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Nuevo Amanecer

Mi Comunión con el Papa Francisco: Una Carta de Amor

«Gracias por ‘escuchar’ y rezo para que esto pueda llegar a ti, aunque solo sea porque soy una persona más en este mundo que te ama y quiere decírtelo.» Leigh-Taylor Young-Morton

Hoy Agosto 17 de 2022; Quiero compartir con ustedes cómo nació mi carta, que le escribí en 2015, al Papa Francisco,  y como  llegó finalmente a sus manos y con suerte, a su corazón.

No incluí ninguna información personal para recibir contacto de él. Eso fue consciente, por lo que él no podría sentir ningún tirón, aparte del mensaje en sí.

En 2015 John Morton guio a unas 60 personas al sur de Francia para visitar muy concretamente las zonas del sur de Francia que habían sido pobladas por los cátaros en los siglos XII y XIII. Este viaje fue un sueño especial hecho realidad para mí.

Había profundizado mucho en esta cultura espiritual desde principios de 2007 y me encontré afectada por los terribles acontecimientos de 1243 y 1244 y las acusaciones de ‘hereje’ de la Iglesia Católica hacia los Cátaros, que eran cristianos llamados los Hombres (y mujeres) Puros o Buenos.  Habían convertido el sur de Francia en ese momento en una sociedad multicultural democrática, abierta y próspera. Debido a que el área era políticamente independiente del trono francés y no católica, se convirtió en una amenaza percibida ya que no estaba controlada ni por el trono ni por la iglesia. La Inquisición pronto comenzó, dirigida por el sacerdote Padre Domingo, a intentar «animar» a los cátaros a unirse a la iglesia católica, ya que eso sería lo mejor para sus intereses espirituales. En debates abiertos a menudo en las plazas de las ciudades, el mensaje simple y abierto de los cátaros fue consistentemente «no, gracias, tenemos una conexión directa con Dios y no necesitamos intermediarios» (ciertamente, no pagar a un sacerdote para que hable con Dios en su nombre). Domingo volvería a Roma después de estos debates públicos, completamente perplejo por su suave pero muy clara negativa a ser convencidos y al mismo tiempo siempre dando la bienvenida a los católicos para disfrutar de su propia fe junto a la suya.

Finalmente, tanto el Vaticano ( mediante el Papa Inocencio III) como el rey francés perdieron la paciencia y comenzó un genocidio. Se llamó la Cruzada contra los Albigenses. Millones fueron asesinados y el aura de miedo se volvió penetrante. La tortura se hizo común en la vida cotidiana para determinar si sabías quién era cátaro o quién podía serlo. Esta energía cancerosa pronto se trasladó a España y allí floreció durante cuatro siglos en nombre de la primacía de ser católico. Era la Inquisición. El 16 de marzo de 1244 aproximadamente 300 cátaros que quedaban en un refugio montañoso fueron quemados vivos. Fue Montsegur, un último reducto de los fieles al estilo de Masada, quien eligió esta muerte antes que renunciar a su amor por Dios. Eligieron la eternidad sobre el mundo que los castigaba y cantaron cánticos a Dios mientras ardían.

Experimenté un dolor en la tierra cuando estuvimos allí, como si faltara la alegría, y más claramente en los antiguos centros y ciudades cátaras. Se sentía como si algo aún no estuviera aclarado en el «aire». Algunos pueblos hermosos tenían una espléndida iglesia católica, que ahora estaba vacía y fría y rara vez tenía la presencia de un sacerdote. Podía sentir una sensación ocasional de desconfianza entre la gente por cualquier cosa o persona de diferente creencia espiritual o religiosa. Nuestro viaje tuvo el propósito más especial de bendecir y sanar esta hermosa área con la presencia de nuestro Amado Viajero John en medio de todas nuestras oraciones y columnas de Luz. Ojalá seamos una contribución a un bien superior.

Buenos Aires, es una hermosa ciudad de Argentina que pronto estaríamos visitando. Había pedido ayuda a dos de mis hermanos argentinos en el MSIA que conocían a alguien que pudiera entregarle la carta al Papa desde su ciudad natal. Ellos son, y siguen siendo, mis Caballeros de brillante armadura, ya que de inmediato se acercaron para ayudarme a cumplir mi visión. Ya les había dicho que quería escribirle al Papa, que es oriundo de Buenos Aires. Ciertamente, esta fue una solicitud brutal y audaz, pero lo dije en serio. Amo al Papa Francisco y me sentí profundamente llamada a escribirle pidiéndole que hiciera un acto de perdón por cualquiera de las variadas versiones de genocidio que la Iglesia había instigado en tiempos pasados para lograr el cumplimiento de la “ley” católica. Sentí que la belleza del corazón y el alma del Papa Francisco podían evocar una gran bendición de perdón y una profunda sanación al decir simplemente: “Lo siento”.

