Al organizar una llamada de oración de intercesión durante más de tres años, he comenzado a ver cada vez más cómo la oración de intercesión es diferente de la mayoría de las oraciones, y por qué ha sido tan poderosa para mí (y para muchos otros según los comentarios que recibo).
Muchas oraciones, en mi experiencia, tienen como núcleo pedirle al Espíritu que dirija la energía de la luz hacia lo que queremos, lo que estamos pidiendo donde vemos la necesidad de luz. (Si somos inteligentes, pedimos que se manifieste solo si es para el mayor bien de todos los involucrados).
Con la Oración de Intercesión, dirigimos nuestra energía de luz hacia lo que el Espíritu quiere para nosotros. Pedimos que se haga todo lo que sea para el bien mayor, no solo para cumplir una petición específica, y contribuimos con nuestra luz a ese propósito. Confiamos en que no solo se incluyan en ella los resultados de luz que buscamos (si son para el bien mayor), sino también aquellas cosas que ni siquiera sabemos pedir. En un Momento de Paz (MOP), donde John-Roger (J-R) habla sobre el trabajo de intercesión y la oración de intercesión, por ejemplo, J-R habla de que “la guerra en el terreno no es la guerra”. (MSIA | John-Roger MOP Trabajo de Intercesión).
Así que lo que vemos en este nivel para pedirlo en oración es sólo una parte del panorama. La luz puede ser necesaria en una miríada de formas que el Espíritu en su infinita sabiduría conoce pero que nosotros, con nuestra limitada conciencia, no sabemos. Y, sin embargo, como dice J-R en ese MOP, la oración de intercesión se hace “desde nuestra conciencia aquí, enviamos la luz a los reinos espirituales”. Necesitamos pedirle al Espíritu que intervenga.
En la oración de intercesión, enviamos nuestra luz al Espíritu Santo y/o a los reinos espirituales involucrados en el trabajo de intercesión (MSIA | John-Roger MOP Ángeles – Mensajeros de Luz), para que los mensajeros de luz, ángeles y arcángeles puedan tomar esa energía y usarla donde y como sea necesaria para el mayor bien de todos los involucrados, de acuerdo con la voluntad de Dios.
De esta manera, la oración de intercesión ofrece nuestra energía de luz para que se use en sintonía y alineación con la voluntad de Dios como “una progresión”. John Morton dice: “Como co-creadores con Dios, estamos aprendiendo a sintonizarnos y tomar decisiones que estén alineadas y en armonía con la voluntad de Dios” (Amando cada dia, 4 de mayo de 2011) y “la voluntad de Dios es una progresión hacia un estado superior que trasciende todo lo que se encuentra en el mundo”. (17 de Junio de 2009, Fuente: Tu eres Las Bendiciones)
John también habló sobre la oración de intercesión como una forma de “elevar la vibración en el planeta” y “cada vez más hacia la conciencia del Bienamado”. (John Morton en Bendición de este día, 13 de mayo de 2024)
En ambos tipos de oraciones (enviar luz a situaciones, personas y lugares específicos o la oración de intercesión) buscamos co-crear con el Espíritu. Sin embargo, una es pedirle al Espíritu que siga nuestro ejemplo y la otra es nuestro intento de seguir el ejemplo del Espíritu. Ambas son pedir las bendiciones del Espíritu (“no recibís porque no pedís”), pero para mí, la oración de intercesión es más general e inclusiva.
J-R habla de que las oraciones generales son más eficaces que las oraciones específicas. “Las investigaciones demuestran que la oración no específica es dos o tres veces más eficaz que la oración específica. Por mucho que creamos saber lo que necesitamos, resulta que Dios realmente sabe más que nosotros”. – John-Roger, DSS (2 de febrero de 2004, Momentum: Dejar que El Amor Guie)
Desde mi perspectiva, cuando pedimos cosas específicas, esos son los canales que hemos definido a través de los cuales pueden llegar las bendiciones del Espíritu, SI son para el bien mayor. Pero si simplemente pedimos que nuestra luz apoye lo que sea que esté en alineación con la voluntad de Dios que se manifieste, entonces nos abrimos a bendiciones infinitas, aquellas que podemos imaginar y aquellas que están incluso más allá del alcance de nuestro conocimiento o nuestra imaginación.
Para mí, el poder de la oración de intercesión está en esa experiencia de seguir la guía del Espíritu y en entrenar mi conciencia cada vez más para vivir en esa entrega y alineación con la voluntad de Dios. Cuando experimento eso, el resultado es pura alegría y el consuelo del Espíritu Santo. Pero ha sido un proceso de cada vez mayor comprensión y una fe creciente en que la voluntad de Dios es de hecho más abundante, más amorosa, más rica y, en última instancia, más satisfactoria, para mí como alma, que cualquier cosa que pudiera saber pedir.
Como J-R dice:
“No quiero poder controlar lo que estoy haciendo. Quiero trabajar en una cooperación tan estrecha con el Espíritu que parezca que tengo el control, pero no es así. Pero también es cierto que en esa cooperación tan estrecha con el Espíritu hay tanta unidad que quizá yo también diría que tengo el control, porque ahora he hecho que Él y yo seamos la misma cosa. En ese punto, el Padre y yo somos uno. No hay diferencia. Y en ese punto, qué me importan las opiniones de los demás o lo que controlo o no, porque estoy en conexión con la energía que está volviendo al corazón de Dios”.– John-Roger, DSS (Agosto 04, 2010, Fuente: Servir y Dar)
Si esta intención de la oración de intercesión resuena contigo y deseas participar de esta oración en compañerismo con otros, contáctame en soulmusings@me.com para obtener información sobre las cinco llamadas diarias de oración de intercesión que se realizan actualmente en varios lugares e idiomas.
Rev. Dr. Connie Stomper