“Pase lo que pase en tu vida, estás en contacto con el camino hacia la maestría y con la conciencia de Dios” ~ John Morton
Este artículo proviene de un compartir de John en un taller sobre el Camino hacia la Maestría que se llevó a cabo en Septiembre de 2020.
En el camino hacia la maestría, uno de los rasgos es simple: la voluntad de hacer lo que sea necesario. Gran parte de eso es perseverancia. Experimento los rasgos como que tienen una especie de orden. Estos rasgos son claves para la Conciencia del Viajero Místico. Todos los rasgos se conectan con la maestría y el camino hacia Dios.
Entonces, ¿es realmente un camino? Considera que es una verdad viva, siempre presente sin importar la condición. Pase lo que pase en tu vida, estás en contacto con el camino hacia la maestría y con la conciencia de Dios.
Existe este aspecto que llamamos el Viajero Místico, al que también llamamos el Maestro Interno. Está presente en todos. No necesita ser reconocido ni aceptado. Simplemente lo está porque es trascendente en todas sus cualidades. Siempre están presentes y conducen prácticamente a lo mejor en nuestra vida. Si nos desarrollamos en estos rasgos, estamos desarrollando plenamente nuestro propósito de vida.
Todos los rasgos son importantes. Tal vez haya un rasgo en particular que te resulte más útil en este momento. Me encuentro procesando el camino hacia la maestría de dos maneras principales. ¿Es veraz? ¿Es amoroso? Necesito ambas. Si declaro: “Esto es verdad”, también necesito comprobar: “¿Es amoroso?”. Si digo: “Me encanta esto”, ¿eso es verdad? Asegúrate de que sea verdad.
Así como el Reino está en nuestro interior, estas cualidades están en el interior de cada persona. No necesitamos una verificación externa. Podemos obtener un hermoso reflejo de que lo que está en nuestro interior, se refleja magníficamente en el exterior, pero también podemos obtener un pésimo reflejo de lo que está afuera. Un reflejo que niega tu verdad, niega tu amor. Es como decir: “En realidad no me amas. Si me amaras, harías lo que yo quiero”.
Eso me suena a ego. El amor puede trascender lo que quiero, y la verdad puede trascender lo que quiero. Si estas entre lo que quieres, la verdad y/o el amor, yo elegiría la verdad y el amor.
Puede que entre en juego otro rasgo: el sacrificio. Puede que tenga que sacrificar lo que quiero, para ser o estar en mi verdad y amor. ¿Es fácil? Espero que sí. A veces hace falta disciplina. La disciplina para dejar ir lo que quiero y poder estar en lo que es verdadero y está en todo mi alrededor. Verdad plena, Lleno de verdad.
Mi experiencia es que hay una verdad que conoce la verdad, pase lo que pase. No necesita testigos. Es independiente del punto de vista de nadie. La verdad es lo primero, el sacrificio es lo siguiente. Yo sacrifico lo que no es la verdad. ¿Cuántos de nosotros haríamos eso? Dejemos de vivir una mentira, de fingir o de decir una cosa y hacer otra. Esto empieza a reducir quiénes están en juego. ¿Quién está dispuesto a sacrificarse para estar en el camino hacia la maestría?
¿Qué sigue? La fe. ¿De qué se trata? Tal vez se trate de “No estoy seguro de la verdad. No sé qué es la verdad”. Piensa que hay una verdad que trasciende lo que piensas. ¿Estás dispuesto a aceptar esa verdad? Tal vez ten fe que la puedes comprobar. Actuarás como si fuera verdad y descubrirás lo que sucede. Podemos hacer eso por fe.
Hay una verdad que conoces naturalmente. Llámala intuición, fe o confianza. ¿Estás dispuesto a poner tu cuerpo en sintonía con ella? ¿Actuar como si estuvieras amando y hacer lo que haría el amor? Si una parte de ti dice: «No puedo amar eso», considera que es una mentira. Puedes amarlo. Tal vez la verdad sea que no quieres amarlo. Si esa es la verdad, puedes decirlo.
