“A través del MSIA, el Viajero está extendiendo las enseñanzas del corazón espiritual a una manifestación mayor en el planeta. El impacto del Viajero sobre tu conciencia depende de tu voluntad de superar las preocupaciones del mundo y centrarte en el espíritu y la verdad de tu ser”. -John Morton

Este artículo de John Morton se publicó por primera vez en el New Day Herald en 2014.

El Viajero es la conciencia que nos guía a todos, incluido lo que sucede en el planeta. Representa la conciencia que el Espíritu nos muestra ahora. El Viajero se encuentra en el punto de energía que conduce la conciencia viviente de Dios para el planeta. El Viajero es una consciencia eternamente amorosa que te despierta y continúa moviéndote, interiormente, hasta lo más profundo de tu Alma.

El Espíritu y el Viajero no se limitan a un personaje o a un cuerpo. La regla general para los Viajeros es que siempre ha habido uno. Siempre hay alguien que toma el punto de anclaje de la energía del Viajero simplemente al tener la voluntad de hacerlo. Incluso si hay falta de voluntad a nivel de la personalidad, la Conciencia del Viajero todavía conduce la energía divina. La acción ministerial de la Conciencia del Viajero es principalmente silenciosa e invisible.

Cuando despiertas al Viajero, puede haber una gran transformación dentro de ti. El Viajero está completamente de acuerdo con quien tú eres. La energía del Viajero es una cualidad inquebrantable de saber con total libertad, hacer lo que elijas. Tu propósito se revela como más grande que cualquier circunstancia o evento externo. Empiezas a saber que tu vida está determinada por algo dentro de ti que es más grande que tú y, sin embargo, eres tú.

Conoces al Viajero por algo que es verdad y aún es desconocido y está por convertirse cada vez más. A medida que despiertas al Viajero, descubres que tu propósito tiene la intención más elevada, sin malicia hacia nadie. Tus acciones quedan claramente determinadas por el espíritu de Dios. Te vuelves en acuerdo con la conciencia más elevada del planeta.

A medida que entras en la conciencia del Viajero, también puedes sentir que no eres nada y que estás desprovisto de valor. En lugar de hacer comparaciones, concéntrate en conocer la magnificencia del Viajero de tal manera que harías cualquier cosa para tener más de ella. El Viajero no puede ser poseído ni controlado. No se puede definir ni describir con palabras. El Viajero debe ser conocido por tu experiencia directa.

El Viajero es a veces la más bella experiencia de entrega. Por fin, estás encontrando a Alguien en quien puedes confiar completamente. Y te estás dando cuenta de que la presencia habita dentro de ti como tú. Aprendes a dejar de lado los aspectos de tu ser que son inferiores a Dios.

A medida que sigues la energía del Viajero, te das cuenta que nunca hay una razón para no elegir amar. Sabes que la lucha humana es temporal y sólo la bondad de la vida perdura más allá de todas las cosas. Sabes que hay alguien que siempre te cuida manteniendo intactos tus mejores intereses. Sabes que de alguna manera ese alguien eres tú. Conoces la inutilidad de resistir y, en cambio, encuentras el triunfo en la aceptación total. Te sueltas y descubres que Dios te acompaña como tú en toda tu experiencia.

Si tuviera un regalo para ti sería la experiencia del Viajero. Sin embargo, el Viajero es un regalo que no se te puede imponer. Recibes al Viajero cuando estás abierto y preparado para manejar lo que viene con él: la Trascendencia del Alma.

El Viajero puede acudir a ti simplemente porque tú lo pides. Puede ocurrir cuando estés dispuesto a abandonar el nivel en el que te encuentras y apelar a una conciencia superior para que te ayude. El Viajero puede acudir a ti si estás dispuesto a asumir la responsabilidad de tu vida por el mayor bien de todos los involucrados.

Cuando tienes un contacto físico inicial con alguien que lleva la conciencia del Viajero, se planta la semilla del regreso a Dios. Si estás preparado para el crecimiento necesario, entonces el Viajero despierta y crece dentro de ti a través de tu voluntad de conducir tu vida de acuerdo con tu espíritu. Este proceso continúa mientras estés dispuesto. Aquellos que no están dispuestos o no están preparados pueden seguir con su vida con la semilla latente hasta el momento en que estén abiertos y dispuestos a seguir su corazón espiritual una vez más.

A través del MSIA, el Viajero está extendiendo las enseñanzas del corazón espiritual a una manifestación mayor en el planeta. El impacto del Viajero sobre tu conciencia depende de tu voluntad de superar las preocupaciones del mundo y centrarte en el espíritu y la verdad de tu ser. A medida que participas activamente en el MSIA, el Viajero te trae toda la información y experiencias necesarias para que despiertes a tu alma. Este Movimiento del Sendero Interno del Alma no es un movimiento que se mide por cuánto mejor lo tienes en el mundo. Es un movimiento de cuánto mejor estás en el Espíritu por tu mayor conciencia y capacidad de vivir en armonía con tu Alma, independientemente de las condiciones presentes en el mundo.

