leer información como leer el periódico o un material técnico. Pero si estás leyendo revistas de confesiones verdaderas o historias de amor todo el tiempo, o si te quedas perdido en el último libro que leiste, ése es el facsímil. Si te has identificado en exceso, podrías estar perdiéndote. Muy pronto, dondequiera que vayas verás las montañas de los Alpes y te perderás en comparaciones y analogías. Ese es el facsímil. Dices «¿Bueno, existió realmente alguna vez en algún lugar?» Cuidado, ¡podrías comenzar a perderte! Vas a tratar de moldear un facsímil de un facsímil de un facsímil y llamarlo la realidad. Eso no producirá la autorrealización que si producirá la incitación que producirá el cambio… así que no lo busques para hacerlo.
Este mismo proceso de crear un facsímil puede suceder con las películas. Y específicamente puede suceder con la televisión. En comedias, telenovelas o series dramáticas donde tú sigues un personaje o serie de personajes por semanas o meses a través de distintos episodios de sus vidas. El peligro de identificarse tan profundamente con uno o más de los personajes es que comienzas a hacer de su experiencia tu experiencia, comienzas a buscar similitudes en tu vida. En la serie de televisión tal vez el esposo de «Susana» comience a llegar tarde, dándole a ella la excusa de que está trabajando hasta tarde en la oficina, pero en realidad está teniendo una relación con otra mujer. Tu esposo llama una noche para decir que tiene que trabajar hasta tarde en la oficina. Inmediatamente te mueves hacia el facsímil te mueves hacia la «similitud», te mueves hacia la ilusión, y de repente entras precipitadamente en miedos y dudas y preocupaciones sobre tu esposo, pensando que está saliendo con otra mujer.
Esa telenovela o película no es la experiencia de tu vida. La situación de esa trama no es la realidad de la expresión de tu esposo. No hay similitud. Pero si te quedas atrapado en la telenovela puedes comenzar a buscar esas cosas en tu propia vida, y cualquiera puede torcer las cosas para que encajen. Estás desubicado.
Sé realista en tu actitud hacia las lecturas, las películas, la televisión o cualquier otro medio de entretenimiento; son sólo diversión, no son tu experiencia. No hay nada de malo con los medios de entretenimiento si los mantienes en la perspectiva apropiada. Pero cuando comienzas a usarlos como sustitutos de tu experiencia, puedes meterte en problemas, y pueden bloquear tu crecimiento.
Identificando la simbología del inconsciente
Con cualquier acción casi siempre existe la posibilidad de usarla positiva o negativamente. En el entretenimiento el aspecto negativo sería crear la experiencia facsimilar, aunque todos los medios de entretenimiento pueden ser usados para tu elevación y progreso, si tu uso de los mismos y tu actitud hacia ellos es correcta. Usado apropiadamente, el entretenimiento puede inclusive ser un medio para liberar y aclarar situaciones kármicas. Una película como «El Diario de Ana Frank» podría tener enorme trascendencia para mucha gente. Si te identificas con Ana, por ejemplo, y usas la experiencia retratada en la película como tu propia experiencia para esa época, es posible aclarar karma que pudiera estar relacionado con esa época y ese lugar en la historia ¡Pero dejas ir la experiencia cuando sales del teatro! Tal vez la película te dé un gran sentido de humanidad, de la unidad de toda la experiencia humana; tal vez te dé una empatía y compasión por los judíos que nunca antes sentiste. Desde la experiencia de la película, la autorrealización puede resultar en la incitación que lleva al cambio. La experiencia de la película aumenta tu propia experiencia y tu sentido de ser. El resultado puede ser más positivo. Pero luego saldrías a buscar señales de que estás siendo perseguido; buscarías señales de violencia y aversión en tus compañeros hombres. Si lo hiciste, usaste la película como una experiencia negativa que te atrapó en su ilusión.
A menudo, a una edad muy temprana, encuentras a alguien que respetas por alguna razón. Puede ser que sea muy macho o muy femenino y encuentres eso atractivo. Tal vez cocine bien o conduzca bien, tal vez sea bien parecido o bella. Por alguna razón, te gusta su expresión y comienzas a emular facetas de su personalidad. Tal vez su risa sea única «ja – ja – ja – jiu», de modo que bien pronto estás riendo «ja – ja – ja – jiú». Comienzas a dejar de lado tu propia expresión y a tomar la de esa persona. Tal vez te guste el caminado de alguien, así que lo copias. Y te gusta la manera como alguien se viste, así que compras ropa con esa apariencia. Luego más adelante, cuando alguien dice «¿Quién eres tú?» dices «Dios mío, no lo sé. Creo que soy un poco de Jorge, un poco de Juan, un poco de Susana… Te aseguro que me gustaría saber quién soy. Me gustaría saber quién soy detrás de todas esas imágenes». Tu expresión se ha vuelto una fachada, la casa de nadie.
