Tienda
LANGUAGE

Nuevo Amanecer

Somos los Custodios del Amor, de la Luz y las Bendiciones

“Yo diría que no somos  de este mundo realmente. Este no es nuestro mundo.  ¿Qué hacemos aquí?  Es una pregunta justa.  Estamos aprendiendo lo que tenemos que aprender.  Algo de eso, es pura experiencia…”– John Morton

Este artículo proviene de un compartir que John Morton dio en Mayo de 2021 a la clase del Doctorado en Ciencia Espiritual.

Hay un conocimiento que es un conocimiento completo. Se le ha llamado la certeza del Alma, John-Roger hablaba de ella.  En las enseñanzas, encontrarás más información de que la verdad tiene una cualidad completa.  No es una verdad parcial.  No existe tal cosa.  ¿Puede moverse?  ¿Puede desplazarse y cambiar?  Sí.  Es una verdad viviente que está viva.

Una de las formas de saber que algo está vivo es que se mueve.  Por eso digo que incluso las cosas que son minerales están vivas.  Hay vida en una roca.  Entra en el nivel atómico y mira lo que ves.  Por supuesto, se necesitarían algunos dispositivos especiales para permitirnos ver a ese nivel.  Veríamos un movimiento tan lejano a lo que conocemos como movimiento, que fácilmente nos asombraría.  Hay una fuerza viviente en las cosas inanimadas.  Tenlo en cuenta.  Hay una verdad más allá de lo que percibimos.

Estamos mirando a través de lentes que causan distorsión.  Considera que nuestra visión física o mental a menudo está muy lejos de ver y conocer lo que es.  Mantén presente este hecho.  Es humilde.  Esa es una forma de relacionarse con ello.  Muchos han dicho: «Cuanto más conozco, más me doy cuenta de que no sé».  Eso puede ser desalentador.  Pensé que sabía algo y luego descubro que no sabía casi nada.  Exactamente.  Es posible que quieras ser un poco más humilde al respecto.  Hay una gran oportunidad ahí.  Se llama «asóciate», muy alto.  Hasta el final.

Podrías decir: «No he visto a Dios.  No conozco a Dios.  ¿Qué aspecto tiene Dios?» Es justo.  Todavía puedes conocer y ver a Dios sin tratar de hacerlo en tus percepciones.  Hay una enseñanza para buscar lo bueno y lo divino en las personas y las cosas.  Espero que te resulte familiar.  Es una de las grandes enseñanzas de John-Roger.  El lo llamó el «Secreto de la Trascendencia del Alma», lo que es nuestro asunto. ¿Qué estamos haciendo en MSIA?  La Trascendencia del Alma.  Eso lo dice todo.  ¿Cómo lo hacemos?  Buscamos lo divino en las personas y en las cosas.  Hay otra parte en ello.  Todo lo demás déjalo en manos de Dios.  Me río porque quizá digas: «Ah, ¿quieres decir todo?».  Sí.  Todo el resto, significa todo lo demás.

¿Cómo lo hacemos?  Con mucha voluntad de cooperar y buscar lo bueno y lo divino.  Si lo buscamos, ¿podemos encontrarlo?  Si lo encontramos, ¿podemos relacionarnos con ello?  Yo digo: «Sí».  Es una forma natural de ser.  Pero también hay algo así como una forma de ser no natural.  ¿Qué sería eso?  Es una respuesta sencilla, lo negativo.  ¿Qué es lo negativo?  No es malo, pero tiene una funcionalidad y una dualidad.  Como el alfa y el omega, hay una polaridad positiva y una negativa.  Es una dinámica.  Provoca una dimensionalidad en la que empezamos a ver algo.  Sólo vemos una parte, pero es mejor que nada.  La parte que podemos ver puede estar llena de lo bueno y lo divino.

Ahora estamos viendo lo bueno y lo divino.  No sólo buscándolo, sino viéndolo.  Estamos sobre algo que es real.  ¿Pero qué pasa si sólo estoy viendo una pequeña parte de lo bueno y lo divino?  Puedes usar eso.  Algo de ese enfoque trae más de lo bueno y lo divino a tu conciencia.  ¿Se transfiere eso al mundo?  ¿Se manifiesta entonces en el mundo en algún grado?  Yo diría que eso vale la pena.  Si consigues que se manifieste, va a traer al mundo un mayor bien, una mayor presencia de lo divino, porque estamos invocando eso, en lugar de centrarnos y actuar de acuerdo con lo negativo.  Eso es discordia.  Eso está fuera de alineación y sintonía.

Cuando estamos desalineados, lo sabemos.  Es discordante.  No estamos en armonía ni en nuestra vitalidad.  Es un malestar, y lo sentimos y percibimos.  Aparece en la manifestación.  Nos damos cuenta: «Oye, podríamos hacer de esto, más de lo bueno y de lo divino».  Si te agotas, estas exhausto y te sacrificas como un mártir, podrías haber hecho algo más grande.  Podrías haberte repuesto, restaurado, renovado y haber tenido otro buen día.  Considera que se trata de un enfoque de largo alcance.  No es darlo todo hoy y luego ya está. Puedes llevarlo tan lejos, como a ese extremo.  Estás diseñado para renovar, restaurar y reponer.  Así es como estamos diseñados hasta cierto punto.  Entonces, en algún momento, no hay nada que pueda mantenernos aquí.

