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Nuevo Amanecer

Cualquier momento puede ser Navidad

 

Hablar acerca de Venezuela es un reto porque sin importar qué, cada día es una aventura inesperada hacia lo desconocido. Algunos dias sin agua, algunos otros sin electricidad, o transporte, o protestas que terminan siendo violentas, o quien sabe qué: La noción de un «día normal común y corriente» tiene que ser definido cada vez. La palabra «hiperinflación» es ahora parte de nuestro vocabulario, aún si en el intento de entenderla, apenas si podemos recuperar el aliento. Lo que hoy compramos por el equivalente de dos dólares, tres días después costará seis o diez dólares. A veces da miedo y sin embargo, la resiliencia y la creatividad han florecido de formas maravillosas. Y en esa aventura, la Navidad puede ocurrir cualquier día. No tengo una fecha exacta, pero quizás hace un año; tampoco recuerdo por qué me eligieron a mí pero nunca me quejo si es una oportunidad para servir.

Cuando el Espíritu llama, yo sé que será una experiencia encantadora. Heartfelt Foundation nos contactó hace más o menos un año, y desde entonces hemos estado recibiendo amoroso apoyo en forma de cajas llenas de suministros: medicinas, comida, vitaminas e incluso golosinas. Sin dejar de mencionar, por supuesto, montones de amor y cuidado. Cada vez que las cajas llegan es como tiempo de Navidad. La alegría de recibir. La alegría de la abundancia. La alegría de las bendiciones. Es también una oportunidad para reunirnos mientras organizamos las bolsas para la comunidad de MSIA, la oportunidad de servir y compartir. Y el servicio que se extiende a otros también: familia, amigos, colegas y conocidos. El lugar donde trabajo se convierte en una especie de «centro de acopio» al cual llegan las cajas y luego algunos ministros vienen a apoyar abriendo cajas, clasificando y distribuyendo.

La gratitud, la diversión, el gozo y un sentido más profundo de aprecio por lo que tenemos, lo que recibimos y las lecciones que estamos aprendiendo es parte de todas las bendiciones. Y aquello que dábamos por «garantizado» tiene también una dimensión diferente, porque en escasez e incertidumbre la salida es hacia adentro. Y saber que podemos contar con nuestra familia de MSIA es ciertamente un gran consuelo.

Navidad puede ocurrir en cualquier momento. Llega con el amor y el cuidado de voluntarios que no vemos. E incluso algunos que no hemos conocido, pero aún así el sentimiento de ser una gran familia es genial. Navidad también es el recordatorio de que podemos nacer y renacer una y otra vez. Con lo que tenemos y en donde nos encontramos. La humildad de ser agradecidos por lo que nos es dado. Pero también es una gran oportunidad de entender en un nivel más produndo que el trabajo de la Luz es tambén acción: Pequeñas acciones que hacen una GRAN diferencia. Y GRANDES acciones que hacen aún una MAYOR diferencia. Una caja puede ser un gran alivio para alguien, o esperanza para otra persona, alegría y gratitud para otros más. La Luz sigue trayendo bendiciones disfrazadas, o en cajas! Y lo que es aún más especial es que en medio de una país que pareciera estar aislándose más y más, la familia de MSIA sigue cercana y manifestándose en muchas formas, construyendo puentes y haciendo que la Luz sea palpable a través del amor, del cuidado y el tocar a otros.

Algunas veces, cuando tengo miedo o cuando me siento abrumada por toda la situación, suelo pensar en como puedo apoyarme y apoyar a otros. Me pregunto ¿Cómo puedo sostener la Luz de mejores formas? Y entonces las palabras de J-R resuenan claramente en mi corazón: «Si quieres convertirte en Luz, SE la Luz.» Y si podemos ser la LUZ entre nosotros, entonces sin importar cuan oscuros o retadores sean los tiempos, la Luz prevalecerá.

Y la Luz aún prevalece.
Gracias a todos ustedes desde nuestros corazones agradecidos!

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