Tienes que ser cuidadoso también cuando comienzas con la expresión interna de meditación, contemplación o ejercicios espirituales. Piensas «Me gustaría meditar pero no creo que sea para mi» ¡Estás perdido! Piensas «Si hubiera un lugar tranquilo donde pudiera…» perdido de nuevo. La mente posa. Acepta un juego de criterios, no el suyo. Acepta un facsímil y luego intenta mantenerlo, esperando que eventualmente produzca algo bueno. No lo hará. Ese concepto abstracto que idealiza va a ser tu confusión, tu desorden y tu desespero hasta que lo dejes ir y regreses a tu experiencia como tu único punto de referencia «válido».
¿Puedes traspasar los facsímiles de tu mente? Si ves una Luz y te preguntas si es esa la Luz de la que tu gurú escribió en su libro, puedes dejar ir esa comparación, comprendiendo que tu experiencia es únicamente tuya y que tal vez no encaje con las de otros? Si puedes, estás cambiando dentro de ti, y ése es un crecimiento positivo.
Otra manera como la gente permite que los patrones inconscientes influencien y le den forma al comportamiento físico, es cuando caen en supersticiones o creencias de que sus vidas son guiadas por símbolos y señales. Con frecuencia la gente trata con diversas simbologías en sus vidas. Establecen diferentes formaciones de comportamiento supersticioso. Por ejemplo, si ves una estrella fugaz, se supone que debes pedir un deseo; si pasas por debajo de una escalera, tendrás mala suerte; si te paras sobre una grieta, tu mamá se va a dañar la espalda; si llegas al final de la calle antes que el auto llegue al semáforo, entonces saldrás esta noche. Esas son formaciones supersticiosas, simbologías de la mente inconsciente, que la gente mantiene en sus conciencias debido a conflictos irresueltos.
Una manifestación interesante de la simbología inconsciente sucede en el baseball ¿Has notado cómo ciertos jugadores, cuando van a la base de batear y se están alistando para batear, golpean la base y miran el bate un cierto número de veces antes de estar listos? O tal vez se paran en el sitio de bateo, salen y luego regresan de nuevo. Nada de eso tiene mucho que ver con golpear la pelota. Golpear la pelota es balancear el bate cuando viene la pelota y asegurarse de que los dos se conecten. ¿Cuántas veces golpeen la base o entren y salgan del sitio de bateo no determina si la pelota va a ser golpeada o no. Esos patrones representan un dilema que están trabajando fuera del inconsciente.
Cuando Babe Ruth era pitcher, acostumbraba a sacar la lengua cada vez que iba a tirar la bola directo al medio. No pasó mucho tiempo antes de que el equipo rival estuviera atento a ese gesto y sus bateadores golpearan esa lanzada más cerca cada vez. Finalmente alguien le puso un reflector a Babe Ruth y dijeron «Ahora, tira la pelota». Mientras tiraba la pelota, se observó sacando la lengua y dijo «No sabía que yo hacía eso». Patrones inconscientes. De ahí en adelante mantuvo la lengua en la boca. Una vez miras la superstición inconsciente, puedes comenzar a cambiar el patrón.
Cuando hablas respecto al inconsciente y comienzas a poner un nivel de palabra consciente en ello, puedes comenzar a tergiversarlo. De la única manera como puedes comunicarte verdaderamente con el inconsciente es inconscientemente, lo cual suena como un pleonasmo pero no es así. ¿Cómo puedes saber si estás trabajando las capas irresueltas dentro del inconsciente? Existen distintos puntos de referencia que puedes usar. Un punto de referencia es un iniciado del nivel inconsciente (o etéreo) que esté atravesando ese reino. Esa persona tiene una muy buena comprensión de caminar con el inconsciente y puede darte puntos de referencia para ello. Otra manera es volverte tú mismo un iniciado en ese nivel y trabajar en la formación de la simbología.
Otra manera sería usando simbología en forma de superstición: mediante la astrología, la numerología, la quiromancia, leer las hojas de te, ver la bola de cristal, leer el espejo, el I Ching, etc. En todos esos procesos, tratas con símbolos y formas, dejando que se reflejen en ti. Tratas con una forma de conocimiento (no de intuición) donde tienes una convicción de la validez de algo sin tener un punto de referencia independiente. Alguna gente lo llama pensamiento «tirado de los pelos», te mueves hacia algo sencillamente porque «se siente bien». No es filosofía de sillón, donde te sientas y piensas mediante variadas ideas hasta llegar a una conclusión lógica.
