Tenemos la comunidad del Bienamado que es una comunidad de Cristo, y lo que hacemos en el MSIA como iniciados y ministros forma parte de esta comunidad. – John Morton, DSS
Este artículo proviene de un compartir que John tuvo con una clase de IHOP en septiembre de 2019. El tema de la clase fue: “En la Presencia del Bienamado: El Viento que Sopla desde el Cielo.
Me encanta este tema y se relaciona directamente con lo que hacemos en el Movimiento del Sendero Interno del Alma, especialmente en lo que respecta al Espíritu Santo. También es algo de lo que habló John-Roger: la unidad, un tema que me ha llamado mucho la atención últimamente.
Se relaciona particularmente con el momento que conocemos como Pentecostés. Era algo que el pueblo judío celebraba unos 50 días después de la Pascua. De alguna manera, estaba relacionado con la nueva temporada, la siembra, la preparación de lo que vendrá en la cosecha.
La cosecha puede verse como el final de un año y el comienzo de un año nuevo. De esa manera, podemos analizar lo que estamos sembrando en relación con el deseo de recibir la bendición del Espíritu Santo. La oportunidad es para desprendernos de todo, ser una conciencia que no solo busca, sino que también se dedica, como un devoto y se consagra a buscar a Dios.
Dios es lo primero. Luego, cuando dos o más se reúnen, también hay algo que se dijo espiritualmente: que estoy en medio de ustedes. [“Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” Mateo 18:20 NVI].
Consideremos que podría ser lo que el Espíritu Santo habla como sea que lo oigamos o sepamos, y no necesariamente con palabras. Podría ser el conocimiento de que «Tú estás conmigo» [Salmo 23:4 NVI]. Luego, en Pentecostés, los discípulos de Jesús, el Cristo, estaban en el aposento alto después de la crucifixión.
Resultó que el momento de la crucifixión (esto es difícil de comprobar o determinar históricamente) estaba relacionado con la celebración de la Pascua que se estaba llevando a cabo. En ese momento, había una reunión en el aposento alto con los doce discípulos, los apóstoles de Jesús, que se relaciona con lo que llamamos la santa comunión. También hay otras religiones que celebran la comunión como una unidad en un acorde. Compartimos lo que es el cuerpo y la savia de la conciencia que es Cristo.
La Santa Comunión implica una disposición muy directa a estar en la transmisión de la unción del Espíritu Santo. Nos convertimos en personas ungidas y tenemos a Cristo con nosotros al nacer. Esto es algo que Jesús hizo. Él fue el primogénito, el primero entre nosotros en elevarse en la conciencia Crística, en el espíritu completo y plenamente dotado, un aspecto espiritual de lo que eso es en la carne. Nosotros creamos o permitimos espiritualmente lo que necesita ser hecho para que todos tengamos esa oportunidad.
Hay otra manera de relacionarnos con el Espíritu Santo que se puede escuchar como el viento. Miro a eso como la corriente de sonido. Es ser consciente de la corriente de sonido que entra en el cuerpo físico.
Estamos en un cuerpo físico, pero también en un cuerpo trascendente que asciende a dimensiones superiores. Al recibir esa bendición, nuestra vida es completamente nueva. Nacemos de nuevo. Lo que éramos antes se ha transmutado y transformado, y caminamos como el Bienamado. Tenemos una comunidad del Bienamado que es la comunidad del Cristo, y los que trabajamos en el MSIA como iniciados y ministros formamos parte de esta comunidad.
Baruch Bashan
Sintonizacion con el Bienamado
Aquí estamos, Señor, de nuevo en tu presencia. Nuestra consciencia nos permite saber que siempre estás con nosotros. Tu presencia es eterna. Gracias por ayudarnos a liberar nuestras limitaciones. Agradezco que podamos soltar. Es tan sencillo como relajarnos en esta presencia que es tu naturaleza para asistirnos, para ayudarnos a encontrar la claridad, la sanación, lo que sea necesario. Descubrimos que eres un amigo. Y es personal, incluso si te buscamos en una forma que deseamos ver, tocar y sostener. Nos haces saber que podemos soltarlo, y así es. Nos abrazas en cada momento, en cada condición, a cada persona, en todo… y ésta siempre ha sido tu manera.
Nos tomamos un momento para liberar también la mente. Ciertamente, es nuestra propia mente, pero podría ser la mente que está en el universo, en toda tu creación, sea lo que sea. Tu liberas las circunstancias de nuestra existencia con gran agradecimiento y aprecio. Encontrar tu camino personal también incluye a quienes son como nosotros, a quienes podemos ver, sentir y tocar como nuestros amigos, así como también a quienes nos desafían en este momento.
Nos abres a ver al Bienamado en todo. En esta sintonía con el Bienamado, nos sintonizamos con el Espíritu Santo y la unción en la carne. La asumimos personalmente, incluso a nivel celular, y la llevamos a las obras de todo lo que hemos creado y a la consciencia de nuestra alma.
Nos tomamos un momento para contemplar que siempre estás con nosotros. Tu camino es claro, tan claro como puede serlo, y nos has dado la capacidad de actuar. En todo, sea lo que sea que llegue a ser, nos revelas que podemos manejarlo. Tenemos la fuerza y la sabiduría. Tenemos la capacidad y la voluntad de soltar y permitirte ser nuestro compañero y amigo. El primero que ahora se convierte en el último, recogiendo lo que sea que queda, para que podamos experimentar que nos sostienes, nos elevas a lo largo del camino. Ese es tu poder, ese es el poder.
Nos has elegido y nos has llamado a esta relación para que caminemos contigo, uno a uno. Que somos Bienamados por ti. Estamos muy agradecidos de que lo hayas hecho personal, y de que aquellos a quienes conocemos como John-Roger y Jesús, y todos los que están en esta línea de los bienamados, podamos tener un testimonio al estar abiertos, al ser llamados a la reunión de todos los ungidos. Y ahora también podemos ver sus disfraces, los rostros que no reconocimos como los bienamados. Todo está perdonado. Todo se eleva. Estamos en esta conciencia en que todo se libera y se convierte en algo magníficamente hermoso, sagrado y alegre.
Nos das la bienvenida a la celebración y, como es arriba en las dimensiones más altas, nos haces saber que también está aquí. Estamos siendo celebrados. Se nos está dando todo lo necesario para completar lo que vinimos a completar. Ya está hecho.
Baruch Bashan