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Nuevo Amanecer

Mas vale Prevenir que Curar

Permítanme llegar al meollo del asunto, es decir, a mi corazón físico. Esperemos que esto le pueda te pueda servir a ti o a un ser querido.

A medida que pasaban los años, escuchaba, de personas que conozco, que muchas personas tienen problemas cardíacos y todo parecía un poco abstracto hasta que tuve una oportunidad de aprendizaje directo.

Al iniciar todos los cuestionarios médicos, en algún momento pregunta por el historial médico de tu familia. Y con razón, en mi caso, por parte de mi madre, el colesterol es alto y luego la muerte de mi abuelo ocurrió por un ataque cardíaco, esto es escuchar la campana de la advertencia.

Mis niveles, especialmente el HDL (colesterol malo), habían estado altos durante muchos años, a pesar de que probé algunos cambios en la dieta y suplementos. Mi rutina de ejercicios era yoga, pero a esto le faltaba el ejercicio cardiovascular, a lo grande.

Esto continuó durante muchos años, hasta noviembre pasado, cuando recibí una llamada interna para realizarme un test de esfuerzo en la caminadora en la que tuve la oportunidad de caminar con velocidad e inclinación cada vez mayores mientras estaba atado a un monitor de electrocardiograma. Para mi sorpresa, me sentí exhausto desde el principio, definitivamente mucho antes de lo que había previsto.

Lo que más me sorprendió es que esto ocurrió después de mi reciente membresía de 8 meses en un gimnasio, donde estaba logrando grandes mejoras en mi salud muscular y rutinas cardiovasculares. Quizás la palabra sorpresa no sea correcta, estaba choqueado

El cardiólogo que estuvo presente en la prueba de esfuerzo dijo algo como “parece que hay algo que debemos revisar, pero necesitamos más información” y rápidamente obtuve su número de contacto porque el cuidado del corazón no es un tema casual, o al menos no lo es, en mi mente.

Llamé rápidamente a su oficina ese mismo día y le dije: «Necesito hacerme más pruebas lo antes posible» y pude verlo dentro de las 48 horas para que me hicieran un análisis de sangre reciente. Como era de esperar, los niveles de HDL (colesterol malo) estaban elevados, así como los triglicéridos. Me sugirió estatinas, que había descartado durante los últimos 3 o 4 años por considerarlas innecesarias, pero ahora este tema adquirió un tono o importancia diferente después de mi episodio agotador con la Caminadora.

Tomé la información y la experiencia como una oportunidad para ser muy proactivo e intencional en cuanto a hacer un seguimiento y cuidarme lo más minuciosamente posible a partir de este momento, incluida la realización de otras dos pruebas en las siguientes tres semanas, que incluían un ecograma para evaluar el estado físico, la salud de mi corazón (los resultados fueron positivos) y una prueba de esfuerzo Lexiscan para una evaluación adicional de una posible obstrucción del flujo sanguíneo, el cual reveló que se requería una angiografía para determinar la ubicación exacta de la obstrucción y el alcance de éste. Esto ocurrió 5 días después.

Una vez más estoy en territorio inexplorado, aunque un tanto familiar, ya que el mismo cardiólogo que estuvo presente en mi primer test de esfuerzo es el mismo que realiza la angiografía.

La angiografía mostró tres áreas de obstrucción, pero solo una requería atención inmediata que se despejó, colocando un stent para fortalecer la arteria y evitar su ruptura. En retrospectiva, me felicito por escuchar y seguir adelante en lo que obviamente era un asunto muy importante.

Veré cómo se desarrolla este año, haciendo los cambios necesarios en la dieta, tomando los medicamentos necesarios, haciendo ejercicio y estando atento; ya que soy el único además de Dios que está conmigo mismo 24 horas al día, 7 días a la semana.

Además, no tengo palabras para expresar, la enorme cantidad de apoyo que recibí de mi familia ministerial y de mis seres queridos durante y después del proceso, que también incluyó la presencia angelical de mi esposa el día del procedimiento.

En retrospectiva, he aquí algunas de las cosas que he aprendido en el proceso:
1) Asegúrate de tener un médico de cabecera de primera que sea proactivo en lo que respecta a tu salud.

2) El historial médico de tu familia puede servirte como mapa de lo que debes tener en cuenta en tu viaje por la salud.

3) Hazte las pruebas médicas y de laboratorio prescritas a su debido tiempo.

4) Come sano y mantente físicamente activo, incluyendo actividades cardiovasculares.

5) Escucha y cuida el lenguaje de tu cuerpo, en otras palabras, sabe que tu cuerpo y tu son un equipo.

Un gran abrazo a todos desde mi Corazón amoroso,

Rinaldo

 

 

 

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