El nivel etéreo de conciencia (que tiene que ver con el inconsciente de un individuo) es un área que tiene mucha influencia en nuestros pensamientos y en nuestras acciones y como es inconsciente es muy difícil reconocer de dónde viene la influencia y cómo funciona. Cuando trabajas en el área de lo oculto, muchos símbolos inconscientes comienzan a llegar hacia tu conocimiento consciente. Vienen en patrones que hacen difícil decir realmente qué está pasando. Cuando conectas esas cosas, tu comportamiento puede volverse errático; puedes parecer neurótico. Puedes experimentar delirios de grandeza. Puedes encontrarte siendo indulgente en patrones de comportamiento que son muy inusuales para ti.
Cuando estas cosas inconscientes afloran, hay pocos puntos de referencia para ellas y muy pocos lugares dónde ponerlos. Sólo llegan volando. Así que es muy importante no ahondar ni extenderse en los niveles ocultos a menos que puedas superar esas energías tal como llegan. Si no puedes, tal vez tengas que ir donde distintos científicos del comportamiento, trabajadores sociales o instituciones de terapia médica o siquiátrica, en un intento por superar esas energías. El nivel oculto, si es que de frente te vas a involucrar en él, deberían ser los niveles intuitivo, espiritual y científico, todos juntos. No parece funcionar de esa forma. Parece que tenemos la forma científica, la forma oculta y la forma espiritual, bien diferenciadas una de otra.
El inconsciente es sólo otro nivel de conciencia, pero es un nivel del cual tal vez no estés alerta conscientemente. Inclusive el hecho de intentar rotularlo, de llamarlo «inconsciente» puede convertirse en un error de actitud porque conocerás lo inconsciente sólo a través de tu inconsciente. La clave es mantener ese nivel de modo que puedas traer conocimiento allí sin interferencia. No traes tu mente, ni tus emociones, ni tu cuerpo, ni tu imaginación hacia ello. Y esos son algunos de los primeros pasos hacia la neutralidad, sencillamente flotas hacia esa área y permites que cualquier cosa llegue a ti para que esté presente.
Realizar el viaje hacia el inconsciente puede hacerse muy fácilmente a través de la meditación, puede hacerse mediante contemplación. La contemplación sucede cuando tomas un objeto y lo contemplas, lo miras y dejas que te revele lo que hay allí. El objeto interviene muy poco, fuera de continuar manteniendo el enfoque, la imaginación, las emociones, la visión, etc. Todo como que se sale de foco; cuando no hay enfoque estos niveles de corrientes ocultas comienzan a moverse. Al moverse pueden liberar muchas cosas. Si hay depósitos de enfermedades, puedes comenzar a atravesar muchas formas de recuerdos como «Oh, si, recuerdo que me dolían los hombros hace años y me duelen de nuevo ahora, pero no tanto». Estos son los patrones de liberación llegando. Cuando despliegas estas liberaciones y aclaraciones naturalmente, experimentas muy poca dificultad porque los patrones llegarán en tanto seas capaz de manejarlos y entenderlos.
Cuando vas donde lectores síquicos, ellos pueden revelarte muchas cosas de las cuales no eras consciente, pero aún así pueden no venir del nivel inconsciente. Pueden estar saliendo del nivel mental o del nivel emocional, y los lectores síquicos pueden de verdad hacerte sentir bien con una interpretación emocional de tu simbología inconsciente. Pueden abrir este nivel para ti y te alejarás sintiéndote muy bien con ellos; más tarde, la simbología que tu inconsciente te está reflejando puede comenzar a sacar otros símbolos y otras energías. Entonces regresas donde el lector síquico y dices «He tenido dificultades». El puede decir «Es interesante. No deberías estar teniendo dificultades. Cuando te hice la lectura, yo lo sentí muy bien». Pero las sensaciones a veces traicionan. Y el nivel mental puede decir «Pero dije todo correctamente». Y así racionalizan desde los niveles que conocen, sin darse cuenta de que están liberando energías desde un nivel más sutil del cual aún no son conscientes.
