“Tu eres el que prepara la tierra con tu apertura, tu disponibilidad y actitud gozosa al dar; y sobre todo tu corazón y tu intención hacia Dios”.

— John-Roger, DSS

 

Sembrando paso a paso:

1. Visualiza lo que quieres o de lo que quieres más en tu vida. Míralo claramente, mira los detalles, mírate a tí llevándolo a cabo o viviéndolo. Puede ser algo material o algo no material, tal como una relación, mejor salud, etc.

2. Puedes sembrar por tantas cosas como quiereas. Sin embargo, si eres nuevo en esto, recomendamos que comienzes en un área, para que puedas sostener el enfoque y lo veas trabajar.

3. Checa tus niveles interiores para asegurarte que no hay dudas o cambios de opinión. Esto es muy importante porque la siembra puede funcionar de manera poderosa para reforzar tus dudas así como validar tu fe. Recomendamos que no le digas a nadie para que estás sembrando. Después de haberlo recibido, entonces puedes decidir si lo quieres decir a alguien.

4. Cuando lo veas con claridad, ponlo en la Luz para los más altos fines y haz tu petición. Esta petición es la parte más importante y es la esencia de la siembra. Está muy bien expresada por Jesús cuando dijo, “Por lo tanto te digo, lo que sea que pidas en oración, creelo que lo has recibido, y será tuyo” (Mark 11:24 NIV).

5. Ahora estás listo para sembrar dando dinero a la fuente de tus enseñanzas espirituales. Esta será la Iglesia del Movimiento del Sendero Interno del Alma si eres estudiante de las enseñanzas del Viajero, incluyendo si eres ministro o iniciado. El dinero generalmente será un diez por ciento de lo que visualices te llegará (un retorno del diez veces). Pero si puedes manejar la visualización, tal vez tu retorno, ahora o en el futuro, pueda ser de cien o mil veces. Si siembras para algo no material, sugerimos que vayas adentro para que encuentres una cantidad en dólares que represente la siembra para tí.

6. La parte final es que des con gozo y con una actitud de gratitud por las bendiciones que ya están en tu vida. Dios es la fuente de tu suministro, así que deja ir cualquier preocupación sobre como vas a conseguir lo que has sembrado. Eso queda en las manos de Dios, y Dios te lo traerá a su tiempo y a su manera.