Al participar con el Viajero, te estás alineando con una línea directa a Dios que cumple tu herencia divina, siempre y cuando estés dispuesto a soportar el proceso. John-Roger nos recordó que cuando trabajamos con el Viajero, estamos bajo su guía y protección espiritual. A medida que viajamos a través de los reinos espirituales con el Viajero, nos volvemos más conscientes de la realidad mayor que es quién somos como alma, que es una con Dios.

Es importante darse cuenta que Dios nunca hace que el proceso sea algo que no puedes manejar. Eres sólo tú quien hace que el proceso sea abrumador al tomar decisiones innecesarias o mantener actitudes y juicios negativos. La cualidad primordial que producirá tu plenitud en la Trascendencia del Alma es tu voluntad de volver a elegir con fe y confianza en la voluntad del Señor.

Prácticamente todo el mundo cuestionará la validez de la acción del Viajero. La situación kármica por la que cada persona está atravesando determina en gran medida su capacidad para reconocer el valor de la Trascendencia del Alma. Pocas personas están lo suficientemente despiertas y claras en su karma como para reconocer y elegir participar en la acción del Viajero a través de la Trascendencia del Alma.

Las experiencias y actitudes de otras personas hacia el Viajero o el MSIA no tienen nada que ver con el valor de tu devoción y participación en la Trascendencia del Alma. Una vez que empieces a comprender esto, sabrás que tu relación con Dios es enteramente directa y personal. Nadie ni nada más puede bloquear la Trascendencia de tu Alma porque es entre tú y Dios.

Estamos enteramente hechos por Dios. Todos tenemos la esencia completa y total de Dios dentro de nosotros. En Espíritu, estamos completos y completos en nuestra creación. Es en nuestra manifestación y toma de conciencia del Alma que estamos incompletos. Parte de los resultados de tu participación en la escuela del Viajero será la espiritualización del mundo material. Estás aprendiendo el valor y las formas de superar la naturaleza densa y negativa de este mundo a través de la luz y el amor de tu verdadera naturaleza: el Alma.

Este mundo físico es sólo una de las muchas estaciones en el camino hacia Dios. Prácticamente todas las dimensiones de la creación de Dios convergen en ésta, lo que permite el acceso directo al corazón de Dios, pero también a casi todos los demás aspectos de la creación de Dios. Lo más grande del amor y la belleza de Dios está aquí y también lo está la negatividad más extrema al mismo tiempo. Todo se desarrolla en el mismo campo, lo que hace que este nivel sea único y una magnífica oportunidad para tu aprendizaje y crecimiento. Depende de ti elegir aprovecharlo al máximo.

Considera a alguien cuya experiencia completa con la mostaza fue ver sólo las plantas que crecen sobre el suelo. ¿Qué pasaría si tuvieras una semilla de mostaza en la mano y proclamara que esa es toda la planta de mostaza? La respuesta de esa persona probablemente sería algo así como: “Estás loco. Esa no es una planta de mostaza”.

La pregunta es: ¿la planta de mostaza madura estaba presente originalmente en forma de semilla? ¿Está todo Dios presente en la forma original del ser humano como tú? La gente a menudo niega su Divinidad porque no ven la presencia de Dios más allá de las limitaciones de la forma humana.

Es muy raro que alguien esté lo suficientemente despierto como para ver plenamente su manifestación en la gloria de Dios. La realidad de Dios trasciende completamente lo que puede manifestarse en este mundo o en cualquier nivel por debajo del Alma. Una vez que alguien vislumbra la gloria que es estar con Dios, ese logro se convierte en una magnífica obsesión. La paradoja es que la gloria de Dios ya existe plenamente como Alma dentro de cada persona.

Estamos en un nivel que en parte requiere la fe del grano de mostaza. Al igual que la semilla de mostaza, somos plantados en esta existencia psíquico-material para que podamos crecer hacia nuestra Divinidad completamente madura. A menudo comenzamos nuestra existencia terrenal en un estado denso que está alejado incluso de la luz del día. Sin embargo, los elementos necesarios para nuestro crecimiento completo están presentes dentro de este ambiente terrenal oscuro y denso que en realidad se adapta perfectamente a nuestra naturaleza humana particular.

Hay muchas variedades en la naturaleza humana, cada una con su propio conjunto particular de condiciones. Al nutrirnos de las condiciones necesarias en nuestro entorno terrenal, germinamos, nos transformamos a partir de la semilla humana y crecemos hacia la fuente de luz. Nuestro mayor crecimiento comienza cuando irrumpimos desde la tierra densa y oscura de abajo hacia la atmósfera iluminada de arriba.

