Tienda
LANGUAGE

Nuevo Amanecer

¿Cómo puedo protegerme de la negatividad de otros?

Article imageTraducción: Gabriela Grigorescu

Pregunta: ¿Cómo puedo protegerme de la negatividad de los otros para no enfermarme y desequilibrarme?

Respuesta: En nuestra humanidad, todos podemos sentir la negatividad y la perturbación que otras personas cargan ó expresan. También podemos sentir la negatividad que nosotros mismos cargamos o expresamos. Lo que es importante espiritualmente es saber que nada de eso es lo que nos interesa. Nuestra vida no tiene nada que ver con lo negativo. Podemos dejarla ir y darnos cuenta de que somos nosotros los que nos aferramos a la negatividad. Cuando tomas conciencia de esto, la perturbación ya no tiene cabida en ti.

Todos estamos aprendiendo a lidiar con la negatividad. Entonces, las experiencias como éstas nos enseñan. Esas son las buenas noticias: la negatividad nos está enseñando a ser fuertes y más amorosos. Nos está enseñando a ser capaces en nuestra vida, para que elijamos lo que esté alineado con nuestro propósito para nosotros, en vez de permitir lo que no nos sirve o que causa conflicto dentro de nosotros.

Una de las cosas más importantes que puedes hacer tú, tan pronto como puedas, es invocarte en la luz de Dios. Dirige tu conciencia despierta hacia la Luz. La negatividad será despejada por que no puede permanecer en la Luz. En la presencia de la Luz, la negatividad no puede existir.

Cuando te invocas en la Luz, eres libre. Estás protegido. Estás en un campo en el que no hay negatividad. La negatividad no puede hacerlo. No tiene la fuerza. Ésta no puede entrar. Así que hay protección absoluta en la Luz. Entrando en una conciencia de Luz, también puedes distinguir la negatividad con mayor claridad y lo que ella te está enseñando.

En el libro Cumpliendo Tu Promesa Espiritual, John-Roger escribió: «No debes contemplar a otras personas y decir: ‘Ellos me están lastimando. Ellos me están infligiendo dolor. Ellos me están atacando síquicamente’. En vez de eso, bendícelos y envíales amor, ya que ellos señalan las áreas dentro de ti que necesitan mayor fortaleza. Y ama todo lo que venga hacia ti. Ámalo todo y déjalo ir, sea tuyo o de alguien más. Eso simplemente no importa». (Pág. 840).

Otórgale a los demás la libertad que tú quieres para ti. Deja ir las exigencias, los deseos, apegos, sentimientos heridos o rabia en relación a lo que alguien debería haber hecho o cómo algo debería haber sido. Déjalo ir para que no haya carga alguna y seas aliviado, despejado y sanado. Déjalo ir tan completamente que lo que sea que haya sido tu carga no se te devolverá, porque tú has dejado de funcionar de una manera que permita apego o juicio.

Se le llama amor incondicional y aceptación. Se le llama perdonar. Se le llama dejar ir y entregárselo a Dios, para que tú experiencia se convierta en una experiencia directa y completa de Dios, lo que significa amar incondicionalmente y aceptación hacia toda la Creación.

Dios lo ama y acepta todo incondicionalmente, y tú también puedes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2014 Movimiento del Sendero Interno del Alma