Me senté y desde mi corazón salió esta carta de Amor para él. La terminé 10 minutos antes de salir de viaje para Buenos Aires desde Los Ángeles. El Espíritu la escribió a través de mi corazón. Mis amigos, Juan Cruz y Ariel Presa la entregaron a su querido amigo en las manos, el Padre Malfa en Buenos Aires, quien, a su vez, es amigo del Papa Francisco, y llevó la carta la semana siguiente a Roma y la entregó al Papa Francisco, … directamente en sus manos.

Juan Cruz Bordeau y Ariel Presa en Buenos Aires con su amigo querido que a su vez es amigo del Papa Francisco, el Padre Malfa sosteniendo una carta de Leigh Taylor-Young que el Padre Malfa entregó al Papa Francisco la semana siguiente en Roma.

A contar de entonces se han registrado numerosos momentos en los que el Papa ha estado diciendo “lo siento”: ocurrió en el mismo Montsegur a finales de 2015, mediante un sacerdote de la Iglesia que se disculpó directamente por lo sucedido a los cátaros, luego en Suecia en 2016 el Papa se disculpó con los luteranos, y en este año 2022 en Canadá, el Papa Francisco se disculpó con las tribus indígenas por los dolores incurridos durante generaciones a los nativos.

Si mi intención afectó esta ola de sanación, o si él realmente recibió la carta, no importa, ya que sé que el Espíritu acertó y algo cambió hacia el bien más alto. Dios bendiga al Papa Francisco.

 

Esta es mi carta al Papa Francisco:

31 de Octubre de 2015.

Querido Papa Francisco,

Te amo. Eres un Papa muy grande. Rezo por ti con alegría, con gratitud porque estás en este mundo.

Jesucristo es mi Bienamado y mi vida también.

No soy católica, pero reconozco que eres alguien que abre corazones y un gran pastor para toda la humanidad.

Mi nombre es Leigh Taylor-Young y mi profesión durante mucho tiempo ha sido la de actriz. He trabajado durante más de cuatro décadas en el negocio del cine en California. Hice muchos programas de televisión y muchas películas desde la década de 1960 y gané un Emmy por mi trabajo en 1995.

Desde que puedo recordar, estaba consciente de la Presencia dinámica del Espíritu. Primero me convertí en una buscadora y luego en una estudiante dedicada a conocer a Dios y a aumentar cada vez más mi amor y devoción a Dios. Me convertí en Ministro en 1975. Me quedé en mi profesión de actor y al mismo tiempo me dediqué a la oración, la meditación y el servicio.

Hace nueve años, me casé con otro ministro, John Morton, quien ha dedicado su vida a la enseñanza y al servicio amoroso en todo el mundo. Estamos en la iglesia llamada Movimiento del Sendero Interno del Alma (msia.org), fundada por un gran hombre de Dios y Guía del Camino del Espíritu y la Trascendencia del Alma, John-Roger. John-Roger guio mi camino hacia una mayor conciencia de mi Alma, y el propósito de mi vida de amar y servir. John Morton ahora lleva el manto del trabajo de John Roger, hoy viajo con mi esposo, apoyando su compartir de las enseñanzas de la trascendencia del Alma. Él ayuda a despertar a las personas a la conciencia de su propia Alma y a la unidad con Cristo. Es un honor ser parte de este trabajo. Mañana vamos camino a Chile, Argentina y Brasil.

Usted, queridísimo Papa, es mi familia y parte de mi propio corazón espiritual, y me siento cómoda pidiéndole este favor. Un favor de perdón que creo profundamente tiene ud, el poder de demostrar al mundo.

Esta Ud., dirigiéndose a muchos de los desequilibrios de la humanidad, incluso este año se pronunció en contra del genocidio. ¿Consideraría dar una bendición a la región de Languedoc en el sur de Francia con la intención de curar el genocidio extendido por la Iglesia Católica y la misma Francia contra los cátaros en esa región en 1209?

El Papa Inocencio III inició la Cruzada contra los Albigenses en ese momento contra este pueblo. Fue la primera cruzada de cristianos contra cristianos. Esta acción, en curso durante algunos años, finalmente condujo al comienzo de la Inquisición en 1233 para eliminar a todos los cátaros restantes, o «herejes». El espíritu de la inquisición se impuso y viajó contagiosamente al mismo tiempo a España.

Al menos un millón de personas, y algunos cronistas estiman que hasta ocho millones de personas, fueron asesinadas por ejércitos del Vaticano y de los franceses…principalmente franceses. Una razón predominante de esta acción fue que los cátaros no querían ser católicos y tenían una fuerte influencia en esta próspera parte de Francia del Languedoc. Entiendo que las condiciones políticas de la época eran muy complicadas. Sin embargo, el pueblo que más sufrió fueron los cátaros. Eran Gnósticos, gente buena y sencilla que deseaba ser controlada únicamente por Dios y entendieron que su relación con Dios era directa y pura y que no necesitaba intervenciones (en realidad se les llamaba los ‘Puros’ o ‘Buen Homme’, buenos hombres). Se mantuvieron firmes en su fe, y sorprendentemente retornaron poca violencia a sus perpetradores. Muchos fueron martirizados. La tierra que habían cultivado durante mucho tiempo era rica y abundante y su cultura toleraba todas las religiones. Después de esta cruzada, esta área colapsó esencialmente y estas provincias ahora estaban bajo el control de Francia y de la iglesia. Ser católico ahora era esencial, y la energía de la inquisición impregnó toda la vida y el miedo a ser «otro distinto» se infundió subliminalmente en la vida diaria.