Aunque todos los elementos terrenales son importantes para nutrir nuestro crecimiento, es la fuente de luz que irradia el sol (hijo) la más esencial para sostenernos hasta la plena madurez. En el proceso, descubrimos que somos mucho más que las diversas “formas de semilla” de la existencia humana. Nos damos cuenta de que somos la fuerza vital misma en la luz que sostiene nuestra existencia. Somos la presencia gloriosa que es Dios.

Cada semilla que madura plenamente a través de su destino da el fruto que devuelve la vida a la tierra. Con el tiempo, incluso las plantas más maduras mueren a partir de este nivel. El Viajero es como un maestro jardinero que atiende nuestro crecimiento hasta la plena madurez para que podamos morir en cada nivel en el que nos encontramos en nuestra existencia psíquico-material y pasar al nivel de vida eterna, el Alma, donde no hay muerte. .

Algunas personas prefieren mantener una existencia salvaje y desatendida fuera de este jardín del Viajero. Prefieren arriesgarse con las leyes de la naturaleza en lugar de permitir el cuidado y la protección que el Viajero puede brindarles. Al hacerlo, pasan por alto garantizar la mayor oportunidad para alcanzar la plena madurez espiritual y dar el fruto de esta existencia terrenal de una vez por todas. Están pasando por alto a Aquel que quita la maleza, fertiliza la tierra, riega correctamente, brinda apoyo, ajusta el ambiente según sea necesario, trasplanta y atiende todas las plantas que crecen en el jardín hasta que den el fruto de la vida eterna con Dios.

Quizás te preguntes por qué alguien dejaría pasar una oportunidad tan suprema. Así de simple. Simplemente aún no lo saben hacer mejor. Gracias a Dios hay perdón y hasta un plan divino para tal ignorancia. Ante la ley no se permiten excusas. A los ojos de Dios, hay gracia mediante el perdón y el amor incondicional por toda la creación de Dios.

¿Sabes algo mejor? A diferencia de las plantas, la elección es totalmente tuya. Puedes elegir permanecer arraigado en la naturaleza salvaje que es esta existencia terrenal o arraigado en el jardín paradisíaco del Viajero. Elige sabiamente para la Trascendencia de tu Alma. Como dijo John-Roger: «El secreto de la Trascendencia del Alma es buscar lo bueno en todas las personas y cosas y dejar el resto a Dios». Sigue buscando una guía interior desde tu sabiduría y el Viajero interior que sirve y dirige para el mayor bien de todos los involucrados.

Dentro de ti hay un Dios que es una fuente omnipotente e ilimitada, por lo que todas las cosas son posibles y, sin embargo, siempre se hacen en un estado de perfección. Busca a Dios primero a través de la naturaleza milagrosa de Su Reino. Para mí y mi casa, servimos a ese Dios, lo que significa que buscamos el bien y atendemos a todas las personas y cosas en este glorioso jardín del Señor.

Baruch Bashan

A continuación una bendición del Reciente Libro de John Bendiciones Aquí y Ahora :

Bendición de los Viajeros

Voy a pedir ahora la bendición de nuestro Viajero,
nuestro Guía del Camino John-Roger,
para que venga a nuestra presencia y entre nosotros y nos toque para que sintamos esta bendición como una presencia que nos envuelve. Pedimos a todos aquellos que Están en esta línea del Viajero para estar presentes con nosotros ahora, para que podamos tener una reunión aquí en este lugar.

Anclamos esta bendición en el centro de la tierra
como la columna de Luz blanca más pura.
Es la presencia de un ser amoroso, un ser gozoso. Esta energía se extiende de modo que toca cualquier lugar de la tierra, cualquier lugar que podamos imaginar, cualquier lugar del que hayamos oído hablar.

Vemos el planeta entero cubierto de Luz.
Y la Luz trae un hermoso día, un día en el que todo está en armonía. Podemos oír cantar a la naturaleza, cuando todo puede verse en su belleza, en su pureza, en su santidad. Vemos el planeta en celebración. Primero, podemos ver, Es en nuestra propia reunión, escuchamos la música. Escuchamos el canto. Vemos el baile. Y ahora nos unimos y estamos tocando la música.
Estamos bailando y cantando.
Somos conscientes en nuestros corazones de la gloria de Dios. Todos estamos seguros y protegidos. Este día y todos los días tienen grandes bendiciones. Nos amamos unos a otros. Nos cuidamos y nos damos unos a otros libremente, compartiendo toda la generosidad de Dios. Escuchamos el nombre de Dios, la vibración y el sonido santos que todos reclamamos como iniciados. El Señor nos conoce, llama nuestro nombre, y vamos.
Señor, estamos en casa.

Baruch Bashan