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Nuevo Amanecer

Haciendo tus Elecciones

Despierta tu Espíritu, tu alma, a su naturaleza divina y a la divinidad de Dios y tuya, y vive en ello y para ello. En cualquier momento, trae tanto como puedas esa divinidad dentro de ti y llévala al mundo. Y mientras lo haces, se tolerante contigo mismo y con los demás. Permítete algo de libertad y algo de responsabilidad. Permítete tener una serie completa de elecciones en tu vida. – John-Roger

Este artículo de John-Roger fue publicado por primera vez en el New Day Herald, de Septiembre de 1990

A veces se dice que el MSIA es una secta.  Incluso estamos en una «lista de sectas».  Lo interesante es que las personas que nos tienen en una lista de sectas, están ellas mismas, en otra «lista de cultos o sectas».  Los mormones, el ejército de EE.UU., y un par de otras grandes organizaciones también se encuentran entre los grupos en varias «listas de cultos o sectas».

Es también interesante ver que los grupos en las que nos involucramos cuando creciamos podrían ser llamados sectas. Por ejemplo, entre el séptimo y el duodécimo grado, cuatro amigos y yo estábamos en un grupo que llamábamos Los Cinco Grandes. (En esos tiempos, ese era un nombre sofisticado. No podíamos pensar en Muertos Agradecidos o algo como eso.) Nosotros hacíamos deportes, montábamos a caballo, etc. Decidimos que íbamos a vivir todos en la misma casa y en la misma comunidad y haríamos todo juntos por el resto de nuestras vidas.

Entonces crecimos lo suficiente para tener trabajos de verano y seguir nuestro camino separados. Odiamos dejar a nuestros amigos porque nos habíamos vinculado. Quiero decir, cuando has tenido a un tipo disparándote con una escopeta a través de un campo y estás corriendo con tus amigos por tu querida vida, creas lazos.

A propósito, esto mismo sucede en el ejército cuando la gente está bajo fuego, y también cuando la gente ha sido secuestrada. Se unirán a su secuestrador porque están bajo amenaza de muerte. Tan extraño como puede parecer, esa unión incluye una lealtad emocional que es profundamente intensa.

Este mismo tipo de unión puede mantenerte con tu cónyuge aun cuando puedas tener muchos problemas para llevarse bien, te hace dar a tus niños lo que ellos desean incluso si has decidido no hacerlo, te hace regresar a tu trabajo después de haberle gritado a tu jefe y renunciado, y hacer que tu jefe luego te diga que nunca fuiste despedido. Es una vinculación muy profunda.

Luego, en la universidad, hay fraternidades, hermandades y otros grupos a los cuales puedes unirte. Y en estos grupos, nuevamente comienzas a vincularte y a pensar igual. (Recuerdo que la gente en mi escuela decía que podrías reconocer a una chica Tri Delta o a un chico Sigma Chi claramente a través del campus.) Cuando estaba en la universidad, jugaba béisbol y baloncesto con chicos que habían sido mis contrarios en la secundaria. Era asombroso que pudiera estar tan unido con chicos que había odiado y luchado en contra, solo uno o dos años antes. Es fenomenal que podamos odiar tanto a alguien, luego amarlos tanto y vincularnos a ellos, pensando que seremos amigos por siempre.

Si tú no tuviste estas mismas experiencias, probablemente tuviste algunas muy parecidas, porque todos crecimos siendo miembros de estos “cultos”, yendo de uno a otro y a otro. Y es asombroso cómo a menudo dejas un grupo y luego te das la vuelta y dices: » Ese es un mal grupo, tipo ‘secta’; ellos me lavaron el cerebro. Pero, todo lo que estás haciendo es hacer nuevas elecciones.

