“Puedes aprender a mantener tu conciencia en la conciencia de Aquel que siempre te está cuidando. Dirías algo como: ‘Siempre estás conmigo’”. -John Morton

Este artículo proviene del compartir de John con los participantes del Viviendo en la Gracia, en el Centro de Conferencias Asilomar en Pacific Grove, California, de Diciembre 2023.

Los niveles en los que el Espíritu está participando no necesitan de tu mente. De alguna manera neutralizaría tu mente en tu conciencia superior. ¿Cómo lo vería un ángel de alto rango? Algo como un arcángel o alguien superior. Es como una conciencia que está en el nivel material psíquico del Espíritu haciendo el trabajo del Espíritu directamente. Tiene una autoridad y una asignación para hacerlo.

Tienes esa sintonía, así que puedes invocarla. Estás viendo lo que representaría una conciencia superior a través del Espíritu. Esta conciencia está sonriendo, mirándote y disfrutando de tu presencia. Disfrutando todo lo que ha pasado en tu vida, incluso lo peor. Ve los regalos que han surgido de cada experiencia de tu vida. Sólo se te ha dado lo que puedes manejar espiritualmente. Y eso también te permitió superar, atravesar cualquier cosa por la que hayas pasado física, emocional y mentalmente, todo eso.

Se trata de una conciencia de sabiduría, frecuentemente no verbal. Es mirar y ver. Es un conocimiento de ti. ¿Estás en sintonía? Hazlo tu. Simplemente lo describí en mi manera de ver y experimentar. Tu te permites estar abierto a esa sintonía.

Todavía puedes hacer cosas como observar hacia dónde vas, vigilar tus pasos. Aún puedes ser normal y hacer lo que hacen otras personas. Es todo eso. Puedes estar con otras personas teniendo esta experiencia.

Puedes aprender cómo mantener tu conciencia en la conciencia de Aquel que siempre te está cuidando. Uno en el que dirías: «Siempre estás conmigo». No es necesario que sea en un cuerpo con pantalones y zapatos. Puede ser: «Estás conmigo incluso si no estoy consciente de tu forma». Puedes decir: «Me gustaría ver tu forma tal como me la revelarías».

Hagámoslo «cercano y personal». Puedes extender la mano y tocar la presencia. Cualquiera de las manos o ambas manos. Puedes hacerlo con las manos sobre el corazón. Deja que tus manos estén libres para tocar la presencia. Puedes estar haciendo lo que la gente hace en el mundo físico y puedes ser consciente de su presencia. Está en contacto contigo.

Es como si pudieras sentir una mano en tu espalda de una forma muy reconfortante. Como cuando tocas a alguien y dices: “Estoy contigo. Estoy aquí.» Es posible que pregunten: «¿Por qué me tocas?» Es simplemente: «Estoy aquí contigo».

Florence Nightingale sabía cómo hacerlo muy bien. Ella era una maestra en hacer esto. Llevaba una linterna y tenía una manera de entrar en la conciencia, trayendo la presencia. Incluso si no podía curar ni hacer nada con respecto a lo que le estaba sucediendo al cuerpo, comprendió que lo más importante era traer la presencia. «Estoy contigo. Te amo y te cuido incluso si no sabes quién soy. Te conozco.»

Esa es la presencia de “Yo siempre estoy contigo”. Puedes hacerlo por ti mismo y también puedes hacerlo por los demás. Este es un ministerio. Ya lo sabes. Llegarías y consolarías a la gente porque te importa. A veces puedes dar o hacer cosas. Eso representa la presencia también.

¿Alguna vez viste a John-Roger demostrar cómo generar confianza? Tenía una pluma en la mano y dijo: “Si esta pluma es confianza, ¿qué debo tener para dártela? Confianza. Si te la voy a dar, tengo que tenerla para dártela”.

Tienes la presencia en ti para dársela a alguien más. Su suministro es ilimitado. Por mucho que se lo das a alguien, sigue apareciendo para volver a darla. Esa es una clave en tu ministerio en el futuro y hacia ti mismo.

Es importante llenar tu vasija, llenar tu copa, cuando seas consciente del primer aliento del día. Podrías decir: «Esto me sucede veintiocho veces al día». Renuévate con frecuencia. Puedes avanzar a esto: «En cada aliento me renuevo».

Hay una parte que va al nivel físico, coincidiendo con traer la presencia a lo físico con cada respiración. Se está haciendo espiritualmente. Simplemente entras en la sintonía. Puedes decir: “Padre, acepto”. Puedes saber que eso está sucediendo con cada respiración.

“Acepto y regalo esto. Acepto y regalo aquello”. Puede ser simplemente cómo haces las cosas. Esto puede convertirse en algo donde tu mantengas el equilibrio en cualquier cosa que estés haciendo. Permítete ser humano. ¿Puedes tener misericordia de tu humanidad? Sí.

“Cuando te sientes autocrítico o algo peor, yo diría que no es necesario que lo hagas. Aprecia lo que eres, incluso si no coincide con lo que hay dentro de ti donde piensas: «Debería ser diferente de como soy». Eso es habitual. Si regresas y tratas de encontrarlo, podría estar ya en el inconsciente ahora, podrías seguir buscándolo y decir: “Hubo otra vez en la que no fui lo suficientemente bueno. Yo no era esto y necesito ser más como eso.  No soy como ellos.»