Siento apasionadamente que la Cruzada Albigense es una marca para ser sanada, perdonada y bendecida, ya que mucha oscuridad vino de ella. No valoro la culpa. Es un ejercicio inútil y provoca la perpetuación de las tinieblas. Hago lo mejor que puedo para vivir por la sanación, dejando ir el pasado y perdonándolo… ésta es, para mí, la forma más fluida en que las personas, así como culturas enteras, pueden avanzar hacia el Bien Mayor. Siento tan profundamente que, si tu pudieras extender una bendición a esta área y a la gente, y tal vez decir ‘lo siento’ en nombre de la Iglesia, elevaría algo al Cristo Mismo y sería una bendición para ti, para la Iglesia, y la tierra en Francia se abriría a una mayor Luz. En mi opinión, el poder del «lo siento» es inconmensurable, y el mundo necesita que los líderes lo demuestren de maneras más poderosas. Ejercer responsabilidad, perdonarse a uno mismo y a los demás, nos conduce a las bendiciones y en última instancia, a la alegría.

Si esto no va a suceder, no estoy apegada. Estoy agradecida de que mi corazón se siente seguro contigo como para preguntarte.

Quiero compartirte cuanta admiración tengo por la Iglesia Católica y por el extraordinario compartir de las enseñanzas de Cristo, la educación y la Caridad, por generaciones. Como una niña no católica, me conmovía poderosamente el misterio espiritual de la Iglesia y rogaba a mis amigas católicas por una de sus estatuillas de santos que brillaban en la oscuridad. Finalmente me dieron una. Era San Antonio. Lo sostuve en mi corazón todas las noches y oré y oré a Jesús, a los santos y a un Dios que sabía que estaba «vivo», simplemente invisible. Mis padres eran agnósticos, así que yo estaba sola en mi formación espiritual, pero ya conocía a Jesús y sabía que Él caminaba conmigo de una manera muy personal. Siempre he amado a San Francisco y llevo sus enseñanzas en mi corazón. Durante varios viajes a Asís a lo largo de los años, me hice amiga del Padre Max Mizzi, que vivía allí y enseñaba sobre San Francisco. Ya no está, pero ¡oh, qué hermoso franciscano! Viajó por todo el mundo haciendo todo lo posible para contribuir a la Paz.

Querido Papa Francisco, siento que Francia no ha superado esta herida del pasado. Acabo de regresar después de un mes de estadía en esta zona de Languedoc. Mi esposo, John Morton, dirigió un grupo allí durante varias semanas, visitando estos lugares de eventos pasados; ​​como Toulouse, Montsegur, Carcasonne, Minerve, Beziers, colocando columnas de oraciones de amor y paz. Me di cuenta de varias cosas sobre este tiempo en Francia. En primer lugar, existe una mentalidad subliminal de «cacería de brujas» en el sentido de que, si perteneces a cualquier devoción espiritual que sea «diferente» a la corriente principal, eres vulnerable de ser atacado de tal manera que tu trabajo y tu vida están «amenazados» bajo coacción. Hay listas mantenidas y rastreadas en cuanto a cualquier signo externo sobre lo que podrían llamar un «culto». Este es un sentimiento de restricción. También visitamos un pequeño y encantador pueblo de Espelette y había una hermosa iglesia antigua, vacía. Ningún sacerdote en residencia, y uno de ellos, venía solo una vez al mes. Había una energía de tristeza y vacío en esta hermosa iglesia. Yo estaba triste. Una iglesia anhela la vitalidad de lo Sagrado… y esto era simplemente oscuro y vacío. Le planteo la consideración de que todo esto es resultado del pasado y que ahora Ud. puede traer para la Iglesia Vida Nueva y vitalidad espiritual al hacer un mea culpa y dar una amorosa bendición para todos. Una liberación del pasado en el Cristo. Veo tu Bendición como una varita mágica de transformación espiritual para Francia. Posiblemente incluyendo un estímulo para honrar todas las religiones que conducen a Dios.

Gracias, querido obispo de Roma, padre Francisco.

Gracias por ‘escuchar’ y rezo para que esto pueda llegar a ti, aunque solo sea porque soy una persona más en este mundo que te ama y quiere decírtelo. Dios te trajo a nosotros en este momento. Te llevaré en mi corazón por tu salud, tu seguridad, tu servicio continuo para todos nosotros. Rezo para que un día mi esposo y yo podamos conocerte. Me gustaría abrazarte.

Yo te amo, Dios te bendiga, y Paz mantén calma.

Leigh Taylor-Young

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