A veces, vamos a una iglesia que nos dice, “Esta es la iglesia correcta y verdadera porque…”, y citan algún libro o se refieren a una profecía o a un revelador. Nos están persuadiendo hacia a su punto de vista, pero ¿cómo se ve internamente? Están manipulando nuestra mente. ¿Por qué lo aceptamos? Porque hay una recompensa al aceptar lo que el grupo está haciendo. ¿Cuál es? Camaradería, unión. Esta es la vieja fraternidad otra vez, es la antigua hermandad. Es la vieja pandilla de la secundaria. Es Mamy y Papy, y uds., sentados en sus rodillas. Son tus hermanos y hermanas. Y todo lo que estamos haciendo es tomar ese pequeño grupo y lo movemos dentro de otros grupos y a veces se hace más y más grande hasta que casi pensamos que no podemos saber algo a menos que lo leamos en el periódico, lo escuchemos en la radio o lo veamos en la televisión. Si te lavaron el cerebro temes mirar. Si tu mente está abierta, entonces solo observas. ¿Creer? No. No estamos hablando de creer algo; estamos hablando acerca de observar.  No creas cualquier cosa por el mayor tiempo posible, más bien deja que la experiencia interna te enseñe. Porque “más grande es el que está en ti, que el que está en el mundo.” Ese «él» o «ella» que está en ti, te puede enseñar más de lo que hay en el mundo.

El ejército, en la formación básica quiebra la resistencia de los reclutas. Cuando ingresan al ejército, las personas, el ejercito los quiebra para luego educarlos a su manera y los llama soldados. Eso se algo como: “Tú no piensas. Tú no haces nada hasta que yo te diga qué hacer.” ¿Por qué? Es muy simple. En tiempos de guerra, cuando el comandante de la unidad dice: «Cargar», quiere que todos hagan eso, enseguida. Si uno lo hace y otro retrocede, el primero está muerto. Si todos lo hacen, hay una mejor oportunidad de que algunos vivan. La teoría detrás de eso es la Psicología Conductual, el efecto Skinneriano: “Condiciona a la gente el tiempo suficiente y harán lo que se les diga.”

En un grupo como este, la gente no hace lo que tú dices. Ellos hacen lo que piensan que quieren hacer acerca de lo que tú dices. En el MSIA nosotros decimos: “Trae tu cerebro contigo. Trae tu mente contigo. Queremos que pienses acerca de esto. Queremos que comprendas lo que se está diciendo. Queremos que lo trabajes y lo verifiques. Entonces, cuando lo has trabajado y verificado, es tuyo, te pertenece. Tú lo haces. No me preguntas a mí.

A menudo la gente me pregunta lo que deberían hacer sobre sus relaciones, sus trabajos, su salud, sus vidas en este nivel y les digo, “Eso es asunto tuyo. Es tu “10 por ciento”. Yo trabajo en el 90 por ciento de los niveles espirituales. Tú decides acerca de este nivel.”

Ellos dicen, “Bueno, mi pastor y mi ministro me dijeron…,” y yo digo, “Vete a preguntarles a ellos. Ellos son expertos en ese campo. Me cuesta dirigir mi propia vida; no te voy a decir cómo manejar la tuya. Mi karma es muy ‘divertido’. No quiero nada del tuyo. Haz funcionar el tuyo.” Vuelven y dicen: “lo que mi ministro me dijo me metió en problemas.”

Yo les digo, “No culpes a tu ministro.  Sólo dijo lo que dijo. Tú lo hiciste. Ve y mira en el espejo y mira a quien lo hizo; entonces, también verás al que tiene que cambiarlo. No voy a escribir o decir nada a tu ministro. Internamente, solo le diré; ‘Dios te bendiga’.”

Cuando hiciste la elección de ser parte del Movimiento del Sendero Interno del Alma, probablemente te sentiste realmente bien. Y es posible que hayas mirado hacia atrás, a lo que dejaste, y dijiste: «Estoy contento de estar fuera de eso.” Bueno, yo sé que, si haces la elección de salir del Movimiento del Sendero Interno del Alma y miras hacia atrás, probablemente digas: «Seguro que estoy contento de estar fuera de eso”. Sé esto simplemente porque eso es lo que la gente hace. Pero el que digas eso, no hace que el MSIA sea ‘algo’; sólo es lo que tú estás diciendo. En el MSIA, nosotros consistentemente te enfocamos de regreso hacia ti mismo, como la fuente de tu propia información y te mostramos técnicas para hacer esto. A veces, te asombra que no habías mirado en tu interior, pero no lo hiciste porque te habían lavado el cerebro para mantenerte mirando hacia afuera, al mundo físico, para obtener respuestas y orientación. Se te ha enseñado y entrenado para triunfar en el mundo: Convertirte en médico, aprender una gran cantidad acerca de nada y especializarte en ello, esperando que alguien se enferme y cobrar mucho.