Mucha gente ha ido donde distintos lectores síquicos y más tarde llegan a una consulta conmigo, y todo lo que hago durante una hora o más es cubrir las energías que han sido descubiertas porque la gente está demostrando que no es capaz de manejarlas. Con mucha frecuencia, tomaré la energía contenida, y conseguiré que la persona se sienta bien y completa dentro de sí misma de nuevo, sólo con conseguir que regresen donde el lector síquico y le permitan destapar los niveles inconscientes otra vez. Y la persona puede terminar en una institución mental. Es algo como un «hacedor del bien» que no hace el bien, pero a quien le gusta creer que lo hace.
Muchas personas pueden «pensar» o «sentir» que son muy buenas al leer la simbología de otras personas, pero con frecuencia leen desde sus propios niveles de superstición inconsciente. Los ladrones ven ladrones. Los alcohólicos ven alcohólicos. Dios ve a Dios. El inconsciente ve al inconsciente.
Es importante no establecer una jerarquía de conciencia para un punto de referencia, sino desplegar las cosas en un continuum horizontal. De esa forma no tienes que mirar algo como si fuera bueno ni malo, o en la cima o en el fondo, las cosas sencillamente están aquí y aquí y aquí. Y sencillamente te acercas a cada cosa como un hecho de que «está aquí». Y si te estás diciendo: «Por Dios. Tengo esto dentro de mi. Sólo sigue saliendo, lo escucho. Y ahora tengo este símbolo en la mente. Siempre está allí. ¿Qué será?» La respuesta es «No importa. No hay manera de saberlo». Y si preguntas «¿Qué puedo hacer con eso?» La respuesta es «Nada». Y si preguntas «¿Cómo puedo deshacerme de eso?» La respuesta es «Ocúpate y haz algo físico». Eso resolverá el dilema.
Toma tu dilema inconsciente, la arenga supersticiosa que haces y corre por la calle con ella. El ejercicio físico, créelo o no, puede hacer maravillas en aliviar y resolver muchas dilemas de naturaleza emocional, mental o inconsciente. La gente dice «Sé que necesito mucha experiencia, pero correr no me da la experiencia; esa no es la clase de ejercicios que necesito». Tengo noticias para ti: si corres lo suficiente y suficientemente duro, no necesitarás ningún otro ejercicio. Eso lo hará por ti. Caminar rápido puede servir también, mientras no pares, mientras te sigas moviendo.
Una de las claves más grandes para el progreso espiritual en lo físico es sencillamente seguirse moviendo; no parar. Cuando creas que ya lo has hecho, mira al rededor y fíjate a dónde te llevará tu próximo movimiento. Cuando creas que ya «has llegado» mira arriba y ten la visión para tu próximo paso. Donde sea que te encuentres, siempre habrá otro paso. El progreso es infinito. Y al final de cada frase, aún cuando no esté escrito, siempre hay un «etcétera».
Una manera como el nivel inconsciente influye sobre nosotros en la formación de actitudes. A menudo la gente pregunta «¿Qué es una actitud? ¿Cómo obtengo una actitud? ¿Cómo cambio una actitud?» Veamos algunas de las dinámicas en ese proceso.
Cuando los niños nacen, el inconsciente es uno de los primeros niveles que expresan. Luego se hacen conscientes del tacto y luego se hacen mucho más conscientes del gusto. Puede ser muy difícil decir cuál viene primero. Se están involucrando en sensación, excitación y estimulación. Por un tiempo, la conciencia es bastante estéril. Tiene un depósito que no será contactado por largo rato. El niño tiene primero que aprender su musculatura y cómo actuar en el mundo físico, lo cual será el trabajo principal por unos buenos años. Cuando los niños crecen, la actitud comienza a ser un proceso de mirar y pensar, miran algo y piensan al respecto. En tanto miran y piensan, se vuelve familiar. Y en la familiaridad, se identifican con ello. Y en la identificación dicen «Esto es mío». Si se les pregunta por qué es de ellos, la única «razón» puede ser «Porque lo he visto mucho, es mío». En la mente llega un pensamiento de posesividad y propiedad. La actitud está reforzada con el valor de «mío» representando «bueno» y luego la actitud de valor se vuelve «Esto es mío, es bueno, es esto, es mío, es bueno…» Se vuelve un ciclo de posesividad.
Así, a menudo tienes que revaluar las actitudes que mantienes. A veces revalúas tus actitudes enfocándote hacia otra área por un tiempo, cerrando tus ojos de modo que sencillamente dejes de mirar. ¿Cuál es el valor de eso? No estarás viendo un montón de cosas que no quieres mirar. Esa es una de las bendiciones de ser ciego: no corrompes la visión interna con el estigma externo de la vida. No tienes que manejar la misma simbología con la que otras personas están abriéndose paso. La gente ciega maneja su propia simbología. Ellos fingen cosas de modo que pueden abrir los niveles etéreos (o inconscientes) de su conciencia justo tan rápido como la gente que tiene visión.
