Tienda
LANGUAGE

Nuevo Amanecer

Relájate

Article imageTraducción:Cate Kirby

Dejar ir y dejar que Dios se encargue es relajarse y ser paciente. ¿Y si en este momento Dios te estuviera usando para atraer Su Luz y Su poder al mundo del nivel físico? ¿Y si estuvieras viviendo de acuerdo al plan que Dios tiene para ti en este momento? ¿Y si ese pequeño sentimiento de tristeza y soledad fuera una herramienta para conocerte a ti mismo más profundamente? ¿Y si el hecho de que tu casa se haya incendiado fuera programado por Dios para liberarte de las muchas ataduras mundanas y puedas elevar tu atención a Su presencia? ¿Y si todas las cosas aquí fueran diseñadas para que crezcas y te eleves lo más alto posible? Si puedes captar esa visión, es mucho más fácil para ti dejar y dejar que Dios se encargue. No puedes escabullirte a la esencia del Espíritu dentro de ti. Si tratas de negar esa esencia, creas problemas y desequilibrio. El cosquilleo que sientes en el estómago te viene cuando te colocas en contra de ti mismo. No hace falta que hagas eso. Sólo tienes que relajarte, soltar y permitir que el proceso ininterrumpido del Espíritu te cuide. No hay un momento que no te brinde la oportunidad de conocer al Alma con mayor profundidad y plenitud. Tú eres el vehículo que te permite tener la experiencia de conocer a tu Alma. Entonces relájate, no te contengas y permite que tu Alma sea. Cuando permites que las bendiciones del Alma se manifiesten, te conviertes en una bendición viviente.
Date el tiempo para que tu vida se desenvuelva al ritmo y a la manera de Dios. Confía en el Espíritu. Permite que el Espíritu haga aquello por ti que tú no puedes hacer por ti mismo. Dios cuida de ti perfectamente si solo lo dejas. La vida puede ser muy emocionante cuando dejas ir y dejas que Dios se encargue, cuando te relajas y eres paciente. Si presionas para que se haga tu voluntad, las consecuencias para ti pueden ser difíciles. Si fluyes con la voluntad de Dios, eres libre.
El Espíritu está en todas partes. Por lo tanto, cuando relajas una posición y la dejas ir, el Espíritu, la Luz llenarán ese espacio. Y cuando estás sintonizado al Espíritu, experimentando su amor, la negatividad de otros no importa, y tampoco importa tu propia negatividad. Hay amor y perdón por todo y para todos.
Nuestros cuerpos construyen su forma alrededor de la energía que nosotros exteriorizamos. Si usamos mal nuestra energía colocando nuestra atención en el lugar equivocado, el cuerpo construirá su forma alrededor de eso. Por ejemplo, si te preocupas mucho, eso se reflejará en tus hombros tensos y en tu estómago apretado. Cuando empezamos a utilizar correctamente nuestra energía, nuestros hombros se relajan, el estómago también, la energía empieza a moverse hacia esas áreas que han estado bloqueadas o cerradas, y el cuerpo empieza a alinearse espontáneamente. El uso correcto de la energía hace que todo sea fluido, relajado y suave. El cuerpo se alineará y re-formará de acuerdo a tu manera de pensar y a tu patrón de comportamiento conscientes.
Lo que tenemos que aprender nosotros con todo esto es que si no cambiamos nuestro comportamiento, el cuerpo volverá a su condición anterior. Si estamos dispuestos a escuchar y observar, veremos que el cuerpo no sólo nos educa acerca de cómo curarnos, sino que también nos enseña a modificar la condición que produjo el desequilibrio o la enfermedad.
Cuando estamos tensos, nos aferramos a algo que no está. Tendemos a luchar y a resistirnos para demostrar fuerza. Vivir de esta manera es en realidad una señal de debilidad. Relajarse y dejar ir demuestran la fuerza verdadera.
Cuando estás relajado, estás más sensible y consciente. Sabes cómo no reaccionar cuando alguien dice algo que podría ser ofensivo o negativo. Estás en condición de repetir dentro de ti una palabra que es muy efectiva: «Cancelado». Esta sola palabra puede tener un efecto maravilloso contra un ataque verbal o psíquico. No pierdas tu centro por que otra persona esté alterada, ni permitas que la negatividad aumente dentro o alrededor de ti. Todo puede ser manejado de una manera relajada.
Si alguien te presiona física, emocional o mentalmente, cede y deja ir. No te quedes allí. Colócate del lado opuesto. Sé como una puerta giratoria, una puerta cede al empujarla y la otra sigue de atrás. De esta manera, preservas la cualidad de la relajación. Si te das cuenta de que estás empezando a ponerte testarudo y resistente, es mejor renunciar a tu postura que perder tu estado relajado y centrado para preservarla.

El principio básico de dejar ir, de la relajación, producirá una suavidad y delicadeza en tu manera de ser. Es frecuente que ciertas personas confundan esa delicadeza y la toman por debilidad. Por lo tanto, sé alegre, ten buen humor y permite que tu relajación sea vital. Tanto la resistencia, como la tensión significan oponerse a algo que no está allí en realidad. Tal vez puedas justificar tu oposición, pero verdaderamente es un ataque contra ti mismo. Cuando lo analizas a fondo, estamos molestos con nosotros mismos solamente.
Lo mejor que podemos hacer es mantenernos en el amor. No hay absolutamente ninguna necesidad de jugar el juego de que no sirves para nada o de que no eres digno de nada. Ese es un juego para los tontos. Afirma que eres divino y permítete elevarte en esa conciencia. No tengas temor de quien eres. Descansa en tus propias células y reconoce que tienes todo lo que necesitas en este momento.
Cuando te sientas tenso, deja de resistirte. Cuando sientas que la vida es demasiado dura, deja de presionar. Cuando dejes de presionar, quizás te sientas menos cansado. ¿Estás presionando para obtener algo que no es tuyo y nunca lo será?
Si puedes detenerte un momento, y dejar de pensar y buscar, y escuchas el silencio, quizás empieces a estar consciente de muchos niveles de conciencia, de que eres un ser multidimensional, que existe simultáneamente en todos los niveles. El truco consiste en aprender a trasladar tu conciencia hacia donde tú quieras.
No son los eventos de la vida los que causan el estrés, sino nuestra reacción a esos eventos lo que activa los síntomas de estrés. La mayoría de las veces, el estrés se genera internamente debido a nuestra actitud negativa hacia nosotros mismos y hacia lo que está sucediendo en la vida. La elección de nuestra actitud, elegir entre estar tenso o relajado en una situación determinada, puede hacerse en cualquier momento. Quizás cobres fuerza con la emoción del estrés, pero es probable que tengas una adicción al empuje que produce la adrenalina. Con la práctica comprobarás que es mucho más emocionante estar completamente presente con lo que está sucediendo.
No perdemos nada con ir más lentamente. Ese momento de quietud o de nada, de silencio, es cuando averiguamos que internamente, somos más ricos de lo que jamás podríamos imaginar. Dejamos de estar atrapados y somos libres y fluimos. Y entonces, con alegría nos damos cuenta de que – a pesar de las apariencias del momento- las cosas han estado moviendo de acuerdo a nuestra voluntad todo el tiempo.
Baruch Bashan.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2014 Movimiento del Sendero Interno del Alma