Digamos que no puedes decir que el amor es incondicional. No puedes decir que puedes amar cualquier cosa. Ese es un amor supremo. El amor de Dios es incondicional, siempre ama en todas las formas. El desamor no existe realmente. Solo amar es verdad y siempre es verdadero. Puedes negarlo, diciendo: “No lo creo”, pero esa es tu opinión.
Piensa en lo que triunfa. Piensa lo que está presente en el momento en que termina el día. Hay una presencia amorosa que siempre está con nosotros. Lo que es temporal es el odio. No va a durar. El odio llega y debe irse. Debe detenerse. Se agota y no tiene la fuerza para tomar el arma, apretar el gatillo o cometer el acto. Algo lo detiene.
Una de las grandes enseñanzas de John-Roger es el “cese a la oposición”. La paz es el cese a la oposición. La Biblia habla de una paz que sobrepasa todo entendimiento. No necesitamos entenderla. Es pacífica, aunque no tenga ningún sentido. Incluso donde pueda haber dolor, sufrimiento y agonía, sigue habiendo una paz que sobrepasa todo entendimiento. Hay paz, gloria y belleza presentes. Y éstas son las que están en el camino hacia la maestría.
Nuestra creatividad, lo que hacemos con nuestras vidas, surge de lo que observamos y de dónde depositamos nuestra fe y nuestra confianza. Siempre surge una nueva creatividad.
El siguiente rasgo es la Inteligencia. Yo veo la inteligencia también como sabiduría. Es la capacidad de ver la mejor opción en todas las circunstancias y tomar esa opción. Ahí está la inteligencia.
En las enseñanzas, es simple: haz lo que es correcto. ¿Significa eso que alguien está equivocado? Ese no es el tipo de “correcto” del que estoy hablando. Significa la mejor opción. Tal vez haya un dilema como: “No veo ninguna mejor opción. Todas son malas”. ¿Cuál es la menos mala? Considera que esa es la mejor opción.
A veces la mejor opción es no elegir. Ten cuidado con eso de “no elegir”, porque la vida va a tomar decisiones por nosotros. Se llama “por defecto”. Si no quieres tomar una decisión, se tomará una por ti. Mi experiencia con ese tipo de decisiones es que, a menudo, cualquier cosa hubiera sido mejor que no hacer nada. Mientras la actitud sea: “Voy a hacer lo que sea mejor. Quiero hacerlo mejor”, eso es inteligencia.
El siguiente rasgo en la lista – Voluntad. Existe una voluntad personal, a la que llamaremos elección. A mí me gusta reservar la voluntad de Dios para Dios. ¿Qué haces con tu capacidad y tu poder? Podríamos llamarla nuestra voluntad personal de marcar una diferencia. ¿Qué quieres crear? ¿Qué resultados quieres obtener? Ahí es donde la voluntad puede entrar en juego como devoción.
¿Cuál es tu compromiso? Una cosa es decir cuál es nuestro compromiso, y otra cosa es hacerlo, demostrando que nuestra vida está en juego. ¿Tuvimos la voluntad de seguir adelante, creando lo que queremos crear? Aunque no salga como queríamos, tenemos la voluntad de seguir adelante.
Permítanme ofrecerles esto: pueden actuar según la voluntad de Dios. Eso es poderoso. Hay un dicho que dice: “Si Dios está contigo, ¿quién estará contra ti?”. Mi Dios está conmigo. Con ejércitos en el campo de batalla, no es raro que ambos bandos afirmen que Dios está de su lado. Consideremos que eso es verdad. Dios ama a todos. Dios está de ambos bandos. ¿Quién va a triunfar? Consideremos que eso está en la voluntad de Dios.
En la fe musulmana, existe una palabra: Inshallah. En ella está Alá, la palabra para Dios, el Dios del alma. Inshallah significa que la voluntad de Dios prevalecerá. Si digo: “Comamos mañana al mediodía, Inshallah”, significa que, si Dios lo quiere, estoy cubriendo mis bases. No quiero hacer lo que Dios no quiere. Sucederá si Dios lo quiere.