Una de las cosas agradables de ser sordo es no tener que escuchar toda la murmuración y el chismorreo que tiene lugar en este mundo, y la gente sorda puede estar más libre en esos niveles que la gente que tiene oído. Los sordos no están molestos por escuchar cosas que no quieren escuchar. De forma similar conscientemente puedes cambiar tu enfoque lejos de algo que se te presenta como un «problema» o «un dilema», y romper la influencia del inconsciente en tanto cambias de actitud.
Cuando entras en el nivel inconsciente o etéreo de tu conciencia, podría no hacerte mucho sentido porque no hay nada sino símbolos. Debes ser muy cuidadoso si estás mirando a través de la conciencia astral (la imaginación) y ver cosas como platillos voladores o brujas volando en escobas o cosas por el estilo. Cuida que no comiences a creer que realmente están allí… que esas cosas realmente están sucediendo… porque con frecuencia, no es así. Estás tratando con imaginería proyectiva. ¡Las cosas que percibes parecerán tan reales! No lo son. Son ilusiones. ¿Esto es para decir que esas cosas no pueden existir? Si estás hablando respecto a pruebas estilo «tuercas y tornillos» no existe mucha evidencia de que existan; pero la gente que está viviendo en esa conciencia de brujas y demonios, está viviendo esa «realidad». A veces la sociedad mira a esa gente como el grupo marginal o excéntrico. Es tu decisión, igual que las áreas que frecuentas. Ver la simbología, las imágenes, las ilusiones, puede ser realmente puro, como ver una pintura en la pared; la miras, luego sigues porque no hay mucha realidad utilizable allí. Es una representación simbólica.
La pintura se ha convertido en parte de la gran simbología de nuestro tiempo. Hace un tiempo cuando el arte abstracto y moderno era popular, la gente estaba determinando si una pintura era buena o mala, basada en la simbología que afloraba de la mente subconsciente o del nivel inconsciente; y compraban arte basados en eso. Después de un tiempo llegó a haber tanto arte abstracto que la gente estaba asediada por él todo el tiempo. Así la pintura abstracta retrocedió en popularidad, y de nuevo estamos encontrando imágenes que son más sólidas y reales. Mucha de la vieja pintura clásica es popular de nuevo; escenas de naturaleza, de ciudad o de playas con gente que luce como gente. La escultura todavía está expresando un punto de vista abstracto, y mucha gente que se deleita con este tipo de simbología va a exposiciones de escultura para ser despertados con este nivel. A veces es como si hubiera un tigre feroz allí y la gente puede tener un extraño punto alto a través de la simbología abstracta. Sin embargo, si puede mantenerse por sí misma, puede soltar frecuencias vibratorias muy muy extrañas en una persona. Y con esto, debe haber un cambio de actitud y entonces la conciencia cambia. La gente puede estar retratando su dilema de la manifestación inconsciente aquí afuera en el mundo físico como una forma de arte o tal vez sólo como un cierto tipo de expresión conductual.
Este mismo proceso puede manifestarse en la danza. Un ejemplo interesante de esto lo observé una vez cuando entré a un almacén de discos y estaba sonando música, era lo que yo llamaría «rock pesado» y una niña de tres años comenzó a bailar. Realmente se estaba moviendo y lucía igual a un pingüino. Yo dije «Esa debe ser la danza del pingüino» dado que era tan reconocible. Ella realmente estaba metida en la música y esa simbología se quedó conmigo.
Otra vez, estaba mirando un show de rock en la televisión y observando la simbología que sucedía con los jóvenes que bailaban. Yo estaba absolutamente sorprendido, era una actitud catártica, pero al mismo tiempo, estaban sacando esas energías del inconsciente sin saber cómo rematarlas o manejarlas. En algún momento futuro, ellos pueden entrar en algún tipo de comportamiento extraño y antisocial. Naturalmente no hubiera sido todo de ellos pero como están negociando una manera desconocida con energías muy poderosas, ciertamente se están abriendo a esa posibilidad. Muchos de ellos podrían estar institucionalizados no por algo que sea habitualmente malo en ellos, sino porque esas frecuencias descontroladas se están moviendo dentro de ellos. Ellos contactan esa energía, la energía asume la dirección y no hay lugar para manejarla en este mundo; así que comienzan a expresar una conducta bizarra. Pueden hablar sin sentido, reír tontamente y expresarse de formas ininteligibles para la mayoría de la gente. Para ellos es real, pero para otros es «loco». Realmente están fuera de equilibrio, fuera de equilibrio con su propia forma, que es paz y armonía y Luz.