Sé que suena divertido, pero cuando piensas en ello, podrías decir: «Odio decírtelo, pero me hace sentido. Pero no quiero que tenga sentido. Estás destrozando todas mis imágenes.” Bien. No tengas ninguna imagen entre tú y Dios. Ninguna. Ni siquiera tu profesión. En cambio, despierta tu Espíritu, tu alma, a su naturaleza divina y a la divinidad de Dios y tú, y vive en ello y para ello. En cualquier momento, trae tanto como puedas esa divinidad dentro de ti y llévala al mundo. Y mientras lo haces, se tolerante contigo mismo y con los demás. Permítete algo de libertad y algo de responsabilidad. Permítete tener una serie completa de elecciones en tu vida.

Es una señal de unidad cuando miramos en la misma dirección, no es una señal de control mental o lavado de cerebro. No es una señal de lavado de cerebro cuando todos están manejando por la autopista en la misma dirección. Es sentido común hacer eso. Las personas que van por el otro carril te acusarán que te lavaron el cerebro porque vas por otro carril. Pero ellos no ven que hay otros carriles de tráfico en la vida de las personas y que estamos siguiendo varios. Y los seguimos de acuerdo a los dictados de nuestro interior.

Algunas personas van dentro y hacen ejercicios espirituales; su mente y emociones se desbloquean y comienzan este flujo libre de energía elevadora (o tal vez la energía descienda y tire de ellos hacia arriba). Ellos comienzan a darse cuenta, “Dios me ama y cuida, y sabe que existo.” Pero la gente duda de la presencia de Dios. Dudan de la Conciencia del Viajero hasta que hace: «Clic”. Entonces dicen, «Oh mi Dios,” y yo solo les sonrío. ¿Por qué? Porque yo hice lo mismo. No estás acercándote a la Divinidad en forma diferente de como yo lo hice. Yo me acerqué a través de un largo período de encarnaciones y te puedo contar un buen montón de formas que no funcionan. Algunas personas piensan que esa es una declaración de orgullo, pero no lo es. Es una declaración de estupidez, de cuan estúpidos podemos ser y aun así, Dios nos asistirá. Por eso no me preocupa que hagas lo que estás haciendo. Está en tus manos; está en las manos de Dios. No en las mías. Solo sé que cada día se me dan nuevas oportunidades para elegir. Puedo pensar en el pasado, cuando yo era el número cuatro, en Los Fabulosos Cinco y en mis tiempos universitarios. Puedo recordar los grupos en que he estado, las amistades que he tenido y las lealtades de vinculación.  Y me doy cuenta que todas, eran solo elecciones, nada de lavado de cerebro, sino un profundo sentimiento emocional, lealtad de pensamiento hacia el grupo y yo queriendo hacer lo mejor hacia el grupo todo el tiempo. Creo que todo eso es la naturaleza humana, y por eso, no voy tirando piedras.

Jesús lo dijo claramente: “Si estás sin pecado” (en otras palabras, si tú conoces a Dios) “entonces lanza la primera piedra.” Pero si has visto a Dios, tu no desearás lanzar piedras. Entonces es obvio que tan pronto como comienzas a tirar una piedra a alguien, eres un «pecador».

Entonces cuando alguien está lanzando piedras, todo lo que hacemos es amarlos, agradecerles por su contribución y alejarnos de ellos porque cuando alguien está lanzando piedras al azar, las piedras pueden rebotar y golpearnos. Si algún chico está disparando un arma al azar, ¿qué haces? Agáchate y sal de allí. Cuando la gente comience a hacer eso verbalmente, agáchate y sal de allí.  Estarás más saludable y más feliz.  Tal vez, más tarde podrías regresar y desarmarlos con unas pocas bien elegidas palabras.  Palabras amables, porque esas son las que desarman. Ustedes se hablan con palabras amables unos a otros porque las palabras amables son los Tonos del Alma del corazón. El entendimiento es la expresión del corazón. Y cuando abrazas a las personas y los cuidas, eso es el desborde del corazón hacia las otras personas.

De eso se trata este Movimiento del Sendero Interno del Alma aquí en este nivel físico. Pero su verdadero interés, es solo la trascendencia del Alma.

Baruch Bashan.

 

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