Considero que la voluntad de Dios tiene mucho margen, con libertad de elegir nuestra opción. Todos tenemos una gran cantidad de opciones, aunque no parezcan abundantes en apariencia. En nuestro interior, somos libres de decidir cómo queremos pensar o sentir al respecto. Esa es nuestra elección.
Después de la devoción viene la disciplina. Considero que otra palabra que se usa para disciplina es seguir. Hay un camino hacia la maestría. Eso incluye lo que estamos haciendo interiormente, cómo nos enfocamos. ¿Cuál es nuestra actitud? Si pensamos en algo, la energía lo sigue. Nuestra creatividad tiene energía en ella. Ten cuidado con lo que piensas, especialmente el tipo de pensamientos que consideras verdaderos. Revisa tus creencias, tu fe y tu confianza, porque la energía lo va a seguir. Existe una ley natural que dice que hacia donde miramos, la energía va hacia allí.
La primera mirada está en la mente interior. ¿Te ves exitoso, amable y amoroso? ¿Ves tu vida de esa manera con los demás y con cualquier circunstancia que te rodea? Todos venimos equipados con imaginación. Nuestra mente tiene la capacidad de presentar una imagen. Hay libertad en lo que podemos imaginar.
Podemos imaginar lo que queramos, pero tengamos cuidado con lo que imaginamos. John-Roger nos recordó que siempre debemos ganar en nuestras fantasías. Nosotros creamos nuestras fantasías, es nuestra elección. Creémoslas para ganar. ¿Y si no resulta así? No ganamos de la manera que imaginamos. Inshallah, es la voluntad de Dios.
Confía en que todo lo que sucede es la voluntad de Dios. Así de poderosa es la voluntad de Dios. Si se permite, es la voluntad de Dios. Así es Dios. Si no es la voluntad de Dios, no va a suceder. Eso es poderoso.
Nuestra libertad de elección tiene un amplio alcance. En el camino de la maestría, siempre estamos aprendiendo de todo lo que sucede. Eso es bueno. Algunas de las grandes preguntas son: “¿Qué estoy aprendiendo de esto? ¿Qué me está enseñando esta circunstancia? ¿Quién es esta persona como mi maestro? ¿Qué lección me están trayendo que necesito aprender?”
Piensa en esto que llamamos karma, la ley que está en la voluntad de Dios. Lo que siembras, cosechas. Lo que das, vuelve a ti. Lo que das, se te regresa. Esto significa que eres un creador responsable.
Ten la disciplina para dejarte llevar por lo que quieres crear. Si tu vida no está funcionando para ti y lo que quieres crear no está sucediendo, considera que estás siendo disciplinado. Estás recibiendo una enseñanza, estás teniendo las experiencias que necesitas para tu aprendizaje y crecimiento.
Eres un “maestro en formación” viviente. Tienes una o dos cosas que aprender. Esa es mi vida. Todavía soy un estudiante. Eso es lo principal. ¿Eres un maestro? Mi vida es una enseñanza y la vida es un mensaje. No soy el primero en decirlo. Todo el mundo tiene esa enseñanza en su vida.
Eres un “maestro en formación” viviente. Tienes una o dos cosas que aprender. Esa es mi vida. Todavía soy un estudiante. Eso es lo principal. ¿Eres un maestro? Mi vida es una enseñanza y la vida es un mensaje. No soy el primero en decirlo. Todo el mundo tiene esa enseñanza en su vida.
Lo que hacemos habla por sí solo. Lo que elegimos se nos regresa. Elige sabiamente. Elige con disciplina y pregúntate: “¿Es esto lo que quiero crear?”. John-Roger dijo: “Si quieres ser feliz, haz cosas felices”. Si quieres ser alegre, haz cosas alegres. ¿Pacífico? Haz cosas pacíficas. ¿Podría ser así de simple? Sí. Esa es la ley.
Vamos a aprender de acuerdo a lo que somos responsables como creadores. Podemos ir a la clase magistral y jugar al nivel más alto. Eso requiere una gran voluntad. Prefiero la palabra “disposición” a la voluntad personal. ¿Estás dispuesto? ¿Vas a dar tu mejor esfuerzo? No profeses una cosa y hagas otra. Sé fiel a tu palabra, y si no lo eres, cambia tu palabra.