La conciencia humana tiene un ritmo y una cadencia natural que evoluciona. En su debido tiempo, entra en realizaciones más y más grandes respecto a su verdadera naturaleza. Está diseñada para evolucionar hacia la auto-realización y el conocimiento de Dios. Los intentos artificiales de acelerar el proceso, a menudo llevan a un retardo y a una disgresión. Si tu sendero es el auto-conocimiento y el conocimiento de Dios, es mejor seleccionar los métodos naturales de meditación, contemplación, ejercicios espirituales, estudio con maestros iluminados y la asociación con otros que estén también en el sendero de crecimiento espiritual. Tu progreso será más suave y más rápido que con los llamados «atajos».
Llegando más arriba
El Alma intenta ganar experiencia de la forma como pueda. Intenta usar cada medio para observar, identificar y experimentar. Y puede perderse en ese experimentar. Si has estado atrapado en un facsímil a través de lecturas, películas, «culto a los héroes» y otros patrones del inconsciente, puede tomarte algún tiempo quedar libre de esos patrones y sentir llegar la libertad de tu ser. Estás atrapado con eso. Deja que la energía de la mente sencillamente se disperse. No lo refuerces. No busques que tu experiencia interna encaje de la manera como lo leíste en un libro. Si un autor está siendo «verdadero», te dirá que sus palabras son inadecuadas para describir su experiencia. Sin embargo tomarás sus palabras como si fueran la última palabra y te limitarás al nivel de sus palabras. Eso es bastante restrictivo para ti como el hijo divino de Dios que eres. Tu experiencia es mayor que cualquiera que pudieras leer en un libro. Por el simple hecho de estar escrita, no quiere decir que pienses que es particularmente especial, para ti. Ciertamente fue especial para el autor. Solamente tu experiencia será especial para ti. Y en última instancia tu experiencia será tu maestra.
Se requiere gran valor para ver el rostro de Dios dentro de ti. Para ver el rostro de Dios debes entrar muy profundamente, atravesar todas las cosas que camuflan la realidad para ti, todo lo que se ha congelado dentro de ti, todos los bloqueos que has colocado en el sendero de tu propia libertad. Y debes confrontarlos y aclararlos todos.
La única cosa que te liberará, que te soltará de toda ilusión, es aquello de lo que huyes. Si, puede ser «terrible». Y si, puedes sentirte miserable. Pero GRACIAS A DIOS porque ahora puedes ver más claramente. No salgas corriendo, ni pintes el proceso como malo ni malvado. Si lo haces, puedes estar pintándote justo afuera del cuadro. En principio vas a tener que regresar a cualquier área que te esté atemorizando y mirar. No cuesta ni un centavo mirar. La mente puede decir «¿Qué pensará la gente?» Sabes lo que la gente pensará, porque has estado en ese lado con bastante frecuencia, pensando respecto a otros. Y tus pensamientos no los «hirieron», siguieron adelante. Y entonces tú seguirás adelante, sin importar lo que la gente piense.
Si quieres hacer el «mejor viaje» ve a la esencia que es el Espíritu en su forma pura. Cuando llegas a ese punto puedes «presionar un montón de botones» y disolver muchos «problemas» rápidamente. Ese proceso de voltearse internamente hacia el Espíritu para liberar bloqueos te llevará hasta el reino mental, tal vez hasta el reino etéreo en tu desarrollo. Algunos pueden inclusive tener suerte hasta el Reino del Alma, su propio reino interno del Alma. Para llegar de allí a la gran Super-Alma se requiere de un proceso diferente, al cual nos referimos como la conciencia del Viajero Místico. A través de esa conciencia puedes entrar en contacto con el Espíritu Santo y a través de la gracia de Dios que se extiende para ti, puedes entonces entrar en contacto con ese reino que es tu hogar. Cuando llegas a «casa» puedes trabajar de vuelta en este reino, disolviendo otras cosas en tanto sea necesario. Puedes residir en los reinos celestiales mientras tu cuerpo físico transita por este reino, aclarando y disolviendo todas las deudas kármicas.
