“Quienes alcanzan la conciencia de Dios son aquellos que entran en ella, se aferran a ella y la mantienen como lo único que deben recordar siempre”. – John-Roger, DSS
Este artículo de John-Roger se publicó por primera vez en el New Day Herald en 1993. Treinta y dos años después, estas citas y extractos siguen siendo un maravilloso recordatorio para todos nosotros al comenzar un nuevo año en 2025.
Cuando te inicias en la Corriente del Sonido, es un paso muy importante porque estás diciendo, en esencia: “Voy a entrar en el corazón de Dios”. Voy a poner esto por encima de todas las demás cosas. Significa que estás rededicándote y reafirmando tu devoción a tu propia Luz, a tu propio ser verdadero, a tu propio Espíritu.
La elección entre seguir el camino ascendente o el descendente se te presenta muchas, muchas veces al día. Tienes la oportunidad de elegir entre el Espíritu o las preocupaciones mundanas.
Después de habernos consagrado a Dios, a la Luz, a nuestros maridos, a nuestras esposas, a nuestros hijos, a nuestro trabajo, descubrimos que casi automáticamente empezamos a disciplinarnos con el tipo de disciplina que dice: “Haré estas cosas que me llevan a seguir adelante. Haré simplemente eso”. La disciplina traza los límites y nos mantenemos a raya, renunciando a muchas cosas que realmente creemos que queremos y diciendo: “¿Está eso realmente en mi camino de verdad y de Luz?”. Y si oímos que sí, entramos en él. Y más tarde, si oímos que no lo está, nos alejamos de él.
Todos los días debes abrirte al Espíritu. Todos los días debes volver a elegir. Debes estar continuamente en ese estado de corrección y de movimiento con el flujo de energía que está presente en tu interior.
A veces sientes que todo se derrumba, que el mundo entero está patas arriba, y alcanzas un nivel de conciencia más elevado. Y entonces dices: «Ya era hora de que eso sucediera para que pudiera aclararlo».
Cuando pones tu lealtad y tu dedicación allá afuera en el mundo, no se mantendrá ni se sostendrá y tendrás disgustos y heridas, sentimientos de traición y rechazo. En vez de eso, sé leal y dedícate a la verdad de tu propio ser. Podemos llamarlo conciencia cósmica, Cristo, Dios.
Te diré dónde pongo mi lealtad: En mí. Soy leal a mí mismo, ante todo, todo el tiempo. No al cuerpo físico, ni a las emociones, ni a la mente, ni a mi inconsciente, ni a mi ser básico, ni a mi yo superior. A mí, al Alma o al Espíritu—a ese.
Ponte un desafío y deja que ese desafío se manifieste en ti todo el tiempo:
A partir de este momento, de este momento de existencia, empezaré a encontrar felicidad y paz en mí. Invocaré el nombre de Dios mañana, tarde y noche. Y me dedicaré y consagraré totalmente a la elevación de cada conciencia que pase por mi lado. Por lo tanto, sonreiré interiormente y exteriormente. No me avergonzaré de mi amor. Demostraré mi amor totalmente. Simplemente estaré allí y permitiré que todos los demás tengan el mismo espacio en el cual desenvolverse.
En el Movimiento del Sendero Interno del Alma tenemos una cosa en común: —el amor. Es lo único que, honestamente ante Dios, tenemos en común con todos los que estamos aquí. Para eso estamos todos aquí. A eso nos dedicamos.
Cuando digo que se necesita mucho coraje para ver el rostro de Dios, es porque hay que ver el rostro de Dios en todas las personas. Eso sí que requiere mucho coraje, porque hay que ir más allá de la propia personalidad, de los prejuicios y de los puntos de vista, hasta llegar a reconocer la unidad con todas las demás personalidades.
Aquellos que alcanzan la conciencia de Dios son aquellos que entran en ella, se aferran a ella y la mantienen como la única cosa que siempre deben recordar.
Lo único que puedo decirte sobre los ejercicios espirituales y este camino de la Trascendencia del Alma es que gana quien persevera hasta el final.
En este momento, aquí mismo, puedes elegir una vez más, sin importar cuántas veces hayas elegido y fallado, sin importar cuántas veces hayas dicho que harías algo y lo hayas descuidado. Todo eso quedó en el camino ahora, porque ahora mismo puedes elegir de nuevo. En treinta segundos, será otro «ahora mismo» y podrás elegir de nuevo. Y cuando hayas estropeado toda tu integridad esta noche, podrás volver a elegir mañana.
Levántate una vez más de la que te caes.
Hay una declaración bíblica que es realmente muy profunda: “Elegid hoy a quién servirás. Porque si es por mí y mi casa, servimos al Señor”.
JR compartió lo siguiente en un Seminario que dio el 19 de Enero de 1972.
Lo único que podemos ver en este momento para las personas que están en el Movimiento del Sendero Interno del Alma serán capacidades cada vez mayores para viajar con el Alma. Eso es lo que estamos viendo. Y si queremos profetizar y concretarlo, entonces eso es lo que profetizo y lo concretaremos: que tendremos mayor alegría y felicidad y que seremos una luz para el resto del mundo y si ellos no quieren ser una luz para sí mismos: Nosotros los sostendremos.
¿Cómo lo hacemos? Simplemente enviamos un sentimiento de amor. ¿Cómo lo hacemos? Trabajamos desde el centro del corazón, porque es desde allí donde fluirá el Cristo, desde el Cristo dentro de ustedes hacia el Cristo dentro en ellos. Enviamos la Luz y el Amor a todo el mundo.
Y muchos de ustedes van a viajar grandes distancias, llevando la Luz y el Amor al mundo. Otros de nosotros que nos sentamos muy tranquilamente en casa, también servimos y mantenemos la Luz y el Amor avanzando hacia aquel que los está llevando y enviando, para que siempre esté este manto espiritual con ellos, que los apoyará en muchos niveles.
“Lealtad a tu alma”, CD y MP3 #2577, es un hermoso seminario en el que JR habla más sobre la rededicación a tu camino espiritual de regreso a Dios. ( Solo en inglés).