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Nuevo Amanecer

Caminar en la Luz es una Oración que Practico todos los Días

Este año el taller Caminando en la Luz vino como una liberación de no sé qué, pero estuvo bien. El cuarto era como una gigantesca columna de Luz donde una profunda presencia amorosa penetraba las paredes, la alfombra, la voz de John, los abrazos, el contacto visual y experimenté tanta gratitud por estar en este planeta con tanta gente amorosa haciendo la obra de Dios en este mundo.

John Morton comenzó el taller Caminando en la Luz este año con una pregunta brillante. Dijo: «¿Cuántos de ustedes están aquí por primera vez?» Varias personas levantaron la mano. Juan fue uno de ellos. Cuando hizo esto, hubo una pausa en la sala y luego algunas risas una vez que todos comprendimos el punto que estaba demostrando. Todos estuvimos en este taller por primera vez, si así lo elegimos, con la oportunidad de ver con nuevos ojos; renovar nuestro compromiso con Cristo, con Dios, con nosotros mismos como instrumentos divinos disponibles para ser utilizados.

Vivo en el medio de Los Ángeles en una hermosa mansión histórica llamada Prana. Prana es el hogar del Viajero, fundado por nuestro amado John-Roger. Es una especie de Jardín del Edén, ubicado en el «barrio» donde hay autobuses rugientes, sirenas que suenan ocasionalmente; helicópteros, bocinazos y gente multicolor esperando en la parada del autobús con sus maletas y niños pacientes; niños volando en patinetas o un ciego caminando con un bastón, diciendo «hola» mientras paso.

Aquí hay un ritmo ordinario que disfruto. Cuando salgo de mi Jardín del Edén cada mañana y entro en mi cubo de Luz de dos metros y medio y experimento la Luz que va delante de mí, rodeándome e iluminando todo lo que veo, estoy agradecido por el taller Caminando en la Luz.

Un día, mientras caminaba hacia el trabajo, había un joven de unos 12 o 13 años que estaba cortando el césped. Parecía ser una persona con algún tipo de discapacidad mental o necesidad especial. Cuando pasé junto a él, dejó de cortar el césped y me llamó. Me preguntó si yo podía darle un abrazo. Mi cuerpo espontáneamente lo abrazó sin pensar. Vino conmigo al cubo de luz que uso todos los días. No quería dejarme ir después de un largo momento, así que le dije: «Gracias, es hora de dejarlo ir», así que lo hizo, de mala gana. Me pregunto si el Jardín del Edén se está extendiendo por el vecindario o si la Luz se está filtrando por las grietas de las aceras, los árboles que bordean la calle y el aire que todos respiramos.

Este año el taller Caminando en la Luz vino como una liberación de no sé qué, pero estuvo bien. El cuarto era como una gigantesca columna de Luz donde una profunda presencia amorosa penetraba las paredes, la alfombra, la voz de John, los abrazos, el contacto visual y experimenté tanta gratitud por estar en este planeta con tanta gente amorosa haciendo la obra de Dios en este mundo.

Este es mi quinto año trabajando en el Seminario Teológico y Escuela de Filosofía Paz y preparando con mucho gusto el taller Caminando en la Luz. Estoy agradecida de tener un trabajo tan increíble en el que mi mayor responsabilidad es sintonizarme con el Espíritu y confiar en que la Luz vaya delante de mí y a través de mí mientras camino en este mundo.

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Lo cierto es que la experiencia de mis tres días allí se puede describir como una completa inmersión en el abrazo más profundo y protector de Dios. Diversas formas de abrazar al Viajero, Dios y al Espíritu utilizando la Luz de formas prácticas y extremadamente poderosas. Para cada momento del día. Al levantarnos, para cualquier momento de un atareado día, o un pacífico día y antes de dormir «Caminando en la Luz» es aprender a utilizar la luz de formas tangibles y potentes de manera que la experiencia real de «caminar en la luz» sea un proceso natural cada día. No necesitas esperar llegar al cielo. El cielo llega con la Luz. Y caminas en él.                           ~ Andreina Garban

 

Tuve la oportunidad de vivir este taller en el 2015 y aún tengo muy presente lo poderoso y al mismo tiempo, como se puede aplicar las enseñanzas del mismo. Para mi este taller expandió mi conciencia de lo poderosa y necesaria que es La Luz en nuestra vida cotidiana. Así como distintas herramientas de cómo usar La Luz en beneficio de mi persona, de mi familia, de mi comunidad y de la tierra misma. Caminando en la Luz es la oportunidad de experimentar formas de conectarse, de protegerse y de beneficiarse de La Luz más elevada que existe.                 ~ Jesus Leija 

 

Para mí, el Taller Caminar en la Luz es algo muy sagrado y místico, aun recuerdo mis lagrimas correr suavemente por mi rostro, a la vez que tenía un sentimiento de profunda paz y gozo, fue un reencuentro con la Luz y una reconciliación interna mía de encontrar algo tan indescriptiblemente añorado por tan largo tiempo. Experimente una profunda sanación y una certeza de saberme cuidada, amada y guiada.                                                                                                  ~ Veronica Zarate

 

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