Lo veo como una gran señal.  No estamos diseñados para quedarnos en este mundo.  Nadie.  ¿De qué se trata?  Yo diría que no somos realmente de este mundo.  Este no es nuestro mundo.  ¿Qué hacemos aquí?  Es una pregunta justa.  Estamos aprendiendo lo que necesitamos aprender.  Algo de eso es pura experiencia.  ¿Qué pasó?  ¿Cuál es su sentido?  El sentido es aprender a usar eso.  Entonces nos desarrollamos.  Si sobrevivimos o lo resolvemos, superamos este día para ver otro día.  Ese impulso está en la gente que quiere vivir para ver otro día, para tener otro aliento. Si alguna vez has tenido ese impulso de conseguir el siguiente aliento con todas tus fuerzas – lo que sea que tengas que hacer – una experiencia de poder viene de alguna parte.  Te preguntas: «¿De dónde he sacado ese poder?».

Hay muchas historias en las que ocurre algo en las que, en la otra cara de ella, la gente entiende que podrían haber trascendido de este mundo.  A veces tienen experiencias de: «Sí trascendí este mundo.  Entonces me di cuenta de que podía volver, hacer más cosas y tener una actitud totalmente diferente al respecto.  He visto y vislumbrado lo que hay al otro lado de este mundo.  Vi que aún tenía la oportunidad de continuar».  Conocieron una parte de lo que son y de su destino.  Cuando regresan, tienen más claro el propósito de para qué están aquí.  Es para cuidar de sí mismos, para que ahora puedan cuidar de los demás.  Es una progresión natural.

Hay mucho que hacer para ayudar.  Si quieres ayudar a la gente y hacer  de éste un mundo mejor, hay un sinfín de oportunidades.  Algunas personas se quedan atrapadas en ello, como si fuera su responsabilidad salvar el mundo.  Pueden pensar: “Hoy no habrá ni una sola persona hambrienta”.  No sé si esa es tu responsabilidad.  Si comprendes el karma que la gente va a aprender de estar hambrienta o de morir de hambre, aprenderán de esa experiencia.  Puede que digas: «Bueno, eso es demasiado severo.  No es justo.  No estoy de acuerdo con eso».  Tal vez un día, cuando descubras que no eres tu cuerpo y que ellos tampoco lo son, entenderás que es algo que te sirve para tener experiencias de las cuales aprender.

Cuando entras en el Espíritu, no hay dolor ni sufrimiento.  Ese no es el camino del Espíritu.  Conseguimos estropear el camino con todo tipo de cosas que no funcionan o que complican o hacemos grandes líos.  Pero el camino sigue presente.  No estamos perdidos.  Digamos que estamos en un lugar al que no pertenecemos.  Hay lugares mejores.  Ese no es el camino.  Ya has tenido suficiente de eso, así que ponte en el camino.  ¿Cómo harías eso?  Ámate a ti mismo.  Ama a los demás.  Bastante simple.  Luego ama a la creación.  ¿Cómo amarías eso?  Para algunos es como si eso no fuera posible.  «Se supone que debes odiar esa cosa.  Todo el mundo odia eso».  Eso no es cierto cuando nos encontramos con la conciencia de Dios.  Se revela así misma y no es invisible o silenciosa.  Va a decir: «Lo amo todo, incluido tú, y siempre lo he hecho».  Si estás abierto a verlo, lo verás.  Verás que no está en las palabras, está en la verdad de eso.

Vienes de donde es el dominio de Dios, y eres un completo heredero.  Una vez que estás en eso, se convierte en una búsqueda natural el cumplir con lo que viniste a hacer.  De manera que puedas obtener acceso a lo que realmente cumple con quien llegaras a ser. Uno con la creación e integrado a ella.  ¿Cómo hacemos eso mientras estamos en este mundo?  Es muy sencillo.  Ama a nuestro creador y a toda la creación y entonces comprende que somos los custodios del amor, de la luz y de las bendiciones.

Baruch Bashan

 

Bendición de toda la creación

Gracias Señor,

por preparar el camino para nosotros una vez más,

y que nos conduzcas en el.

Y que también nos permitas dar testimonio

de lo que haces en medio de nosotros,

para que podamos realmente verte haciendo el trabajo

preparando el camino y también llamándonos claramente a estar presente.

De esta manera, somos aquellos que hacen el trabajo de forma activa,

haciéndolo de maneras que sabemos están completamente sintonizadas

y vivientes en tu presencia.

Hacemos alabanza a lo largo del camino hasta la fuente que conocemos como Dios.

Y también reconocemos y admitimos nuestro elegir de vuelta,

nuestro compromiso, nuestra dedicación,

que nos volvamos uno contigo en este trabajo,

que es el amor de Dios

ese amor de Dios que se comparte con toda la creación.

Vemos esto de una manera muy hermosa.

Gracias

Baruch Bashan

MIRA UNA BENDICIÓN DE AMOR Y LUZ INFINITOS CON JOHN MORTON

 

1 comentario en “Somos los Custodios del Amor, de la Luz y las Bendiciones”

  1. El Viajero elevándome, a pesar mío. Qué precioso Regalo. Gracias JM. Gracias por simplemente manifestarte y expresarte, y por esa eterna sonrisa en tu rostro que es Luz de Te Amo sin importar qué. Gracias

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2014 Movimiento del Sendero Interno del Alma