El reino celestial del Alma es perfecto; cualquier cosa menos que eso no es perfecto ni es el reino celestial. Hay errores en todos los reinos inferiores. En algunas dimensiones, en algún estadio del movimiento, siempre hay errores. Puede parecer perfecto por un tiempo, pero eventualmente los errores se harán evidentes. Con seguridad hay errores aquí en el reino físico. Todo lo que tienes que hacer es mirar la forma como los cuerpos físicos se caen a pedazos. Todo lo que tienes que hacer es observar cómo la gente equivoca las emociones, o escuchar cómo la información llega por montones. Llegar a una decisión sobre la información es muy engañoso porque casi tan pronto como comienzas a hablar sobre algo, se recarga con ilusión y mentiras y malas interpretaciones.
Ve siempre a tu propia experiencia, a esas cosas que funcionan para ti. Si tratas de obtener lo que está funcionando para otros, te quedas atrapado en las redes del encanto que te enceguese con la Luz magnética de modo que no ves las cualidades espirituales; entonces realmente te puedes quedar «colgado» por un buen rato. Has visto alguna vez gente que dice: «Debo estar aquí para hacer algo magnífico en este planeta, para realizar una gran misión. Todavía no sé lo que es, pero debe ser algo grande». No van a hacer nada distinto de correr de sitio en sitio, retrocediendo en círculos sobre ellos y diciendo «Dios mío, aquí estoy de nuevo justo donde comencé». En algún momento probablemente dirán «¿Quién lo necesita?» Y lo dejan, a veces sin disgusto, a veces sin dolor pero lo que sea que los lleve a soltar es causa de regocijo. Cuando sueltan pueden hacerse conscientes de dónde viven, como una cualidad espiritual, como una forma pura. Luego el mundo viene hacia ellos y llevan a cabo su destino desde un estado espiritual, tal vez descubriendo que son grandes líderes espirituales, no porque estén afuera buscando devotos sino porque la gente seguirá al Espíritu donde lo encuentre.
Cuando encuentres al Espíritu, también me encontrarás porque allí es donde vivo. Cuando sigues a un líder espiritual que reside en el Espíritu, sigues a todos los líderes espirituales que residen en el Espíritu. No existe conflicto entre los maestros espirituales. Puede haber conflicto entre sus seguidores. O puede haber conflicto entre las personas que piensan que son maestros espirituales, pero de hecho no lo son. Esos maestros espirituales falsos se hacen auto-evidentes con el debido transcurso del tiempo. No son difíciles de encontrar. Recuerda, nadie que reside todo el tiempo en la cualidad espiritual pura, estará muerto para el mundo físico. Aún los más evolucionados maestros espirituales deben regresar a este mundo en distintos momentos de conciencia para trabajar en este nivel.
La imperfección reside en tu actitud, que viene de la mente programada, eso es lo que estimula la confusión. A veces con sólo dejar de pensar por un rato las cosas pueden volverse muy agradables para ti. Puedes hacer muchas cosas porque hay pocos problemas cuando no estás diciendo ni «bueno» ni «malo» de cada situación. Cuando sencillamente dices «Ahí está» es fácil. Ahora no haces el papel de tonto ni cierras los ojos a la realidad de tu situación. Pero sabiendo que existe algo y dándole energía, tienen lugar dos actitudes diferentes. Muy rápidamente puedo nombrar un montón de cosas que existen a las que no les das ninguna energía: casas, aparatos de televisión, radios, caballos, máquinas de escribir. Sabes que existen pero probablemente no reaccionas de ninguna manera particular ante ellas. Si yo te hablo de un delicioso, grueso y jugoso pedazo de carne asado perfectamente y estofado con champiñones y cebollas —o para los vegetarianos una fresca y caliente sopa de lentejas— podrías darte cuenta de que comienzas a tener algo como una reacción interna. Y para algunos de ustedes, eso tampoco les hace nada. Cuando puedes estar consciente de algo y no quedarte atrapado en eso, estás viviendo en una conciencia de desapego, que puede ser muy, muy agradable.
En la medida en que aprendes cómo hacer y luego tiras todos los juicios de ese hacer, encontrarás el sendero dorado hacia tu propia salvación. Es agradable saber que en una gran medida, puedes hacerlo tú mismo. Y si no sabes cómo hacerlo ahora, luego evolucionarás a donde sepas cómo. Es agradable saber que hay infinito número de posibilidades. Y es agradable saber que vas a crear para ti aquellas cosas que quieres.
Algunos de nosotros hemos estado en este reino en conciencia muchas, muchas veces. Somos los más viejos y hemos cometido un montón de errores a través de muchas vidas. Con esos errores ha llegado algún conocimiento, alguna sabiduría. Y aún así, la paradoja es que el Alma no necesariamente evoluciona; sólo añade la esencia pura de lo que viene a ella. Así, mientras más pureza puedas percibir más puedes añadir a la gloria de la Luz que manifiestas.
