Un Poema por Agapi Stassinopoulos

¿Cuándo te volviste espiritual? Me preguntaron

Y, por cierto, me pregunté, ¿cuándo me volví espiritual?

Escucho mi voz interior decir: naciste espiritual, has sido un espíritu durante eones y millones de veces.

Y luego te olvidaste, te casaste con la materia, la carne, el ego, el glamour. El mundo nunca fue un matrimonio feliz. Siempre sentiste que había algo más.

Tal vez mirabas a tu alrededor por alguien más, y siempre había más, pero más de lo mismo.!!!

Un día irrumpiste en la acera de tu colegio y te paraste de cabeza en medio del gimnasio y todo el mundo te admiró y dijo ¡guau! ¿No es ella algo?. Ella puede pararse de cabeza en el pavimento sobre el cemento.

Querías mostrar al mundo que había algo más en ti, que solo ser derribada por la gravedad.

Pero luego lo olvidaste otra vez y dejaste que la gravedad te derribara.

Es muy difícil quitarse las vestiduras del mundo es muy difícil caminar desnudo y quedar solo en la majestad de tu espíritu.

¿Cuándo te volviste espiritual?, me preguntan.

Y yo respondo,

Cuando el mundo dejó de darme lo que yo creía que quería, mi sueño de ser una estrella famosa, una actriz en el escenario, celebrada, adorada y aplaudida, cuando ese sueño se derrumbó y no había nada que el mundo me pudiera dar. Tuve que volverme hacia dentro, tuve que preguntarme: tiene que haber algo más, no puedo ser simplemente olvidada y negada.

Y miré y golpee a la puerta y volví a golpear, y oí la voz que decía deja de llamar, detente, deja de golpearte la cabeza contra la pared.

Sólo párate firme dentro de ti.

Y haz tus saltos mortales internos.

Y deja que el espíritu en ti te levante, desafía la gravedad de tu existencia

Define tu propia existencia con una mirada, con un toque, con una respiración

Puedes superar el Maya del mundo, recordando a la que te trajo hasta este momento.

¡Tu!

Bienamada, querida, bienvenida,

Celebrada en los mundos interiores.

Más allá de donde antes pusiste tu atención.

Estamos aquí juntos

Coge mi mano

Haremos la vertical (parada sobre manos) en el corazón de la gente y les demostraremos que ellos también pueden desafiar a la gravedad y derrumbar sus muros.