Tal vez digas: “Cuando lo dije, lo decía en serio”. Entonces, tal vez aprendiste una o dos cosas. No era verdad en aquel momento y no lo es ahora. Necesitabas aprender, y eso es lo que vas a hacer. Eso se convierte en una disciplina. Más importante aún, descubres si está en tu corazón como una verdad viviente. Llamémoslo un sueño, una visión, una imagen de lo que puedes llegar a ser.
Si está en tu corazón como una verdad viviente, es en lo que puedes convertirte. Tal vez se necesite tu maestría para que se manifieste. Tal vez sea la voluntad de Dios que se está haciendo. Te convertirás en eso independientemente de lo que hagas. Es tu destino y propósito de vida.
Con Dios, nuestro propósito de vida es divino. Eso es lo que veo. Es completa y total. Todos somos maestros vivientes. Tal vez todavía no lo hemos descubierto. Estamos en nuestro proceso.
El servicio viene después de la disciplina. Nuestra vida se convierte en una vida de servicio, la conciencia más elevada que se manifiesta en este mundo. Debe ser una conciencia amorosa. Tal vez te preguntes: “¿Cómo puedo amarte como una conciencia de servicio?”
Si voy a amarte, necesito recibir amor. Me amo a mí mismo para darte amor. Si puedes llegar a un punto en el que no puedes distinguir si es mi amor o el tuyo, considera que es el amor de Dios. Dios ama a toda Su creación, y no de una manera incompleta. Todos somos completamente amados. Cuando compartimos ese amor divino, no importa hacia dónde se dirija. Es como el sol, que irradia en todas direcciones. Irradia a todos. También se le llama la Luz.
El camino hacia la maestría es el camino del amor y la Luz. Es una vibración hermosa. La clave que nos lleva a la maestría es amarlo todo. No se detiene ante nada o ante nadie. Ese es el amor más grande.
¿Puedes mantenerlo? Piensa en un momento en el que ames a todos y a todo. ¿Has tenido un momento así? Cuando he hecho esa pregunta en grupos, la mayoría de las manos se levantan diciendo: “Sí, he tenido esa experiencia en un solo momento”. Están diciendo: “Amé a todos y a todo, e incluso lo peor de ello”. Eso es maestría. Trasciende lo que sea que esté sucediendo.
Baruch Bashan
Bendición del Maestro Viviente
Querido Señor, estamos en Tu abrazo, todos juntos.
Tu abrazo es completo y lleno de amor para todos,
incluyendo todas las condiciones, todas las personas y todo lo que se necesita.
Damos gracias por tener la oportunidad de estar en nuestro camino de maestría,
de ser conscientes y estar dispuestos hacia la verdad.
Así que soltamos. Nos sacrificamos según sea necesario.
Entramos en la verdad que es toda la verdad, nada más que la verdad.
Encontramos nuestra fe.
Encontramos nuestra confianza en el bien supremo de todos los involucrados.
Encontramos que el camino está preparado en la creatividad.
Encontramos que conocemos el camino en una conciencia despierta.
Somos bendecidos con Tu inteligencia y sabiduría.
Nuestra voluntad y nuestra disposición se convierten en Tu voluntad hecha.
Nuestro compromiso es nuestra devoción a ser uno y fieles a Tu voluntad hecha.
Tenemos todo lo que se necesita.
Así que seguiremos Tu camino.
Ejercitaremos esta disciplina.
De esta manera estamos al servicio tuyo y de todo lo que está al servicio de Tu voluntad hecha.
Somos la conciencia del Bienamado.
Amando a todos en todas las formas.
Tomamos conciencia de que hay una unción que viene del Espíritu Santo. Es la simple capacidad y autoridad para hacer lo que Dios haría a nuestra manera,
con gran aceptación de este poder y esta elección
con gran paciencia para hacerlo en el momento perfecto, de la manera perfecta.
Somos uno contigo, Bienamado.
Bienamado de Dios.
Somos la conciencia del maestro viviente
Baruch Bashan