En este ejercicio, el punto focal o ancla de tu atención es tu respiración. Cuando te enfocas en tu respiración, mantienes la conciencia en este nivel físico, mientras vas entrando en un estado de relajación profunda y recorres los planos interiores.
Puedes hacer esta meditación de la respiración en cualquier lugar y casi en cualquier momento. Es particularmente efectiva si estás en situaciones en las que experimentas estrés o ansiedad. La meditación de la respiración te calma y te brinda control y dirección personales que son muy beneficiosos.
«Encuentra la armonía. La vida es tan simple como inhalar y exhalar. Una vez que has encontrado ese ritmo, puedes seguir en él. Si puedes lograr esa disciplina y mantenerla, comenzarás a superar todo este mundo físico.» John-Roger, DCE