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Nuevo Amanecer

¿Qué Haría el Amor?

Consideremos que lo que estás llamado a hacer es lo que haría el amor. Y lo que haría la verdad en tu corazón. Eso es todo lo que realmente necesitas saber’’. – John Morton

 

Este artículo y la bendición del final provienen de una sesión de compartir que tuvo John Morton en abril de 2022 con las clases de pregrado en el “Seminario Teológico y Escuela de Filosofía Paz” (PTS).

Consideremos que existen tiempos en perfecta armonía, y lo mejor que se puede hacer es no hacer nada. Es algo así como, tener paciencia. No es ahora. Si nos preguntamos cómo funcionaría, diríamos: En el momento perfecto y de manera perfecta.

Entonces, entendiendo cómo eso funciona, no sería ahora, porque está en movimiento. El momento será perfecto, cuando sea su tiempo. El camino está preparado. De manera que, está preparado para que lo hagamos de esa manera.

A menudo se revela y tenemos la paciencia para esperar. Tenemos la paciencia para confiar. Que no tengamos el impulso de; “Tengo que hacer algo. Siento ansiedad. Siento la urgencia. Tengo que hacer algo.»

No, no tienes que hacer nada. ¿Qué es lo que está claro de hacer ahora? “Nada, pero tengo que hacer algo”.

Esa es la mente delirando. Si lo entendemos, sería detenerse o esperar con apertura. Es como, estoy disponible para hacer cualquier cosa. Cuando algo es realmente importante, como el amor de un niño, eso es poderoso. Es como ¿qué haría Dios por Su hijo? Cualquier cosa. Todo. Todo está disponible en el amor.

No sería nada y sería todo, porque hay cosas que no están permitidas en el amor de Dios.  No están permitidas.  Todos estamos aprendiendo eso. Sí. ¿Cómo funciona eso?

Funciona de maneras en las que haces todo. Te involucras completamente.  Todo tu cuerpo, tu mente, todo está en ello. Entonces también se trata de que no es el momento.  Estoy esperando. Estoy manteniendo mi confianza.

Entonces hay algo que verificar allí. ¿Cuál es la verdad? Más allá de tu verdad. Qué es verdad en tu corazón, incluso si tu mente está delirando con todo tipo de ideas: “Podría ser esto. ¿Qué pasa con esto?’’ Esa es la mente.

Con la verdad que está en tu corazón, se puede despejar. También puede ser calmado, de modo que no es necesario gritar, ni chillar. Esta verdad también puede ser la verdad que, ahora mismo, es momento de sostener y esperar. Ahora, no es el momento. No está despejado. Eso es lo que está claro.

Algunas personas se confunden por eso. Si no está claro qué hacer, ¿cómo saber que eso está claro? Está claro que no es claro hacer algo. Eso es lo que está claro. No está claro hacer algo. Eso es lo que está claro. Así es como se te está revelando.

No te estoy diciendo ni leyendo qué sea específicamente para ti. Puedes considerar lo que puedes ver desde tu punto de vista. Puedes verlo por ti mismo. Es realmente importante que veas lo que es verdad para ti como tu experiencia directa. Lo ves. Tú lo sabes.

Pero puede cambiar en un momento. Como si en un momento especial, te levantaras y estás completamente presente. En el momento anterior estabas esperando, manteniéndote.  ¿Cómo puede cambiar así? No sé. ¿Cómo se pasa de las tinieblas a la luz? ¿Cómo se pasa del día a la noche y cambia? Bueno, tal vez haya una transición allí. Sin embargo, tal vez sea como un relámpago. Es instantáneo.

Te animo a que hagas consciente de lo que es verdad para ti. Es una respuesta sincera. ¿Qué te está revelando Dios?

Puede ser algo muy personal, sea cual sea tu situación. No necesito saber todos los detalles ni todas las circunstancias. Consideremos que lo que estás llamado a hacer es lo que haría el amor. Y lo que haría la verdad de tu corazón. Eso es todo lo que realmente necesitas saber.

Puede haber otras cosas. Una de ellas prácticamente, en el mundo, es lo que llamamos “Compruébalo”. Entonces, si no sabes lo que está pasando, entonces averígualo. Buscas entendimiento, que puedas comprender lo que tienes que hacer. Una de esas puede ser: “No me corresponde hacerlo a mí. Se está preparando de una manera que no me involucra”. Eso puede pasar.

Por lo tanto, pueden hacerse cosas por ti, que en realidad no te involucran personalmente. La bendición puede ser entregada y no te involucra. Simplemente puede hacerse.

Tal vez digas: “Bueno, yo quiero hacer la bendición. Quiero proteger a mis seres queridos. Quiero hacer lo correcto”.

Está bien, pero busca lo que sería útil a la situación. ¿Qué sería para el bien mayor?  Y realmente espera a que eso te llegue en una consciencia nítida. Luego, confía en que Dios está en directa comunicación contigo. Y puede ser algo como: «No hay nada que hacer, en este momento».

¡Ja ja! Me río porque ahí es donde está mi impaciencia. Puedes decir, “¡Quiero saberlo ahora!”  No se está revelando porque por lo que tú estás pasando en este momento, lo estropearías.

«¡Yo no lo haría!»

¿Ves? Ya eres impulsivo. Ya estás reaccionando. No te lo vamos a dar porque no vamos a tentar tu reactividad. Te están salvando.  Te están protegiendo.

«»Oh, ¿porque tengo una mente que podría reaccionar y molestarse si lo veo?»

Correcto, es para que tu mente no lo vea. Pero en realidad no es la mente. Es consciencia. Es un tipo de consciencia que mantendría tu mente despejada. ¿Qué tipo de mente es esa? Se llama consciencia de Dios. No es una mente. Eso es consciencia. Eso es saber. Trasciende la mente.

La mente se puede usar. Tienes una, y también la puedes usar para concentrarte. Puedes usar la mente para tener determinación. Tienes la imagen. Tienes la visión. Entonces ve por ella. ¿Qué es eso?

La mejor manera que conozco para decírtelo es: amarlo todo. Haz todo lo que esté a tu alcance para que tu vida sea de amor viviente y de mayor bien.

Dios te bendice.

 

Una Bendición de Perdón Mayor

Tomemos un momento para que cualquier cosa que tengas sea abierta a una mayor bendición. Este es el movimiento. Somos un movimiento que va hacia una consciencia superior, hacia un bien mayor. Entonces permítete ser un instrumento de lo divino. Es algo como, Padre, Madre, Dios, yo acepto. Acepto lo que llega a mi consciencia como dirección, como toma de consciencia.

También me estoy permitiendo estar despejado. Pido despejar. Liberar lo que ya no es necesario, lo que ya no sirve en mi vida. Solo aquello que es para el bien mayor, está sobre mí, está entrando en mi consciencia. Libero cualquier juicio negativo, cualquier perturbación que surja del miedo, de la duda y de la preocupación.

Perdono todas mis acciones pasadas.  Perdono a otros. Ambos son uno y el mismo. El perdón es para todos y para todo. Todo está en el perdón. Eso significa que lo bendigo. Lo libero de cualquier forma de restricción, de cualquier atadura.

Así, estamos en libertad y en liberación. Encuentro que el gozo está en mi manera de ser. Donde quiera que mire, encuentro paz eterna.

Baruch Bashan

 

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