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Nuevo Amanecer

Una Desbordante Visión de Navidad

Article image Haga clic aquí para ver las fotos de David Sand de la Nochebuena de la Familia del MSIA con John Morton, 24 de diciembre del 2009.

Esta estación de Luz no se compara con ninguna otra de memoria reciente para mí y para muchos de mis amigos. Comenzó temprano en diciembre, y aún no se ha detenido. Mientras cuidaba de mis varios quehaceres navideños, encontré que la estación de radio FM dentro de mi cabeza estaba constantemente sintonizada en villancicos de Navidad, tanto antiguos como modernos. En mi corazón había campanas de trineo y ráfagas de suaves copos de nieve en el completo resplandor soleado (si bien fresco) del Sur de California.

La Nochebuena en el edificio del 2101 en Santa Mónica no fue la excepción. Me imagino que había quienes experimentaron ansiedad o nerviosismo, o cualquier sentimiento de cualquier emoción negativa que se aplique. Pero la mayoría eran caras sonrientes, relajadas y toques graciosos del Espíritu a lo largo de todo el día y la noche.

Los cantantes de villancicos gozosamente proclamaban la estación festiva en el vestíbulo del piso superior. El gigantesco árbol, que llenaba un cuarto del escenario del Salón Brentwood, estaba adornado en elegantes y sutiles tonos de verde y plateado. Amigos y familiares se saludaban, abrazaban, sonreían, reían y volvían a abrazarse.

El programa incluía un número de artistas y abundaba la música. Un regalo especial fue escuchar a todos los «jóvenes» (viejas Almas en cuerpos frescos) ofreciendo sus talentos para la ocasión. Desde el grupo de niños HUGS hasta los semi-profesionales y profesionales, no hubo ninguna nota discordante.

John Morton también hizo dos bendiciones de bebés para los mellizos de Ana María y Jeff McCombs, que fueron un deleite.

A pasos del Salón Brentwood Room, era asistente en el Salón de Desborde, en donde las luces eran tenues, las sillas cómodas, y la risa y el aplauso genuinamente sentidos de corazón. El Espíritu de la Navidad permeaba el edificio. Quizás esto se haya debido en parte al hecho de que John-Roger (y su comitiva) estaban presentes (siempre un regalo); y tal vez esta haya sido la más dulce Navidad que alguna vez existió.

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