A lo largo de los siglos, la meditación se ha utilizado con muchos propósitos, desde calmar y sanar tensiones físicas, emocionales y mentales hasta experimentar otros estados de conciencia y lograr la autorrealización. Hay muchas técnicas de meditación y la mayoría de ellas involucra un proceso pasivo que implica quedarse quieto y vaciar la mente y la conciencia de todo pensamiento y sentimiento. En la actualidad, es casi imposible lograrlo. Los pensamientos y las emociones de la conciencia humana están casi siempre presentes en alguna medida y continuamente se inmiscuyen en prácticamente cualquier intento por expulsarlos o silenciarlos completamente.
Dentro del MSIA enseñamos otra dimensión del proceso meditativo que lo convierte de una técnica pasiva de «vaciar la mente», a una técnica activa de dirigir la mente y las emociones. A estas meditaciones activas las llamamos «ejercicios espirituales», que sugiere actividad en los ejercicios combinada con un enfoque y un empuje espiritual.
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El Alma es una unidad de energía increíblemente dinámica y creativa. Está VIVA en el sentido más verdadero y más puro de la palabra. Es esa parte de ti que nunca muere, que existe para siempre, que ES por siempre. Es una prolongación de Dios y una chispa de lo divino. Es tu realidad. El cuerpo, la mente y las emociones son tus ilusiones. Dado que el Alma es activa y dinámicamente viva, debes volverte activo y vivo para conocer esa esencia de ti mismo y despertarte a la realidad del ser vital que es el Alma. No puedes despertar a lo que es activo siendo pasivo. Debe volverte activo para alcanzar la conciencia del Alma, y es por eso que los ejercicios espirituales son una clave de la Trascendencia del Alma.
Experimenta una introducción práctica a la meditación y a los ejercicios espirituales en estas 10 lecciones breves. Leer, escuchar y ver las lecciones tarda aproximadamente de 1 a 3 minutos.