Detén eso. Aprende a mantenerte en la presencia y luego entrégalo. Tómate el tiempo para renovarte tantas veces como sea necesario. Eso puede ser a tu ritmo. No tiene por qué coincidir con otras personas. Necesitas recurrir a ti y renovarte muchas veces al día. Es encontrar tu ritmo y lo que te mantiene en la presencia. Siempre está contigo. Aprende a encontrarte con la presencia para que se vuelva familiar y ordinaria.

Puedes preguntarle a la presencia: «¿Qué desayunaste?» Te sorprenderá lo que aparece. Podrías decir: “¿Puedo preguntarte algo? Eres como yo y tengo la sensación de que estamos en amistad y comunión, aquí. Yo te entiendo y tú me entiendes. Algo está sucediendo aquí donde estamos trabajando en algo”.

Considera eso. Quizás los arcángeles necesiten tener sus alas, también. Están en la naturaleza inferior. ¿Qué están haciendo? Cumpliendo algo, como cualquier cosa que llegue a los niveles psíquicos materiales. Nada está exento. De alguna manera existe un riesgo. Como, si no mantienes tu disciplina y concentración, podrías caer, ¿verdad? Esa historia ha sido escrita. ¿Cómo nos sostenemos? Mantente en el programa. Eso es todo.

Considera que puedes hacerlo bajo la autoridad de Dios. La Conciencia del Viajero tiene eso. Sigue con eso. La Conciencia Crística lo tiene. No olvido quién soy como la Conciencia del Viajero. Mi mente olvida. Tengo lapsos como los humanos. Mi identificación es que siempre estoy en esta presencia. Simplemente vuelves a ello.

Lo llamamos ejercicio espiritual. También lo llamo estar en adoración con quién eres dentro y aprender a hacerlo con los ojos abiertos. En otras palabras, puedes ser ordinario y estar completamente consciente de esta presencia divina. No tiene por qué ser algo que brota en la cima de una montaña o que ponga las cosas sobre tablas. Eso ya se ha hecho.

No digo que no pueda ser extraordinario o milagroso, pero a menudo es muy común. Extra-ordinario, silencioso e invisible. Los que tienen ojos para ver y oídos para oír, lo saben. Tú lo sabes dentro de ti. Sigue haciendo tu versión de la presencia divina, que incluye el cien por ciento de tu cotidianidad. Se llama ser humano y tu presencia divina lo sabe todo y no se aparta.

Si pasa algo así es porque hacemos algo como empujar o negar. «No soy digno. No puedo. No sucederá”. Tú eres quien hace eso. Simplemente levántate y haz algo que consideres la presencia divina haría si fuese tu.

No todo el mundo va a entender. Eso está bien y no es nada nuevo. Esta buena intención es importante para ti. Es un nuevo aliento, un nuevo comienzo.

Baruch Bashan

 

Bendición de Celebración

Bienvenidos Bienamados

Bienvenido Bienamado en todos nosotros.
Esa es la conciencia la que es el Ungido
A través de la Luz, el amor y el sonido
Sirviendo los más alto fines todos los involucrados

En esta sintonía
Somos conscientes con nuestra respiración.
Viene con el recibir,
Sale al dar,
Soltar, despejar, equilibrar.

También damos la bienvenida a las bendiciones que vienen a través de la sanación,
Amar, cuidar y compartir.
Vamos a invocarlos
Abundancia, prosperidad, riquezas.
Salud, tesoros, felicidad.
Hay uno más, J-R lo llamo, tocar.
 

Consideremos que estamos en contacto con el Espíritu,
Con esa conciencia y energía de quienes somos, todos nosotros.
 
Y en este mundo cómo eso se materializa, se manifiesta,
Es estar en aceptación, cooperación, entendimiento, entusiasmo, empatía.
Eso cubre muchas bendiciones.
También está alineado con la ley espiritual.
Eso es absoluto.
Pero también es una presencia viva, eterna, siempre en todas las formas.
Entonces, en la unción con el Espíritu Santo
Somos las columnas de Luz.
Entonces,  colocamos  la Luz, sostenemos la Luz, enviamos la Luz,
Y nos permitimos ser instrumentos de sintonía.
Y dando al servicio para el mas alto bien.
También damos la bienvenida a la acción de Luz que surge a través de la cooperación.

Cualquier otra cosa que este aquí, ha sido preparada en la gracia.
En lo que puede llegar a ser porque tenemos la voluntad de hacerlo,
Y cuando estamos en cooperación,
Se convierten en dos o más, quienes están reunidos en esta presencia que llamamos el Nombre,

El sonido,
El más Santo de los Santos.

 Es un hermoso día.

 En nuestra reunión de esta mañana
Nos estábamos preparando para todo un año de jubileo.
Que es una preparación muy especial.
Y una bendición como un derrame de celebración.

En nuestra conferencia dentro de unos meses, en junio y parte de julio.
Nos estamos llamando a avanzar en el enfoque de la celebración.
Consideremos que ya está aquí.
 
Hay motivos para celebrar.
Gracias Señor.
Gracias.
 
Baruch Bashan