En la medida en que te sintonizas con la Luz y manifiestas regularmente más Luz en tu conciencia, puedes encontrar más específicamente la fuerza negativa que reside dentro de la gente. En mucha gente la fuerza negativa es predominante. Así que cuando la conciencia de Luz llega a ella, entra en confrontación. Si la fuerza negativa en otros es más fuerte que tu Luz espiritual, entonces necesitas refuerzos.
Si te encuentras necesitando apoyo, estoy disponible para apoyarte cuando lo pidas en la conciencia interna. La cualidad espiritual que es el Viajero Místico puede venir, y en ese momento específico, la fuerza negativa se vuelve auto-frustrante porque se vuelve hacia sí misma. La Conciencia Mística refleja la negatividad exactamente como es; de modo que pelea ella misma en la imagen falsa, reflejada, hasta que se enferma y se cansa de eso. Y se rinde. Entonces la cualidad espiritual puede surgir como expresión y manifestación.
Cuando te encuentras en conflicto con otro ser humano, a menudo es mejor mantenerte firme en tu conciencia, no reaccionar, hasta que la cualidad espiritual entre a la situación y presente un espejo para que la negatividad se vea a sí misma. Cuando la gente se cansa de vomitar su negatividad, tampoco deja la situación —lo cual está bien— ni tira la negatividad, lo cual está bien también.
De cualquier manera, saben que la fuerza de Luz, es amor y fortaleza. Y te pondrán a prueba para ver si puedes resistir los «dardos y flechas de la afrentosa fortuna» que serán dirigidos contra ti, y si tienes una cualidad espiritual (y la tienes) encuentras que puedes cambiar los dardos y flechas hacia la Luz, que entonces los usa como flechas de cupido y los envía de vuelta a la fuerza negativa. Y tú permaneces neutral y desapegado. No tienes que empujar. No tienes que forzar. Sólo dejas que tu propia Luz brille. Y aquellos que lo pueden ver sabrán que es verdad.
Baruch Bashan
(Las bendiciones ya están dadas)
INDICE
COSMOGENESIS
Cos.mos: s. Universo
Gen.e.sis: s. origen
El indice al libro El Camino por Recorrer es la primera herramienta para sacar a flote el proyecto Cosmogénesis del MSIA. Este proyecto, que ha venido evolucionando calladamente a través de los años, cobija la unificación y organización de la información que John Roger ha presentado en sus cientos de seminarios alrededor del mundo.
El indice puede usarse para muchos fines. Ofrece una lista de tópicos para investigación y estudio avanzado de las enseñanzas del Viajero. Es una herramienta para el cruce de referencias del material presentado en El Camino por Recorrer. Puede usarse para encontrar respuestas a preguntas personales, profesionales y espirituales, habilitándonos para usar El Camino por Recorrer como una fuente de consejo.
Al cubrir muchos aspectos de nuestra vida, física y espiritual, los sujetos principales ofrecidos para estudiar están resumidos bajo los capítulos del libro titulados: El Reino Reside adentro… El Espíritu es un Proceso del Ahora… Descubrir el Amor… El Karma se deletrea E.S.T.U.P.I.D.E.Z. Todos ganan… Tu eres tu responsabilidad… Cuidándote tu mismo… El sentido común es el sentido espiritual…. Existe más de lo que el ojo ve.
Si, existe más de lo que el ojo ve. A través de las enseñanzas sutiles del Viajero se nos da acceso a todo el conocimiento. Este Indice del Camino por Recorrer es una guía para contactar ese conocimiento interno.
Este indice alfabético reseña los sujetos más importantes del libro y las páginas donde aparecen. Enfatiza las técnicas y las claves a las cuales J-R. se refiere entre las páginas 1 y 6. Tanto Técnicas como llaves para son sub-encabezamientos usados con frecuencia.
El arreglo alfabético está hecho palabra por palabra. Se proporcionan referencias cruzados de ver y ver también para conducir a otros encabezamientos del índice selecto y para indicar encabezamientos relacionados. Se añaden frases entre paréntesis para aclarar el uso de un sujeto de encabezamiento por ejemplo «Mundos Espirituales (noventa por ciento)». El término «discontínua» es utilizado después de una secuencia de páginas (42-61 discontínua) para denotar que el sujeto está referenciado no contínuamente, sino en pasajes dispersos a través de esas páginas del texto.
EL CAMINO DE SALIDA